¿Qué hacer ante sismos y tsunamis? Parte 1
¿Se puede hacer algo para minimizar los daños emergentes?
Sí, y precisamente este post está orientado a preparar al lector para la mejor actitud posible ante eventos que son absolutamente inevitables, pero cuyas consecuencias pueden ser mejores o peores según la reacción que se tenga ante los mismos.
¿Debe actuarse de la misma manera en todos los fenómenos potencialmente dañinos?
No, no en todos los casos los mejores cursos de acción son iguales.
Por eso cabe aclarar que aquí se darán algunos tips generales, válidos para sismos y tsunamis, y que cada persona, con su sano criterio podrá establecer si son o no aplicables a otras situaciones, tales como inundaciones, huracanes, avalanchas, tornados, erupciones volcánicas, etc.
En cada uno de esos casos, el consejo deberá ser adecuado a la circunstancia, y obviamente hay siniestros a los que sería insano intentar extrapolarlos.
Por ejemplo, si se recomienda no salir de la casa ante un tornado, aplicar igual medida en un incendio, sería por completo inadecuado.
Hechas estas aclaraciones, repito que el tema específico de hoy son los sismos, y tsunamis, pero tal vez haya posts más adelante para otras potenciales catástrofes.
¿Qué es lo que causa más daños en esos eventos?
En principio, el pánico.
En efecto, cuanto más calmo se pueda permanecer, y más fría se conserve la cabeza, más son las chances de resultar relativamente indemne en cualquier eventualidad.
Para eso, nada mejor que estar informado y programarse para seguir un curso de acción tan razonable como la situación lo permita.
Debemos asumir que en general los terremotos duran unos pocos segundos, durante los cuales muchas veces no puede hacerse prácticamente nada, ya que su exacto momento de ocurrencia todavía no puede conocerse con suficiente anticipación, pero sus posteriores consecuencias pueden causar tanto o más daños y pérdidas de vidas que el evento mismo.
Y no hablo exclusivamente de las réplicas, sino de incendios, pestes, hambrunas, etc., para todas las cuales pueden tomarse un mínimo de recaudos, al menos por las primeras horas o días que son las más caóticas.
Si se pueden pasar las primeras 48 a 72 horas con relativa seguridad, ya puede esperarse una ayuda organizada que resulte de verdad efectiva. Para esas primeras horas hay que estar preparado.
¿Quiénes deben prepararse especialmente para estos posibles eventos?
Todas las personas que viven en zonas de riesgo deben estar convenientemente informadas, pero también quienes vayan a pasar una breve temporada en ellas, porque no puede saberse el momento exacto en que pueden verse afectadas.
Por esta razón hay un conjunto de medidas que son anteriores al terremoto, otras precauciones que son simultáneas con el evento, y otras posteriores que se deben sostener por algunos días hasta volver a la normalidad, como ya dije más arriba.
Conviene señalar que los tsunamis pueden ser anunciados con algunas horas de anticipación, cosa que no sucede con los sismos, lo cual genera algunas diferencias en los preparativos, de las que hablaremos oportunamente.
Mencionar todo eso será bastante largo, por lo cual, este post estará dividido en dos partes, la primera de las cuales se refiere a las medidas previas a los eventos, que formarán parte de un auténtico plan estratégico, en el que cada persona debe hacerse responsable por su seguridad y la de sus seres queridos, que obviamente incluye a sus mascotas, según verán en seguida.
¿Qué precauciones deben tomarse en forma permanente en un hogar de zonas sísmicas?
Esto es específicamente la preparación con que debe contarse antes de un terremoto.
- Tener siempre preparados: una radio a pilas (asegurándose de que éstas estén siempre cargadas), una linterna (pilas también en buen uso) , un mínimo botiquín de primeros auxilios, algunas barritas de cereal, un bidón pequeño con agua potable, algunos abrigos livianos, si es posible impermeables. Si hay un bebé en la familia, un tarro de leche, toallitas húmedas y pañales descartables. Si alguien necesita remedios de manera permanente, una cajita con una provisión de los mismos. Si hay mascotas, una bolsita con algo de alimento para ella. Todo lo que tiene fecha de vencimiento debe ser periódicamente consumido y renovado.
- Todo el equipamiento anterior debe estar distribuido en tantas mochilas cómodas como miembros de la familia en capacidad de transportarlas haya. Si hay un bebé, debe haber alguien que se ocupará de cargarlo en una mochila para tal fin. Si hay una mascota, debe haber alguien de la familia encargado de su caja de transporte, o de sus arneses si la mascota es demasiado pesada y debe caminar por sí misma, cosa que deberá hacer con correa. En muchos casos será precisamente quien más alerta estará al peligro y quien encontrará la ruta más segura.
