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Nociones básicas sobre la dinámica de los cursos de agua.

flujos

Los cursos de agua, que ya les expliqué antes cómo se generan, se convierten inmediatamente en agentes erosivos. Por esa razón, los geólogos nos interesamos tanto en ellos, y debemos conocer algo sobre la dinámica que les es característica.

A continuación veremos algunos de los conceptos más básicos, que nos permitirán seguir luego avanzando en el conocimiento de los procesos erosivos.

¿Qué se entiende por flujo?

La palabra flujo tiene muy numerosos significados, según el contexto en el que se la emplea. Así, puede referirse tanto a una corriente migratoria, como a una corriente eléctrica, pasando por numerosos significados médicos. Por eso es importante que definamos aquí el uso y sentido que le daremos.

Para nosotros, el flujo será el movimiento de un fluido.

La palabra flujo deriva del latín fluxus, que significa «masa que se desliza»; y como dije hace un momento, esa masa será un fluido, con lo cual descartaremos los significados sociales y los de la electricidad entre muchos otros. No obstante, para delimitar mejor su significado en nuestra disciplina, aclaremos algo respecto a los fluidos.

Un fluido es una sustancia que puede cambiar permanentemente de forma sin que se generen fuerzas conocidas como «restitutivas», que tiendan a devolver la masa a su forma original. Eso se debe que las partículas que conforman el fluido se mantienen unidas entre sí por fuerzas cohesivas débiles. Son fluidos tanto los líquidos como los gases.

La diferencia entre los líquidos y los gases, es que si bien tanto unos como otros toman la forma del recipiente que los contiene, los líquidos mantienen su volumen y los gases no.

En nuestro campo de análisis, los agentes erosivos incluyen dos tipos de fluidos: el agua en estado líquido, y el viento, que no es más que aire en movimiento.

¿Qué tipos de flujos existen?

Habiendo acordado que el flujo es el movimiento del agua y el aire, podemos definir al menos dos formas dominantes en que esos fluidos se desplazan, además de numerosos rangos intermedios. Las formas de flujo son, tal como les esquematicé en la figura:

  • Flujo laminar: tiene lugar cuando las partículas de agua se desplazan según trayectorias rectas o cuasi rectas, paralelas entre sí, y en buena medida también al cauce. Este último paralelismo es más relativo, por las irregularidades propias de los cauces naturales. Las partículas de agua se mueven, en este tipo de flujo, como si formaran parte de láminas (de allí el nombre) diferenciadas que, al menos en teoría, no se mezclarían nunca.
  • Flujo turbulento: en este caso, el agua se mueve de manera desordenada y errática, con la característica presencia de remolinos, que por derivación se denominan turbulencias. El flujo turbulento varía en un amplio rango, desde lento a rápido, según puede notarse en la diferencia entre un río con o sin rápidos, valga la redundancia.

Hasta aquí, la teoría, pero en los cursos hídricos reales y naturales, debido a los factores que veremos más abajo, prácticamente todos los flujos son turbulentos, salvo en aguas de muy escasa velocidad, y por trechos muy acotados.

Existe un número crítico, adimensional, conocido como número de Reynolds, por encima del cual todos los flujos son turbulentos. Ese número resulta de dividir el producto de la velocidad y la profundidad de la corriente, por la viscosidad cinemática. Para los cálculos en cursos de agua, el número de Reynolds (Re) se ubica alrededor de 2100, pero con las velocidades promedio, y la baja viscosidad del agua, ese umbral se alcanza muy fácilmente.

¿De qué factores dependen los tipos de flujo?

Después de haber leído lo que les expliqué del núºmero Re, es casi obvio lo que voy a mencionar ahora, pero por las dudas se les escape algo, vamos a repetir los factores que definen la forma de fluir tanto del agua como del viento, salvando las diferencias del caso:

  • La velocidad de la corriente es el factor fundamental, y ya veremos de qué depende ésta a su vez, en otro momento, para no hacer tan largo este post.
  • Las características topográficas del cauce por el que fluye el agua, o la superficie sobre la que se desplaza el viento.
  • La viscosidad del fluido involucrado, ya sea el agua en una corriente o el aire si hablamos de viento.

¿Qué es la viscosidad?

