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Cómo se dice: ¿piedra o roca?
Ustedes, los lectores, sugieren temas muchas veces, y también muchas veces piensan que no los tengo en cuenta (va para vos Pateeto) o que olvido sus pedidos.
Pero no es así. No obstante, si no se trata de temas de actualidad (como un sismo o un cráter recién formado), los anoto para ir satisfaciendo sus consultas por orden de llegada, o bien para el momento en que ya tengan un poquito de información previa que les haga más fácil la lectura del post.
En este caso, vengo a complacer a Matías, colega que sugirió un tema de verdad interesante, hace como un año atrás. Y hoy llegó su turno.
Sé muy bien de dónde sale su inquietud porque todos los que alguna vez pasamos por las aulas de las carreras de Geología, seguramente nos hemos topado con esa supuesta regla de oro, expresada por algún docente, según la cual «piedra es mala palabra, los geólogos decimos roca».
Pero da para pensarlo un poco más y se puede mirar desde otro lado, como pasa siempre, porque casi todas las «verdades absolutas» dejan de serlo cuando se las observa un poco mejor.
Entonces:
¿Está mal usar la palabra piedra en geología?
No, si se la emplea de la manera correcta, y en el contexto adecuado. O sea, y esto es una verdad de perogrullo, toda palabra puede ser bien o mal usada, pero no hay razón alguna para su veda de manera absoluta. Y por eso mismo, ahora vamos a analizar un poco esos significados y contextos en los que se puede aplicar cada uno de los términos: roca o piedra.
En primer lugar, sería interesante que recordaran la diferencia entre mineral y roca que ya les expliqué en otro post, porque recurriremos a esos términos más de una vez en este encuentro.
En segundo lugar, el análisis que les propongo va pasito a paso desde la etimología misma, como verán a continuación.
¿De dónde procede la palabra piedra?
He recurrido al diccionario etimológico de Chile para tomar algunos conceptos, a los que por supuesto he agregado mis propias apreciaciones.
Piedra deriva del vocablo latino petra (piedra o roca), que a su vez procede del griego πετροσ (que podría leerse petros) que se traduce como piedra.
Como vemos, la palabra piedra tiene toda la estirpe requerida para reclamar sus fueros, y no hay razón alguna para renegar completamente de ella. Sólo hay que saber cuándo usarla.
¿Cuál es el origen de la palabra roca?
Roca es hija de la palabra rocca que aparece alrededor del siglo VIII, es decir bastante tardíamente, en el latín vulgar, presumiblemente tomada de un lenguaje celta.
Ésta resulta nuestra primera sorpresa: si hay una advenediza es roca, no piedra, cuya estirpe es bastante más rancia y procede de más lejos.
Pero ocurre que rocca, tan plebeya y ordinariota en su origen, fue la madre de roche en francés y de rock en inglés, y de allí procede su ventaja, puesto que cuando la ciencia dejó de escribirse en latín, fue el inglés el idioma que tomó la posta, y en él se tradujo rocca como rock porque era más usada por los mineros y técnicos (de lenguaje vulgar) que petra.
Y nosotros, que hemos tomado casi toda la ciencia desde textos en inglés, nos empecinamos en enamorarnos del término roca, sin darnos cuenta de que la palabra piedra tiene también cabida en el vocabulario geológico, según veremos en seguida.
¿Se pueden intercambiar los términos piedra y roca en Geología?
Por supuesto que no, como ya he venido diciendo, serán los contextos los que definan la selección de la palabra correcta.
Roca sólo se usa en un sentido bien estricto, tal como lo definí en el post que les mandé a leer y que no voy a explicarles de nuevo acá. Pero se distingue bien del concepto de mineral, término del que roca NO es sinónimo.
En cambio, piedra se aplica unas veces a rocas y otras veces a minerales, y casi siempre se usa en términos compuestos.
¿Cuándo se usa la palabra piedra para referirse a rocas?
Partamos de la base de que en la mayoría de los casos, se usará para referirse a fragmentos de pequeño tamaño, y no a afloramientos mapeables. Pero hay excepciones que ya iremos mencionando.
