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¿De dónde toman sus nombres los minerales?

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Seguramente les habrá llamado la atención lo extraño de algunos de los nombres científicos de los minerales, pero todos tienen una razón de ser. Hoy veremos qué razones son ésas, pero aclaremos antes que existe un organismo que regula la asignación de los nombres, que no es por lo tanto injustificada ni caprichosa. El ente regulador es la Comisión de Nuevos Minerales y Nombres de Minerales, creada en el seno de la I.M.A. (Asociación Internacional de Mineralogía) en 1959.

¿Cuáles son los orígenes más comunes de los nombres de los minerales?

Alguna vez se intentó dividir los nombres de los minerales como «racionales», que incluían los que responden a propiedades varias y a la composición química; o «irracionales», cuando se seleccionaban los nombres por las localidades donde se los describió por primera vez, o como homenajes a personajes destacados.

Cumplo al contarles que hay quienes adhieren a tal divisió³n, pero yo no le encuentro sentido, porque no me parece en absoluto irracional que exista un mineral denominado smithsonita, como homenaje a James Smithson (1765-1829), químico y mineralogista inglés con cuya herencia se fundó la Smithsonian Institution en 1846.

Hecha esa salvedad, he aquí las diversas fuentes que podemos reconocer para el origen de los nombres de los minerales:

  • La gran mayoría de los minerales reciben denominaciones que se relacionan con su composición química, como es el caso para la calcita (carbonato de calcio), la cuprita (óxido de cobre), la molibdenita (sulfuro de molibdeno), magnesita por su contenido en magnesio, vanadinita por su vanadio, la cromita que contiene cromo, entre cientos de otros ejemplos posibles.
  • Es también común que el nombre de un mineral le sea asignado como reflejo de algunas propiedades fácilmente reconocibles. Ejemplo típico de estos casos es la ortoclasa, cuyo nombre reúne dos vocablos griegos: orthós= recto, y klastés, que a través de su derivación clasta= el que rompe, llega a su forma final «clasa». A lo que se alude con esta denominación es al clivaje característico. La tetraedrita se llama así, porque cristaliza en el sistema tetraédrico.
  • Es también corriente que se usen las designaciones de los lugares en que fueron encontrados los primeros ejemplares descritos. Ejemplos: la caolinita, cuyo nombre deriva de Kao Ling, una montaña rica en ese tipo de arcillas; o la turingita, cuyos depósitos históricamente importantes se describieron en Turingen.
  • También se los nombra en homenaje a científicos destacados, como la gaylussita, que obviamente se dedicó a Gay- Loussac, o la proustita, mineral de plata que homenajea a Proust.
  • En otros casos, el nombre se debe a la característica más rápidamente identificable de las propiedades: el color. Obviamente sólo se aplica en minerales idiocromáticos. Son ejemplos la azurita y la limonita (por su color amarillo limón).
  • Hay minerales denominados, no para recordar a científicos, sino a coleccionistas, que reunieron especímenes que significaron un importante legado a la posteridad. Un ejemplo es la morganita, bautizada así por John Pierpont Morgan (1837-1913), banquero y filántropo americano que coleccionaba gemas.
  • También existen minerales cuyos nombres se relacionan con personajes mitológicos, ejemplos de lo cual son: aegirina, por Aegir, dios escandinavo del mar; mercurio por el dios romano del comercio, hijo de Júpiter y Maia Maiestas; o tautalia que alude a Tautalus, rey de la mitología griega.
  • Finalmente, hay minerales que incluyen nombres de personas, a las que le fueron dedicados, por simples razones afectivas, sin que se requiera que se trate de personas destacadas o no. El privilegio de elegir el nombre se reserva a su descubridor, de allí que aparezcan nombres como Silvina para el cloruro de potasio, sin que se sepa a quién hace referencia.

¿Existen también nombres no científicos?

Sí, desde luego, pero no tienen otro valor que el del uso corriente, y sólo lo emplean los artesanos, el público común y los comerciantes. Casi siempre son incorrectos, cuando no son casi, casi, intentos de estafas, o por lo menos maneras de embaucar incautos sin incursión real en delito.