En general puede entenderse como la resistencia a deslizarse que presenta un fluido. Surge de las fuerzas de atracción entre las moléculas que lo componen, Cuanto más fuertes son esas acciones atractivas, más difícil es que las moléculas se mezclen unas con otras. Y si no me creen, prueben a «remar en dulce de leche», como suele decirse comúnmente en nuestro país cuando algo es extremadamente difícil.

En fluidos de alta viscosidad, la tendencia a moverse en láminas es alta, mientras que, repito una vez más, en fluidos poco viscosos, como el agua, la turbulencia es la norma, simplemente porque es más fácil la mezcla.

Si quieren una definición más técnica, la viscosidad es la relación entre un esfuerzo de cizalla aplicado, y la velocidad de deformación por cizallamiento resultante.

¿Qué es el caudal de una corriente de agua?

El caudal de un flujo hídrico es la cantidad de agua que atraviesa un determinado punto en una unidad de tiempo, y normalmente se mide en metros cúbicos por segundo. Como también la cantidad de agua que pasa por un lugar depende del tamaño del canal involucrado, el caudal se determina multiplicando el área transversal de la corriente por su velocidad. En efecto, cuanto más crezca el espacio de pasaje y más rápido vaya el fluido, mayor será la cantidad que pasa por segundo, o sea el caudal.

La velocidad se mide en metros por segundo, y la superficie, en metros cuadrados, de modo que multiplicando ambos entre sí, se obtiene la medida en (m3/segundo, tal como se requiere.

¿Qué es la competencia de un flujo?

Este término se refiere a la capacidad de carga de material que tiene una corriente de agua. Es obvio que cuanto mayor capacidad de transporte tenga, más grandes serán los cuerpos que puede arrastrar, por eso la competencia se mide como el tamaño máximo de partícula que una corriente puede transportar en un momento dado.

Debido a que las condiciones que definen la capacidad de carga son muy variables a lo largo del tiempo, por ejemplo si el río está o no crecido, si aumenta o disminuye su velocidad, etc., la competencia es una propiedad también instantánea, y debe referirse a un momento y no a más que eso.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

 

Ei terremoto en México. Septiembre de 2017.

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Una vez más debo apartarme de mi programación habitual, puesto que ha ocurrido un evento sísmico que no puedo menos que tratar de explicar de manera sencilla.

¿Dónde, cuándo y cómo tuvo lugar el terremoto?

El sismo tuvo lugar a las 23h 39 minutos de la hora de México, el día 7 de septiembre de 2017, en las proximidades de la localidad de Chiapas, y debido a su magnitud, se sintió también en todo el resto del país e inclusive en Guatemala.

Se trató de un movimiento de profundidad intermedia (58 km) y magnitud 8,2 de la escala Richter. Su epicentro se ubicó a 109 kilómetros al suroeste de El Palmarcito, y a 228 kilómetros al suroeste de Tuxtla, Se han registrado desde entonces y hasta el momento en que escribo este post, hasta 132 réplicas, nueve de las cuales superaron los 5 grados Richter.

Se ha observado también un aumento en el nivel del mar del orden de un metro, y se considera el sismo de mayor magnitud que se haya registrado en los últimos cien años en México.

El recuento de víctimas humanas estaría ya superando la treintena.

¿Por qué se habla de efectos luminosos?

Se trata de luces que se observaron antes, durante y después del evento, en la baja atmósfera. Ya desde 2001 se tiene una explicación para este fenómeno que se viene describiendo desde hace varios siglos, pero que por la imposibilidad de registrarlo en esa época, fue atribuido a mitos, leyendas, y hasta a sugestión.

Hoy en día se asume que estas luces son causadas por ciertas propiedades eléctricas de las rocas, que se ven afectadas por la tensión mecánica que tiene lugar durante esos movimientos repentinos de las placas tectónicas que se manifiestan como terremotos.

Durante la última década, los especialistas están intentando analizar estadísticamente la ocurrencia de estos fenómenos, pues prometen será una manera más de predecir los movimientos telúricos. Esto es por el momento motivo de investigación, ya que se requiere sistematizar una información a la que se le prestó poca atención hasta no hace mucho. Adicionalmente, otros fenómenos atmosféricos pueden enmascarar su verdadero significado, de modo que es un campo promisorio, pero todavía no se incluye oficialmente entre los métodos de detección precoz de sismos.

¿A qué se debió el sismo?

Según la información preliminar, que seguramente los geólogos de la zona podrán completar un poco más en los próximos días, el sismo de México, occurrió como resultado de un fallamiento normal o directo, de profundidad intermedia.