Dije que se usa en términos compuestos, vayan pues los ejemplos: piedras biseladas o piedras facetadas (las pulidas por el viento), piedra pómez o pumita, piedras ornamentales (en este caso, a veces se emplea para yacimientos completos y no para ejemplares fragmentarios), y así se van multiplicando los ejemplos en que de manera absolutamente correcta estamos haciendo referencia a rocas a través de la palabra piedra. No es la intención definir ahora cada una, sino solamente demostrar el punto que me interesa en este post.
Un ejemplo paradigmático aparece en las normas de reconocimiento de suelos, donde al describir el sitio de emplazamiento de una calicata se usan dos palabras diferentes: pedregosidad que estima la cantidad de fragmentos de rocas (piedras) presentes; y rocosidad, que en cambio señala la superficie cubierta por afloramientos continuos. Distinción más clara no puede haber.
¿Cuándo la palabra piedra se aplica a minerales?
También en términos compuestos, del que el ejemplo más conocido es piedra preciosa para referirse a una gema. Nunca diremos «roca preciosa», a menos que se nos antoje hacer el ridículo.
Pero además hay minerales con variedades específicas que toman nombres como piedra lunar o piedra de luna (variedad de adularia), piedra de sol (variedad preciosa de la oligoclasa), y muchas más que iremos viendo en nuestro paseo bloguero a lo largo del tiempo.
En definitiva, creo que queda bien demostrado que la palabra piedra sí existe en la nomenclatura geológica, y sólo el snobismo de algunos geólogos los pone en posición de decir con suficiencia a los legos: «no se dice piedra»
Si les ha gustado el post, los espero el miércoles con informaciones útiles. Un abrazo Graciela
P.S.: Sigo aprovechando las fotos de Pulpo en su visita al Museo de Ciencias Naturales de Los Ángeles, para ilustrar los posts. En este caso se trata de un ejemplar de aragonita en color y hábitos poco comunes, pero de gran belleza.
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Nociones sobre Taxonomía, la ciencia de las clasificaciones.
Hemos llegado a un punto de nuestro avance en el conocimiento de temas geológicos, en el que deberemos necesariamente comenzar a clasificar diversos especímenes, ya sean suelos, minerales, rocas, sedimentos, fósiles, o cualquier otro material de estudio.
En cierta medida, lo hemos hecho algunas veces, por ejemplo en los posts referentes a los animales de La era del hielo, pero ya debemos comenzar a hacerlo de manera menos casual, y para eso necesitamos saber algunas cosas, que acá les presento, y sobre las cuales hay que reflexionar un poco, y también, ¿por qué no?, abrir la mente.
¿Qué es la Taxonomía?
La palabra taxonomía deriva de dos vocablos griegos: ταξις= taxis, que significa ordenamiento: y yνομος =Â nomos, que significa norma o regla.
De esta forma, resulta en su sentido más amplio, definida como la ciencia de la clasificación, ordenamiento o sistematización.
No obstante, en su sentido más restrictivo, la palabra taxonomía ha sido progresivamente apropiada por la Biología, la Pedología y unas pocas ciencias más, que le confieren en cada caso, una significación excluyente.
Y así, hay una Taxonomía de Suelos, como hay una Biológica o Botánica, etc.
Sin embargo, nosotros la usaremos l.s. (latu sensu) y la palabra taxón significará entonces cualquier categoría de una clasificación sistemática.
¿Por qué son útiles las clasificaciones?
Básicamente porque satisfacen ciertos objetivos tanto de carácter teórico como práctico, entre los cuales cabe mencionar:
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Organizar los conocimientos. En efecto, si se establece una clasificación, necesariamente lo que se sabe de un tema ocupará un lugar definido en un contexto abarcativo, y éste resultará más comprensible.
