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La dinámica fluvial y el ciclo de Davis. Parte 2
El lunes pasado subí la primera parte de este tema, y por ende deberán comenzar por leer ese post antes de internarse en éste. En ese momento respondí a las siguientes preguntas:
¿Cuándo formuló Davis su teoría de ciclos y progresiva peneplanización del paisaje?
¿Qué podemos decir de Davis?
¿Qué expresaba con su teoría de ciclos?
Hasta aquí llegamos con la primera parte de este tema. Ahora completaremos la información, respondiendo a las preguntas restantes:
¿Por qué se cuestionó la teoría de ciclos hasta que llegó a caer en desuso?
Básicamente porque es una simplificación extrema de sistemas que son de por sí muy complejos. Por supuesto el concepto de complejidad fue posterior a las primeras críticas, pero todas apuntan en esa dirección, aunque originalmente hayan sido enunciadas en otros términos.
La forma que adoptaron las críticas por entonces fueron esencialmente los siguientes:
- La superficie terrestre muy raramente, por no decir nunca, permanece estable por un tiempo lo suficientemente prolongado como para que se complete un ciclo desde la juventud hasta la peneplanización. Es casi imposible imaginar la ausencia de tectonismo por mucho tiempo, en un lugar cualquiera del planeta.
- El ciclo según lo plantea Davis centra la mirada en la acción fluvial, siendo los ríos los mejores indicadores de cada etapa. No obstante, abundan las situaciones en las que no coinciden las etapas fluviales con la configuración del paisaje circundante. Puede darse que en un relieve casi plano, aparezca no obstante, un río juvenil. Esto se relaciona con temas como la piratería, el rejuvenecimiento y hasta el infantilismo fluvial, temas todos que se conocen como «complicaciones del ciclo», y de los que vendrán posts en algún momento.
- Por último, se sobrevalora la influencia de los cambios tectónicos, minimizando en cambio la influencia de los cambios climáticos, que no es en absoluto despreciable.
- No hay manera de aceptar que el ciclo respete una secuencia definida. En ningún caso es lógico suponer que un cambio de nivel de base por tectonismo, o un cambio climático sólo puedan ocurrir cuando ya se han completado las tres etapas establecidas en el esquema teórico.
¿Qué utilidad sigue prestando todavía?
Una vez que se reconoció que el valor de la teoría de Davis no residía tanto en su concepto de secuenciación, sino en su valor como herramienta descriptiva de las características de una corriente fluvial en un momento y sitio dados, los términos «juvenil, maduro y senil» lejos de desterrarse pasaron a ser universalmente utilizados para definir rápidamente las propiedades fluviales. Todavía hoy tienen un uso bastante recurrente, aunque algunos autores los hayan demonizado.
Por eso me parece importante poder definir esas características, para que comprendan su empleo y significado actual. La mejor comprensión la alcanzarán si van viendo la figura que ilustra el post, mientras leen las explicaciones. Veamos pues las etapas de un río:
- Juventud. Ya que en la teoría en un principio se aplicó a un relieve que acababa de sufrir el levantamiento tectónico, está todavía poco disecado, la red de tributarios es sólo incipiente, pero los lechos de los ríos tienen pendiente elevada, y la erosión dominante es vertical, generando una profundización de la corriente en el interior de valles estrechos, con típico perfil transversal en V, de ángulo bastante agudo. Los interfluvios son extensos por la escasez de afluentes.
- Madurez. Es la etapa con la topografía más abrupta y recortada, porque es el momento en que la red de afluentes es más evolucionada, y casi todos los interfluvios están a su vez cortados por corrientes menores. La erosión procede sobre todo horizontalmente, con lo que los valles fluviales se han ensanchado notablemente y han perdido la agudeza del vértice de la V del perfil transversal. Las planicies de inundación son extensas, y su ancho coincide aproximadamente con el ancho de los meandros que comienzan a aparecer. Este tema de los meandros y su evolución será tratado extensamente en un futuro post.
- Senectud o senilidad. La erosión ha avanzado tanto que el territorio se ve con escasa pendiente, está próximo al nivel de base y no presenta irregularidades tan marcadas. Ya no domina la erosión sino la sedimentación, por lo que el ancho de la planicie de inundación es el máximo, excediendo al de los meandros. Puede haber paleocauces, por lo cual, la red de tributarios ha vuelto a empobrecerse.