En efecto, casi siempre que al nombre de una gema se le agrega el término «oriental», se trata de un cuento chino (será por eso lo de oriental). Si se dice «esmeralda oriental» puede tratarse de cualquier sucedáneo que se le parezca, desde una dioptasa a un epidoto, más o menos translúcido. Pero si se vende no como esmeralda a secas sino como «esmeralda oriental», la responsabilidad es de quien la compra, no de quien la vende, ya que se supone que esa denominación es una advertencia. El problema es que nunca se aclara eso, y si el cliente no lo sabe, cae como un chorlito (que de paso, es también el diminutivo del nombre de una variedad de turmalina, la chorlita o chorlo).

Otros nombres comerciales son: el mármol ónix, con que se suele designar a la aragonita, que ni es mármol, ni es ónice.

Recordemos que en el comercio se denomina mármol a toda roca susceptible de ser pulida para usos ornamentales, aunque científicamente sólo las calizas metamorfizadas son verdaderos mármoles.

Y el término ónice se refiere a una variedad de ágata, pero el uso de la expresión mármol ónix, para referirse a la aragonita se debe a que muchas aragonitas presentan un aspecto bandeado como las ágatas.

La esteatita, una variedad de talco, se suele denominar piedra sapo, jaboncillo de sastre o piedra ollar, todos nombres vulgares no aceptables en la ciencia mineralógica.

Y por último se suele hablar de «oro de los tontos» para aludir a la pirita, sulfuro de hierro que al ojo inexperto presenta notable parecido con el oro noble.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de uno de los viajes del Pulpo y específicamente corresponde al museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles. Ésta y otras fotos se encuentran en el Flickr de Dayana.

La turmalina y sus propiedades.

Imagen1turmalinaHoy vamos a conversar sobre una gema no demasiado cara, pese a su belleza y sus interesantes características: la turmalina.

¿Qué es la turmalina?

No se trata en realidad de un solo mineral en un sentido estricto, sino de lo que se llama el «grupo de la turmalina», ya que incluye ejemplares que se distinguen no sólo por su color, sino por algunos elementos en su composición química. No obstante, muchos autores hablan de esta gema como de un único mineral, con variedades que adquieren distintos nombres en función de su color.

Hay dos posibles orígenes para el nombre turmalina. Una opinión asume que procede de la palabra cingalesa «touramalli», que significa, «colores variados», y otra opinión le atribuye el origen a otro término cingalés, «turamali», que significa «imán de cenizas», que hace referencia a una característica que explicito más abajo.

Las turmalinas pertenecen al grupo de los silicatos, en general dentro de los ciclosilicatos, y se las encuentra habitualmente como minerales accesorios en rocas ígneas y eventualmente también en metamórficas. Cristalizan en el sistema trigonal.
Presentan una fórmula general XY3Z6(T6O18)(BO3)3V3W. En esta fórmula, X, Y, Z, T, B, V y W, no corresponden a elementos químicos, sino a compuestos, a veces intercambiables, o con enlaces libres que pueden unir otros iones.
Esto hace que la fórmula llame a confusión, ya que hay también elementos químicos que responden a esas letras, como por ejemplo sucede con el Wolframio (W) o el Iodo (Y). Por esa razón me tomo la libertad de usar minúsculas para reescribir la fórmula, de modo que quede claro cuáles son los elementos, y cuáles letras son indicativas de otras combincaiones que explico más abajo.
Vuelvo a escribir la fórmula, de esta manera «disidente», para no confundir a quienes no están acostumbrados a esta nomenclatura, donde una letra mayúscula está designando algo distinto a un elemento.
Quedaría pues así:
xy3z6 (t6O18)(bO3)3v3 w.
Como podrán observar, el único elemento químico es el oxígeno, que he conservado con mayúsculas, las demás letras significan lo siguiente:
  • x = Ca2+, Na+, K+, O  libre.
  • y = Li+, Mg2+, Fe2+, Mn2+, Zn2+, Al3+, Cr3+, V3+, Fe3+, Ti4+, O libre;
  • z = Mg2+, Al3+, Fe3+, Cr3+, V3+
  • t = Si4+, Al3+, B3+
  • b = B3+, O libre
  • v = OH-, O2-
  • w = OH, F, O2-.

¿Qué características tiene la turmalina?

