Archivo de la categoría ‘Geología y literatura’

Presentación del libro La cena del dinosaurio y reportaje a su autora

la-cena-del-dinosaurio-2Empezaré contándoles que gracias a los excelentes oficios de Dayana, hemos recibido un ejemplar obsequio de Ediciones del naranjo, del libro La cena del dinosaurio de Verónica Sukaczer, una novela dirigida a chicos desde los 11 años.

Debido a que se trata de un tema relacionado con la Geología, y más específicamente a los dinosaurios, que están de moda y apasionan al público en general, éste será sólo el primero de varios posts con distintos enfoques, acerca de esta novedad editorial.

Datos editoriales

Título: LA CENA DEL DINOSAURIO

Autor: SUKACZER VERONICA
Ilustraciones: TAMBUSCIO PABLO
Editorial: DEL NARANJO
Colección: LA PUERTA BLANCA
Formato: 19,5 x 13, 5 cm
Peso: 0,13 Kg.
Edición 2011, en Rústica
96 páginas
Precio: $28 pesos argentinos (a la fecha de publicación del post)
Librerías en donde puede conseguirse: se distribuye en toda la Argentina.
Compras on line: pueden utilizar los sitios de librerías como Tematika, Cúspide, etc.

De yapa: los dos primeros capítulos del libro se pueden leer en La vida con subtítulos, el blog de V. Sukaczer.

Hoy les presento un reportaje a la autora, quien amablemente respondió las preguntas que yo le pasé a Dayana, y ella se encargó de reformular a partir de su mejor conocimiento acerca de las ciencias de la comunicación. Éste es el resultado de esa tarea compartida.

Espero que les interese, porque muy pronto subiré también mi lectura critica como geóloga, y además compartiré con ustedes algunos párrafos seleccionados que me gustaron de manera particular.

Vamos a las preguntas formuladas, que están en negrita, y lo que respondió Verónica Sukaczer.

– ¿Qué te motivó a elegir a un dinosaurio para esta novela?
-Antes que nada aviso que no soy fanática de los dinosaurios, sino que me encanta la historia. Y se dio que para contar «La cena del dinosaurio» necesitaba ambientar parte de los hechos en una era en donde reinaban… los dinosaurios.

– ¿Cómo fue el proceso de investigación de los aspectos paleontológicos para armar la historia? ¿Consultaste a algún profesional especializado?

-Tengo un amigo geólogo (especialista en aguas termales, pero obviamente sabe de todo) a quien consulté con la obra ya terminada, para que me dijera si un capítulo en particular tenía errores o no. Antes de eso, Internet. Soy periodista, mi formación y mi interés es la investigación, del tema que sea, así que confío, justamente, en que sé investigar. Si lo hacía cuando no teníamos siquiera computadoras… cómo no voy a hacerlo ahora, que es tan fácil.
Los temas de investigación fueron variados y amplios. Algunos me resultaron sencillos y otros me llevaron a nuevas investigaciones para comprender, por ejemplo, los términos técnicos. A saber:

-Eras geológicas. Acá me tuve que armar cuadros y me enredé con las suberas de cada era. Un lío.
-Formación de varias cadenas montañosas.
-Tipos de rocas.
-Tipos de sedimentos.
-Cómo se fosiliza un cuerpo.
-Métodos de datación. Acá el gran descubrimiento fue que no me servía usar carbono 14 para analizar la edad de mi dinosaurio.

– ¿Cuáles fueron los aspectos geológicos y paleontológicos que te resultaron complicados a la hora de armar la historia?
-Tuve tres problemas principales:
1) Como dije antes, el del carbono 14. ¿De dónde iban a sacar mis paleontólogos jóvenes uranio para datar los fósiles?
2) Los tipos de rocas que encuentran en una montaña en San Juan, ya que es parte importante de la trama. La protagonista de la historia encuentra una cueva escondida porque se da cuenta de que la roca que la tapa no es de la zona.
3) Los protagonistas encuentran el fósil de dinosaurio a muy poca profundidad. Imposible. Todo eso lo tuve que ir solucionando un poco con ciencia y otro poco con literatura.

