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La tragedia en Valencia provocada por una DANA
La reciente tragedia que ha dejado un lamentable saldo de más de 200 muertes humanas, y seguramente igual o más cantidad de pérdidas de vidas animales en Valencia, España, se relaciona con un sistema meteorológico complejo que hoy trataré de explicar de manera simplificada.
¿Qué significa el término DANA?
DANA es el acrónimo para Depresión aislada en niveles altos. Se acuñó como palabra de uso científico, en buena medida para reemplazar la expresión coloquial que antiguamente se utilizaba para designar estos procesos, la cual era «gota fría». Pero también se la seleccionó como un homenaje al meteorólogo Francisco García Dana, fallecido en 1984.
El concepto no es nuevo, pues con su antigua denominación ya la escuela meteorológica alemana liderada por Köpen lo había definido en 1886, bajo el nombre de «Kaltlufttropfen», que pese a significar «gotas de aire frío» se trasladó al español simplemente como gota fría.
¿Cómo es y cómo se genera una Dana?
La definición original de Köpen, ligeramente modificada por Sherhag podría traducirse como «una marcada depresión en altura, sin reflejo en superficie, en cuya parte central se encuentra el aire más frío».
Si bien más tarde se fue completando la definición, al aparecer mejores métodos de observación y seguimiento de los eventos meteorológicos, esta primera aproximación es probablemente la más comprensible y se puede aplicar bastante bien a lo que hoy se denomina DANA, porque reúne los dos requisito más básicos:
- Perturbación de altura (aproximadamente a partir de 5.500 m), y
- baja temperatura del aire en niveles medios de la troposfera.
Esto permite distinguirla de las depresiones de latitudes medias con sistemas frontales asociados en superficie.
Posteriormente se comprobó que esas depresiones de niveles altos sí tienen efectos sobre la superficie, manifestados esencialmente como anomalías en la presión, temperatura, estabilidad, nivel de precipitaciones, viento, etc.
Con respecto a su génesis, el proceso es sumamente complejo, pero en grandes lineamientos puede resumirse como sigue:
Ya en otros posts les he hablado de la existencia de una forma de circulación del aire atmosférico que sigue patrones más o menos definidos, tema que pueden repasar aquí.
Recuerden al menos que existen las denominadas corrientes en chorro, con distintos nombres y características según su posición sobre el planeta.
Entre ellos, el jet o chorro polar está asociado con vientos muy intensos, que superan ampliamente los 180 km/h. Este jet normalmente fluye de oeste a este rodeando a la Tierra y está limitado a un cinturón de latitudes medias. En el hemisferio norte, el flanco del viento, que se enfrenta al Polo contiene aire un poco más frío que en el otro flanco. Ocasionalmente el chorro, originalmente rectilíneo, se intensifica y se ondula, generándose una componente norte-sur muy marcada.
Esta situación puede conducir a un proceso de aislamiento y estrangulamiento de parte de la corriente circulante, que llega a cerrarse sobre sí misma.
Estamos entonces ante una DANA en ciernes.
¿Cuáles son los efectos posibles de una DANA?
Una DANA puede dar lugar a una gran variedad de fenómenos potencialmente destructivos, tales como vientos fuertes, precipitaciones intensas y tormentas.
Las precipitaciones intensas suelen producirse por los movimientos de convección en el seno de la depresión. Esta convección se potencia cuando hay una gran diferencia entre la temperatura de la superficie del territorio y la del interior de la DANA, lo cual puede dar lugar a fuertes tormentas.
En definitiva, las consecuencias de una DANA dependen tanto de su propia estructura como del contraste de temperaturas entre los niveles atmosféricos bajos y altos.
En el caso de España, las situaciones más peligrosas se dan precisamente al final del verano o comienzos del otoño, cuando el aire frío de los niveles altos se acerca al mar Mediterráneo, que conserva las mayores temperaturas, y aporta además un gran suministro de humedad por evaporación.
Generalmente en cada DANA, dos son las zonas principales de intensa precipitación. Una se origina en su propio centro, por la inestabilidad del núcleo de aire frío; y la otra en la región que se denomina “escudo baroclino”, correspondiente al frente de avance. Es allí donde las tormentas pueden durar muchas horas, o hasta días, ocasionando inundaciones.
Por otra parte, también como en toda evaluación de riesgo, si se pretende un abordaje completo, no puede descuidarse el análisis de la vulnerabilidad relacionada con la infraestructura y la ocupación del territorio.
¿Se trata de eventos frecuentes?