Las dos cualidades más notables son la enorme variedad de colores, y el hecho de que el mismo cristal puede presentar varias tonalidades a lo largo de sus ejes cristalográficos principales. Otras propiedades poco comunes que exhibe son la piro y la piezoelectricidad, que le valieron el nombre «imán de cenizas» del que ya hablamos.

Su densidad varía entre 3,02 y 3,07 g/cm3 y su dureza va de 7 a 7,5 en la escala de Mohs. Tiene brillo vítreo, fractura concoidal, carece de clivaje, es frágil, y su raya no puede menos que ser blanca, porque es alocromática. Puede o no presentar diafanidad según las variedades.

La turmalina es estable a lo largo de un amplio rango de presión y temperatura, lo que la hace bastante resistente a la meteorización tanto física como química.

Estas propiedades le confieren utilidad en la fabricación de aparatos para la medición de presión, pero sigue siendo muy utilizada en joyería, sobre todo cuando los ejemplares son transparentes o translúcidos. También los ejemplares opacos se aprovechan para la ornamentación, pero normalmente se tallan y pulen en cabujón.

¿Qué minerales forman el grupo de la turmalina?

Como señalé ya antes, la turmalina incluye todo un grupo de minerales, según algunos autores: o bien, siendo uno solo, según otros, tiene muchas variedades, basadas en su composición, la cual se refleja en el color.

Así, la acroíta es incolora, como el nombre lo indica; el chorlo, que es el más abundante, es negro; la turmalina marrón o amarilla se llama dravita; la elbaíta tiene variedades o subvariedades (según como se considere a la turmalina) en tonos rojos (rubelita), azules (indigolita), rosas y verdes (verdelita). Esta última, cuando presenta un color verde muy intenso, parecido al de la esmeralda es la más valiosa.

¿Cuál es el origen de la turmalina?

Los minerales del grupo de la turmalina pueden deber su cristalización a distintos procesos geológicos, tales como el reemplazo metasomático de silicatos preexistentes, tales como biotitas y feldespatos; alteración metamórfica por ingreso de fluidos hidrotermales, o como resultado de la etapa neumatolítica de magmas graníticos con abundancia de boro.

¿Dónde hay yacimientos en el mundo?

La turmalina se encuentra en numerosos emplazamientos, entre los que se pueden mencionar yacimientos de Noruega, Finlandia, Australia, Estados Unidos, Brasil, Madagascar, y Bolivia.

¿Hay yacimientos de turmalina en Argentina?

El chorlo, o chorlita, como también se lo llama, aparece diseminado en forma de cristales perfectos y de buen tamaño en las pegmatitas presentes en las Sierras Pampeanas de Córdoba y San Luis.

En cuanto a las variedades coloreadas, están presentes en la mina «San Elías» del Departamente Chacabuco, en San Luis, donde hay elbaíta; y en el yacimiento de Papachacra en la provincia de Catamarca, donde se las encuentra asociadas a topacio, microclino y cuarzo ahumado. Allí se presentan con hábito prismático o acicular.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

¿Qué es el lapizlázuli?

Imagen1lapizl+azuliHoy vamos a dar un poco de claridad al concepto de lapizlázuli que tanta gente toma por un mineral, sin que lo sea en un sentido estricto.

¿Qué es el lapizlázuli?

En primer lugar, digamos que es una gema, y eso, como expliqué hace ya mucho, no significa que sea un mineral.

En efecto, el lapizlázuli no es un mineral, sino una roca que contiene siempre lazurita (mineral idiocromático, de color azul), pero que también puede contener uno o más de los siguientes minerales: sodalita, haüynita y noseana (generalmente ostentando también un color azul), además de calcita, pirita, wollastonita, diópsido y escapolita. Todos estos minerales ya están indicando que el origen de la roca que los contiene es metamórfico, y por ende es en sectores de rocas de ese origen que debemos buscar sus depósitos, pero ya volveremos sobre este punto.

El lapizlázuli es una de las gemas no transparentes más valiosas, por la belleza de su color intenso, a veces veteado y hasta con brillos metálicos dorados cuando es muy rica en pirita.

¿Qué características tiene el lapizlázuli?

Como se trata de una roca que puede contener una diversidad de minerales, no puede darse para ella una composición química determinada, pero sí debemos saber la fórmula de la lazurita (no confundir con azurita, que es otro mineral azul), que siempre está presente en la gema.

