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Terremoto en Venezuela.
Como siempre que la naturaleza nos sorprende con un evento geológico de importancia, salgo a explicarlo en la medida de mis posibilidades, a los fines de tranquilizar a los lectores, porque nada asusta tanto como lo que no se comprende.
¿Dónde y cuándo ocurrió el sismo?
El terremoto se registró el 21 de agosto del corriente año (2018) a las 21 horas, 31 minutos y 42 segundos de la hora local UTC. Aclaremos que esta sigla indica que se trata de la hora según el sistema de Tiempo Universal Coordinado, que hoy reemplaza al más conocido GMT por su mayor precisión, ya que se coordina con los relojes atómicos de 70 laboratorios en el mundo.
El epicentro se localiza a unos 20 km al nor-noroeste de Yaguaraparo, en Venezuela.
Yaguaraparo es parte del estado de Sucre, más específicamente en la península de Paria, y constituye la ciudad capital del municipio de Cajigal. Las coordenadas del epicentro mismo, fueron 10.739° de latitud Norte y 62.911° de longitud Oeste.
El hipocentro se localizó a 123.2 km de profundidad, es decir que resulta de profundidad intermedia.
¿Qué características tuvo?
Alcanzó una magnitud de 7.3 de la escala Richter, pero si bien provocó daños materiales, hasta el momento en que escribo esto, no se han registrado víctimas humanas.
La región afectada por este terremoto ha presentado otros eventos pero de magnitudes muy inferiores. En esta ocasión, se trata del terremoto más importante acontecido en la zona entre los siglos XX y XXI.
¿Cuál es el marco de la Tectónica Global, en que aconteció el sismo de Venezuela?
En el área afectada tiene lugar el contacto entre las placas Sudamericana, que se desplaza hacia el oeste a una velocidad aproximada de 20 mm por año, y Caribe, bajo la cual subduce la primera.
El fenómeno de subducción comienza a unos 550 km al este del epicentro, y en el sitio de éste alcanza ya profundidades de unos 150 km. El hipocentro se localizó casi en el extremo sur de la zona de subducción.
¿Qué factores locales condicionaron el evento?
En la zona precisa en que se liberó la energía, tiene lugar un fallamiento inverso a profundidad intermedia, y por ende el sismo pudo responder a un deslizamiento, a lo largo de esa línea de ruptura. Al dismimuir la profundidad, el contacto subductivo pasa en transición a fallas transformantes del sistema San Sebastián – El Pilar.
En el caso que nos ocupa, lo más probable es que la energía se haya liberado dentro de la placa Sudamericana, antes que en la zona de contactos transformantes, mucho más someros.
Recordemos que el hipocentro sólo de manera teórica se asimila a un punto, mientras que en la realidad abarca zonas de alguna extensión, afectadas por fallamiento.
¿Qué podría pasar ahora?
Por supuesto, las placas involucradas se continuarán acomodando por algún tiempo, lo que producirá nuevos sismos en toda la región, hasta encontrar su nueva posición de reposo relativo. Pero como gran parte de la energía acumulada ya se liberó en el sismo del 21, no cabe esperar réplicas de igual magnitud.
En zonas asentadas en las otras placas que están en contacto con las que se movieron bruscamente ayer, también habrá en el corto plazo eventos sísmicos de diversas magnitudes. Conviene estar alertas en los países cercanos.
Y no puede descuidarse el monitoreo para alertas de tsunamis, todavía por algunas horas.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.
El clima planetario y los factores que lo modifican.
Ya hace un tiempo les expliqué los conceptos fundamentales sobre el clima y la diferencia entre cambio climático y variabilidad climática. También hemos hablado ya de los factores que inciden en la distribución de la temperatura en el planeta, con lo cual se generan las diferencias climáticas regionales. En otro post les dije también cómo se produce la circulación atmosférica. Todo eso nos permite ir avanzando un poco más en el reconocimiento de ese tema tan vapuleado que es el cambio climático global.
Hoy vamos a ir un paso más adelante, para lo cual les presentaré las condiciones que rigen el clima reinante en el planeta en su conjunto, para lo cual hablaremos también de las escalas de análisis del clima.