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Destacar las relaciones entre individuos y clases de la población clasificada. Se trate de personas, prendas de vestir, plantas, o bijouterie, una vez que los coloquemos en una taxonomía, sabremos cuáles de los elementos clasificados pertenecen a un grupo dado, y cuáles de los grupos se asemejan o diferencian más entre sí, cuáles caben en un conjunto mayor, y cuáles pueden subdividirse en agrupaciones menores. Por dar un ejemplo algo burdo, una vez que yo separe todas mis prendas de vestir, tendré un grupo de trajes, (cada uno de los cuales incluye falda y chaqueta), otro de camisas (donde habrá de verano y de invierno, etc.) y así sucesivamente, pero también sabré que los individuos que caben en el grupo «soleras» son muy diferentes de los del grupo «bufandas», y por ende no se relacionan directamente entre sí.
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Recordar propiedades de los objetos clasificados. Para eso, generalmente se seleccionan nombres para cada grupo que aludan de alguna manera a esas propiedades. Así es como uno puede dividir a las rocas en monominerales o poliminerales, (términos que hablan por sí mismos) pero dificílmente las llamará «cachuflias» y «mindrecas», porque esos nombres no tienen ningún significado, y por eso mismo carecen de utilidad.
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Agrupar los objetos estudiados según taxones que resulten útiles a fines prácticos, tales como predecir su comportamiento, optimizar su uso, estimar su valor intrínseco o su productividad, etc.
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Proporcionar áreas manejables de información e investigación. En efecto, dividir por ejemplo los distintos geomateriales permite profundizar el conocimiento en algunos de ellos, ya que nadie puede ser muy versado en todos, por su gran diversidad.
¿Cuáles son los requisitos que deben cumplir las clasificaciones?
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En primer lugar, cada taxón debe tener siempre el mismo significado para todos los posibles usuarios. Si queda librado a interpretaciones caprichosas, o no se especifica debidamente cómo se reconoce la pertenencia de cada objeto a él, la clasificación lisa y llanamente no sirve.
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En el caso de las clasificaciones que se relacionan con la Geología, cada grupo debe referirse a cuerpos reales de existencia demostrable. Supongo que para otros casos este requisito puede no tener importancia (si se pretende clasificar ángeles, por ejemplo)
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Debe basarse sobre propiedades observables o inferibles. Esto significa que no tendría mucho sentido clasificar rocas en función de «su importancia relativa en la apreciación de una película de Carlitos Chaplin» por decir cualquier gansada.
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Debe poder modificarse. Cualidad importante en grado superlativo, ya que siempre cabe esperar que el conocimiento crezca y evolucione, y es imprescindible que las clasificaciones sigan esos cambios.
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Debe brindar compartimientos para todos los posibles objetos de la población en estudio. Esto se relaciona íntimamente con el punto anterior, ya que de descubrirse algún objeto que no quepa en la clasificación, ésta debe ser revisada y corregida.
¿Por qué existen tantas clasificaciones diferentes sobre el mismo tema?
Porque siempre pueden aplicarse diferentes criterios para separar los grupos entre sí. Y mientras estos criterios estén debidamente especificados, y la división resultante sea coherente con esos criterios, debe ser considerada correcta, aunque pueda uno estar de acuerdo o no con aplicarla.
Y ahora veamos la figura que ilustra el post, para ejemplificar lo que digo. Hay en ella cinco fotos de ejemplares caninos, a los que yo deseo agrupar por sus similitudes.
Lo primero que debo explicitar es con qué criterio los voy a reunir, y a continuación veamos algunas de las múltiples alternativas:
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Si los divido entre adultos y cachorros, el 5 queda en un grupo, y los demás en otro.
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Si es por tamaño, los únicos grandes son 2 y 3, todos los demás son pequeños.
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Si los separo en pelo largo y pelo corto, 3 queda solo en una categoría y los demás se reúnen en la otra.
Y quedan todavía mil alternativas más, tales como sexo, color o raza, por mencionar las propiedades de apreciación inmediata. Y podrÃa agregar otras que requerirían algo de investigación específica, tales como su nacionalidad, su comportamiento, su estado de salud, o el estado de su carnet sanitario, etc.
