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¿Qué son los meandros?

Hoy vamos a avanzar otro poco en la dinámica fluvial, esta vez hablando de un rasgo resultante, muy característico sobre todo de las zonas de escasa pendiente, aunque no sea ésa una condición excluyente. Se trata de los meandros.
¿Qué son los meandros?
Hay muchas definiciones posibles, pero todas designan a aquellas sinuosidades del lecho ordinario de un río, que como se ve en la imagen que ilustra el post, generan amplias curvas en el recorrido de la corriente, las cuales carecen de motivo aparente. Y bien digo aparente, porque en realidad responden a una dinámica claramente definida que veremos un poco más abajo.
¿De dónde procede ese nombre?
La palabra meandro es el nombre en idioma griego, de un río de Anatolia en lo que hoy es Turquía, caracterizado por amplias divagaciones. El término con que los griegos llamaron a esa corriente fluvial fue Μαίανδρος, que en nuestros días mutó a Büyük Menderes, que como pueden apreciar es muy similar a la palabra meandro. Y lo es más si recurrimos al término en inglés, vale decir meander.
¿Cómo se forman?
No se trata solamente de que el agua busque la mayor pendiente, ya que eso no explicaría del todo las amplias divagaciones que presenta, y su tendencia a regresar al recorrido previo, luego de describir una curva.
Sucede que aun cuando un valle fluvial pueda parecer bastante recto, la corriente misma se enfrenta a numerosas contingencias, tales como encontrar un material en el lecho que dificulta su paso por oponerle gran resistencia; o puede suceder que un desmoronamiento de materiales de las riberas deformen su trayectoria inicialmente casi recta; o hasta cambiar las condiciones de su flujo, arremolinándose en respuesta a los vientos, o a inundaciones, cambios en la carga, etc.
Todas y cada una de estas causas suelen converger para ir desviando la corriente, que comienza a hacerse cada vez más irregular.
Ahora pensemos en un detalle muy importante: el vector que señala la máxima velocidad de la corriente suele estar medianamente en el centro del cuerpo líquido, porque es allí donde sufre menor rozamiento, ya que no influyen en él las paredes laterales del cauce. Vean la figura 1.
En un recorrido aproximadamente rectilíneo, los efectos de ese detalle no son de gran importancia, pero cuando el río ya ha comenzado a desviarse de esa trayectoria, esas aguas que corren a mayor velocidad, y por ende con mayor erosividad, impactarán con uno de los lados del cauce, desgastándolo más rápidamente, con lo que el desvío de acentúa y la curva se hace cada vez más pronunciada.

Por cierto, ya que tanto la velocidad de una corriente como la capacidad de transporte resultante, se ven afectadas por la carga presente en ella -entre otras cosas- para mantener el equilibrio de su avance, mientras el agua se carga con los materiales erosionados en un lado, deposita otros en el lado opuesto, generando verdaderas barras sedimentarias que desvían aún más su trayecto, según se ve en el dibujo. Hay allí una orilla cóncava, donde está la convexidad del flujo, y viceversa, es decir una orilla convexa donde hay depósitos que deforman la corriente confiriéndole concavidad.
De esta manera se van instalando los meandros.
¿Cómo evolucionan los meandros?

A medida que la erosión en una orilla se hace más evidente, la corriente se ve en la otra margen, desviada por los materiales que ella misma deposita. Con el tiempo y la repetición del proceso, las curvas se hacen cada vez más amplias y llega a producirse lo que se denomina estrangulamiinto del meandro, que no es otra cosa que una extrema aproximación entre dos curvas sucesivas, tal como ilustra el cuadro D en la figura 2.
Mientras esto sucede, toda la llanura de inundación se ha ido ensanchando y en acontecimientos de crecida, se forman grandes avenidas de agua. Cuando la inundación cesa, la corriente tiende a rectificarse, siguiendo el camino más corto (E y F), y dejando tras de sí lo que se conoce como meandros abandonados, que suelen constituir lagunas semilunares, casi siempre temporarias.
Por supuesto, este esbozo incluye muchas simplificaciones, ya que el dominio fluvial es en realidad un sistema de gran complejidad, pero de esta manera sencilla se comprende mejor el proceso que hoy nos ocupa.
¿Qué tipos de meandros hay?
Si bien hay tantas clasificaciones posibles como criterios diferentes se apliquen, según su contexto topográfico y estructural, hay dos grandes tipos posibles de meandros.
