Archivo de la categoría ‘Geología en la vida cotidiana’

Conociendo más de la dinámica fluvial.

PICT0151En entregas anteriores, hemos llegado a definir varios temas relativos a la dinámica fluvial, es decir la que se relaciona con la acción de los ríos. Ya hemos visto las distintas formas de flujo, las partes de una cuenca y de un río, y es hora de avanzar un poco más sobre el tema.

Ya en otro post he explicado cuáles son los factores que definen qué porción del agua precipitada va a escurrir, eventualmente incorporándose al caudal que alimenta a los ríos.

Hoy voy a ocuparme de un tema sutilmente diferente, aunque muy relacionado con el antes mencionado: los factores que definen la velocidad de una corriente de agua, una vez que ya se ha constituido como tal. Es decir, un pasito posterior al ya presentado en el post que más arriba les indiqué que vayan a leer.

¿Qué conceptos previos conviene incorporar?

Lo primero que debemos recordar es que los dos requisitos fundamentales para que se forme un río son: un caudal de agua permanente, que puede proceder tanto de precipitaciones fluviales, como de fusión de campos de nieve o de glaciares, o de aguas subterráneas. Las corrientes temporarias no constituyen ríos en un sentido estricto sino simplemente torrentes o arroyos.

El segundo requisito es una pendiente por la cual el agua pueda fluir, para distinguir el río de lagos, lagunas o pantanos.

¿Cuáles son los factores que definen la velocidad de un río?

Si consideramos todos los posibles inputs de un sistema tan complejo, podríamos incluir muchos más, pero esencialmente cuatro son los factores que definen la velocidad de flujo de una corriente:

  • Pendiente o gradiente, términos que pueden usarse como equivalentes, aunque se expresan de distintas maneras. En efecto, la pendiente puede expresarse en grados de un ángulo vertical medido entre la parte inferior y la superior de un terreno dado, o bien en porcentajes, vale decir, cantidad de metros de descenso vertical por cada cien metros. El gradiente en cambio, siempre se mide en metros. Puede referirse a la cantidad de metros que se deben recorrer en dirección horizontal para que haya un descenso vertical de un metro. O bien como la cantidad de cm o m que se desciende por cada unidad de distancia horizontal. En cada caso se especifica cómo se lo considera.
  • Caudal de agua. Se entiende por caudal a la cantidad de agua que pasa por una superficie dada en la unidad de tiempo. Esa superficie puede ser elegida de distintas maneras según el contexto en que el concepto de caudal se aplique. En una situación generalizada puede ser la unidad de superficie (un metro cuadrado); en una tubería artificial es la sección del caño por el cual fluye el agua; y en un río es la sección transversal del canal natural por el que el agua corre.
  • Configuración del lecho. Se refiere tanto a la forma, es decir a las sinuosidades, profundidad, etc.; como a la composición litológica que define en gran medida su rugosidad.
  • Cantidad de carga transportada. Aquí se incluye todo lo que el agua transporta, sea cual sea la fuente, tema que veremos en otro post.

¿Cómo incide la pendiente en la velocidad de una corriente?

Debido a que el agua se desplaza por el terreno como respuesta a la acción de la gravedad, es obvio que a mayor pendiente, mayor será la velocidad. Esa pendiente por supuesto, varía a lo largo del curso del río, razón por la cual la velocidad fluvial también es diferente de tramo en tramo.

Un dato estadístico expresa que el promedio de gradiente de todos los grandes ríos del mundo, es de 38 cm por kilómetro de recorrido, pero por cierto la variación es tan grande de un curso a otro, de una parte de cada río a otra, y a lo largo del tiempo, que no tiene más valor que ser un dato de color.

¿Cómo incide el caudal de agua en la velocidad de una corriente?

Cuanto más aumenta el volumen de agua mayor es la velocidad, porque en general la presencia del propio líquido disminuye los rozamientos que retrasan el flujo, al ofrecer menos resistencia a la deformación y desplazamiento, que los cuerpos sólidos.