– La historia se sitúa en Córdoba, un lugar donde jamás se encontró un dinosaurio. ¿Decidiste tomar un riesgo o hubo otra razón para que Traslasierra fuera el escenario principal del relato? ¿El profesional consultado te hizo alguna advertencia sobre esta elección?
-Veraneé una vez en Mina Clavero y me enamoré del lugar. Ésa es la única razón. Elijo escenarios que conozco. Por ejemplo, mi primera novela (la que saldrá en marzo), sucede en Las Grutas, en Río Negro. Otro lugar donde veraneeé con mi familia. En cuanto a que nunca se encontró un dinosaurio en Córdoba, me acabo de enterar. Eso lo escribo por ahí -pero en relación al sitio exacto en el que los protagonistas están excavando- pero no lo investigué. Y el camping en el que están tampoco existe, lo creé con recuerdos mezclados de varios campamentos a los que fui. En cuanto al geólogo al que consulté, a él le hice preguntas específicas, no le mostré la novela completa.

– En tu post Cómo escribir para chicos en 10 lecciones prácticas decís que uno de los puntos a tener en cuenta es lo verosimil de una historia aunque sea irreal y das el ejemplo de Las Brujas de Roald Dahl. En «La Cena…» hay varios pasajes donde priorizás lo verosímil por sobre lo real (y/o lo científico) ¿Considerás que es un recurso indispensable de la LIJ (Literatura Infanto Juvenil)?

-Ni idea de si es recurso indispensable o no, pero sí es importante para mí. Me considero científica de pies a cabeza. Me encanta la ciencia, y mi creencia es la ciencia. Pero si quiero escribir una historia en la que haya fantasía e imaginación, no puedo atarme a hechos reales y comprobables. Pero por lo menos sí que sean creíbles, que uno se diga: eso podría pasar, me la creo. Ciencia-ficción. Tal cual.

– ¿Algún científico (geólogo, paleontólogo, etc) ha leído la novela? En caso afirmativo, ¿Cuáles han sido sus comentarios?
-No todavía.

– Has escrito un par de libros sobre animales y otro par sobre computadoras ¿Podría haber otro libro sobre dinosaurios?

Como dije antes, acá los dinosaurios fueron un medio para contar otra historia, y no protagonistas. Por el momento tengo muchas otras ideas y muchos otros intereses en los que no hay dinosaurios. Pero quién sabe…

Si querés destacar algún otro aspecto de la novela que no te haya preguntado, sentite libre de hacerlo.

-Uf. Creo que cubriste todos los ángulos y me hiciste pensar. Suficiente para mí :-). Y entretenido. Un gran abrazo.Y otra vez, muchas gracias

Bueno, les aclaro que algunas de las respuestas me dan pie para comentarios en más de un post, porque hay cositas que se impone aclarar o explicar, pero aquí me limito a subir las preguntas y sus respuestas, sin abrir ninguna clase de juicio al respecto.

Pero en todo caso, recuerden por favor que se trata de literatura y el objetivo es entretener. No tomen el libro como un texto didáctico, porque es una novela, que como tal está bien realizada y acorde al público al que se dirige. Recomendable con esa salvedad.

Un abrazo Graciela

Excesivos ladrones, por Ana María Shua

bolivia-030Este texto es una prueba más del humor a que nos tiene acostumbrados Ana María Shua, pero viene a cuento porque se mete con algo de la Geología que siempre nos convoca. Fue publicado originalmente en Casa de geishas (Buenos Aires, Sudamericana 1992). Extraído de En frasco chico, antología de microrrelatos, de Editorial Colihue. 2007.

Robaron el equipo de audio y los candelabros y la comida de la heladera y los ceniceros de cristal de Murano y el televisor y hasta los equipos de aire acondicionado y robaron también la heladera misma y la mesita del televisor y el resto de los muebles y los dólares guardados en la caja fuerte empotrada en la pared del dormitorio y después robaron la caja fuerte y también la pared del dormitorio y después robaron el resto de las paredes y los cimientos que las sostenían y el techo que en ellas se sustentaba y las cañerías de bronce que las atravesaban y después robaron los árboles y flores del jardín y después el jardín mismo y el terreno sobre el cual había estado construida la casa y robaron el basamento de granito y varias capas geológicas incluyendo una durísima, de basalto puro, y las napas de agua que en ellas había y siguieron robando y robando hasta provocar la irrupción de la lava en una explosión volcánica que ocultó por completo las pruebas de sus fechorías, los terrenos circundantes, el pueblo entero y buena parte del partido del conurbano en el que se produjera el hecho delictivo y varias zonas de los partidos aledaños y, merecidamente, a ellos mismos, por chapuceros, improvisados y sobre todo exageradísimos ladrones.

Nos vemos el lunes. un abrazo Graciela

La Geología es pura poesía

imagen1para-avellLes llamará la atención que este post tiene dos etiquetas: Geología y literatura, cosa fácil de entender por la belleza del texto que les presento; y Anécdotas geológicas, porque ese texto me fue dedicado por el poeta Avellaneda, de España, como respuesta a un comentario mío en un post de su blog: Por si tú quieres hoy…un libro, que recomiendo muy especialmente, por la calidad de los textos que allí publica.