La lazurita es un silicato de composición Na3Ca(Si3Al3)O12S, idiocromático azul, como ya dije, no transparente y de raya obviamente azul.  Cristaliza en el sistema cúbico, pero su hábito es granular masivo, y tiene dureza: 5 a 5,5 en la escala de Mohs.

En cuanto a la gema misma, es decir la roca que continene a la lazurita, conserva la dureza de este mineral y tiene una densidad del mismo orden que él, rondando los 2,75 a 2,90 g/cm3.

¿Qué usos tiene el lapizlázuli?

Hoy, por su gran belleza, es una gema usada en joyería y en esculturas y otros ornamentos. Pero en otros tiempos tuvo alguna significación religiosa, como en el antiguo Egipto, donde se la consideraba símbolo de pureza, poder y salud, llegándose a extremos como ingerirla en forma de polvo por sus supuestos efectos curativos.

El polvo de su mineral constituyente, la lazurita, se usó en la Edad Media para producir el pigmento azul ultramar para pinturas y telas.

¿Dónde hay yacimientos en el mundo?

Los principales yacimientos, explotados desde la antigüedad y todavía en producción, son los del Hindukush en  Afganistán. Existen también depósitos en Alemania, Angola, Canadá, norte de Chile (país del que es la piedra nacional), Estados Unidos, Birmania y Rusia.

¿Hay yacimientos en Argentina?

El único depósito conocido en Argentina no está en producción aunque sí denunciado, y se encuentra- y no por casualidad- en la Cordillera principal, limitando con Chile. Se encuentra a una altura de 3.000 msnm, en la Provincia de San Juan, Departamento Calingasta. Su referencia es el Hito Portezuelo de Calderón que se halla a 500 metros más al sur.

Obviamente, el origen de este enriquecimiento mineral es el mismo que el de los yacimientos chilenos, de los cuales es la continuidad en nuestro territorio.

Se trata de un cuerpo de calizas que han sido metamorfizadas por la intrusión de un cuerpo monzogranítico, y afectadas también por la posterior inyección de líquidos hidrotermales ricos en azufre.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

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Talleres para adultos y niños en el Museo Geominero de España

Estos talleres están destinados a público general, incluyendo niños a partir de 6 años para facilitar la comprensión de las actividades. Consisten en el reconocimiento de fósiles, minerales o rocas a partir de características fácilmente observables en muestras de mano.

Cada taller consta de una parte teórica, en la que un monitor explicará los rasgos distintivos de las piezas en cuestión, y una parte práctica en la que los asistentes deberán identificar con la ayuda de una clave los elementos objeto del taller (fósiles, minerales o rocas). La duración estimada de cada taller es de unos 45 minutos y el aforo de cada grupo será de unas 18 – 20 personas.

Fechas: 

Primeros domingos de mes

Precio:

Gratuitos

Información e inscripción:

Teléfono 913 495 959

De lunes a viernes de 9.00 a 14.00 h

Más información

Reconocimiento mineral: el magnetismo.

Imagen1propiedades escalaresLa última de las propiedades que nos falta conocer para poder comenzar a determinar los minerales sin recurrir a maniobras ni instrumentos complejos, es el magnetismo. Como ya señalé antes, es una de las propiedades que dependen de la existencia de un campo, específicamente el magnético.

El tema del magnetismo es extenso y apasionante, además de que tiene muchísimas aplicaciones en la investigación geológica y geofísica, de modo que será tratado desde otras ópticas en numerosos encuentros más adelante.

Por hoy, sólo voy a centrarme en unas pocas consideraciones necesarias para la determinación mineral. Luego, en otros posts, cuando hablemos del campo magnético terrestre, nuestro conocimiento al respecto se hará mucho más amplio. Pero tengan paciencia. Hoy apenas les sirvo el aperitivo necesario para que puedan digerir la manera en que las características magnéticas se usan en el diagnóstico mineral.

¿Qué se entiende por magnetismo?

En una primera aproximación puede decirse que el magnetismo es la propiedad por la cual determinados minerales pueden atraer el hierro y algunos de sus compuestos y derivados. En general, se trata de minerales que contienen hierro, níquel o cobalto, algunos de los cuales se conocen como «imanes naturales».

A diferencia de los imanes artificiales, no requieren de ninguna maniobra ni inducción para actuar como tales, y por eso mismo son de carácter permanente.