¿Cómo incide la configuración del lecho en la velocidad de una corriente?

Cada una de las irregularidades que ofrece un canal implica un aumento de la fricción, con lo cual se disminuye la velocidad. Obviamente, entonces, cuanto más recto, uniforme y estrecho sea un canal, mayor será la velocidad de la corriente en él.

Si hay obstrucciones, estrechamientos, cambios bruscos de dirección, o proyecciones rocosas que se internan en el canal, la velocidad disminuye inmediatamente.

¿Cómo incide la cantidad de carga en la velocidad de una corriente?

De modo inverso al caudal, cuanto más carga sólida transporte, mayor será la fricción interna y ese aumento de rozamiento hace que la velocidad disminuya.

¿Por qué es tan importante reconocer los factores que definen la velocidad de una corriente?

Precisamente porque todo aumento de velocidad implicará un aumento también en la capacidad para erosionar del río, y a la inversa, un descenso en la velocidad, hará que se deba depositar algo de carga.

En definitiva, toda la dinámica geomorfológica del río depende de su velocidad y de los cambios que ella vaya experimentando.

De hecho, la erosividad de un río, está estrechamente ligada a su velocidad. El concepto de erosividad, junto con los de erodibilidad y erosionabilidad los he presentado en este post que les recomiendo leer.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La foto que ilustra el post es del Río Yellowstone en Wyoming, USA.

Terremoto en Venezuela.

terremoto en venezuela

Como siempre que la naturaleza nos sorprende con un evento geológico de importancia, salgo a explicarlo en la medida de mis posibilidades, a los fines de tranquilizar a los lectores, porque nada asusta tanto como lo que no se comprende.

¿Dónde y cuándo ocurrió el sismo?

¿Qué características tuvo?

Alcanzó una magnitud de 7.3 de la escala Richter, pero si bien provocó daños materiales, hasta el momento en que escribo esto, no se han registrado víctimas humanas.

La región afectada por este terremoto ha presentado otros eventos pero de magnitudes muy inferiores. En esta ocasión, se trata del terremoto más importante acontecido en la zona entre los siglos XX y XXI.

¿Cuál es el marco de la Tectónica Global, en que aconteció el sismo de Venezuela?

En el área afectada tiene lugar el contacto entre las placas Sudamericana, que se desplaza hacia el oeste a una velocidad aproximada de 20 mm por año, y Caribe, bajo la cual subduce la primera.

El fenómeno de subducción comienza a unos 550 km al este del epicentro, y en el sitio de éste alcanza ya profundidades de unos 150 km. El hipocentro se localizó casi en el extremo sur de la zona de subducción.

¿Qué factores locales condicionaron el evento?

En la zona precisa en que se liberó la energía, tiene lugar un fallamiento inverso a profundidad intermedia, y por ende el sismo pudo responder a un deslizamiento, a lo largo de esa línea de ruptura. Al dismimuir la profundidad, el contacto subductivo pasa en transición a fallas transformantes del sistema San Sebastián – El Pilar.

En el caso que nos ocupa, lo más probable es que la energía se haya liberado dentro de la placa Sudamericana, antes que en la zona de contactos transformantes, mucho más someros.

Recordemos que el hipocentro sólo de manera teórica se asimila a un punto, mientras que en la realidad abarca zonas de alguna extensión, afectadas por fallamiento.

¿Qué podría pasar ahora?

Por supuesto, las placas involucradas se continuarán acomodando por algún tiempo, lo que producirá nuevos sismos en toda la región, hasta encontrar su nueva posición de reposo relativo. Pero como gran parte de la energía acumulada ya se liberó en el sismo del 21, no cabe esperar réplicas de igual magnitud.

En zonas asentadas en las otras placas que están en contacto con las que se movieron bruscamente ayer, también habrá en el corto plazo eventos sísmicos de diversas magnitudes. Conviene estar alertas en los países cercanos.

Y no puede descuidarse el monitoreo para alertas de tsunamis, todavía por algunas horas.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

El clima planetario y los factores que lo modifican.

