Geología para periodistas y comunicadores sociales

Japan earthquake / tsunami TV news screen grabMuchas son las veces en que escuchar la información periodística me pone al borde de un ataque de nervios, al mejor estilo Almodóvar.

Porque convengamos que observar cómo los supuestos vectores de la educación informal mediática confunden un meteoro (lluvia, viento, etc.) con un meteorito; o no distinguen entre la variabilidad climática y el cambio climático global, puede desafiar la estabilidad emocional de cualquiera.

Por ese motivo, recomiendo especialmente a los comunicadores sociales que tomen un mínimo de precauciones antes de decir que se aproxima el fin del mundo, sólo porque coinciden un par de inundaciones en la India con una erupción volcánica en Chile.

Para evitar esos papelones, y a instancias de Dayana, que se horrorizó como yo misma cuando los medios cordobeses atribuyeron una tormenta de polvo a la «desertificación» en nuestra provincia, les he reunido los links de algunos posts que pueden ayudarlos a informar con un mínimo de fundamento científico.

Les recomiendo que sigan todos esos links que les voy incorporando al texto, o al menos los tengan en cuenta a la hora de referirse a alguno de esos casos en particular.

¿Cómo informar sobre fenómenos naturales que causan daños recurrentemente en su área de influencia?

Para comenzar, no debe atribuirse todo evento a la intervención antrópica, a la proximidad del fin del mundo, ni al cambio climático global.

Muchos de los acontecimientos que redundan en daños, son parte de un ciclo natural y ocurren con una cierta periodicidad. El tema es que muchas veces esa periodicidad es tal que abarca miles de años, y es por esa única razón que no hay precedentes documentados.

Pero la falta de documentación no implica que algo determinado no haya ocurrido antes muchísimas veces.

Y es importante entonces, informarse acerca de cuáles son los eventos que se repiten con cierta asiduidad (en la escala temporal geológica, obviamente, no en la humana) en una región determinada.

Algunos ejemplos de esos casos son:

  • las inundaciones y anegamientos, que pueden verse agravados por la intervención humana, pero que no son entera y exclusivamente provocados por ella.
  • las tormentas de tierra y sus consecuentes brumas -que no necesariamente ocurren sólo sobre áreas desérticas como algunos parecen creer, y como les conté más arriba- que son muy recurrentes en regiones áridas y semiáridas durante los meses de sequía.
  • algunos fenómenos meteorológicos, como las lluvias intensas, los tornados, la caída de granizo, etc.

¿Cómo informar sobre fenómenos naturales de mayor magnitud?

En estos casos, la función de la prensa debería limitarse a reportar los acontecimientos de manera objetiva, sin aventurarse en campos en los cuales carecen de idoneidad. Predecir la secuencia de acontecimientos geológicos que podrían sobrevenir con posterioridad al hecho, evaluar y comparar magnitudes o intensidades sin conocer sus diferencias ni su significado real, buscar actividades «disparadoras» de los fenómenos, etc., etc., implica un accionar riesgoso y compromete -por lo general sin ningún fundamento- la respuesta emocional de la población afectada que lo último que necesita es pronosticadores no científicos.

Si de todas maneras quieren editorializar al respecto, les sugiero leer como mínimo los posts relacionados con los siguientes temas:

¿Cómo informar sobre fenómenos aparentemente inexplicables o cargados de misticismo?

En este caso, el periodista debe despojarse de su parte ingenua, para dirigirse a los científicos que pueden dar una explicación coherente, con argumentos lógicos y objetivos. Casos hay en que lo mítico y/o el misticismo se cuelan en el imaginario colectivo, y es allí donde el comunicador social debe mantenerse dentro de los límites del conocimiento racional. Ejemplos al canto:

¿Qué términos frecuentes deberían conocer los periodistas para no cometer errores al informar?

Hay una multitud de términos que son esencialmente diferentes, pese a referirse a fenómenos parecidos o relacionados entre sí de una u otra manera, o a aspectos distintos del mismo proceso. Algunos ejemplos:

Desertización y desertificación.
Alud y avalancha.
Intensidad y magnitud sísmica.

Hay otros casos en que no existe la diferencia que el vulgo les confiere, o se trata de términos que lisa y llanamente no son aceptables. Por ejemplo:

Sismo y terremoto.
Piedras preciosas y semi preciosas.

Y por fin hay situaciones en que hay códigos muy específicos para aludir a determinadas actividades o evaluaciones científicas. Esos códigos deben reproducirse con exactitud si se pretende informar de manera correcta y completa. Serían los casos de:

Desarrollo sostenible y desarrollo sustentable.
Concepto y evaluación de Riesgo geológico.

Además de los posts que he linkeado en cada caso, puede serles útil un paseo completo por la categoría Glosario Geológico.

¿Qué deben tener en cuenta los periodistas a la hora de informar sobre los sistemas naturales?

Hay algunas premisas básicas que una buena información no puede dejar de considerar. En primer lugar, los procesos geológicos ocurren en el marco de sistemas complejos, de modo que es irresponsable su análisis descontextualizado, sobre todo cuando se busca responsabilizar a alguien de determinadas catástrofes.