¿Cuáles son las posibles escalas de observación y análisis del clima?
En general podría hablarse de una escala megascópica, (megaclima)- del griego mega= grande, importante- caracterizada por un promedio de los valores de temperatura y precipitaciones, básicamente, tomados en todas las estaciones meteorológicas que conforman una red que cubre prácticamente todo el planeta.
En este nivel de observación, el grado de abstracción es elevado, porque los extremos en una u otra dirección se compensan de alguna manera, y el valor resultante puede no estar presente más que en unos pocos lugares del globo. Pero es el nivel al que, en un sentido estricto, debería hacerse referencia cuando se habla de «cambio climático global». Lamentablemente, no siempre es así, y al mezclarse distintos niveles de observación, se generan confusiones respecto al tema.
Que en una región dada, haya registros de temperaturas mayores o menores que los esperados estadísticamente, no quiere necesariamente decir que el planeta entero está cambiando el clima, como iremos viendo en sucesivos posts, de los que éste es sólo una primera entrega.
El nivel macroscópico, (macroclima) – del griego macro= grande, mucho- en cambio, es típicamente el correspondiente a las zonas climáticas, más o menos relacionadas con la latitud, en las que suele dividirse el planeta, es decir, zonas ecuatoriales, tropicales, templadas y frías, por mencionar una de las clasificaciones comunes. Es en este nivel y el siguiente que tienen su mayor incidencia los factores que expliqué en el post que más arriba les mandé a revisar a través de un link.
El mesoclima- del griego meso= medio, entre- correspondiente al nivel mesoscópico de observación, es el propio de un sitio geográfico restringido, como podría ser una pequeña población, una ladera de una montaña, (cuya orientación será definitoria para sus condiciones de humedad y temperatura), un valle o una porción de una costa.
El microclima – del griego, micro= chico o pequeño- es el del nivel de observación inferior. Conviene señalar que aquí, el término no se corresponde con la significación de la palabra «microscópico» a la que que estamos más habituados. En efecto, el término solamente alude a una comparación entre los espacios involucrados, entre los cuales éste es el más pequeño. Se usa para una oficina, un ambiente dentro de un hogar o un edificio, un estadio, etc.
¿En la escala global, o del megaclima cuáles son los principales factores incidentes?
Son muchos, y todos se interrelacionan según un sistema complejo, pues cada uno de ellos suele tener su propio ciclo de variación habitual, con máximos y mínimos que muchas veces se compensan unos con otros de tal modo que las fluctuaciones son casi despreciables.
No obstante, en situaciones en que los máximos o mínimos de varios de esos ciclos coinciden entre sí, el resultado puede variar tanto como para que se instale efectivamente un cambio climático global en uno u otro sentido, es decir más o menos cálido, y/o más o menos lluvioso, por ejemplo.
En este primer paso, sólo quiero enumerarles los factores que inciden a nivel planetario, y señalarles los posts en los que ya me he referido in extenso a algunos de ellos (y que es importante que se tomen el trabajo de leer, para entender todo el tema); pero el detalle de los que todavía no expliqué será motivo de sendas publicaciones del blog en el futuro, cuando les haya presentado algunos otros conceptos útiles para comprender mejor su incidencia.
Vayamos pues al listado, pero aclaremos antes que hay:
- Factores Externos y
- Factores Internos, y dentro de éstos, hay:
- factores naturales y
- factores antrópicos.
Son factores externos:
- Los cambios relacionados con la energía solar que llega a la Tierra, tema que podemos consultar en dos posts que ya he subido hace un tiempo.
- Cambios en las trayectorias orbitales del planeta.
- Cambios en la inclinación del eje de la Tierra.
- Cambios debidos a la precesión. Estos últimos tres cambios se incluyen juntos en un ciclo, llamado ciclo de Milancovich, del que hablaremos también más adelante.
Son factores internos -es decir del propio planeta, ya sean superficiales o profundos-naturales:
- Cambios en pulsos de emisiones volcánicas.
- Cambios en los modelos de circulación oceánica y/o atmosférica.