Esto implica que cuando se alcanza una clasificación más o menos universal, es a través de consensos y acuerdos, a los que los científicos adhieren voluntariamente. No se trata de verdades inamovibles ni absolutas, y en muchos casos, hay amplios intervalos de transición entre los diversos objetos claramente identificados.
A estas ambigüedades, y a esas diferentes aproximaciones desde distintos ángulos, debemos acostumbrarnos si no queremos encerrarnos en un dogmatismo asfixiante, reñido con toda posibilidad de avence científico.
Este post puede que les haya parecido muy light e inocente, pero ya verán que está programado con toda mala intención, porque pronto estaremos viendo, cuestionando y criticando algunas clasificaciones, y hasta proponiendo algunas modificaciones en otras.
Prontito nos vemos, entonces. Un abrazo. Graciela.
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¿Qué hacer ante sismos y tsunamis? Parte 2
Continuando el post sobre las acciones de preparación para enfrentar sismos y tsunamis que comenzamos el lunes anterior, hoy nos instalamos en el escenario de la catástrofe misma, y tratamos de estar preparados para la mejor reacción ante ella.
¿Qué precauciones pueden tomarse en los pocos segundos que dura un terremoto?
Nada de lo que sigue le servirá si pierde la calma, porque no podrá ni siquiera recordarlo, de modo que ése es su primer mandato: mantenerse tranquilo. Lo demás vendrá por añadidura si a lo largo de estas lecturas ha conseguido incorporarlo a su programación mental.
¿Cuáles son las acciones concretas a realizar?
- Permanezca en donde está. Intentar sumarse a un tropel que quiere salir de un edificio o entrar en él, es la forma más segura de resultar herido. Por otra parte, en eventos de gran magnitud, desplazarse en contra de la agitación de un suelo que no le permite la estabilidad, no es sencillo.
- Si se encuentra en el interior, apóyese o manténgase muy próximo a la pared más central que encuentre, o colóquese debajo de un mueble lo más robusto posible. Aléjese cuanto pueda de ventanas y paneles de vidrio. Si no puede mantenerse a distancia de ellos, déles la espalda, al menos, y proteja su cara y sobre todo sus ojos. Muchos expertos recomiendan adoptar la posición fetal en la que buena parte de las zonas más vulnerables quedan relativamente a cubierto, por un lado, y se expone menor superficie a los objetos en desplazamiento, por el otro.
- Si está en el exterior, y puede moverse, aléjese de edificios, cables eléctricos, árboles y todo cuanto pueda caerle encima. Busque la zona más despejada posible.
- No encienda fuego de ninguna manera, ni siquiera un simple fósforo. Los gasoductos pueden estar dañados y representan un peligro de explosión e incendio.
- Si está en un auto o colectivo, permanezca en él, alejado -si puede- de sitios peligrosos como puentes y autopistas hasta que pase el riesgo mayor.
- Si se encuentra en un edificio, y se ordena su evacuación, hágalo según las indicaciones de los responsables a cargo, si los hubiera, pero nunca use un ascensor, ni se sume a una estampida.
- Si está en su casa, y puede desplazarse, asegúrese de transmitir calma a los menores y a las mascotas. Manténganse juntos en lo posible, por si requieren ser rescatados, porque eso facilitará el acceso a todo el grupo en menos tiempo.
- Recuerde que el pánico es contagioso, pero la serenidad también lo es. Si usted se mantiene calmo, los que están a su cargo no serán un grupo inmanejable, sino que lo seguirán de manera natural.
¿Qué se hace cuando el movimiento ha cesado?
En el caso de estar en una vivienda segura y/o sismorresistente, sus probabilidades de encontrarse en posición de permanecer en ella son altas, pero deberá cerciorarse de algunos detalles primero:
- Asegúrese de que todos los miembros de su grupo estén ilesos. De no ser ése el caso, trate de proveer los primeros auxilios, y conseguir la ayuda necesaria lo más pronto posible.