Los meandros divagantes son los más conocidos y habituales, que suelen aparecer en el curso inferior de los ríos, donde la escasa pendiente es probablemente la causa principal del recorrido zigzagueante.
Son en cambio meandros encajados, aquéllos que ya instalados con sus curvaturas generadas en respuesta a una situación dada, se ven sometidos a un levantamiento tectónico, que los reinstala en profundos valles de origen posterior a su inicio.
¿Qué puede agregarse?
Es importante destacar lo que se conoce como migración de los meandros. Este avance ocurre aguas abajo, lógicamente porque la pendiente del terreno todo, favorece la erosión en esa dirección.
Puede agregarse también un pequeño apunte lingüístico, y vamos a ello: los correspondientes adjetivos para el sustantivo meandro son meandroso, meandriforme y meandrinoso. Estos términos son tan expresivos que la literatura los ha hecho suyos, y es común leer en textos de cierto vuelo semántico, expresiones como «pensamientos meandrinosos» o «deducciones meandrosas»
Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.
La imagen que ilustra el post es de este sitio.
La figura 1 es de aquí, y la Figura 2 de este sitio.
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¿Cuándo se produce en realidad el equinoccio este año?
¿Qué es un equinoccio y por qué se produce?

Casi todo lo que diré hoy lo he explicado con mucho detalle antes, de modo que les sugiero que sigan cada uno de los links que les iré dejando. Hoy sólo quiero señalarles casi a manera de efeméride, un acontecimiento próximo, aclarándoles el momento preciso en que ha de ocurrir.
Si atendemos a la etimología, la palabra equinoccio proviene del latín, idioma en que se unen dos vocablos: aequi, que significa igual y noctium que significa noche. Esto alude a que en ese momento del año astronómico, (marzo) la duración del día y de la noche se igualan entre sí, comenzando el otoño en el hemisferio sur y la primavera en el hemisferio Norte, cosa que he explicado en otro post.
A partir del equinoccio de marzo, en el norte los días se alargan y las noches se acortan hasta alcanzar la mayor desigualdad en el solsticio de verano. A la inversa, en el sur se acortan los días y se alargan las noches porque marchamos hacia el solsticio de invierno.
Éste es el primer equinoccio del año, ya que hay anualmente dos momentos en que el día tiene la misma duración que la noche en todos los lugares de la Tierra. Ya mencionamos el de marzo, el segundo ocurre en Septiembre, cuando comienza el otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur.
¿Cuál es la fecha astronómica exacta en que se produce el equinoccio en este año?
En este año 2025, el equinoccio se producirá el 20 de marzo de 2025 a las 09:01:25 horas UTC, así llamado por las siglas en inglés de Tiempo Universal Coordinado, que les expliqué cuando hablamos de un sismo en Venezuela.
Si han seguido el link que les acabo de dejar, ya saben que la hora oficial argentina no es la del sistema UTC, por lo cual les aclaro que en nuestro país la conversión implica restar tres horas, es decir que el ingreso oficial al otoño en nuestro hemisferio será a las 6 horas y un minuto de la hora argentina.
¿Por qué se produce una variación de año en año?
El momento exacto del equinoccio es el instante en que el eje de la Tierra es perpendicular a los rayos del Sol.
Ahora bien, como ya lo saben mis lectores porque se los he explicado en otro post, cuando hablamos de los diversos movimientos de la Tierra como planeta, la posición relativa del eje de rotación respecto al sol se ve modificada por numerosos ciclos.
En este caso, la mayor influencia se debe a ese desplazamiento conocido como precesión que a su vez va sufriendo una variación de año en año. No obstante, por tratarse de un movimiento que cíclicamente se cierra sobre sí mismo, el intervalo de variación es estrecho y el primer equinoccio anual se produce siempre entre los días 19 y 21 de marzo, y no más allá.
¿Que puede agregarse?
Por relacionar los ciclos estacionales con tiempos de siembra y cosecha, son comunes las festividades en todo el mundo. Fiestas que comenzaron ya en las más antiguas culturas como celtas, mayas o del Extremo Oriente.
En las proximidades del equinoccio es cuando tiene lugar la temporada de auroras boreales en Canadá, Alaska y los países septentrionales de Europa.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio
Contactos convergentes entre dos placas marinas

Hoy vamos a dar un nuevo pasito para comprender la Tectónica global, eligiendo como tema la segunda forma posible de contactos convergentes entre placas.