- Cambios en la estructura superficial de la Tierra, sea por isostasia o tectónica de placas.
- Cambios cíclicos como El Niño y La Niña, y el -hasta cierto punto modificado por factores antrópicos- ciclo del ozono.
Son cambios internos antrópicos, es decir causados por el hombre, y siempre superficiales porque su influencia nunca alcanza gran profundidad:
- Cambios en la composición atmosférica, que inciden a través del efecto invernadero, y de la afectación de la capa de ozono.
- Cambios en las condiciones superficiales de la Tierra, tales como la deforestación y las urbanizaciones.
¿Cuál es el peso comparativo de la acción humana respecto a los demás factores?
En primer lugar, debo señalar una vez más que todos estos factores componen un complejo sistema, de modo que se interrelacionan y modifican entre sí, de maneras intrincadas y que fluctúan con el tiempo.
Dejado ese punto debidamente aclarado, basta con analizar cuántas y cuáles son las circunstancias sobre las cuales el hombre tiene algún grado de incidencia, para poder rápidamente contestar la pregunta que encabeza este apartado.
Pero por si les queda alguna duda, les aclaro que el peso comparativo de la acción antrópica es prácticamente insignificante. A pesar de que nos creamos los hacedores del mundo y su más importante elemento constitutivo, la realidad es bien distinta.
No somos más que unos minúsculos pasajeros de un mundo que viaja por el espacio según sus propias reglas, sobre las cuales no nos pide opinión.
Antes de despedirme les repito una vez más que de aquí en adelante seguiremos con mucho más detalle con este tema del clima y sus cambios, en numerosos posts, porque es un tópico del que muchos hablan sin saber de la misa la media.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La foto que ilustra el post es un hermoso paisaje nevado en Wyoming, USA.
¿Qué son los productos volcánicos? Parte 2
Como este post es continuación del de la semana anterior, en caso de que no lo hayan hecho ya, les recomiendo ir a leer la primera parte, antes de internarse en ésta de hoy.
La semana pasada contesté las siguientes preguntas:
¿Qué se entiende por productos volcánicos?
¿Qué tipos de productos emiten los volcanes?
¿Cuáles son los productos gaseosos?
¿Cuáles son los productos líquidos de los volcanes?
¿Qué tipos de coladas volcánicas existen?
Desde este punto retomaremos hoy.
¿Qué productos sólidos emiten los volcanes?
En general, los materiales sólidos emitidos por los volcanes se denominan piroclastos, palabra que deriva del latí , pyrós= fuego y clasto= roto. Este nombre alude tanto a la temperatura como al estado fragmentario. También son denominados materiales piroclásticos.
Recordemos que cuando las partículas dominantes son de tamaño coloidal y se incorporan en una gran masa en movimiento, el fenómeno resultante es un «flujo piroclástico», que ya he explicado en este post.
¿Cómo se los clasifica?
En general, la más común de las clasificaciones se basa en el tamaño del fragmento resultante, pero también hay otro criterio de clasificación que atiende a la textura y composición.
Según su tamaño, los piroclastos se dividen en:
- Bloques: se trata de fragmentos ya solidificados, con tamaño superior a 64 milímetros de diámetro. Pueden llegar a alcanzar volúmenes considerables, como el que se registró en la erupción del Strómboli de 1930, cuando se detectó un fragmento de aproximadamente dos toneladas, que fue eyectado a 3 km de distancia del cráter.
- Bombas: Cuando los materiales salen del volcán como lava incandescente, y se solidifican en el aire se denominan bombas, no ya bloques, si su tamaño al solidificar es también superior a los 64 mm. Podría uno preguntarse cómo se sabe si en el momento de la expulsión estaban en estado sólido o fundido,a lo cual se responde que en el último caso- el de las bombas- debido a que cuando se desplazan en el aire están semifundidas, normalmente adoptan una forma aerodinámica que se conserva al solidificarse. Se reconocen por sus contornos ahusados (de huso de hilar, no uso de usar) es decir con extremos finos y un abultamiento central, donde se ha acentuado el efecto de la fuerza centrífuga ejercida durante su rotación en el espacio, (Figura 1). Es también común que presenten un aspecto superficial semejante a la corteza del pan, porque tienden a desprenderse las partes más externas por el mismo efecto. Su tamaño más corriente es cefalar (como una cabeza humana) pero se han registrado casos como las de la erupción del volcán japonés Asama, que llegaron a tener 6 metros de longitud y un peso aproximado de 200 toneladas. Si bien tanto bloques como bombas suelen caer en las proximidades del aparato volcánico, estas bombas del Asama se encontraron hasta a 600 metros de distancia.