- Controle los servicios eléctricos, el agua y el gas. Cualquier desperfecto puede ser un riesgo lo bastante serio como para requerir una evacuación al menos temporaria. Recuerde que las pérdidas de gas pueden detectarse por el olfato. De no confiar en él, no intente identificarlas con un encendedor. Un método mucho más seguro es colocar detergente en las salidas de las llaves de gas. Si hubiera escapes, se formarán las típicas pompas de jabón. En caso de detectar fugas de gas, abra inmediatamente las ventanas y salga de la casa hasta que consiga que sean reparadas.
- Mantenga todo el tiempo la radio encendida, para estar al tanto de cualquier advertencia de las autoridades de Defensa Civil.
- No le dé uso superfluo al teléfono, mantenga las líneas libres para las llamadas de urgencia que seguramente se estarán produciendo.
- No permanezca en el interior de la vivienda si nota daños estructurales importantes.
- No use los servicios sanitarios hasta no cerciorarse de que funcionan. Si el sistema cloacal está colapsado, seguramente lo advertirán por la radio y dispondrán baños químicos para evitar epidemias.
- Si hay vidrios rotos, retírelos inmediatamente, y observe si algún elemento colgante está en equilibrio precario y puede caer sobre los miembros del grupo.
- En edificios públicos siga las directivas de los responsables del caso.
- En zonas costeras observe la conducta del mar por si sobrevienen tsunamis, y siga cualquier indicación de las autoridades competentes.
- Si se da el caso de tener que evacuar su residencia, eche mano de los elementos que deberí tener preparados como le indiqué en el post anterior.
Si hay que evacuar, ¿qué se hace con las mascotas?
- Haga cuanto esté en sus manos para no dejarlas atrás, porque si se ordena la evacuación es obvio que el sitio está en riesgo, y su animal puede padecer un largo aislamiento cuando no la muerte. Puede inclusive escaparse intentando seguirlo y perderse para siempre.
- Averigüe si el refugio al cual usted está destinado recibe animales. Hoy hay una tendencia a dejar que ellos compartan el destino con sus familias, porque se sabe que ayudan a la terapia emocional, por un lado; y por el otro porque no hacerlo significa sumar pérdidas afectivas a quienes tal vez han perdido ya todo lo material.
- Si no le permiten llevar a sus mascotas consigo, trate de ubicarlos en algún refugio no muy distante, pero sólo en el último de los casos déjelos en su propia casa con comida para 10 días por lo menos y agua en todos los recipientes que tenga a su alcance. Si debe permanecer fuera por más tiempo, solicite autorización para entrar a verlo y renovar sus provisiones.
- Para estas emergencias, es bueno conocer alguna guardería donde usted pueda tenerlo por el tiempo que requiera retornar a su hogar. Por supuesto le costará dinero, pero usted se lo debe, por todo lo que ya le habrá dado él emocionalmente hasta el momento de la evacuación.
Por último, recuerde que si un área ha sido evacuada, no puede volver a ella hasta que no se la considere segura, y eso lo deciden los expertos, no usted.
Les recuerdo, antes de despedirme que la intención del post es que estén preparados para algo que puede no llegar a ocurrir nunca, como es el deseo de todos, y en ningún caso quiere generar temores innecesarios.
Espero que lo entiendan así, y les haya servido para disminuir sus incertidumbres. Un abrazo. Graciela
P.S.: La foto está tomada en Playa La Virgen, cerca de la ciudad de Calderas, Región de Atacama, durante el último viaje de Dayana a la costa chilena.
¿Qué hacer ante sismos y tsunamis? Parte 1
¿Se puede hacer algo para minimizar los daños emergentes?
Sí, y precisamente este post está orientado a preparar al lector para la mejor actitud posible ante eventos que son absolutamente inevitables, pero cuyas consecuencias pueden ser mejores o peores según la reacción que se tenga ante los mismos.
¿Debe actuarse de la misma manera en todos los fenómenos potencialmente dañinos?
No, no en todos los casos los mejores cursos de acción son iguales.