Vale la pena antes de terminar, señalar que las tres etapas, o dos de ellas pueden coexistir en el mismo río en un momento de su evolución. En otras palabras una corriente puede tener un perfil juvenil en el curso alto y uno senil en zonas amesetadas o próximas a la desembocadura en otra corriente mayor, un lago o el mar. O inclusive antes de infiltrarse en zonas de cuencas arreicas.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de esta página.
La dinámica fluvial y el ciclo de Davis. Parte 1
Hoy vamos a recordar un marco teórico bastante interesante, pese a su antigüedad, y lo relacionaremos con la dinámica fluvial que venimos tratando en el blog.
¿Cuándo formuló Davis su teoría de ciclos y progresiva peneplanización del paisaje?
Habiendo nacido en una época en que la ciencia dominante aún se debatía entre concepciones catastrofistas y evolucionistas, bastante excluyentes entre sí por entonces, Davis eligió la senda abierta por figuras como Erasmus, Charles Darwin y Jean-Baptiste Lamarck, y su trabajo generó un modelo evolutivo bastante esquemático, que fue publicando entre 1886 y 1911.
Más allá de las críticas que sobrevendrían y de las que hablaremos más adelante, la historia ha reconocido que su labor llevó tanto a la Geografía como a la Geomorfología a un nuevo nivel, en el que las meras descripciones fisiográficas locales fueron dando paso a interpretaciones regionales y aun globales, que apuntaban a la génesis del paisaje.
La Epistemología reconoce hoy que en ambas disciplinas mencionadas, hay un antes y un después de Davis.
¿Qué podemos decir de Davis?
William Morris Davis, a quien se ha dado en considerar el «padre de la Geografía americana», tanto por sus investigaciones como por sus esfuerzos docentes, nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 12 de febrero de 1850, en una familia cuáquera muy reconocida en la sociedad de entonces. Sus padres eran Edward M. Davis y Mary Mott Davis.
Davis estudió Geología y Geografía en la Escuela Científica Lawrencw, de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachussets) donde a los 19 años obtuvo la licenciatura en Ingeniería y se unió como flamante egresado a la exploración geográfica financiada por Harvard, que debía recorrer el territorio de Colorado con el objetivo de establecer las verdaderas alturas de los picos de las Rocallosas.
Una vez de regreso en Cambridge, un año más tarde, obtuvo el Master en Ingeniería en Minas otorgado por la Escuela Hooper de Minería y Geología Práctica de la Universidad. Con posterioridad pasó tres años nada menos que en el Observatorio Astronómico de Córdoba, Argentina, (digo nada menos, porque es mi amada ciudad de nacimiento y residencia) que había sido recientemente fundado. Allí se desempeñaba como ayudante y realizaba observaciones astronómicas y determinaciones de coordenadas geográficas.
Ingresó finalmente a la docencia universitaria en Harvard en 1876, como instructor en Geografía Física, Recién en 1885 fue designado profesor titular, no sin antes haber tenido que soportar que el Presidente de la Universidad, Charles William Eliot, le aconsejara en 1882 buscar empleo en otra parte. A pesar de tan penoso comienzo, Davis continuó en su cátedra hasta retirarse en 1912. Incluso después de su jubilación fue profesor visitante en varias universidades de Estados Unidos y Europa.
En sus años de docencia, entre 1890 y 1900, formó parte de un comité que impulsó el abordaje de la Geografía como ciencia mucho más que meramente descriptiva, en las escuelas primarias y secundarias. Fue también colaborador de la National Geographic Society, y escribió numerosos artículos para la revista de esa institución.
En 1904 participó en la creación de la Asociación Americana de Geógrafos (AAG), de la que fue el primer presidente, con dos reelecciones en 1905 y 1909.
Recibió en su larga vida numerosos premios otorgados por asociaciones profesionales, y doctorados honoris causa de diversas universidades, en América, Europa y Asia. Le fue también entregado el título de Caballero de la Legión de Honor.
