Archivo de la categoría ‘Geología y literatura’

Para el día Nacional de la Minería.

Ya saben ustedes, porque se los expliqué en otro post que el 7 de mayo se celebra en Argentina el día de la Minería. Como ya he hablado de diversos temas relacionados, se me ocurrió este año hacer algo diferente, y relacionado con otro de mis hobbies, es decir, el análisis semántico.

Por eso hoy hablaremos muy brevemente de la palabra minería y sus posibles orígenes.

¿Cómo define la Real Academia española la palabra Minería?

Si apelamos a la máxima autoridad de la lengua española, las acepciones que nos presenta son:

  1. f. Arte de laborear las minas.
  2. f. Conjunto de los trabajadores que se dedican a la minería.
  3. f. Conjunto de los facultativos o expertos en minería.
  4. f. Conjunto de las minas y explotaciones mineras de una nación o comarca.

Ahora sí, veamos de dónde procede el término.

¿Cuál sería la etimología de la palabra minería?

Siendo tan antigua la actividad minera, el origen de la palabra es motivo de especulación ya que las posibilidades de rastrearla se pierden en la noche de los tiempos. No obstante, se ha alcanzado un cierto consenso en atribuirle un antecedente en la palabra «mine» del francés, la cual a su vez procedería del celta con dos posibles ancestros: o bien derivaría de «mein» con el significado de oro; o de «men» que significa mineral en general.

Otros estudiosos prefieren referir la palabra minería al griego antiguo, en que el término µὐἀ, que se leería «mna», aludía a una unidad de peso de los metales.

¿Cómo se relaciona ese origen con otros idiomas latinos?

Es notable que en la mayoría de los idiomas latinos con más cantidad de usuarios en el mundo, la palabra minería se relaciona bastante bien con aquel término francés mine que explicité arriba. Veamos ejemplos.

En italiano, minería se dice «industria mineraría»; en francés, «exploitation minère», en portugués «mineraçao» y en catalán «mineríi».

¿Cómo se dice en Inglés?

Notablemente, en inglés la palabra se parece también mucho, ya que es «mining», lo que la aleja de otros lenguajes con influencia sajona. Recordemos que los sajones eran un antiguo pueblo germánico que ocupó el sur de Gran Bretaña, influyendo de manera fundamental en el desarrollo del idioma inglés.

¿Qué pasa con el alemán?

En alemán la palabra minería se dice Bergbau, que resulta de unir otras dos: Berg, que significa montaña y Bau, que significa construcción.

Esto induce a pensar que las primeras explotaciones ocurrieron en las zonas montañosas, en yacimientos hipogénicos, antes que en placeres, más propios de minerales de los que Alemania no tiene grandes reservas, como el oro, por dar un ejemplo.

Otra posible interpretación es que en realidad la palabra Bergbau, no alude tanto al emplazamiento de las minas, sino a las escombreras que en general dan origen a relieves positivos en el paisaje.

Vale la pena indicar que también en algunos idiomas eslavos, la palabra incluye la raíz que significa montaña. Por ejemplo, en polaco la palabra minería se dice gorníctwo o gornítzi, y en ella gor significa precisamente montaña.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de esta Galería de imágenes.

Una curiosidad que vale la pena conocer

Aquí voy a presentarles el link, en donde podrán informarse acerca de una iniciativa del Consejo Minero de Chile, que ya lleva un par de años editando cómics con  super héroes mineros .

Website

Un libro muy interesante.

Ya les he contado muchas veces que además de muchas otras cosas, soy un ratón de biblioteca, siempre a la pesca de lecturas interesantes. En este caso, en una de mis visitas a una compraventa de viejos libros, encontré esta maravilla.

Se trata de una edición de hace 70 años, en la que se narra en primera persona el primer ascenso al cerro Mercedario, de la Cadena Ramada, que tuvo lugar en 1934. Ese mismo equipo de polacos, en el mismo viaje, inauguró la ruta oriental al Aconcagua, que, hasta la década del cincuenta al menos, nadie más repitió por su extrema dificultad.

Esa expedición no era meramente deportiva sino que intentaba obtener información de valor científico, razón por la cual estaba integrada por seis profesionales de diversas disciplinas, entre ellos un geólogo.

Todo eso le da al libro un valor agregado que me hace incorporarlo a mis recomendados, pero que luego de haberlo devorado como lo hice, puedo prometerles que será motivo de numerosos posts y comentarios, ya sea de los días lunes o de los días viernes; porque tanto el aspecto literario como el científico (para 1934 cuando ocurrió el ascenso) son extraordinarios.