Si bien no son fenómenos tan corrientes, tienen una cierta periodicidad de la que no siempre se toma conciencia, porque no todas provocan daños de gran magnitud. No obstante, pueden mencionarse ocasiones en que sí tuvieron consecuencias trágicas, y que en el estado actual de conocimiento se atribuyen retrospectivamente a DANAS, con relativa certeza.
Como contexto general, antes de mencionar casos históricos casi seguramente ocasionados por DANAS, debemos señalar que estudios que se realizaron hacia 2005 en una región que abarca Europa occidental y el Atlántico oriental, revelan que se producirían unos quince de estos eventos anualmente, en promedio. No obstante hay una gran variabilidad interanual, con años en que se superan las veinte ocurrencias y otros en que apenas llegan a la decena. Se ha observado un aumento en el número de DANAS que ocurren en verano y otoño, en detrimento de las de primavera.
Debe hacerse notar que estos eventos se originan fundamentalmente en el hemisferio norte y en tres sitios preferentes: el Atlántico oriental, el Pacífico oriental y la zona de China.
Cumplido su ciclo, de entre uno y tres días normalmente, las DANA pueden debilitarse hasta desaparecer o ser absorbidas por sistemas más complejos.
Ahora repasemos algunos eventos de gran magnitud acontecidos en la península ibérica, que se atribuyen, a la luz del conocimiento actual, a DANAs, y que resultaron luctuosos.
La más antigua reconocida, sería la del 14 de octubre de 1879, cuando el río Segura se desbordó y causó más de mil muertos. El evento se habría debido a una depresión frente a las costas marroquíes atlánticas.
Otras inundaciones históricas achacables a DANAs son la de Valencia el 15 de octubre de 1957, y las de Alicante y Valencia de los días 19 y 20 de octubre de 1982, conocidas como la “pantanada de Tous”. En esa oportunidad, por la intensidad de las precipitaciones, cedió una presa, anegando varias poblaciones y provocando la muerte de decenas de personas. Nótese la consistencia en que se repiten en el mes de octubre.
Ya más próximas en el tiempo, pueden mencionarse las del 30 de septiembre de 1997, también en Alicante y el sur de la provincia de Valencia, cuando las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de varios afluentes del Júcar. En esa ocasión hubo cuatro fallecidos.
Ya en el presente siglo, la comarca de la Marina Alta (Alicante) recibió precipitaciones torrenciales durante los días 12 y 13 de octubre de 2007, generando la crecida del río Girona. En este caso, se asume que coexistieron dos centros de depresión aislada en niveles altos, uno sobre el sureste de la península ibérica y otro en el Mediterráneo central.
En Septiembre de 2019 se produjo una DANA que llegó a durar cinco días, y asumió una trayectoria aún más errática de lo habitual, ya que se movió primero hacia el sur, y luego regresó hacia el norte, con lo cual llegó a castigar algunas poblaciones dos veces en ese lapso de tiempo.
¿Hay alguna vigilancia y alertas tempranas?
La predicción de estos episodios resulta todavía muy difícil, no obstante hay significativos avances gracias a los modelos globales de predicción del tiempo, como los que utiliza el Centro Europeo de Predicción de Medio Plazo (CEPPM), que realiza un monitoreo de las condiciones meteorológicas cada doce horas.
Con esa información se alimentan los sistemas de predicción probabilística. Esto permite a la Agencia Estatal de Meteorología en el caso de España, emitir notas informativas y avisos especiales con días de antelación, aunque sin que sea posible precisar la localización ni los montos máximos de precipitación que se podrían producir.
No obstante, estas alertas sirven para iniciar los protocolos de seguimiento y de preparación de los servicios de emergencia para una pronta respuesta en caso de necesidad; y para realizar recomendaciones a la población que podría verse afectada.
Actualmente los tratamientos de datos son cada vez más rápidos y completos, llegando a sucederse en minutos una vez que el fenómeno se ha iniciado, de modo que la población debe tomar muy seriamente toda advertencia emanada de autoridad competente.
¿Qué se puede agregar?
Sólo dos cosas, y en este caso relativas al evento particular acontecido en Valencia el mes pasado. La primera es lamentar que hayan comenzado los saqueos mostrando el peor costado de la condición humana.