PICT0056Ya hace un tiempo les expliqué los conceptos fundamentales sobre el clima y la diferencia entre cambio climático y variabilidad climática. También hemos hablado ya de los factores que inciden en la distribución de la temperatura en el planeta, con lo cual se generan las diferencias climáticas regionales. En otro post les dije también cómo se produce la circulación atmosférica. Todo eso nos permite ir avanzando un poco más en el reconocimiento de ese tema tan vapuleado que es el cambio climático global.

Hoy vamos a ir un paso más adelante, para lo cual les presentaré las condiciones que rigen el clima reinante en el planeta en su conjunto, para lo cual hablaremos también de las escalas de análisis del clima.

¿Cuáles son las posibles escalas de observación y análisis del clima?

En general podría hablarse de una escala megascópica, (megaclima)- del griego mega= grande, importante- caracterizada por un promedio de los valores de temperatura y precipitaciones, básicamente, tomados en todas las estaciones meteorológicas que conforman una red que cubre prácticamente todo el planeta.

En este nivel de observación, el grado de abstracción es elevado, porque los extremos en una u otra dirección se compensan de alguna manera, y el valor resultante puede no estar presente más que en unos pocos lugares del globo. Pero es el nivel al que, en un sentido estricto, debería hacerse referencia cuando se habla de «cambio climático global». Lamentablemente, no siempre es así, y al mezclarse distintos niveles de observación, se generan confusiones respecto al tema.

Que en una región dada, haya registros de temperaturas mayores o menores que los esperados estadísticamente, no quiere necesariamente decir que el planeta entero está cambiando el clima, como iremos viendo en sucesivos posts, de los que éste es sólo una primera entrega.

El nivel macroscópico, (macroclima) – del griego macro= grande, mucho- en cambio, es típicamente el correspondiente a las zonas climáticas, más o menos relacionadas con la latitud, en las que suele dividirse el planeta, es decir, zonas ecuatoriales, tropicales, templadas y frías, por mencionar una de las clasificaciones comunes. Es en este nivel y el siguiente que tienen su mayor incidencia los factores que expliqué en el post que más arriba les mandé a revisar a través de un link.

El mesoclima- del griego meso= medio, entre- correspondiente al nivel mesoscópico de observación, es el propio de un sitio geográfico restringido, como podría ser una pequeña población, una ladera de una montaña, (cuya orientación será definitoria para sus condiciones de humedad y temperatura), un valle o una porción de una costa.

El microclima – del griego, micro= chico o pequeño- es el del nivel de observación inferior. Conviene señalar que aquí, el término no se corresponde con la significación de la palabra «microscópico» a la que que estamos más habituados. En efecto, el término solamente alude a una comparación entre los espacios involucrados, entre los cuales éste es el más pequeño. Se usa para una oficina, un ambiente dentro de un hogar o un edificio, un estadio, etc.

¿En la escala global, o del megaclima cuáles son los principales factores incidentes?

Son muchos, y todos se interrelacionan según un sistema complejo, pues cada uno de ellos suele tener su propio ciclo de variación habitual, con máximos y mínimos que muchas veces se compensan unos con otros de tal modo que las fluctuaciones son casi despreciables.

No obstante, en situaciones en que los máximos o mínimos de varios de esos ciclos coinciden entre sí, el resultado puede variar tanto como para que se instale efectivamente un cambio climático global en uno u otro sentido, es decir más o menos cálido, y/o más o menos lluvioso, por ejemplo.

En este primer paso, sólo quiero enumerarles los factores que inciden a nivel planetario, y señalarles los posts en los que ya me he referido in extenso a algunos de ellos (y que es importante que se tomen el trabajo de leer, para entender todo el tema); pero el detalle de los que todavía no expliqué será motivo de sendas publicaciones del blog en el futuro, cuando les haya presentado algunos otros conceptos útiles para comprender mejor su incidencia.