Podría deberse tanto a un deslizamiento de bajo buzamiento hacia el sudoeste, o bien a un desplazamiento de alto ángulo a lo largo de una falla de rumbo NW-SE.

Cualquiera sea el movimiento dominante, la causa última es la subducción de la placa de Cocos bajo la Noreamericana, que ocurre con velocidad aproximada de 76 mm por año.

No obstante, cabe consignar que debido a las características de ubicación, profundidad y mecanismo de fallamiento normal, este sismo sería más asimilable a un fenómeno de intraplaca que a los de la zona de contacto propiamente dicho, entre placas adyacentes.

¿Por qué es México un territorio tan altamanente sísmico?

Durante el siglo pasado, la región que hoy nos ocupa ha sobrellevado al menos otros siete terremotos de magnitud superior a 7 de Richter, pero no todos se deben a la subducción, ya que en México, a lo largo de su costa oeste, ocurren interacciones de al menos cinco placas de distintos tamaños, pero igualmente inquietas.

Ya con motivo del sismo de 2010, yo les expliqué que ese acontecimiento tenía un origen que no se relacionaba con fenómenos de subducción, sino de otra clase de contacto, en el que las placas se desplazan lateralmente en lo que los geólogos llamamos un límite transformante.

Un ejemplo de este tipo de límite es el famoso sistema de fallas de rumbo de San Andrés.

Así pues, comprendemos por qué este lugar del planeta es uno de los más activos sísmicamente, porque cuando una placa no se mueve bruscamente, otra lo hace.

¿Por qué hay alertas de tsunami?

Porque la placa de Cocos es una placa oceánica, y al estar buscando una nueva posición de equilibrio, puede generar maremotos o tsunamis.

No obstante, debido a la vigilancia permanente del Centro de Alerta de Tsunamis del Pací­fico, y otras instituciones, nada debería ocurrir sin que se tomen las previsiones del caso, y sólo cabe recordar a la población que seguir las indicaciones de las autoridades es su mejor opción.

¿Qué cabe esperar ahora?

Debo repetir una vez más, como en tantos otros posts, que seguramente la zona estará temblando algún tiempo, porque todo el rompecabezas de las placas cercanas debe reajustar su posición, en un nuevo estado de equilibrio.

No obstante, como siempre les digo, una vez que se ha roto el silencio sísmico, la mayor parte de la energía acumulada ya ha sido liberada, de modo que lo que viene debería ser de magnitud siempre decreciente, al menos en teoría.

Las zonas aledañas a las placas que se contactan con la de Cocos, sobre los bordes Pacíficos, seguramente serán las que más deban acomodarse, y tendrán las mayores probabilidades de ocurrencia de otros eventos.

Hay también un efecto posible, del que no he hablado otras veces porque todavía no les había contado algo que les permitiría comprenderlo mejor.

Como ahora ya les he subido el post que necesitan leer para entender lo que sigue, voy a comentarles este posible efecto a largo plazo. Pero vayan a leer este post primero, así nos entendemos mejor.

Si ya leyeron el post que les indiqué arriba, saben que uno de los movimientos planetarios es el Período de Chandler, que se conoce desde el S XlX y que incluye desplazamientos del eje terrestre de no más de 9 metros, en respuesta a los movimientos de grandes masas (como las placas tectónicas) sobre su superficie.

En conclusión, este sismo de gran magnitud podría haber ya provocado algún cambio ligero en la posición del eje, lo cual a largo plazo también podría incidir en algún grado, en el cambio climático que forma parte natural de la historia del planeta.

Un abrazo y hasta el lunes, Graciela

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P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio. Corresponde al Servicio Geológico de Estados Unidos.

¿Cómo se conoce el interior de la Tierra? Introducción.

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http://es.slideshare.net/EDU3364/metodos-de-estudio-del-interior-terrestre

Este post es apenas el primero de una serie en la que iremos avanzando para conocer el interior del planeta, desde su centro mismo hasta la superficie y más allá.

¿Hay maneras directas de conocer el interior del planeta?

Como ven en el cuadro que ilustra el post, al pie del cual he anotado de dónde lo he tomado prestado, hay en efecto tanto métodos directos como indirectos. Yo me voy a permitir agregar algunos métodos más, según verán más abajo, y les hablaré un poco de cada uno de ellos y de los que ya están en el esquema.