Por hoy voy a limitarme a presentarlo y luego, a lo largo del tiempo le sacaremos juntos, todo el jugo posible.

El título, como se lee en la portada es «Más alto que los cóndores» y tiene por subtítulo: «Sobre los techos de los cerros Mercedario, Ramada, Alma Negra, La Mesa y Aconcagua».

Su autor es Víctor Ostrowsky, quien era el fotógrafo profesional de la expedición.

La Editorial es Albatros de Buenos Aires y la primera edición es de Septiembre de 1954. Yo tengo la segunda edición, que es de Noviembre del mismo año y que abarca 339 páginas.

Se trata de una edición rústica, pero que incluye un mapa y numerosas fotografías, obviamente en blanco y negro, además de un apéndice con el listado de las expediciones que hasta ese año habían conquistado por primera vez picos de más de 7.000 metros de altura en todo el mundo.

El libro es de lectura amena e interesante, y lo he visto en la red por precios realmente elevados, cuando de las primeras ediciones- con valor histórico- se trata, pero les aseguro que vale cada centavo porque se disfruta cada coma en él.

Sobre todo lo valorarán los deportistas de alta montaña, y los que como yo, pese a haber recorrido sólo picos muchísimo más bajos, amamos las descripciones topográficas, geológicas y litológicas cuando están bellamente escritas.

No dejen de volver al blog para encontrar los posts que este libro me sugiera.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

Un anuncio que me es muy caro

A lo largo de las últimas semanas estuve trabajando en el proceso de subir mi nuevo libro a la plataforma de Amazon, donde pueden comprarlo, ya sea para descargar en Kindle (libro electrónico), o en formato tapa blanda. También pueden descargarlo gratuitamente si tienen una suscripción premium; o hasta leerlo por fragmentos sin costo. 

El libro se llama «Mikartita Sabeuntoko, la tarotista japonesa y sus locas predicciones», y está basado en el mismo personaje que nació en mi otro blog. Por supuesto mucho del material es el que subí allí alguna vez, pero está modificado, ampliado y editado, de modo que resulta bastante diferente, y todo el libro es bastante más extenso que la suma de aquellos posts de Mikartita.

Los invito a pasar por mi página de autor en Amazon, para ver ése y los demás libros de mi autoría. Para eso sólo deben seguir este link.

Este post se relaciona con la Geología, simplemente a través mío, como una actividad alternativa de una geóloga, ¿qué tal?


P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.


Procesos geológicos en la literatura

Hoy les presento un texto extraído del libro de Susanna Tamaro titulado «Escucha mi voz».

Mi madre vivió plenamente su tiempo, se dejó arrastrar por aquella corriente colectiva sin sospechar la inminente vorágine del precipicio. Habiendo crecido sin raíces sólidas la arrolló el ímpetu del torrente, no era un sauce, que podía ser embestido por la crecida y permanecer en su lugar, sino, en realidad, una humilde brizna de hierba, como decía en su poesía. El terrón en que había nacido había caído en la corriente, obligándola a una navegación en solitario. Puede que ante el estruendo de la cascada, que al cabo de poco la arrojaría a lo desconocido, haya sentido nostalgia de esas raíces que nunca tuvo.

En el fondo, pensé, la estructura de un hombre no difiere mucho de la de un terreno cárstico: en la superficie se suceden días, años, siglos de un tiempo histórico en continua transformación- por encima de él pasan coches o carrozas, simples excursionistas, o un ejército vencido- pero por debajo la vida permanece intacta, siempre igual a sí misma. No existen variaciones de luz ni de temperatura en esas cavernas oscuras, no hay estaciones ni tranformaciones, los urodelos chapotean felices tanto si llueve como si hace sol y las estalactitas continúan bajando hacia las estalagmitas como enamorados separados por una divinidad perversa. En ese mundo creado por el agua todo vive y se repite con un orden casi invariable…

Por cierto que si nos ponemos estrictos, el texto es interesante como metáfora pero arroja una falsa luz sobre los procesos geológicos, ya que los paisajes cársticos son todo menos invariables. Y su estabilidad es bastante efímera si se los mira con los ojos de un geólogo. De todos modos, es muy destacable cómo se intenta contraponer el ruidoso devenir humano, con los silenciosos procesos naturales.

Pasen un buen fin de semana, y vuelvan el lunes a leer un post científico. Un abrazo. Graciela.

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