- Lápillis: Tienen tamaños que son comparables a una nuez. De hecho el nombre significa «piedras rotas» o «piedras pequeñas», ya que procede del latin lapid, o lapidis= piedra y el sufijo illis que significa frágil o que puede romperse.
- Cenizas: implican tamaños de entre 2 y 64 mm, y son muy abundantes en las emisiones volcánicas. Pero pese a lo que parece indicar el nombre, no se trata de restos de combustión, sino de fragmentos clásticos.
- Polvos: Cuando el tamaño es menor que 2 mm, se trata de polvos volcánicos, que por su tamaño pueden permanecer por muchos meses y hasta años en suspensión en las partes altas de la atmósfera, y desplazarse con los vientos prácticamente por todo el planeta. Sus efectos sobre el clima son tan interesantes, que habrá un post al respecto.

Figura 1: bomba volcánica
Según la textura y composición se reconocen:
- Escorias: son materiales vesiculares, es decir que contienen muchos espacios huecos a los que se conoce como vesículas, y son caracteríticos de magmas basálticos, por lo que suelen ser de color negro a marrón rojizo. Su tamaño es comparable al de los lápilli y se parecen a las escorias producidas por los hornos de fundición de hierro, de las cuales toman el nombre.
- Pumitas: Son propias de magmas de composición intermedia o rica en sílice, y también presentan vesículas, pero por su quimismo suelen tener colores más claros que las escorias, y son mucho menos densas que ellas, tanto que pueden flotar en el agua durante mucho tiempo.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post corresponde al Etna, y es de este sitio.
La figura 1 es de esta página.
¿Qué son los productos volcánicos? Parte 1
Ya he presentado con anterioridad la clasificación de las erupciones volcánicas, y en ese momento les prometí que hablaríamos en detalle de los productos que componen las emisiones de los volcanes. Pues bien, ha llegado el momento de hacerlo.
Pero como hay bastante para hablar, será un post en dos partes.
¿Qué se entiende por productos volcánicos?
Lo primero que debemos aclarar es que hay diversos conceptos relacionados a la hora de estudiar las efusiones volcánicas, todos los cuales se complementan entre sí. Pero para una mejor comprensión deben distinguirse claramente.
Mientras que las erupciones son los procesos mismos, de los cuales resultan los volcanes como rasgos del paisaje, los productos volcánicos son elementos materiales que resultan expulsados desde el volcán durante las erupciones.
Los productos pues, al ser expulsados forman parte del fenómeno eruptivo, pero mientras que éste cesa, los productos permanecen en el territorio indefinidamente.
¿Qué tipos de productos emiten los volcanes?
Los volcanes expulsan a lo largo de sus erupciones, ingentes cantidades de materia en sus tres estados:
- sólido, representado por lo que se conoce como elementos piroclásticos,
- líquido, representado por las lavas, que al fluir sobre el terreno se denominan también coladas, o coladas de lava, y
- gaseoso, en cuyo caso es el material responsable, muchas veces, de la mayor mortandad, por su elevada toxicidad y su rápida diseminación.
¿Cuáles son los productos gaseosos?
Si bien el más abundante suele ser el vapor de agua, que podría ser inocuo por su composición, la elevada temperatura que alcanza le confiere capacidad de daño, tanto sobre el ambiente como sobre las poblaciones, sean humanas o no.
Pero los magmas contienen también cantidades variables de otros gases, los cuales, pese a su alta volatilidad, mientras están dentro de la propia cámara, se mantienen disueltos en la roca fundida, por la misma presión de confinamiento. No obstante. cuando durante la movilización ascendente del magma, éste va encontrando fisuras o espacios más porosos que permiten un reacomodamiento del material, y esto, junto con el menor peso sobreyacente alivia la presión; los gases empiezan a escapar por cualquier grieta disponible.