¿Por qué algunos minerales pueden actuar como verdaderos imanes?

Históricamente, el primer imán natural que se conoció fue la magnetita, precisamente porque sus efectos son muy intensos. El nombre procede de la región de Magnesia de Tesalia (porción de Grecia, en una gran bahía del Mar Egeo, denominada Golfo Pagasético) donde es un material abundante y donde se describieron sus sorprendentes propiedades.

El concepto de atracción magnética se confundió alguna vez con el de la atracción gravitacional, llegándose a pensar que el magnetismo profundo generaba la fuerza de la gravedad. Pero eso ya lo hemos conversado en otro post.

La comprensión acerca del origen de esta fuerza atractiva comenzó durante la primera parte del S. XIX, cuando el físisco danés Hans Christian Oersted (1777-1851) la relacionó por primera vez con la electricidad.

Este investigador observó que un conductor por el cual circula una corriente eléctrica, genera una atracción sobre cualquier imán que se encuentre en las proximidades. Probablemente fue un hallazgo casual, ya que tal vez era un despelot desordenado que dejaba sus imanes en cualquier parte… 😀

Cualquiera haya sido la circunstancia de ese descubrimiento, posteriores estudios le permitieron comprobar que esa reacción era consistente y se repetía siempre, inexorablemente; pero que existía también la posibilidad de que algunos materiales en lugar de ser atraídos fueran repelidos.

Eso permitió comprender lo que hoy es una verdad básica de la física: todo fenómeno de atracción o repulsión magnética, no es otra cosa que una acción ejercida a distancia por una carga eléctrica en movimiento sobre otra carga eléctrica que también se mueve.

Y ahora llegamos a los minerales, que como ya saben, están compuestos por átomos, y en ellos, los electrones, ¿qué son sino cargas elécticas en movimiento?

Entonces, en teoría, todos los minerales podrían actuar como imanes… mas no… y ¿por qué no? porque en la mayoría de los casos las orientaciones (no confundir con las distribuciones, que generan la red cristalina) de los átomos es aleatoria, con lo que los efectos de sus electrones se anulan entre sí.

Sólo en los materiales magnéticos, los átomos poseen una orientación tal que las acciones magnéticas de sus electrones se suman entre sí, dando por resultado una manifestación detectable de magnetismo.

¿Cómo se clasifican los minerales según su reacción a los campos magnéticos?

De una manera sencilla, expeditiva, y a los fines de la diagnosis mineral se habla de minerales ferromagnéticos, paramagnéticos y diamagnéticos.

¿Qué es un mineral ferromagnético?

Es aquél que resulta fuertemente atraído por el campo magnético del lugar. Si se encuentra en partículas libres, de tamaño y densidad suficientemente pequeñas como para poder movilizarse, ellas tienden a dirigirse hacia las zonas donde el campo es más intenso, es decir donde se concentran las líneas de fuerza (cosa de la que hablaremos en otro post más adelante).
Ejemplo típico es el óxido de hierro denominado magnetita, de la que ya hemos hablado, y cuya composición es Fe3O4. Una de sus variedades, la calamita, fue en tiempos antiguos utilizada como un antecedente de la brújula, ya que se la suspendía de un hilo y girando libremente señalaba la línea de los polos norte y sur magnéticos.

También el sulfuro de hierro, conocido como pirrotina de composición Fe1.nS, puede ser ferromagnético segén su contenido en hierro.

¿Cuándo un mineral es paramagnético?

Cuando sólo es atraído ligeramente por un imán, y no muestra tendencias «migratorias» como las que señalé para los ferromagnéticos.

Son ejemplos los minerales de hierro o que contienen níquel o cobalto en cantidades discretas, con excepción de los mencionados arriba como ferromagnéticos.

¿Cuándo un mineral es diamagnético?

Todos los minerales que son ligeramente repelidos por un imán son diamagnéticos. Son minerales que en partículas pequeñas tienden a moverse hacia las partes del campo donde hay menor densidad de líneas de fuerza.

Como la gran mayoría de los minerales son diamagnéticos o a lo sumo, paramegnéticos, es corriente la metodología de separación magnética para obtener una concentración de ferromagnéticos a partir de los sedimentos que los contienen.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

 

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