  • Sondeos. Son las perforaciones profundas con tecnologías semejantes a las de las explotaciones petrolíferas. De hecho, mucha información se obtiene mientras se trabaja en el área de combustibles fósiles, aun cuando el propósito sea de índole económica. Sin embargo, también han existido y existen perforaciones cuya única finalidad es la investigación científica, y en las cuales se obtiene información acerca del interior terrestre. En la actualidad el pozo más profundo es el de Kola (KSDB) en el marco del SG-3, un proyecto de prospección científica de la ex URSS. Está situado en el Escudo Báltico y su profundidad es de 12.262 m, alcanzada en 1989. En 1992 se detuvieron los trabajos, en parte por la imposibilidad técnica, causada por las temperaturas involucradas que alcanzan los 180ºC (por el gradiente geotérmico); y en parte por la disolución de la URSS. Este proyecto reconoce un antecedente en Estados Unidos, donde se emprendió un proyecto similar en 1957, conocido como proyecto Mohole o Gran Mohol. Éste y otros proyectos más modernos, como el Deep Sea Drilling Project, Ocean Drilling Program, y el Integrated Ocean Drilling Program se abandonaron por razones presupuestarias.
  • Minas. Las explotaciones mineras dan ingreso al interior terrestre, permitiendo su análisis y reconocimiento. No obstante, son aun menos profundas que los sondeos, no superando en general unas pocas centenas de metros. Un ejemplo interesante lo pueden leer en el post cuyo link les dejé más arriba, donde les relato cómo los cambios térmicos con la profundidad comenzaron a conocerse precisamente en las explotaciones mineras.
  • Volcanes. Como les vengo contando en otros posts, durante las erupciones volcánicas, parte del magma, formado a grandes profundidades, llega a liberarse en superficie, trayendo con él información acerca de la composición química de las capas interiores de la Tierra, entre otras cosas.
  • Erosión de cordilleras. Cuando avancemos un poco más en el conocimiento de la génesis de las grandes cadenas montañosas, verán ustedes que en muchos casos sus núcleos fueron alguna vez materiales profundos, que en el transcurso de millones de años luego de su levantamiento se van progresivamente desnudando por la erosión, dejando al camino expedito para los análisis científicos del caso.
  • Inclusiones minerales. Las inclusiones son pequeños fragmentos que aparecen dentro de otras rocas, originalmente ígneas, donde se introducen mientras el magma está aún fundido. En su ascenso, ese magma puede incorporar fragmentos de minerales y/o rocas de lugares muy profundos. Esas inclusiones pueden ser microscópicas o de tamaño discreto, como son los xenolitos, y todos informan acerca de la geología del interior de la Tierra.

¿Qué limitación tienen los métodos directos?

Todas las técnicas y fenómenos mencionados más arriba son someros, si se los compara con el volumen del planeta. Puede decirse que hasta los volcanes se alimentan de cámaras magmáticas que apenas están «en la piel» o muy poco por debajo de ella en la Tierra.

En efecto, la profundidad hasta el centro de la Tierra supera los 6.000 km, mientras que la fusión de los magmas suele ocurrir no más allá de los primeros cientos de kilómetros.

¿Cuáles son los métodos indirectos?

Los principales métodos que de manera comparativa o indirecta entregan información, son aquéllos que no implican el contacto con el interior profundo, sino que aprovechan la mediación de algunas propiedades físicas, cuyas consecuencias pueden registrarse desde la superficie o desde sondeos poco profundos. Son todos o casi todos métodos propios de la disciplina Geofísica.

Los más importantes son:

  • Métodos eléctricos y electromagnéticos. Los distintos materiales (rocas, minerales o fluidos) del subsuelo tienen propiedades eléctricas que pueden medirse y en general se mueven dentro de rangos muy estrechos para cada especie. La resistividad, relacionada con la resistencia que cada sustancia opone al paso de la corriente eléctrica, es la propiedad que se aplica para el reconocimiento del interior de la Tierra. Las corrientes eléctricas pueden ser generadas de manera natural o artificial, pero cualquiera sea el caso, las correspondientes mediciones rinden mucha información, sobre todo señalando cambios profundos. Los métodos que se aplican son ya muy antiguos, y los principales datan de la primera mitad del S XX cuando fueron ideados por Schlumberger y Wenner. Desde entonces, los avances técnicos e instrumentales han permitido el desarrollo de programas computarizados para interpretar los resultados medidos. Los métodos electromagnéticos, por su parte, se usaron originalmente en Suecia, donde hacia 1935, Karl Sundberg los aplicó a la búsqueda de minerales, y de estructuras potencialmente portadoras de hidrocarburos. La principal ventaja de los métodos electromagnéticos es que no requieren contacto directo con el suelo, por lo que pueden usarse desde barcos o aviones, en recorridos mucho más rápidos que los métodos eléctricos. La interpretación es, como compensación, mucho más laboriosa y no rinde resultados cuantitativos, ni más profundos que unas pocas decenas de metros. Son por eso, usados en los primeros reconocimientos de las capas más superficiales.
  • Tomografía sísmica. En este método, se aplican los principios de la sismología, para realizar perfiles continuos a diferentes profundidades, como si se estuviera «rebanando» el planeta en sucesivas capas, lo cual es semejante en muchos aspectos a las tomografías axiales computadas (TAC) que se emplean en medicina y con rayos X, en lugar de ondas.
  • Estudios de densidad terrestre. Desde muy antiguo, y a través de métodos relativamente sencillos, que les explicaré en otro post, se conoce que el valor teórico promedio de la densidad de la Tierra es de 5,52g/cm .Este valor dista mucho del correspondiente al promedio de los materiales superficiales que es del orden de los 2,7 g/cm3. Esta diferencia indica que el planeta no es homogéneo, por un lado, y por el otro, que los materiales superficiales son menos densos que los del interior profundo. A partir de esos conocimientos, y comparando los materiales terrestres con los meteoríticos, Wiechert estableció que, siendo el hierro el material más denso dentro de los elementos comunes del Universo, la Tierra podría poseer un núcleo precisamente de ese metal.
  • Estudios de gravedad. Ya en otros posts les he explicado bastante acerca de la gravedad y su aceleración, y convendría que fueran a repasar esos conceptos allí porque no voy a repetirlos ahora. La heterogeneidad del planeta determina que al medirse la gravedad en diferentes lugares, se obtengan diferentes valores que no siempre coinciden con el calculado teóricamente para todo el planeta. Cuando una medición no coincide con ese número teórico, se dice que existe una anomalía gravimétrica. Una anomalía pueden ser en más o en menos respecto al promedio ideal, y se denominan entonces anomalías positivas o negativas respectivamente. Un seguimiento de esas anomalías permite detectar masas enterradas muy densas o muy livianas. Todo ello va sumando información al cuadro general que entre todos los métodos se va diseñando.
  • Geomagnetismo. La Tierra posee un campo magnético del que hablaremos en profundidad en otro momento, y como el campo gravitacional, es también heterogéneo, siguiendo numerosos cambios locales, entre ellos la composición de las rocas. Eso también permite conocer cambios interiores, pero nunca más allá de unos pocos cientos de kilómetros, porque el magnetismo se pierde cuando se alcanza una temperatura característica para cada sustancia, conocida como temperatura de Curie, o punto de Curie.
  • Comparación con meteoritos. Asumiendo que el Sistema Solar está formado por los mismos elementos químicos, aun cuando se estructuren de otras maneras, cuando se analizan los meteoritos, se tienen indicios de la composición terrestre, hasta cierto punto, al menos.
  • Estudios geotérmicos. Ya les he hablado también del calor interno de la Tierra, y de grados y gradientes geotérmicos, de modo que no volveremos sobre ese punto ahora, sobre todo porque ya los mandé a repasarlo un poco más arriba, y si no lo hicieron, la culpa no es mía :D. Si bien el calor interno tiene un valor promedio universalmente aceptado, es real que cuando se mide la temperatura en diferentes puntos, los valores pueden ser muy diferentes, respondiendo a cambios profundos que veremos más adelante, y que podemos generalizar diciendo que flujos térmicos de valor alto se corresponden con las dorsales oceánicas, los límites activos de placa, adelgazamientos corticales, y materiales más jóvenes. Por lógica, los valores bajos de flujos térmicos, son propios de las fosas oceánicas, límites de placa inactivos, espesamientos corticales y materiales más antiguos. Pero no se asusten que de esto hablaremos in extenso a lo largo de otros encuentros.
  • Sismología. De esto también les he ido explicando bastante a lo largo de muchos posts, que deberían ir a revisar. Y sobre la aplicación de este conocimiento a la investigación de la composición y estructura interna de la Tierra, ya hablaremos mucho más, en otros posts, porque vale la pena.