En general, la fracción gaseosa no suele superar valores comprendidos entre el 1 y el 6 por ciento del peso total, mayormente correspondiente al vapor de agua. Aun así, esa porción puede traducirse en miles de toneladas por erupción.
La composición estimada a partir de las escasas muestras que pueden obtenerse, por el riesgo que implican las altas temperaturas involucradas, es de alrededor de 70 % de vapor de agua; 15 % de dióxido de carbono, 5 % de nitrógeno, 5 % de dióxido de azufre y cantidades traza de elementos como cloro, hidrógeno y argón.
Precisamente son los compuestos de azufre los que confieren a las erupciones su olor característicos, que como dato de color, les cuento que tuvo consecuencias sobre los mitos populares. En efecto, el olor a azufre se terminó asociando al propio demonio, ya que los volcanes se consideraron en casi todas las culturas antiguas, como bocas de ingreso al infierno.
Por lo común son los gases los que constituyen las emisiones precursoras de la fase eruptiva principal, Esto se debe a que su gran movilidad les permite ascender por pequeños espacios, que agrandan con su propia presión, liberando el paso para los restantes materiales.
Los gases implican una fuente natural de contaminación del aire, incluyendo al dióxido de azufre, que combinado con la humedad atmosférica forma ácido sulfúrico, y genera con posterioridad las lluvias ácidas.
Ocasionalmente, los gases liberados ascienden tanto en la atmósfera, que pueden permanecer allí durante varios años, y la circulación en ella puede significar que las lluvias ácidas arriba mencionadas ocurran, a veces, a enormes distancias del punto efusivo original.
¿Cuáles son los productos líquidos de los volcanes?
Los productos líquidos de los volcanes son las mezclas magmáticas que superan el límite entre la superficie y el subsuelo, momento en el que dejan de llamarse magmas y comienzan a llamarse lavas.
Si bien se los asigna a un estado líquido, si se habla de manera más estricta, debe recordarse que son en realidad mezclas minerales fundidas, por lo cual tienen alta viscosidad, además de alta temperatura, y su aspecto es más el de una pasta acuosa que el de un líquido.
Les recomiendo ahora repasar este post que les permitirá enterarse de las causas por las cuales las lavas son más o menos viscosas, y fluyen de maneras diversas, conformando coladas (masas de lavas en movimiento, o ya solidificadas) que se pueden distinguir entre sí.
Agreguemos que las lavas no necesaria ni exclusivamente son liberadas desde el cráter, sino que aprovechan también todas las fisuras, generalmente ensanchadas de manera previa por los gases de las primeras emisiones.
Las coladas suelen verse rojas o blancas en el momento de su salida, debido principalmente a las altas temperaturas que ostentan, pero muy rápidamente se enfrían y solidifican, adquiriendo entonces el color de la roca que generan sobre la superficie.
Como las coladas se enfrían al contacto con el aire y la superficie terrestre, es corriente que la solidificación se produzca desde las zonas más externas del flujo de lava hacia su interior. Por esa razón, pueden generarse cavernas volcánicas tubulares, en el interior de las cuales los magmas pueden permanecer fundidos por mucho tiempo.
¿Qué tipos de coladas volcánicas existen?
Cuando clasificamos los magmas, en su momento, dijimos que el principal criterio para dividrlos tanto a ellos como a sus lavas y rocas resultantes, es la cantidad de sílice que contienen.
Las que menos proporción de sílice tienen, componen el grupo de las basálticas, que llegan a totalizar hasta el 90 % del volumen total, de las lavas inventariadas. Por el otro extremo, las de composición riolítica, es decir más empobrecidas en sílice, alcanzan apenas al 1% del total; mientras que el resto está constituido por andesitas y otras lavas de composición intermedia.