Vayamos pues al listado, pero aclaremos antes que hay:

  • Factores Externos y
  • Factores Internos, y dentro de éstos, hay:
    • factores naturales y
    • factores antrópicos.

Son factores externos:

  • Los cambios relacionados con la energía solar que llega a la Tierra, tema que podemos consultar en dos posts que ya he subido hace un tiempo.
  • Cambios en las trayectorias orbitales del planeta.
  • Cambios en la inclinación del eje de la Tierra.
  • Cambios debidos a la precesión. Estos últimos tres cambios se incluyen juntos en un ciclo, llamado ciclo de Milancovich, del que hablaremos también más adelante.

Son factores internos -es decir del propio planeta, ya sean superficiales o profundos-naturales:

  • Cambios en pulsos de emisiones volcánicas.
  • Cambios en los modelos de circulación oceánica y/o atmosférica.
  • Cambios en la estructura superficial de la Tierra, sea por isostasia o tectónica de placas.
  • Cambios cíclicos como El Niño y La Niña, y el -hasta cierto punto modificado por factores antrópicos- ciclo del ozono.

Son cambios internos antrópicos, es decir causados por el hombre, y siempre superficiales porque su influencia nunca alcanza gran profundidad:

  • Cambios en la composición atmosférica, que inciden a través del efecto invernadero, y de la afectación de la capa de ozono.
  • Cambios en las condiciones superficiales de la Tierra, tales como la deforestación y las urbanizaciones.

¿Cuál es el peso comparativo de la acción humana respecto a los demás factores?

En primer lugar, debo señalar una vez más que todos estos factores componen un complejo sistema, de modo que se interrelacionan y modifican entre sí, de maneras intrincadas y que fluctúan con el tiempo.

Dejado ese punto debidamente aclarado, basta con analizar cuántas y cuáles son las circunstancias sobre las cuales el hombre tiene algún grado de incidencia, para poder rápidamente contestar la pregunta que encabeza este apartado.

Pero por si les queda alguna duda, les aclaro que el peso comparativo de la acción antrópica es prácticamente insignificante. A pesar de que nos creamos los hacedores del mundo y su más importante elemento constitutivo, la realidad es bien distinta.

No somos más que unos minúsculos pasajeros de un mundo que viaja por el espacio según sus propias reglas, sobre las cuales no nos pide opinión.

Antes de despedirme les repito una vez más que de aquí en adelante seguiremos con mucho más detalle con este tema del clima y sus cambios, en numerosos posts, porque es un tópico del que muchos hablan sin saber de la misa la media.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La foto que ilustra el post es un hermoso paisaje nevado en Wyoming, USA.

¿Un gol provocó un sismo en México?

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En las noticias de hoy, se lee que dos sensores en la ciudad de México registraron un «sismo artificial» con motivo de los saltos masivos de los hinchas mexicanos, que festejaban su triunfo nada menos que sobre Alemania.

Bonita historia, pero ¿es científicamente correcta, es posible acaso? Veámoslo.

¿Ocurrió realmente tal sismo en el día de la fecha en México?

Los que recibimos información del Servicio Geológico de los Estados Unidos, podemos asegurar que no hubo hoy en México ningún movimiento telúrico que superara la magnitud de 2,5 Richter, lo cual podría eventualmente coincidir con grados entre 1 y 3 – según la vulnerabilidad involucrada- como máximo, de la escala de intensidad de Mercali. Esto implica sismos que pasan normalmente desapercibidos.

Sismos de menor intensidad no se contabilizan, porque la Tierra es un bicho muy inquieto, y casi constantemente tiene lugar algún movimiento en algún lugar del mundo, que no califica más que como microsismo prácticamente irrelevante.

¿Podría  ser cierta la información de que dos sensores habrían registrado sismos?

Aun sin que se hayan registrado sismos en México, – de ser verdad que dos sensores registraron vibraciones- la explicación debe pasar por otro lado, vamos a ello.