¿Cuál es el método que en definitiva rinde más información hasta el centro mismo de la Tierra?

El método indirecto que mejores resultados da, es el análisis de la propagación de ondas sísmicas de terremotos de origen natural (es decir no de explosiones, derrumbes, etc) puesto que sólo la naturaleza misma puede liberar tanta energía como para atravesar el planeta entero. Esa energía se propaga en forma de ondas que en algún momento y lugar regresan a la superficie, trayendo de paso valiosísima información.

¿En qué conocimientos básicos se fundamenta ese método?

Los puntos a tener en cuenta en los análisis que más adelante veremos en detalle son:

  • Las ondas sísmicas profundas o internas sufren desviaciones en sus trayectorias, y/o cambios de velocidad, que se deben a diferencias en la composición, estructura o estado de los materiales que atraviesan. Cada cambio muy marcado en las trayectorias define una zona que se conoce como discontinuidad.
  • Las discontinuidades muestran la estructura interna de la Tierra, con sus cambios en profundidad.
  • Sólo las ondas longitudinales o p atraviesan todos los estados de la materia. Las ondas secundarias o transversales, denominadas s, únicamente se propagan en medios sólidos. esto no significa que su energía se pierda, sino que comienzan desplazándose como ondas s, pero en los medios fluidos o viscosos comienzan a vibrar como ondas l, y así son detectadas nuevamente en superficie.

En futuros posts haré una descripción más detallada y paso a paso, de cómo se conoció al fin lo que hoy sabemos.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

¿Es lo mismo erosividad que erodibilidad o que erosionabilidad?

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Estas tres palabras se utilizan muchas veces de manera equivocada, cosa que hasta algunos colegas hacen, por lo cual me parece importante hacer las aclaraciones del caso.

La razón por la cual suelen confundirse los términos es que está¡n estrechamente relacionados, puesto que la erosionabilidad es resultante de la combinación e interacción de la erosividad y la erodibilidad. Pero vayamos por partes.

Y no estaría de más que como introducción, recordaran también los posts en los que les he ido presentando algunos conceptos relativos a la erosión.

¿Qué es la erosividad?

La erosividad es la capacidad potencial del agente en estudio (sea el agua en cualquiera de sus formas, el viento o los seres vivos) para provocar erosión. Fundamentalmente la erosividad depende de las características físicas del agente involucrado, (tipo de agente, densidad, viscosidad, duración de su actividad, etc) y de todos los factores que condicionan su movimiento, tales como velocidad y duración del flujo, sea de agua, aire, hielo, etc.

En definitiva, la erosividad está referida a la capacidad para erosionar que exhibe cada agente actuante, ya sea por impacto si se tratara de lluvia; por arrastre en el caso del viento y cursos de agua o hielo; o por acciones biológicas.

¿Qué es la erodibilidad?

La erodibilidad, en cambio no se refiere al agente activo sino a los materiales que pasivamente están sometidos a la acción erosiva.

Se refiere a la susceptibilidad del terreno a la erosión, es decir que de alguna manera es la función inversa de la resistencia de los materiales. Los factores que afectan la erodibilidad se reúnen básicamente en tres grupos:

  • condiciones resultantes de las características físicas y químicas de los sedimentos, rocas y suelos involucrados,
  • condiciones relativas al grado de exposición, tales como la cobertura vegetal, la orientación topográfica, la posición en el relieve, etc., y
  • condiciones generadas por la intervención humana y de otros agentes vivos.

Es obvio que todos estos factores se interrelacionan generando una trama muy compleja que define una erodibilidad altamente variable, aun dentro de espacios relativamente reducidos, lo que se manifiesta muchas veces en paisajes diferencialmente esculpidos por la erosión.

¿Qué es la erosionabilidad?

La erosionabilidad es la resultante de las dos características antes definidas. En resumen, un área tendrá una erosionabilidad dada, en función de cuán erosivo sea cada uno de los agentes actuantes y cuánta sea la erodibilidad de los materiales sobre los cuales éstos impacten.

Como hay variabilidad en todos los aspectos mencionados, puede ocurrir que un material sea altamente erodible por agua, pero no por viento; que un espacio físico sea altamente erodible, pero los agentes actuantes no sean de alta erosividad, con lo cual la erosionabilidad es baja; y todas las restantes combinaciones posibles.