Su producción científica- más allá de la teoría del ciclo que hoy nos convoca y que le valió la fama- incluye cientos de trabajos en temas tan variados como astronomía o zoología, destacándose sus estudios sobre el origen de los arrecifes coralinos, efectos erosivos en desiertos, costas, y cavernas calcáreas. Se recuerda de él que produjo como octogenario más publicaciones que muchos científicos en toda su carrera, y se menciona que en sus numerosas conferencias realizaba dibujos magistrales, que realizaba con ambas manos.
Murió el 5 de febrero de 1934, en Pasadena, California, después de haber sobrevivido a la muerte de sus dos primeras esposas, y haberse casado por tercera vez. Como se ve, el muchacho se daba tiempo para todo.
¿Qué expresaba con su teoría de ciclos?
Como este post ya es bastante extenso, les dare aquí una síntesis muy apretada, porque volveremos luego sobre las partes más jugosas al responder el lunes próximo a las dos preguntas que restan.
Davis imaginó un relieve original relativamente plano, que sufre un brusco levantamiento tectónico que lo expone a la dinámica exógena, quedando sujeto a una erosión prolongada bajo condiciones de estabilidad cortical. Esa erosión procede a través de etapas con características diferentes, a las que denomina juventud, madurez y senectud.
Cuando el tiempo de erosión es suficientemente prolongado, y se han atravesado las tres etapas, se alcanza la morfología de una penillanura con muy pocos relieves residuales, lo que cerraría un ciclo. Si se produce un nuevo levantamiento, se reinicia un nuevo ciclo. Dentro de ese marco, analiza particularmente el desarrollo de los cursos fluviales, de lo cual hablaremos e en la segunda parte de este tema.
Hasta aquí llegamos con la primera parte de este tema. El próximo lunes completaremos la información, respondiendo a las siguientes preguntas:
¿Por qué se cuestionó la teoría de ciclos hasta que llegó a caer en desuso?
¿Qué utilidad sigue prestando todavía?
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de esta página.
Otro lugar para visitar en Argentina: los esteros de Iberá.
Vuelvo al ataque con el listado que ya les presenté de los catorce lugares que uno debería conocer en Argentina. Hoy nos ocuparemos de los bañados y la laguna de Iberá.
¿Dónde quedan los esteros de Iberá y qué rasgos generales pueden mencionarse?
Todo el complejo sistema del Iberá se define como un humedal, que comprende esteros, bañados y la laguna homónima. Se encuentra situado en el centro y nordeste de la provincia de Corrientes, (en su Depresión Central) afectando una posición con eje de rumbo NE-SW, y cuyo centro ostenta coordenadas 28°36’00» de latitud S y 57°49’00» de longitud W. En Argentina ocupa unos 12. 300 km², aunque considerando su continuación en Paraguay, donde se conecta con el sistema de esteros de Ñeembucó, se alcanza una superficie de hasta 45.000.
Forma parte de la Provincia Geológica Mesopotamia e integra la amplia cuenca del Paraná, que es a su vez una parte de la cuenca Chaco-Paranense de extensión continental.
¿Qué es un humedal y qué se entiende por estero?
En una primera aproximación, ambas palabras podrín considerarse casi como equivalentes, ya que en los dos casos se alude a una zona topográficamente plana, impedida de drenar completamente los excesos hídricos, y en donde se generan por ende anegamientos locales que pueden convertirse en verdaderos pantanos.
Los esteros y bañados tienen periodos de dinámica subaérea, es decir que temporalmente, y dependiendo de las condiciones climáticas y meteorológicas, pueden o no estar cubiertos de agua, mientras que los pantanos siempre se encuentran saturados.
Ahora bien, el término humedal tiene una connotación sistémica más amplia, porque incluye no sólo los rasgos de la topografía y la dinámica hídrica, sino también su relación con los seres vivos que habitan el lugar.
En otras palabras, todo humedal incluye esos rasgos topográficos mencionados, pero el término implica que en su análisis se consideran además las comunidades florísticas y faunísticas que lo habitan.
¿Cuál es su marco geográfico y geológico?
Ya hemos mencionado que este humedal forma parte de la cuenca Chaco-Paranense, cuyo basamento se compone de varios núcleos graníticos con edades que alcanzan tan lejos como el Precámbrico y hasta el Paleozoico inferior. Todo ese complejo cristalino presenta antiguas fracturas a lo largo de las cuales han ocurrido diversos desplazamientos, con reactivaciones de fallas que presentan rechazos verticales de algunos cientos de metros y horizontales de varios kilómetros.