La segunda es que, en contraste, también se ha iluminado la mejor arista humana: la solidaridad, según quedó demostrado por los miles de españoles que se movilizaron voluntaria y desinteresadamente para tender su mano generosa. Y es a propósito de esto que he dejado pasar algunos días para subir este post, fundamentalmente para que no se olvide la situación de los que lo han perdido todo. No es mucho lo que puedo hacer desde el otro lado del océano, pero al menos intento que otras noticias no desvíen la atención de la urgente ayuda que allí siguen necesitando. Mi abrazo a la distancia, hermanos valencianos.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio
Sigue la tormenta
Ya la semana pasada los introduje en el libro Les Lames de Paul Andréota, y les prometí continuar esa parte de la historia hoy. He aquí esa continuación:
… En primer lugar, al llegar sobre Irlanda, las masas de aire polar habían encontrado ante ellas con gran alegría un vasto espacio totalemente despejado cuya pendiente les permitía cortar camino hacia el sur. Se precipitaron por allí con tal frenesí que, cuando desembocaron sobre Ouessant, ya habían adquirido una velocidad y una fuerza verdaderamente inusitadas.
Por otra parte, más abajo, al sur, el anticiclón no se había mantenido firme en su lugar. Había hinchado el lomo a lo largo de todo el paralelo 48 hasta las cercanías del Midi, y ahora estaba relajándose. Semejante a un monstruo prehistórico que se despereza para entregarse mejor al sueño, extendía una ráfaga perezosa que llegaba hasta los Alpes, que permitía formar en su seno un inmenso vacío aspirante.
Espero lo hayan disfrutado tanto como yo, porque la descripción es extraordinaria. Un abrazo y hasta el lunes. Graciela.
Geología en la literatura
Hoy voy a presentarles un texto extraído de la novela «Las olas» de Paul Andréota, en que describe una tormenta en alta mar de manera magistral.
Pero veamos antes quién es Paul Andréota. Se trata de un novelista francés, nacido el 11 de diciembre de 1917 en La Rochelle, y fallecido el 14 de noviembre de 2007en la misma ciudad francesa.
Fue también conocido con el seudónimo de Paul Vance, que utilizó sobre todo como guionista de películas y series televisivas. Entre sus libros se cuentan: Zigzags, Le Scénario, Schizo: Kriminalroman, y además de muchos otros, Les Lames, que en realidad significa los filos, o las cuchillas, pero que se tradujo al español como Las olas.
En ese libro describe un viaje dramático de una pareja en vías de divorciarse y se embarca en una última aventura juntos. No quiero contarles más, sólo les presento un aperitivo para que luego vayan a buscar el libro- editado por primera vez en 1974- si les atrapa lo bastante.
Ahora vamos al texto:
…Todo había empezado siete horas antes, a unos 1.550 kilómetros de distancia, y a 9.000 metros de altura, allí donde las heladas masas de aire polar, en su carrera desesperada hacia latitudes más clementes, no cesaban de trepar y bajar por inmensas pendientes invisibles.
Porque al igual que la tierra y el fondo del mar, el cielo también tiene relieve: valles, colinas, gargantas; tiene cadenas montañosas, desfiladeros, llanuras y pantanos y toda esta topografía, creada por las variaciones de la presión atmosférica, está siempre en movimiento.
El viento frío de las altas cumbres desciende precipitándose por los lugares más inverosímiles, bordeando obstáculos, desgarrándose contra los picos dentados, lanzándose en distintas direcciones, haciéndose cada vez más inestable a medida que se va acercando al calor tan deseado.
Sin embargo en su camino se levanta un obstáculo que no puede ni evitar ni vencer. Otras masas de aire llegadas de cálidas latitudes, pesadas, saturadas de humedad, estables y graves, se han reunido a su vez como un ejército silencioso y no violento, encima de las islas Azores. Lejos de contraatacar a ese salteador exasperado, lo acogen, lo calman, lo van templando poco a poco en su seno, y terminan por formar un todo con él. Debido a esto durante el verano, la mayor parte del tiempo, una gran paz reina sobre esas regiones, semejantes a la sonrisa de un poderoso dios, que resplandece a mil kilómetros de distancia.
Ahora bien, esa mañana del 26 de junio, las cosas no habían ocurrido exactamente así…
Como ya les he copiado un texto bastante largo, y como tal vez se les haya despertado curiosidad, la continuación de esta parte de la novela, en que los elementos del clima son personificados tan magistralmente, será subida el próximo viernes sin falta.
Los espero por entonces. Un abrazo. Graciela.
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American Meteorological Society (AMS)Annual Meeting 2025
AMS Annual Meeting 12 Jan 2025 – 16 Jan 2025
New Orleans , United States
Organizer: American Meteorological Society (AMS)
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Nociones básicas sobre la atmósfera. Parte 1
Hoy vamos a comenzar a completar un poco más un tema que presenté hace mucho tiempo: la composición de la Tierra. En efecto, no sólo constituyen el planeta las geosferas internas y superficiales, sino también las que la circundan (como la atmósfera de que hablaremos hoy) y las que ocupan lugares incluidos en partes de las mencionadas, como son la biosfera y la hidrósfera (de la que ya hemos hablado bastante).
