Profecía. Por Evangelista. Año 1460

fin-del-mundo1El siguiente fragmento, firmado bajo el seudónimo de Evangelista, es una parodia medieval a las profecías apocalípticas que nunca faltan a la hora de predecir sismos o de avisar sobre el fin del mundo.

El texto está extraído del post La verdad de Perogrullo del blog Cápsulas de lengua, que brinda más información sobre las perogrulladas o verdades de Pero Grullo que el diccionario de la RAE define como verdades o certezas que, por notoriamente sabidas, es necedad o simpleza el decirlas.

Esta es una profecía, de Evangelista, en que cuenta las cosas que han de venir.

(…) Comienza la profecía

El primero día de enero que vendrá será primero día del año, que todo el mundo no lo estorbará, si con tiempo no se remedia. Este día amanecerá al alba. Y tañerse han todas las campanas del mundo en tirándolas de las sogas, y harán tan grande estruendo, que no habrá cabeza de hombre sin su colodrillo. Vendrá una niebla tan grande y tan oscura que cubrirá el cielo, y no habrá hombre, por ciego que sea, que vea las estrellas a medio día.

Levantarse ha un torbellino tan grande que levantará las pajas del suelo: las gentes se meterán en sus casas, por no estar en la calle: esa noche dormirán todos los ojos cerrados, por miedo del polvo. Lloverá tanta de agua, que mojará el suelo y matará el polvo sin confision. Cantarán los gallos a oscuras de noche que no se vean unos a otros. Y otro día madrugarán las gallinas, rabiando de hambre, a escarbar en los muladares ajenos.

Luego harán relá¡mpagos y truenos, que no habrá hombre nacido que quede por nacer. Luego hará un terremoto tan espantable, que los muertos no osarán resucitar de miedo; los corazones estarán todos en los cuerpos, que no osarán asomar; los puerros y los ajos meterán las cabezas so tierra, y no osarán salir hasta que salgan canos; el azafrán y zanahorias y membrillos se tornarán amarillos de miedo. Las mujeres serán todas hembras; los mudos se mirarán unos a otros callando, que no habrá sordo que los oiga. El fuego se tornará caliente, que llegando las estopas, se encenderán; la tierra se calentará tanto del gran sol, que los ahorcados no osarán llegar los pies al suelo.

Las piedras se tornarán todas duras como cantos; los caminos estarán tendidos por el suelo; los rios correrán hacia ayuso; la mar se tornará toda agua, de manera que echando en ella una piedra y aun dos, no pararán hasta el suelo. Las montañas serán más altas que los llanos, de guisa que más se cansarán cien hombres por una montaña arriba, que no uno cabalgando por el llano. Todas las alimañas no tendrán más sentido que bestias, todas llenas de pelos; las aves llenas de plumas; las golondrinas todas de una color, que no se conocerán la una a la otra; a los mochuelos se les tornarán las cabezas de hechura de cebollas, con dos cuentas de ámbar en la cara.
(…)

Supongo que se habrán revolcado de risa como yo, divertimento que todos le debemos a Dayana, que ha encontrado esta perla en el mar cibernético.

Nos vemos el lunes con algo un poquito más serio. Un abrazo Graciela

 

2 comentarios para “Profecía. Por Evangelista. Año 1460”

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