Ahora bien, además de su composición química, y de resultas de ella, las coladas se distinguen entre sí por la diversidad de las estructuras que presentan una vez solidificadas, resultando los siguientes tipos:
- Coladas cordadas: resultan de lavas basálticas, y por ende lo bastante fluidas como para desplazarse con cierta velocidad sobre el terreno, generando una corteza externa relativamente lisa. Como en ellas se da habitualmente el caso de los túneles y cavernas que arriba les expliqué, es también habitual que se arruguen superficialmente, debido al movimiento subsuperficial de la lava profunda que permanece fundida por algún tiempo más. Su aspecto final, una vez completamente frías, es semejante al de los gruesos hilos trenzados que componen las cuerdas, de las que toman el nombre. Son ejemplos típicos las coladas de los volcanes hawaianos- al menos en las proximidades del cráter, ya que al alejarse de él y enfriarse, pierden velocidad y pueden pasar a comportarse como coladas aa.
- Coladas aa: También son lavas basálticas, pero presentan superficialmente bloques ásperos e irregulares, con bordes afilados y rugosidades. Son coladas que avanzan a velocidades de 5 a 50 metros por hora, dejando escapar abundantes emanaciones gaseosas que dejan numerosos huecos al escapar de la lava que se va solidificando. Un ejemplo de estas lavas es la colada emitida por el volcán Paricutín de México, que enterró la ciudad de San Juan Parangaricutiro.
- Coladas de bloques: Cuando los magmas liberados tienen composición más ácida, la menor velocidad, menor temperatura, y alta viscosidad tienden a producir coladas de bloques, consistentes en su mayor parte en bloques separados, con superficies ligeramente curvadas y más lisas que las de los bloques de coladas aa.
- Coladas almohadilladas: Son propias de volcanes subacuáticos, como los que componen en gran medida, las dorsales oceánicas En ese caso, las lavas se enfrían externamente de modo muy rápido. No obstante, normalmente la lava puede seguir moviéndose hacia adelante, mientras va rompiendo la superficie endurecida inmediatamente antes. Este proceso se repite muchas veces, dando por resultado una colada de lava con estructuras alargadas montadas unas sobre otras, con un aspecto semejante a un amontonamiento de almohadas, cuyos bordes son posteriormente redondeados por la dinámica marina.
Hasta este punto llegaremos por hoy, y dejaremos para la segunda parte de este post las siguientes preguntas:
¿Qué productos sólidos emiten los volcanes?
¿Cómo se los clasifica?
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El Old Faithful, un atractivo turístico excepcional.
Este post es para ir completando mi promesa de explicarles geológicamente los sitios que considero metas indispensables de los geólogos, y locos por la Geología en general.
De hecho, el tema de hoy tuvo ya una primera introducción en este post que les recomiendo ir a visitar.
Si bien todavía no les he explicado los fenómenos postvolcánicos, entre ellos el de los geysers como el Old Faithful, tomen mi palabra de que vendrá un post más detallado sobre el tema.
Por el momento, digamos que un geyser es un fenómeno postvolcánico que inicialmente vamos a definir como un «surtidor de aguas termales» que puede arrojar al espacio columnas de agua sobrecalentada, vapor de agua y gases, en intervalos más o menos variables.
Con respecto al Old Faithful, hoy me limitaré a contarles sus características, y su contexto geológico, como para que sepan dónde están parados cuando hagan turismo allí. Mucha más información sobre los fenómenos postvolcánicos en general, aparecerá en ese futuro post que arriba les prometí.
¿Dónde queda el Old Faithful?
Este legendario geyser es solamente una de las más de 3.000 manifestaciones postvolcánicas- de las cuales al menos 100 son geysers- presentes en el Parque Nacional de Yellowstone, que se encuentra en Estados Unidos de Norteamérica, en el Estado de Wyoming, y con porciones extendiéndose hasta Idaho y Montana. Sus coordenadas son: 44° 27′ 38″ de latitud N y 110° 49′ 44″ longitud W.
El Parque Yellowstone forma parte del gran sistema de las montañas Rocallosas, más específicamente en los faldeos de la Cordillera Teton, que es una de las estribaciones orientales más emblemáticas del complejo orográfico.
¿Por qué es tan interesante?