Por eso cabe aclarar que aquí se darán algunos tips generales, válidos para sismos y tsunamis, y que cada persona, con su sano criterio podrá establecer si son o no aplicables a otras situaciones, tales como inundaciones, huracanes, avalanchas, tornados, erupciones volcánicas, etc.
En cada uno de esos casos, el consejo deberá ser adecuado a la circunstancia, y obviamente hay siniestros a los que sería insano intentar extrapolarlos.
Por ejemplo, si se recomienda no salir de la casa ante un tornado, aplicar igual medida en un incendio, sería por completo inadecuado.
Hechas estas aclaraciones, repito que el tema específico de hoy son los sismos, y tsunamis, pero tal vez haya posts más adelante para otras potenciales catástrofes.
¿Qué es lo que causa más daños en esos eventos?
En principio, el pánico.
En efecto, cuanto más calmo se pueda permanecer, y más fría se conserve la cabeza, más son las chances de resultar relativamente indemne en cualquier eventualidad.
Para eso, nada mejor que estar informado y programarse para seguir un curso de acción tan razonable como la situación lo permita.
Debemos asumir que en general los terremotos duran unos pocos segundos, durante los cuales muchas veces no puede hacerse prácticamente nada, ya que su exacto momento de ocurrencia todavía no puede conocerse con suficiente anticipación, pero sus posteriores consecuencias pueden causar tanto o más daños y pérdidas de vidas que el evento mismo.
Y no hablo exclusivamente de las réplicas, sino de incendios, pestes, hambrunas, etc., para todas las cuales pueden tomarse un mínimo de recaudos, al menos por las primeras horas o días que son las más caóticas.
Si se pueden pasar las primeras 48 a 72 horas con relativa seguridad, ya puede esperarse una ayuda organizada que resulte de verdad efectiva. Para esas primeras horas hay que estar preparado.
¿Quiénes deben prepararse especialmente para estos posibles eventos?
Todas las personas que viven en zonas de riesgo deben estar convenientemente informadas, pero también quienes vayan a pasar una breve temporada en ellas, porque no puede saberse el momento exacto en que pueden verse afectadas.
Por esta razón hay un conjunto de medidas que son anteriores al terremoto, otras precauciones que son simultáneas con el evento, y otras posteriores que se deben sostener por algunos días hasta volver a la normalidad, como ya dije más arriba.
Conviene señalar que los tsunamis pueden ser anunciados con algunas horas de anticipación, cosa que no sucede con los sismos, lo cual genera algunas diferencias en los preparativos, de las que hablaremos oportunamente.
Mencionar todo eso será bastante largo, por lo cual, este post estará dividido en dos partes, la primera de las cuales se refiere a las medidas previas a los eventos, que formarán parte de un auténtico plan estratégico, en el que cada persona debe hacerse responsable por su seguridad y la de sus seres queridos, que obviamente incluye a sus mascotas, según verán en seguida.
¿Qué precauciones deben tomarse en forma permanente en un hogar de zonas sísmicas?
Esto es específicamente la preparación con que debe contarse antes de un terremoto.
- Tener siempre preparados: una radio a pilas (asegurándose de que éstas estén siempre cargadas), una linterna (pilas también en buen uso) , un mínimo botiquín de primeros auxilios, algunas barritas de cereal, un bidón pequeño con agua potable, algunos abrigos livianos, si es posible impermeables. Si hay un bebé en la familia, un tarro de leche, toallitas húmedas y pañales descartables. Si alguien necesita remedios de manera permanente, una cajita con una provisión de los mismos. Si hay mascotas, una bolsita con algo de alimento para ella. Todo lo que tiene fecha de vencimiento debe ser periódicamente consumido y renovado.
- Todo el equipamiento anterior debe estar distribuido en tantas mochilas cómodas como miembros de la familia en capacidad de transportarlas haya. Si hay un bebé, debe haber alguien que se ocupará de cargarlo en una mochila para tal fin. Si hay una mascota, debe haber alguien de la familia encargado de su caja de transporte, o de sus arneses si la mascota es demasiado pesada y debe caminar por sí misma, cosa que deberá hacer con correa. En muchos casos será precisamente quien más alerta estará al peligro y quien encontrará la ruta más segura.