En primer lugar, se habla de sensores, no de sismógrafos. Y hay una diferencia importante, porque mientras que los sismógrafos tienen un sistema de filtros y una sensibilidad en un determinado rango, que en conjunto dejan afuera las vibraciones de fondo, que ocurren casi todo el tiempo en las zonas densamente pobladas; los sensores que se usan, por ejemplo para la prospección de petróleo, y que en forma más específica se llaman geófonos, tienen una respuesta mucho más sensible, ya que pretenden registrar las respuestas a los sismos artificialmente producidos al solo efecto de la investigación.

En otras palabras, estos últimos sensores detectan microsismos tan pequeños como el paso de un animal cerca del receptor. Por eso, es común el chiste entre los prospectores, cuando alguien del equipo inadvertidamente perturba el área donde está el geófono, que expresa: «ya pasó algún animal». 😀

En segundo lugar, sí ha habido en la fecha sismos de baja magnitud en Puerto Rico y en el estado de California en USA, que pueden haber generado registros a distancia en México y no sólo allí, pero sin superar la magnitud 2,5 de la que hablamos.

Entonces si algo hubo, pudo ser un microsismo o una simple vibración que un sensor, más sensible que un sismógrafo de la red de prevención sísmica internacional, puede haber llegado a detectar.

¿A qué puede deberse la ocurrencia de microsismos en realidad?

Ahora, ya no hablamos de México en particular sino de microsismos en general. Y les recomiendo releer este viejo post para comprender mejor lo que sigue.

  • Ellos pueden deberse a los movimientos precursores o a réplicas distantes en el tiempo, de un sismo tectónico importante.
  • Pueden ser causados por movimientos de magmas bajo la superficie, o por explosiones de calderas volcánicas. Ambos pueden ser también de mayor magnitud, pasando al rango de sismos.
  • Pueden ser de impacto, por la caída de un meteorito, por movimientos de remoción en masa, o por causas artificiales que veremos en el punto siguiente.

¿Cuándo se habla de sismos artificiales?

Son siempre del grupo de terremotos de impacto y pueden deberse a explosiones, intencionales o no, a derrumbes de edificaciones o explotaciones mineras, y todos los que se provocan con la intención de prospectar recursos, como expliqué más arriba.

¿Por qué no se consideran sismos ni siquiera a escala micro, los registros que responden a otras causas?

Porque según la definición que ya les he adelantado hace muchos años, en el post que les mandé a leer hace un momento, un sismo es: «una liberación repentina de energía, que ocurre por debajo de la superficie terrestre, y que se transmite en forma de ondas a través de todos los materiales que encuentra a su paso».

Entonces, vibraciones como las que provocan el paso de un tren, el intenso tránsito en zonas urbanizadas, o como en este caso se argumentó, los saltos masivos de mucha gente, no caben en la definición, porque se trata de procesos duraderos, no de liberaciones repentinas, y porque, además no ocurren por debajo de la superficie terrestre, sino sobre ella. Sólo algunos terremotos de impacto se consideran tales pese a su origen superficial.

En definitiva, el sismo de los hinchas mexicanos no es sino un bonito mito popular, que seguramente durará en el tiempo hasta que la gente termine creyéndolo verdadero.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

Determinación de minerales: hoy la densidad.

densidad

Estoy segura… o casi, de que ustedes recuerdan el post en que presenté las propiedades macroscópicas que permiten el reconocimiento de un mineral, a través de observaciones y manipulaciones sencillas.

Si no es el caso, les recomiendo repasarlo, para avanzar mejor, y porque de paso, verán allí que hay propiedades que dependen de los campos.

Uno de esos campos es el gravitacional, y de él resulta el peso específico y su propiedad equivalente: la densidad, tema que analizaremos hoy.

¿Qué es el peso específico y de qué depende?

Comencemos por aclarar que es una de las propiedades escalares, tal como expliqué en el post cuyo link puse más arriba. Efectivamente, es totalmente independiente de la posición en que se explore el individuo.

El peso específico de un cuerpo se define como su peso por unidad de volumen, lo que matemáticamente se expresa en la fórmula P/V, donde P es el peso de dicho cuerpo (o mineral en el caso que nos interesa), y V es su volumen.