Como conclusión, es importante analizar cada situación como lo que es: un sistema complejo, y por lo tanto un caso único, cuyos resultados no pueden extrapolarse alegremente a otras situaciones.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La foto que ilustra el post es de canyonland en USA.

Nociones básicas sobre erosión hídrica.

18032011159Antes de adentrarse en el tema de hoy, deberían repasar algunos conceptos previos, de los que ya les he hablado. Y luego, recuerden que la erosión y la meteorización están íntimamente relacionadas y generalmente ocurren de manera simultánea o al menos complementaria.

Ahora comencemos con la erosión hídrica en particular.

¿Qué es la erosión hídrica?

Ya hemos definido la erosión s.s. como un desgaste de los materiales y los paisajes, resultante de la acción de diversos agentes de transporte. Cuando el agente en cuestión es el agua, en su estado líquido, se habla de erosión hídrica.

La palabra «hídrico» procede de la raíz griega «hydor», que significa agua, y el sufijo «ico» que indica «relativo a». Es decir que hídrico es «relativo al agua».

¿Qué se requiere para que ocurra la erosión hídrica?

Es necesario que el agua tenga alguna forma de movimiento para producir erosión mecánica. Pero aun estando estancada puede generar meteorización (tema ya tratado) y erosión química. En cualquier caso, ya sea como partículas o como solutos, los materiales arrancados de cuerpos mayores deben sufrir algún grado de transporte para que se hable de erosión l.s.

Por estas razones, es vital que existan o bien láminas extensas, o bien cursos definidos linealmente, de agua en movimiento.

En el primer caso, se tratará de erosión hídrica laminar, (también llamada erosión en manto o mantiforme) y en el segundo, de erosión hídrica lineal.

¿Cuándo y cómo se produce la erosión hídrica laminar?

Lo primero que deben recordar es que del total del agua precipitada en un sitio dado, sólo una parte queda disponible para el escurrimiento superficial, y es esa parte la que se convierte en agente erosivo en superficie. Cuánta es esa agua que va a escurrir, depende de numerosos factores de los que ya hemos hablado antes, y de la cual ya les dije que se reconoce como «precipitación efectiva».

Esa precipitación efectiva, forma inicialmente una película que al principio permanece sobre el terreno, pero una vez que alcanza una altura crítica en que logra vencer la resistencia opuesta por la rugosidad del suelo, comienza a correr, en primera instancia como lo que se denomina aguas salvajes, flujo laminar o no encauzado.

Estos términos describen todos, una película de un espesor del orden de los milímetros, que discurre a favor de la pendiente, y que a su paso genera la erosión hídrica laminar, no restringida a espacios definidos del paisaje.

Los mecanismos específicos de desgaste son los mismos que los que ocurren en los cursos, y de ellos hablaremos en otros posts, pero en cuanto a los resultados, son difíciles de visualizar, porque en general no se manifiestan sino como un simple adelgazamiento del terreno superficial. A la larga, sin embargo, los efectos son muy importantes, precisamente porque afectan todo el espacio.

¿Cuándo y cómo comienzan a formarse los cursos de agua?

A partir del flujo laminar, y a lo largo de su descenso por gravedad, el agua va enfrentando mínimos cambios locales.

Por ejemplo, algunas fracciones del agua pueden encontrar espacios más frágiles del terreno; o bien ante mínimos aumentos en las micropendientes que van atravesando, pueden aumentar la velocidad, y con ella su potencial de arranque de partículas.

Esto determina que las aguas que discurrían como un manto prácticamente continuo, comiencen a generar recorridos preferentes, dividiéndose en múltiples regueros que se entrecruzan entre sí. En esta situación transicional, se habla de la arroyada difusa.

Más tarde, cuando los hilillos cobran mayor volumen, las capas externas del terreno son erosionadas generando surcos, a lo largo de los cuales, el agua ya discurre con agresividad suficiente como para arrancar vegetación superficial, transportar sedimentos finos en suspensión, y finalmente dar nacimiento a los verdaderos cursos de agua.

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Figura 2. Torrente

¿Qué tipos de cursos de agua existen?