En segundo lugar, el concepto mismo de catástrofe, tanto como muchos otros, parte de una mirada antropocéntrica, y por ende debe ser valorado como tal, y no como una conceptualización absoluta.

Y por último, hay que tener mucha cautela al pronunciarse sobre ciertas actividades, como el uso del suelo en la producción agropecuaria o la minería, que han padecido y padecen una demonización ideológica, apartada de los criterios científicos y técnicos.

Como una yapita final, que casi podría creerse que está de más, pero que lamentablemente ya ha quedado demostrado que es un consejo necesario, siempre, siempre sean cuidadosos con el idioma, la ortografía, la gramática, la sintaxis, etc.

Un ejemplo de destrucción sistemática del idioma es el uso erróneo del género en determinados sustantivos (casos como área, agua, etc.). Y tanto es así, que en mi otro blog, el literario y personal, he subido un post que no pueden dejar de leer, para no volver a cometer semejante burrada. Y eviten por favor el horror gramatical cuando de alertas se trata.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente, porque esta página está registrada con IBSN04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de Imágenes Google.

3 comentarios para “Geología para periodistas y comunicadores sociales”

  • Alberto says:

    Querida Profe: Conozco de cerca la formación de los actuales periodistas. Mi hija mayor es uno de estos especímenes (cariñosamente). Su credo es el siguiente:
    1) Mi pregunta es más importante que la respuesta del entrevistado.
    2) Leer 15 minutos antes sobre el tema a tratar es, al menos, un desperdicio de tiempo.
    3) La mejor fuente sobre cualquier tema es la que acabo de hallar en Internet (la primera).
    4) Si no conozco de un tema, hablaré igual (La famosa «Saraza» ) total la mayoría de la gente tampoco sabe…
    5) Siempre hay tiempo para enmendar … o para que otros enmienden. La mía es una verdad revelada.
    6) Los que pretenden que estudie un tema antes de hablar por los medios, solo pretenden coartar la LIBERTAD DE EXPRESIÓN…
    7) Es mucho más importante mi postura, maquillaje, vestimenta y demás artilugios que la veracidad de lo que diga al aire o publique en un diario.
    8) Si tengo muchas dudas sobre algún tema, pondré cara seria y lo diré dando mi verdad, agregando que «son versiones no oficiales» o peor aún «oficiosas».
    9) En el mejor de los casos, repetiré otras versiones periodísticas, ¿que … no eran ciertas?
    10) El segmento futbolero del noticiario (50 %) o el de «espectáculos» (35 %) hará olvidar a la teleplatea cualquier noticia seria planteada segundos antes… y si eso no lo logra, un buen video de Youtube con un perrito saltando (10%) lo logrará!!
    Nota: Dependiendo del medio y su declarada expresión política, los porcentajes de «distractivos» pueden variar notoriamente.

    En mi caso (soy comisario retirado de la policía de Córdoba) me sulfura ver con la liviandad que se tratan los casos judiciales, las opiniones sobre «que debe o que no debe hacer la policía» cuando, por solo citar un ejemplo local, los periodistas y presentadores, desconocen absolutamente las funciones de la Policía Judicial, que son confundidas con las tareas que ellos creen, deberían cumplir los uniformados, (Ej: «El policía no me quiso tomar la denuncia» cuando hace del 96 que la policía tradicional no recibe denuncias ni labra actuaciones sumariales) – En realidad la Policía Judicial se creó en el año 1986, como una adaptación de cierta legislación francesa y se fue poniendo en funciones lentamente hasta aproximadamente el año 1996 en la Ciudad de Córdoba y más recientemente en el resto de las dependencias del interior de la Provincia – Tiene sus propios estatutos, Direcciones, Jefes, oficinas y hasta edificio propio, con excepción de las Unidades Judiciales (donde deberían recibirle la denuncia a Usted Señora mamá!) que se encuentran emplazadas en las mismas sedes edilicias de las Comisarías, pero, REITERO, no tienen nada que ver orgánica ni estructuralmente con la conocida y tan vapuleada Policía de la Provincia de Córdoba- (N.de Alberto) . Desconocen absolutamente la diferencia entre el Código Penal, Procesal Penal, Contravencional, Civil y Comercial, Laboral, jurisdicciones Federales y Provinciales y miles de etcétera más. Para más aditivos a este caldo espeso, ni los jefes policiales ni las autoridades gubernamentales aclaran nada de estos temas. Supongo que es una política superior donde mantener desinformada a la población es mucho mejor que lo contrario. No sea que alguien reclame algo en el lugar correspondiente y ahí se arma la podrida…
    Un abrazo!!!.

    Alberto.

    P.S. Sería bueno que la población se interiorizara más de estos temas para obligar a los periodistas a hacerlo también o que se ponga en evidencia su ignorancia. Hasta muchos de los supuestos «Especialistas» desconocen en gran medida el tema que nos ocupa. Y por supuesto, todos los demás!!!… (Ni hablar de GEOLOGíA).-

  • Alberto says:

    Pido disculpas por las redundancias y los errores en general pero es que … no soy periodista.
    Alberto.

  • Graciela says:

    Gracias por el aporte, Alberto.

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