Se trata esta vez de la situación en que colisionan dos placas de corteza oceánica, es decir que ocurren fenómenos diferentes a los que se dan en el encuentro entre una placa coninental y una marina, tema del que ya hablamos antes.
Hoy les presento el tema de manera muy simplificada, pero se me acaba de ocurrir que en un próximo post podría darles un pequeño glosario de términos específicos con su explicación, lo que ampliaría más el conocimiento. Por ahora, en una primera aproximación, prefiero no complicarlos con demasiados términos técnicos.
Empecemos pues:
¿Cómo es el proceso general de subducción entre dos placas oceánicas?
Lo primero a recordar es que tratándose de dos placas de densidad y composición aproximadamente iguales, y no siendo ninguna de ellas lo suficientemente liviana como para tender a montarse sobre la otra, cualquiera de ellas puede subducirse hacia el manto, pero es más probable que lo haga la que se mueve con mayor velocidad, pues la propia inercia tiende a continuar su movimiento en la dirección que ya trae.
Así pues, nos encontramos ante una placa oceánica que se hunde y es portadora de sedimentos que se depositaron sobre ella cuando era el piso oceánico, y por ende el destino final de los sedimentos continentales – dominantemente detríticos- transportados por la erosión y la remoción en masa; y de los sedimentos organógenos de los propios fondos marinos.
Por esa razón, a medida que se hunde en profundidades que ya sabemos aumentan su temperatura según el gradiente geotérmico, los minerales presentes se irán acercando a sus puntos correspondientes de fusión, y en algún momento comenzarán los procesos ígneos, con la generación de magmas, que como se ve en la figura, buscarán el alivio de las presiones ascendiendo a favor de fisuras preexistentes o por su propio movimiento generadas. Por supuesto se trata de procesos que pueden llevar entre miles y millones de años, pero en algún momento, los magmas en ascenso provocarán fenómenos volcánicos que darán origen a nuevas rocas al solidificarse.
También puede suceder que el calor generado en el descenso produzca ascensos solamente de materiales volátiles y aguas sobrecalentadas, y no necesariamente de los magmas en su totalidad; pero esos materiales calientes hacen aumentar la temperatura de la placa que los sobreyace y es muchas veces el propio material de esa placa- que nunca descendió- el que se funde y provoca el vulcanismo.
A lo largo de todo el contacto, las nuevas rocas generan arcos de islas, como les he adelantado ya en el post al que los he remitido más arriba.
Las lavas producidas en placas oceánicas tienden a ser más básicas que las de los fondos continentales, y generan complejos litológicos más o menos característicos, sobre los que profundizaremos en otros posts.
Veamos ahora los efectos generales resultantes.
¿Cuáles son sus resultados visibles?
En primer lugar, se generará en la zona de ingreso de la placa hacia el interior terrestre, una fosa de gran profundidad, marcada en el gráfico por la ligera curvatura hacia abajo de la placa que permanece en superficie, y que por supuesto sigue el trazo y extensión de la zona de contacto entre las dos placas.
Luego, avanzando en la misma dirección en que lo hace la placa descendente, aparece el arco insular, que se forma sobre la placa que permanece en superficie. Es decir, por delante de la dirección de avance de la placa en subducción.
Toda la zona manifiesta obviamente intensa actividad volcánica, (no debe olvidarse que todas las islas en esta zona son precisamente de origen ígneo) y sismicidad acompañante.
¿Dónde pueden señalarse ejemplos de esta situación?
Japón es el ejemplo emblemático, donde colisionan la placa Pacífica y la Australiana, ambas con bordes oceánicos. Otro ejemplo muy particular es la isla de Pascua que constituye una unión triple, de la que hablaremos más adelante en otro post. En general la Polinesia se ha ido constituyendo por arcos insulares de este origen.
Por su parte, responden a esta dinámica las grandes fosas, como la de la Marianas, Tonga, Kermadec, etc.
¿Qué puede agregarse?
Muchísimas cosas, razón por la cual deberé referirme a ellas poco a poco en sucesivos encuentros, porque ya tengo muy claro que los posts muy extensos no se leen en su totalidad.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
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Charla abierta sobre las playas
Charla Abierta: La Playa, esa línea que nos conecta con el mar
Una oportunidad para comprender la importancia de estos ecosistemas y reflexionar sobre su conservación.
Disertante: Prof. Alicia T. R. Acosta, de la Universidad de Roma Tre, Italia.