Las unidades de medida que pueden aplicarse son: newtons sobre metro cúbico o N/m³, si se usa el Sistema Internacional, o bien kilopondios sobre metro cúbico, según el Sistema Técnico. Es importante destacar que el kilopondio o kilogramo-fuerza, es precisamente la fuerza que ejerce la gravedad del lugar sobre una masa de un kilogramo. Esto no es más que lo que conocemos comúnmente como el peso del cuerpo, por lo cual se acepta en el uso corriente, también expresar el peso específico como kg/m³, y sus correspondientes múltiplos y submúltiplos.

Pero recordemos que el peso específico es dependiente del valor de la aceleración de la gravedad en el lugar, porque volveremos sobre este concepto.

Existe otro concepto que es el peso específico relativo de un cuerpo (en este caso de un mineral), que no es más que la relación que existe entre el peso de dicho cuerpo y el de un volumen igual de agua a 4° C. Si quieren saber por qué razón ésa es la temperatura de referencia, pueden ir a ver el post del comportamiento térmico del agua.

Podemos generalizar que el peso específico es aproximadamente constante (sólo aproximadamente, según veremos en seguida), por lo cual se lo suele usar para diagnosticar minerales.

El peso específico es fuertemente dependiente de su composición química, y puede decirse que aumenta con el número de masa de los elementos presentes en ella.

Por lo general tienen más peso específico los minerales que contienen metales pesados de la parte inferior de la Tabla Periódica de Dimitry Mendeleiev (metales nativos y sulfuros por ejemplo); mientras que los minerales ricos en elementos de la parte superior de la tabla periódica, tienen menos Pe, como es el caso de las sales oxigenadas y los halogenuros.

¿Qué es la densidad y de qué depende?

Densidad de un cuerpo, o mineral en nuestro caso, es la relación entre su masa y su volumen. Lo que se expresa como un cociente igual a: m/V donde m es la masa y V el volumen.

Como vemos, aquí no hay dependencia respecto al valor de la aceleración de la gravedad del lugar.

La densidad, como el peso específico, depende de la composición química, pero es mucho más fuertemente dependiente que aquél, del empaquetamiento de los átomos, es decir de la estructura que resulta de variables como las dimensiones y valencias de los elementos químicos involucrados. Por lo general los cristales con estructura más compacta, tienen mayor densidad que los que ostentan estructuras de capas, o de cadenas.

La densidad se expresa en unidades de masa sobre unidad de volumen, es decir que resulta medible en g/cm³ y sus múltiplos o submúltiplos correspondientes y varía entre límites tan amplios como de 1 a 23 g/cm³, pero la densidad más común se encuentra entre 2,5 a 3,5 g/cm³.

¿Cómo se relacionan entre sí el peso específico y la densidad?

Aunque es muy común utilizar estos términos como sinónimos intercambiables, no lo son en un sentido estricto, y existe una fórmula que los relaciona entre sí.

Como ya dijimos más arriba. el peso es dependiente del valor de la aceleración gravitacional del lugar, cosa que no sucede con la masa, de allí que P= m.g, donde P es peso, m es masa y g es el valor de la aceleración de la gravedad.

Relacionando esta fórmula con otras que vimos más arriba, resulta:

Pe= P/V

Reemplazando P por su equivalente, obtenemos: Pe= m.g/ V; pero como m/V= D ( o δ, es decir densidad), resulta que Pe= D.g. En buen criollo, el peso específico es igual a la densidad por la aceleración de la gravedad del lugar.

¿Cómo se calcula el peso específico de un mineral?

Por supuesto, la determinación exacta es en laboratorio, pero ahora veremos algunos truquitos para hacerlo de manera más casera, con cosas que hay en casi todos los hogares y que permiten obtener un valor bastante parecido al real; y también les contaré algo más rustico todavía, ya verán.