¿Qué es la atmósfera y qué espacio ocupa?
Se define como atmósfera a la envoltura gaseosa continua que rodea a la Tierra. Es retenida en torno al planeta, por la atracción gravitacional ejercida por él. Por esa razón acompaña los movimientos de rotación y traslación de la Tierra.
La atmósfera se asienta sobre continentes y mares, pero su límite superior no es muy claro, aunque respondería al límite de la atracción de la gravedad, que de manera teórica se encontraría entre unos 300 y 450 km de altura. Más allá de esa zona, ya los gases no resultan retenidos y comenzaría un espacio exterior relativamente vacío. Hay autores que consideran, en cambio que el límite debería considerarse mucho más allá, a una altura próxima a los 1.000 km, donde se hace apreciable el viento solar, que asumen no ya como un evento atmosférico sino correspondiente al espacio que excede al planeta.
Siendo la atracción gravitacional mayor en los polos, debido al propio achatamiento de la Tierra, el espesor de la atmósfera responde a una configuración similar, por lo cual tiene en el ecuador también un abultamiento como el planeta mismo. Y se estima el peso total de la atmósfera en unos 5,9 x1015 toneladas.
¿Qué funciones cumple?
Las funciones que cumple la atmósfera son resultado directo de sus características y de las propiedades del aire que la compone. (El aire es la mezcla de diversos gases, punto que analizaremos más abajo). Se mencionan como las más destacadas, las siguientes peculiaridades:
- Radiación difusa: es la capacidad de dispersar la luz en todas las direcciones del espacio. Efectivamente, a lo largo de las horas diurnas, no sólo están iluminadas las zonas a donde llegan en forma directa los rayos solares, sino también todo el espacio circundante. Lo entendemos mejor si pensamos en una habitación cerrada, a donde no entran los rayos de sol, y que sin embargo está casi tan clara como el propio espacio abierto que se ve desde la ventana. Es decir que el aire resulta permeable a la luz y ella se transmite por él llevando esa claridad en todas direcciones.
- Transmisión del sonido: también las ondas sonoras se propagan por el aire atmosférico, permitiéndonos escuchar sonidos próximos o distantes. Al ascender en la atmósfera, por ser el aire cada vez menos denso, la transmisión sonora se dificulta, hasta alcanzar lo que se conoce como «zona anacúsica», situada a unos 160 km de altura, donde las comunicaciones sonoras ya no son posibles.
- Solubilidad del aire: es una capacidad de vital importancia ya que si bien los diversos componentes gaseosos de la atmósfera no se disuelven con la misma facilidad, el hecho de que puedan hacerlo, ingresando en el agua de los espejos superficiales permite la vida que depende de la presencia de oxígeno. Si éste no fuera soluble en el agua las condiciones para la vida marina tal como la conocemos, no estarían dadas.
- Baja conductividad eléctrica: en las proximidades de la superficie terrestre el aire actúa casi como un aislante eléctrico, pero su conductividad aumenta con la altura, lo cual explica las descargas en las tormentas.
Esto en cuanto al aire como sustancia, ahora veremos las funciones de la atmósfera como cuerpo o geósfera del planeta:
- Es el ámbito en que tienen lugar los fenómenos meteorológicos, de suma importancia en el modelado terrestre, a través de fenómenos como la erosión, la meteorización y la pedogénesis.
- Permite, por la constitución del aire de que está compuesta, la respiración de la mayor parte de los organismos vivos que pueblan el planeta.
- Es una protección eficaz contra el ingreso de materia desde el espacio exterior, ya que la mayor parte de los cuerpos, por ejemplo los meteoritos, que impactan el planeta se desintegran en la envoltura externa.
- Actúa regulando el balance térmico filtrando ciertos componentes de la radiación solar, muy específicamente a través de su capa de ozono.
- Es modeladora del clima, ya que en ella tienen lugar los movimientos que componen la precisamente denominada circulación atmosférica.
Por hoy sólo llegaremos hasta aquí, para retomar el hilo de la charla el lunes, abocándonos a responder las siguientes preguntas:
¿Cuál es su composición actual?
¿Fue esa composición diferente en el pasado?
Y dado lo extenso del tema, habrá una tercera parte el lunes siguiente, en que responderé a las preguntas siguientes.
¿Cómo se divide la atmósfera?
¿Qué puede agregarse?
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