- Todas las mochilas mencionadas deben estar en un lugar seguro, próximo a la vía de escape preasignada, y cada miembro de la familia debe saber qué le toca transportar, con la debida anticipación. Hasta un niño de tres o cuatro años puede cargar una pequeña mochila con elementos livianos pero imprescindibles como pañales, y una muda de ropa interior para cada familiar.
- En el caso de tratarse de un tsunami, la alerta llega normalmente con anticipación suficiente como para poder evacuar la zona en automóvil, motos, o a pie, llevando un cochecito de bebé, por ejemplo, ya que el éxodo ocurre con las rutas en buen estado. No es ése el caso en un sismo, cuando los carritos pueden ser más un impedimento que una ayuda en calles cubiertas de escombros.
- En el mismo momento de abandonar la casa, se debe tomar algún dinero si se cuenta con él, y los documentos de todos los miembros de la familia, para lo cual conviene tenerlos todos juntos en un único lugar, con una bolsita en la que rápidamente puedan ser colocados.
- Si el estado de las calles permite la evacuación en auto, se pueden cargar bastantes más elementos, tales como conservas enlatadas, frazadas, algo de ropa, una carpa, bolsas de dormir, etc.
- Otra parte importante de la preparación de los habitantes de zonas sísmicas es tomar conocimiento de algunas nociones básicas de primeros auxilios. Esto no implica necesariamente hacer cursos de enfermería, sino simplemente informarse de qué se debe y qué no se debe hacer ante una herida o traumatismo, eso es todo.
- En relación a las condiciones en que debe mantenerse un hogar: asegurarse de saber dónde están la caja de fusibles, las llaves de paso de luz y gas, y de que todos los miembros adultos de la familia sepan cómo interrumpir todos esos suministros en caso de evacuación, para evitar incendios, electrificaciones o anegamientos por rotura de algunos de los conductores involucrados. Siempre es deseable que los hogares vuelvan a ser habitables una vez pasado el peligro eventual.
- Por la seguridad de los propios habitantes de la casa, en zonas sísmicas no deben almacenarse objetos pesados en estantes colgantes, que podrían caerse causando heridas a los moradores. Los propios muebles deberían estar sujetos al piso o las paredes de ser posible.
- Siempre debe contarse con un cierto número de sitios preestablecidos de reunión de la familia, por si el evento ocurre cuando ellos se encuentran en distintos lugares. El propio hogar puede ser uno, pero siempre conviene tener dos o tres alternativas, para el caso de que alguno de los lugares elegidos se torne inaccesible. Todos deben estar seguros de conocer el modo más seguro de llegar a esos sitios, y los niños deben saber las referencias suficientes para que algún adulto los lleve, en caso de encontrarse en la escuela, en una fiesta infantil, se vean separados de sus padres, etc.
- Para los que tienen mascotas, además de algo de alimento, arnés correa o carrier, ya mencionados, hay que considerar un bowl para darles de beber sin desperdiciar agua, como sería el caso si se intenta darles desde la botella. También son importantes una manta o frazada con las cuales envolverlos en caso de necesitar calmarlos si entran en pánico. De manera permanente deben tener collar identificatorio con datos para ubicar a su familia si se ven separados de ella.
- Coloque una nota pegada en los vidrios que pueden verse desde el exterior, indicando la cantidad y tipo de animales que hay en la casa, para que en el caso de que un evento castigue estando usted ausente, los rescatistas sepan que hay allí animales que deben ser protegidos. Ponga tantos avisos como pueda en lugares visibles. Siempre que queden solos en la casa, asegúrese de que tengan abundante agua y comida disponible, por si pasan varios días antes de que pueda usted volver por ellos. (En zonas inundables, asegúrese de dejarlos en terrazas o plantas altas)
- No olvide que todo comportamiento extraño sin causa aparente de sus mascotas puede ser una importante advertencia de un evento ya en curso, pero que usted no tiene la capacidad de percibir. Siga sus indicaciones, pueden salvarle la vida.
Fuera del hogar, ¿qué otras precauciones pueden implementarse?
Si tiene hijos en edad escolar, insista para que en la escuela se tomen medidas de seguridad y se entrene a los niños en simulacros de evacuación.
En su lugar de trabajo, conozca las salidas de emergencia, y averigúe si hay planes de evacuación o de emergencia, y cuáles son sus funciones en los mismos.
Bueno, ésta es la primera parte del post, que está pensado para zonas de alto riesgo sísmico, por lo cual no debe generar paranoia, ya que sólo se trata de asumir una característica del área en que se reside y estar preparado para actuar en consecuencia.
El lunes próximo veremos los puntos relativos al momento mismo de la eventual ocurrencia de un sismo, y sus posibles secuelas. Espero que este post les sea útil para sentirse seguros, y ojalá nunca tengan que ponerlo en práctica. Un abrazo Graciela
La foto que ilustra el post fue tomada personalmente por Dayana en la ciudad de La Serena durante su último viaje a Chile, porque se ha constituido en corresponsal ad honorem del blog.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.