Las metodologías en laboratorio para definir los pesos específicos son básicamente tres:

  • El de la balanza y probeta, que es el más sencillo, y cuya modificación casera les contaré en seguida.
  • El de la balanza hidrostática o de Arquímedes, que se basa en el principio homónimo, y que seguramente les explicaré en otro post.
  • El del picnómetro, que sólo se usa para sólidos pulverulentos, como suelos o sedimentos, pero que si se quiere aplicar a minerales implica su molienda previa, por lo cual no se los explicaré en este post, sino seguramente cuando hablemos de suelos en otra oportunidad.

Por lo tanto, ahora les explicaré el método de balanza y probeta, ilustrado en el post.

En laboratorio, se usa una balanza de precisión, con la que se determina el peso del cuerpo, mientras que su volumen se mide por el ascenso del nivel del agua en la probeta graduada, que se produce al introducir el cuerpo en ella.

En efecto, el cuerpo introducido desplaza hacia arriba un volumen de agua que es equivalente al suyo propio.

Esta técnica da el Pe exacto, pero no todos tienen en su casa balanzas de pecisión ni probetas graduadas, me dirán ustedes…y yo les responderé con una pregunta: ¿están seguros?

Porque la balanza de precisión puede reemplazarse por la balancita que muchas veces hay en la cocina para pesar alimentos, que dará un valor aceptable si no exacto.

Y para reemplazar la probeta pueden usar cualquier vaso medidor graduado, o hasta una mamadera y hacer las correcciones necesarias en materia de unidades.

No es tan imposible, ¿vieron?

¿Qué precauciones se recomiendan?

Lo primero a tener en cuenta es que la densidad real de los minerales en muestra de mano, es habitualmente distinta de la densidad ideal que leerán en las tablas. de los mismos.

Esa diferencia es debida a la presencia de defectos estructurales en las redes de los cristales reales, o a la presencia de impurezas varias, de modo que una ligera desviación respecto del valor que consulten en los textos, no debe alarmarlos.

Por otra parte, deben tener en cuenta dos cosas: no arrojar el mineral descuidadamente en la probeta, porque pueden perder agua (destilada en lo posible) por salpicadura. Para evitar esto pueden enrasar el agua a cierta distancia por debajo del valor máximo o deslizar la muestra muuuuyyyyy cuidadosamente hacia adentro del líquido.

Y por último, fíjense que la muestra sea más o menos pura, sin otros minerales intrusos entremezclados.

¿Y cómo se calcula la densidad cuando se está en el campo o no se cuenta con otro elemento que las propias manos?

En este caso, no se estará buscando un número correspondiente al valor de la densidad, sino simplemente un grupo al cual asignar el mineral en cuestión, dentro de estas tres posibilidades:

  • ligeros
  • normales
  • pesados

Con un poco de práctica se pueden establecer estas categorías simplemente sopesando los minerales con las manos, y les explico cómo.

El cuerpo tiene su propia memoria (memoria corporal le llamamos), y lo habrán comprobado más de una vez. Por ejemplo, cuando van a levantar un tarro de galletas, el cuerpo recurre a ese banco de memoria, y ejerce la fuerza que está acostumbrado a usar para levantar un cuerpo de ese peso que estima a priori.

Pero si el tarro está vacío, habrán experimentado esa «sorpresa» de la inconsistencia entre la fuerza aplicada y la de verdad requerida. A la inversa también pasa. Si en lugar de galletas, el tarro tuviera pepitas de oro (¡ojalá!, :D), la fuerza les parecería insuficiente en el acto.

Según cuál sea el caso, podrán con las manos, establecer si su muestra es ligera, normal o pesada.

Si la encuentran normal, pueden pensar que la densidad se encuentra en el entorno de 2,5 a 2,9 g/cm³, que es la densidad de la mayoría de los minerales comunes. Si el mineral les pareció ligero, piensen en valores por debajo de eso, y a la inversa, por encima, si les pareció pesado.

Esa determinación será suficiente para recurrir luego a la consulta de las tablas de reconocimiento de minerales.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post fue tomada de este sitio, 

El otro esquemita es mío.

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