- Todas las mochilas mencionadas deben estar en un lugar seguro, próximo a la vía de escape preasignada, y cada miembro de la familia debe saber qué le toca transportar, con la debida anticipación. Hasta un niño de tres o cuatro años puede cargar una pequeña mochila con elementos livianos pero imprescindibles como pañales, y una muda de ropa interior para cada familiar.
- En el caso de tratarse de un tsunami, la alerta llega normalmente con anticipación suficiente como para poder evacuar la zona en automóvil, motos, o a pie, llevando un cochecito de bebé, por ejemplo, ya que el éxodo ocurre con las rutas en buen estado. No es ése el caso en un sismo, cuando los carritos pueden ser más un impedimento que una ayuda en calles cubiertas de escombros.
- En el mismo momento de abandonar la casa, se debe tomar algún dinero si se cuenta con él, y los documentos de todos los miembros de la familia, para lo cual conviene tenerlos todos juntos en un único lugar, con una bolsita en la que rápidamente puedan ser colocados.
- Si el estado de las calles permite la evacuación en auto, se pueden cargar bastantes más elementos, tales como conservas enlatadas, frazadas, algo de ropa, una carpa, bolsas de dormir, etc.
- Otra parte importante de la preparación de los habitantes de zonas sísmicas es tomar conocimiento de algunas nociones básicas de primeros auxilios. Esto no implica necesariamente hacer cursos de enfermería, sino simplemente informarse de qué se debe y qué no se debe hacer ante una herida o traumatismo, eso es todo.
- En relación a las condiciones en que debe mantenerse un hogar: asegurarse de saber dónde están la caja de fusibles, las llaves de paso de luz y gas, y de que todos los miembros adultos de la familia sepan cómo interrumpir todos esos suministros en caso de evacuación, para evitar incendios, electrificaciones o anegamientos por rotura de algunos de los conductores involucrados. Siempre es deseable que los hogares vuelvan a ser habitables una vez pasado el peligro eventual.
- Por la seguridad de los propios habitantes de la casa, en zonas sísmicas no deben almacenarse objetos pesados en estantes colgantes, que podrían caerse causando heridas a los moradores. Los propios muebles deberían estar sujetos al piso o las paredes de ser posible.
- Siempre debe contarse con un cierto número de sitios preestablecidos de reunión de la familia, por si el evento ocurre cuando ellos se encuentran en distintos lugares. El propio hogar puede ser uno, pero siempre conviene tener dos o tres alternativas, para el caso de que alguno de los lugares elegidos se torne inaccesible. Todos deben estar seguros de conocer el modo más seguro de llegar a esos sitios, y los niños deben saber las referencias suficientes para que algún adulto los lleve, en caso de encontrarse en la escuela, en una fiesta infantil, se vean separados de sus padres, etc.
- Para los que tienen mascotas, además de algo de alimento, arnés correa o carrier, ya mencionados, hay que considerar un bowl para darles de beber sin desperdiciar agua, como sería el caso si se intenta darles desde la botella. También son importantes una manta o frazada con las cuales envolverlos en caso de necesitar calmarlos si entran en pánico. De manera permanente deben tener collar identificatorio con datos para ubicar a su familia si se ven separados de ella.
- Coloque una nota pegada en los vidrios que pueden verse desde el exterior, indicando la cantidad y tipo de animales que hay en la casa, para que en el caso de que un evento castigue estando usted ausente, los rescatistas sepan que hay allí animales que deben ser protegidos. Ponga tantos avisos como pueda en lugares visibles. Siempre que queden solos en la casa, asegúrese de que tengan abundante agua y comida disponible, por si pasan varios días antes de que pueda usted volver por ellos. (En zonas inundables, asegúrese de dejarlos en terrazas o plantas altas)
- No olvide que todo comportamiento extraño sin causa aparente de sus mascotas puede ser una importante advertencia de un evento ya en curso, pero que usted no tiene la capacidad de percibir. Siga sus indicaciones, pueden salvarle la vida.