Según Chebli y sus coautores, todo el relleno de la cuenca se habría acumulado a lo largo de al menos ocho ciclos sedimentarios, dominantemente silicoclásticos, que habrían comenzado ya en el Pérmico superior. No todos los ciclos aparecen bien representados en la zona que nos ocupa, pero al menos se identifican los numerados como III, VII y VIII.
Ese ciclo III presenta sedimentitas y rocas volcánicas de edad Jurásica Tardía a Cretácico temprana. Las sedimentitas se ven representadas por areniscas silicificadas de origen indicadoras de condiciones de extrema aridez; mientras que las vulcanitas con las que se interestratifican, son coladas basálticas, correspondientes al mayor derrame de lavas básicas en ambiente continental. Esa efusión estaría relacionada con una pluma del manto sincrónica con la fase extensional de fallas directas, dominantes durante la apertura del Atlántico Sur. El peso de estas coladas es al menos en parte responsable de la subsidencia que generó la Depresión Central.
El siguiente ciclo reconocible en la región corresponde al numerado VII en el que se produjo un progresivo relleno fluvial de la cuenca. El ciclo sedimentario VIII comprende facies clásticas y carbonáticas pleistocenas.
¿Cuál se supone que fue el origen de la Laguna y los esteros?
Ya he mencionado más arriba el patrón estructural de fallas antiguas que se reactivaron notablemente durante la orogenia andina, caracterizada por fuerzas compresivas desde el Este, en consonancia con los desplazamientos de las grandes placas convergentes, causantes entre otras cosas de la fracturación del basamento profundo según sistemas de fallas de rumbo dominante NE-SW y NW-SE, con un rechazo mayormente vertical, al que se debe la Depresión central de Corrientes.
Ya en el Plioceno tardío, la concentración dentro de ese territorio deprimido de todos los excesos hídricos provenientes del Norte da el punto de partida de la configuración de la cuenca del actual río Paraná. Como consecuencia de alteraciones tectónicas posteriores, el río Paraná migra de sur a norte hasta su diseño actual, dejando atrás una cubeta de escasa pendiente que daría origen al humedal de Iberá, que se alimenta no sólo por las aguas pluviales, sino también por aportes subterráneos desde la cuenca alta del Paraná.
La heterogeneidad del paisaje actual en el humedal se debe a que convergen en él, procesos debidos a la acción de los agentes endógenos y exógenos ya mencionados.
¿Se puede agregar algo más?
Conviene destacar que este humedal es el segundo en tamaño en el mundo, superado únicamente por el Pantanal, que ocupa espacios en Brasil, Bolivia y Paraguay. Dentro de él, la laguna del Iberá tiene 55 km², y 3 metros de profundidad, con aguas transparentes salvo en los intervalos de excesiva proliferación de plancton.
El sistema de esteros fue declarado Sitio Ramsar (Convenio relativo a los Humedales de Importancia Internacional) en 2002, porque es hábitat de varias especies de flora y fauna vulnerables y amenazadas. Lamentablemente fue recientemente afectado por incendios muy voraces- y para peor casi seguramente intencionales-, pero ya en este momento ha comenzado a visualizarse su progresiva recuperacion.
Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.
Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado del trabajo «Evaluación multicriterio para la zonificación del Servicio Ecosistémico en el Macrosistema Iberá: amortiguación hídrica», de Moira L. Achinelli, Ruth A. Perucca y Héctor D. Ligier, integrantes del Grupo Recursos Naturales EEA INTA Corrientes.
Una foto espectacular
Esta foto la he tomado de imágenes google, que me ha direccionado a este sitio, pero lamentablemente ignoro quién es el autor. Si alguien la reconoce como suya, por favor hágamelo saber para darle el crédito correspondiente.
Yo la subo simplemente para ilustrar la dinámica marina sobre la cual todavía tengo mucho para contarles en futuros posts, y porque es de una espectacular belleza.
Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.
Una cascada en la versión del excelente pintor Fidel Micó
PAISAJE NATURAL CON CASCADA DE AGUAS CRISTALINAS
Fidel Micó, Pintor de Paisajes Cubanos
Esta belleza, que representa muy bien un proceso geológico, fue publicada originalmente en este sitio.
Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.