Probablemente por su descubrimiento temprano y relativa predictibilidad. En efecto, ya en 1870 fue analizado por la Expedición Washburn, la cual mencionó como dato significativo la regularidad de sus erupciones, hecho en homenaje al cual se le bautizó con el nombre que ostenta, que en castellano se traduce como Viejo Fiel.
Sin embargo, el Old Faithful no es ni el geyser más grande ni el de efusiones más regulares en el Parque Nacional. Pero sí es el más grande de los geysers que erupcionan con intervalos bastante regulares. Es decir que hay muchos otros más grandes, pero no muy regulares; y también muchos más regulares pero no tan grandes. Consecuentemente, la afortunada confluencia de gran dimensión y gran regularidad le pertenece en exclusiva.
En adición a esto, su modalidad de erupción se ha mantenido casi invariable en el tiempo, a lo largo de más de un millón de emisiones que se contabilizan desde que en 1872 la zona de Yellowstone se consagró como Parque Nacional.
Por todo esto, probablemente el Viejo Fiel es el fenómeno postvolcánico más estudiado del mundo, y cuya actividad se predice con mayor precisión.
Las erupciones se repiten en promedio, cada 74 minutos, pero ese promedio implica un rango que varía entre 60 y 110 minutos, con emisiones que duran entre 1,5 y 5 minutos. Afortunadamente, existe el Visitor Center, que continuamente actualiza el tiempo estimado de la siguiente efusión, de modo que los turistas pueden acomodarse con tiempo en los bancos del mirador para atestiguar el fenómeno, que se repite hasta 20 veces en un día.
El Old Faithful arroja columnas de agua caliente hasta una altura promedio de 30 a 40 m, aunque se han estimado valores extremos de hasta 55 m. La temperatura del agua en el cráter mismo es del orden de los 100°C, mientras que el vapor puede llegar a calentarse hasta 170°.
En cuanto a la cantidad de litros que se eyectan, eso varía entre 14.000 para erupciones cortas, y 30.000 para las de mayor duración.
¿Con qué características geológicas de la zona se relaciona el Old Faithful?
Ya dije más arriba que en el Parque Yellowstone, hay miles de manifestaciones postvolcánicas, (entre las cuales vale mencionar el Mammoth Valley, del que hablaremos también en algún post), todas las cuales se relacionan con la existencia de un vulcanismo profundo, con fenómenos que revelan la existencia de una megacaldera, resultante de diversos episodios de extrema violencia, ocurridos todos en el Periodo Cuaternario, es decir el mismo en el que aún estamos viviendo.
Se reconocen al menos tres ciclos mayores, cada uno de los cuales culminó con erupciones piroclásticas devastadoras, y flujos riolíticos. El ciclo más viejo terminó hace aproximadamente 1,9 millones de años atrás. Se produjo otro pulso hace unos 1,2 millones de años, y el tercero, al que se le adjudica la mayor violencia, y al que se considera responsable de la caldera actual (de unos 75 km de longitud por unos 45 de ancho) que habría ocurrido hace unos 600.000 años atrás.
El último evento que se describe es de mucho menor entidad, y habría comenzado hace aproximdadmente 150.000 años. con los flujos más recientes datados en más o menos 70.000 años.
Ahora bien, para entender la razón del emplazamiento de ese megavolcán, digamos que se debe a la presencia de lo que se conoce como «hot spot» o punto caliente, que por lo general corresponde también a uniones triples entre placas. Pero no se asusten, que eso será explicado cuando vayamos avanzando con la Tectónica Global o de Placas.
Por ahora digamos que todas estas manifestaciones se relacionan con un gran cuerpo magmático localizado por debajo de la litósfera, estacionario respecto a la movilización de las placas, tal como se explicaría por la presencia de fenómenos térmicos profundos, como los que se denominan plumas del manto, por ejemplo.
Pero eso ya escapa de los alcances de este post en particular, que pretende ser más una invitación al turismo geológico que otra cosa.
…Aunque de «esa otra cosa» tampoco se van a salvar, porque próximamente se las voy a explicar, ya van a ver…
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
La foto que ilustra el post es mía, tomada en plena emisión.