Fuera del hogar, ¿qué otras precauciones pueden implementarse?
Si tiene hijos en edad escolar, insista para que en la escuela se tomen medidas de seguridad y se entrene a los niños en simulacros de evacuación.
En su lugar de trabajo, conozca las salidas de emergencia, y averigúe si hay planes de evacuación o de emergencia, y cuáles son sus funciones en los mismos.
Bueno, ésta es la primera parte del post, que está pensado para zonas de alto riesgo sísmico, por lo cual no debe generar paranoia, ya que sólo se trata de asumir una característica del área en que se reside y estar preparado para actuar en consecuencia.
El lunes próximo veremos los puntos relativos al momento mismo de la eventual ocurrencia de un sismo, y sus posibles secuelas. Espero que este post les sea útil para sentirse seguros, y ojalá nunca tengan que ponerlo en práctica. Un abrazo Graciela
La foto que ilustra el post fue tomada personalmente por Dayana en la ciudad de La Serena durante su último viaje a Chile, porque se ha constituido en corresponsal ad honorem del blog.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
La investigación, según Dorothy L. Sayers. Lo que la literatura puede enseñarle a la ciencia
Lo que hoy voy a presentarles no menciona a la Geología en particular, sino que puede aplicarse a la investigación en general.
Curiosamente no fue escrito con esa intención, sino que forma parte del prólogo de un libro de crímenes y suspenso, que es en sí mismo un caso poco corriente, porque fue redactado como un juego de contrapuntos por numerosos autores, cada uno de los cuales recibía el manuscrito original en un determinado estado de avance, y lo pasaba al siguiente, luego de agregar un capítulo de su propia cosecha.
Se trata de la novela «El almirante flotante» (The floating Admiral) escrita en 1931 por los miembros del «Club de Detectives» .
Este club nucleaba a los que en ese momento eran la flor y nata de los escritores británicos de novelas de suspenso, con autores de la talla de Gilbert K Chesterton, Agatha Christie, Ronald Knox, etc.
El pasaje introductorio estuvo a cargo de Dorothy L. Sayers, quien con gran sagacidad, además de explicitar la metodología y requisitos de las contribuciones, aportó párrafos de mucha sabiduría, que copio a continuación, porque expresa verdades que todo investigador debería tener presente, porque de hacerlo, bajaría notablemente los decibeles de su autocomplacencia por un lado, de su fanatismo por el otro, y sobre todo abriría su mente a las críticas, aceptando al mismo tiempo que los errores de interpretación son posibles y nadie merece ser crucificado por ellos, ni puede arrogarse el derecho de crucificar a otros.
Todo esto, que parece dictado por el más básico sentido común, y que Sayers presenta con una fina ironía, lamentablemente está lejos de ser moneda corriente entre los científicos del presente.
Aquí, el parrafito que tanto me ha gustado:
…»es entretenido y aleccionador observar el número asombroso de interpretaciones diferentes que pueden concebirse para dar cuenta de los hechos más simples. Donde un escritor dejó una pista, convencido quizá de que sólo podía apuntar en una dirección evidente, otros escritores sucesivos se las compusieron para hacerla apuntar en la dirección exactamente contraria. Y tal vez sea en esto en lo que el juego se aproximó más a la realidad. Solemos juzgarnos los unos a los otros por nuestras reacciones externas, pero en la motivación en ellas implícita, nuestro juicio puede errar totalmente.»
«Preocupados por la interpretación personal del asunto, no alcanzamos a discernir más allá del hecho sino un motivo posible, y por tal modo, nuestra solución puede ser perfectamente lógica y consistente, sin dejar por ello de ser perfectamente errónea.»…
Si Sayer no lo ha dicho de manera insuperable, no sé quién podrá hacerlo, pero los dejo pensando por el fin de semana. Un abrazo, Graciela