En realidad, como muchas veces he señalado, existen numerosos criterios posibles, toda vez que se intenta una clasificación. En este momento estoy seleccionando un criterio temporal, es decir de acuerdo con la duración del flujo, pero en otros posts presentaré también otras posibles divisiones.

Así pues, según su duración, los cursos hídricos pueden separarse en: temporarios, permanentes y semipermanentes.

Las corrientes o cursos temporarios se forman inmediatamente luego de las precipitaciones y duran un tiempo muy limitado, que va desde unas pocas horas a unos pocos días, según cuál haya sido el balance resultante entre la precipitación, y las subsecuentes evaporación e infiltración.

Las corrientes o cursos permanentes son los que a la larga constituyen los arroyos y ríos, y son los responsables de la erosión fluvial.

Para que se formen, se requieren dos cosas: un suministro suficiente y continuado de agua precipitada- que eventualmente puede complementarse con aguas subterráneas aflorantes– y una pendiente por la que pueda fluir. En caso de faltar esta última, se forman reservorios locales como lagos, lagunas, y eventualmente pantanos o esteros, de los que ya hablaremos en otros posts.

Es interesante señalar que fue Pierre Perrault, (el hermano mayor del famoso cuentista Charles Perrault) quien en su libro «El origen de las fuentes», aparecido en 1674, por primera vez estableció, a partir de un estudio cuantitativo en la cuenca del Sena, que el agua de los ríos era de origen pluvial.

Efectivamente, pudo demostrar que la suma de las precipitaciones líquidas y sólidas en la cuenca, alcanzaba para originar todos los ríos que la componen. Esto fue novedoso y opuesto a la teoría aristotélica, según la cual, los ríos se formaban por la condensación del agua subterránea, que luego encontraba salida al exterior.

Entre las dos situaciones mencionadas, corrientes temporarias y corriente permanentes, existe una categoría intermedia, en la que las corrientes se denominan semipermanentes, lo cual indica que pueden permanecer fluyendo estacionalmente; y en ciclos húmedos, pueden conservar el agua, de un año al otro. Son sin embargo fluctuantes en esa permanencia, ya que pueden durar secos por años, o a la inversa, con caudal por varias estaciones, inclusive las secas.

Cuando estas corrientes semipermantes ocurren en zonas montañosas, pero próximas al piedemonte, se forma un elemento particular del paisaje, conocido como torrente.

¿Qué es, cómo es y cómo se forma un torrente?

Se denomina torrente a una corriente natural de agua de las zonas montañosas y con fuertes pendientes, que tiene suministro de agua irregular, y que si bien alcanza gran capacidad de erosión, tiende a fluir por los materiales comparativamente más débiles.

De esta forma de corriente se deriva el nombre torrencial, con el que se designa tanto a precipitaciones intensas; como al régimen propio de los torrentes, y que se hace extensivo a algunos ríos permanentes. El régimen torrencial implica un comportamiento muy irregular, estando casi seco durante gran parte del tiempo y estallando ocasionalmente en crecidas violentas y destructivas. Es muy común en los ríos de las regiones áridas, semiáridas y desérticas.

Las partes en que se divide un torrente son:

  • Cuenca de recepción, en la que domina la erosión s.s. y en la que se recogen todas las aguas precipitadas en cada ocasión. Tiene una forma de embudo o cono invertido, con su base comprendiendo toda la cuenca de la parte superior de la ladera.
  • Canal de desagüe, en el que domina el transporte de los materiales erosionados en toda la cuenca. Allí el curso se vuelve más angosto y profundo y en él la erosión más importante es en dirección vertical. Cuando no interviene otro agente además del agua, el valle formado tiene la típica forma en «V».
  • Cono de deyección o abanico aluvial, donde es predominante la sedimentación de los materiales transportados por el agua durante las crecidas. El depósito se produce por pérdida de velocidad del agua al llegar a zonas planas o con menos pendiente; o bien cuando falta el agua que actúa como agente de transporte principal.

Es interesante señalar que la estructura completa afecta la forma de dos conos unidos por el vórtice, y es un verdadero laboratorio para el estudio de las dinámica fluvial, ya que en muy corto espacio se puede observar lo que en un río permanente por lo general ocurre a lo largo de cientos de km.

En la figura 1 pueden observarse las tres partes de un torrente.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La foto que ilustra el post es del Arroyo Tigre en la Provincia de Buenos Aires y me pertenece; en cambio, el esquema de la figura 1 es de este sitio.

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