Lugar: Auditorio CCT CONICET, Ciudad Universitaria
Fecha y hora: Miércoles 5 de marzo a las 15 h
En este encuentro, se explicará por qué las playas son uno de los ecosistemas más vulnerables, que se conoce sobre su dinámica y cómo protegerlas.
Más información: por mail a: investigacion@fcefyn.unc.edu.ar
Breve apunte sobre la historia del Museo de Ciencias Naturales

Hoy vamos a reflexionar acerca de la historia de uno de los sitios emblemáticos de la cultura de nuestro país: el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia.
¿Dónde queda el museo y qué funciones cumple hoy?
Hoy el Museo funciona en edificio propio, sito en el Barrio de Caballito de Buenos Aires, más específicamente en la zona del Parque Centenario, en la calle Ángel Gallardo 470. Ocupa una superficie de 14.000 m2 y la Unidad Ejecutora, es decir quien lo gestiona es el CONICET. Sus funciones no son únicamente reunir colecciones relacionadas con las Ciencias Naturales, y recibir las visitas que desean conocerlas; sino también realizar eventos culturales tales como cursos, conferencias y debates; investigar con base a las propias colecciones y divulgar la ciencia, entre otras.
¿Cuál fue su primer antecedente?
El primer intento data de la infancia de nuestra patria, muy poco tiempo después de la Revolución de Mayo de 1810.
Efectivamente, fue Bernardino Rivadavia quien en cumplimiento de sus funciones de Secretario del Primer Triunvirato, dictó una resolución en 1812, según la cual todas las provincias debían reunir elementos para «dar principio al establecimiento en la Capital de un Museo de Historia Natural».
Por entonces se pensaban las colecciones en términos de «curiosidades», de modo que eran bastante eclécticas, y no siempre estrictamente científicas. Es por eso que una de las primeras donaciones es la del Presbítero Bartolomé Muñoz, quien llevaba más de 35 años juntando cosas como libros, instrumentos, láminas, grabados, mapas y cartas geográficas, junto con especímenes de animales y vegetales. En total se trataba de más de 6.000 artículos, que junto a otras donaciones se depositaron provisoriamente en la Biblioteca Pública, que ya tenía en custodia los importantes libros científicos donados en 1811 por el Obispo de Charcas, Benito Moxó y Francoli. Por muchos años, estas importantes colecciones permanecieron descuidadas y juntando polvo, sin que se concretara la iniciativa de creación del museo.
¿Cuándo se hizo finalmente realidad y cómo evolucionó luego?
Muchos años después, cuando Rivadavia era Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1826, pudo por fin realizar el viejo sueño del Museo, sobre la base del laboratorio de química y el gabinete de física que ya llevaba gestionando desde 1823, en su anterior función de Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores durante la gestión del gobernador de Buenos Aires, don Martín Rodríguez.
Tanto los laboratorios como el incipiente museo funcionaron en sus comienzos en las celdas altas del Convento de Santo Domingo, y en la vieja Procuraduría Jesuítica de la Manzana de las Luces.
Por ese entonces, a las colecciones preexistentes y ya mencionadas, se sumaron una importante colección de monedas comprada en Europa, y numerosos trofeos militares, que pasaron más tarde al Museo Histórico.
El primer plantel del Museo estuvo integrado por Carta Molina, y su ayudante, el italiano Carlos Ferrari.
Una vez definitivamente constituido, se comenzó la construcción del que sería su edificio propio y que demoraría más de 15 años en concluirse completamente. La inauguración de la primera de sus tres etapas constructivas tuvo lugar en el año 1937, durante la presidencia de Agustín Pedro Justo.
El edificio presenta por dentro y por fuera ilustraciones de flora y fauna autóctonas, realizados entre otros por artistas como Alfredo Bigatti, Emilio J. Sarguinet y Donato A. Proietto.
¿Qué más puede agregarse?
Por razones que personalmente no en todos los casos alcanzo a comprender del todo, el museo sufrió continuos cambios de nombre, que se resumen así:
- Entre 1823 y 1882 se llamó Museo Público de Buenos Aires.
- Desde 1883 y hasta 1911 fue el Museo Nacional
- De 1911 a 1931 se lo conoció como Museo Nacional de Historia Natural
- Entre 1948 y 1956 fue el Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales y Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, reconociendo por fin al autor de la importante iniciativa
- Finalmente desde 1957 en adelante se conoce como Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN) e Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de la página de Turismo de la ciudad de Buenos Aires.