Y sin más preámbulos, esta prosa poética que fue su respuesta a mi intervención:

¿Qué dices, Maestra? Tú que casi me matas con un adjetivo recién olvidado. ¡Tú que calculas los vahídos del planeta! ¡Tú que enumeras los granos de erosiones inmemoriales! ¡Tú que delineas la ruina de cordilleras!
Tú andas sobre la tierra que te nombra maestra para cubrir los errores ajenos con la paciencia de las piedras.

Absolutamente maravilloso, digno de ser compartido, ¿verdad? Y por otra parte, lo considero como un homenaje a los geólogos en general.

Un abrazo. Graciela.

Los animales en el arca, por Marco Deneví

Marco Deneví es uno de mis ídolos, y aquí Dayana encontró algo de ese autor que viene muy al caso en relación con el tema que venimos tratando últimamente y que fue publicado originalmente en Falsificaciones, Editorial Corregidor.

Sí, Noé cumplió la orden divina y embarcó en el arca un macho y una hembra de cada especie animal. Pero durante los cuarenta días y las cuarenta noches del diluvio ¿qué sucedió? Las bestias ¿resistieron las tentaciones de la convivencia y del encierro forzoso? Los animales salvajes, las fieras de los bosques y de los desiertos ¿se sometieron a las reglas de la urbanidad? La compañía, dentro del mismo barco, de las eternas víctimas y de los eternos victimarios ¿no desataría ningún crimen? Estoy viendo al león, al oso y a la víbora mandar al otro mundo, de un zarpazo o de una mordedura, a un pobre animalito indefenso. ¿Y quiénes serían los más indefensos sino los más hermosos? Porque los hermosos no tienen otra protección que su belleza. ¿De qué les serviría la belleza en un navío colmado de pasajeros de todas clases, todos asustados y malhumorados, muchos de ellos asesinos profesionales, individuos de mal carácter y sujetos de avería? Sólo se salvarían los de piel más dura, los de carne menos apetecible, los erizados de púas, de cuernos, de garras y de picos, los que alojan el veneno, los que se ocultan en la sombra, los más feos y los más fuertes. Cuando al cabo del diluvio Noé descendió a tierra, repobló el mundo con los sobrevivientes. Pero las criaturas más hermosas, las más delicadas y gratuitas, los puros lujos con que Dios, en la embriaguez de la Creación, había adornado el planeta, aquellas criaturas al lado de las cuales el pavorreal y la gacela son horribles mamarrachos y la liebre una fiera sanguinaria, ay, aquellas criaturas no descendieron del arca de Noé.arca-noe

A mí me encantó, ¿y a ustedes? Un abrazo y seguimos con esta historia el próximo lunes. Graciela

La imagen ilustrativa es tomada de un mail, no sé a quién pertenece.

Un profesor de Mineralogía, según Julio Verne.

bibliotecaEste párrafo es tomado de Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne, y como podrán ver, ya en la primera página tiene una descripción sin desperdicio, ya que hay profesores, todavía, como el que allí se describe, que no tienen ningún interés en compartir de verdad su conocimiento.

Tal vez por eso, como una reacción a ese egoísmo, a mí me gusta tanto darle a la ciencia un ropaje de entrecasa que la haga accesible a todo el mundo.

Ahora lean el parrafito que me gustó tanto, y que será el primero de muchos extractados del mismo libro, porque es un clásico de la ciencia ficción, centrado particularmente en la Tierra, nuestro objeto de estudio.

Otto Lidenbrock no es mala persona, lo confieso ingenuamente; pero, como no cambie mucho, lo cual creo improbable, morirá siendo el más original e impaciente de los hombres.

Era profesor del Johannaeum, donde explicaba la cátedra de Mineralogía, enfureciéndose, por regla general, una o dos veces en cada clase. Y no porque le preocupase el deseo de tener discípulos aplicados, ni el grado de atención que éstos prestasen a sus explicaciones, ni el éxito que como consecuencia de ella, pudiesen obtener en sus estudios; semejantes detalles teníanle sin cuidado. Enseñaba subjuntivamente, según una expresión de la filosofía alemana; enseñaba para él, y no para los otros. Era un sabio egoísta; un pozo de ciencia cuya polea rechinaba cuando de él se quería sacar algo. Era, en una palabra, un avaro.

En Alemania hay algunos profesores de este género.

Y permítanme agregar que no sólo en Alemania. Espero que les haya gustado. Un abrazo Graciela

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