Archivo de la categoría ‘Geología y literatura’

Otro párrafo de Eating dirt.

thAquí estoy otra vez, compartiendo un párrafo del libro «Eating dirt» de Charlotte Gill, que nunca dejaré de recomendar.

Después de una tala, todos los estratos del bosque se ven eliminados: el follaje, los árboles de menor porte, los arbustos leñosos, y las hierbas y helechos de tallos débiles. El cielo se desploma hacia la tierra. Esto es una cantidad increíble de material por cada pie cuadrado de suelo forestal, muchas veces más que la de la cubierta de hojas. La red de ramas que alguna vez capturaron la niebla y la lluvia, es derribada en un conjunto de frágiles desperdicios. El suelo, alguna vez inmerso en la penumbra de los pisos más bajos, se encuentra desprotegido, condenado por la repentina y penetrante luz del sol. Toda la fauna crepuscular que hace su micoaguricultura, se encuentra expuesta al sol calcinante y a las heladas invasivas, allí donde alguna vez estuvo protegida por el follaje.

Toda una lección, ¿no?

Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

Eating dirt again. (El próximo viernes será traducido)

eating-dirt-charlotte-150Here I am again sharing another paragraph from the book «Eating dirt» by Charlotte Gill, which I will never stop recommending.

After a cutover, all the layers of the forest are hacked away: the canopy, the understory trees, the woody shrubs, and the soft stemmed weeds and ferns. The sky comes crashing down to the ground. This is an incredible amount of material for every square foot of forest floor, many times that in leaf cover. The web of branches that once caught fog and rain is bucked up into brittle flotsam. The soil, once bathed in understory gloom, is undressed, blasted by the sudden, brash light of the sun. All the dusky, micro-tilling fauna are exposed to baking heat and plunging frosts, where once they were protected by the canopy.

Until next Monday with a post of my own production. Graciela

Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

Literatura y ecología.

Imagen1tangoen elparaisoHoy he seleccionado para ustedes otro excelente párrafo de la novela «Tango en el paraíso» de Robert James Waller, el conocido autor de «Los puentes de Madison».

…Vino un profesor de una universidad del este y nos dijo: «Se acabó, muchachos». Nos dijo que después de lo que habíamos hecho con la tierra y el agua, nos quedaban unos treinta años, no más. Propuso convertir la zona en un «terreno para búfalos». La idea era que el gobierno federal reubicara a la gente de aquí y dejara que todos los pueblos que no estuvieran pegados a las carreteras principales volvieran a la naturaleza. Poblar la zona con búfalos y otras criaturas que gestionarían el lugar mejor que los seres humanos. Pero por supuesto no todo el mundo pensaba igual, y algunos muchachos amenazaron con reubicar al profesor si no se largaba de inmediato a su universidad de pijos…

….Pero lo cierto es que habíamos agotado el agua, destrozado el suelo y en general descargado sobre la zona una tormenta de destrucción…

Una descripción extraordinaria, ¿verdad?

Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

 

Más de Eating dirt, de Charlotte Gill.

eating-dirt-charlotte-150Hoy vuelvo a traducir para ustedes un excelente texto que forma parte del libro Eating Dirt, de Charlotte Gill. Disfrútenlo y aprendan más de paso. Es un libro excepcional, que se cuenta entre mis favoritos.

Tierra. En casa tratamos de fregarla, blanquearla y quitarla con la aspiradora. Tratamos de eliminarla con los numerosos limpiadores que guardamos debajo de la pileta. Pero en sitios como éste, la tierra es algo precioso y subestimado. Las migajas de pan con manteca del «plantador de árboles». Es también alimento, sustrato y hábitat. Sólo una capa de suelo biológicamente activo, tan delgada como una página impresa, o tan profunda como algunos pies de espesor, de la cual, más tarde o más temprano, todos los seres vivos dependen. Las plantas brotan de esta tierra y son comidas a su tiempo, por todas las demás criaturas de la red alimentaria. Este suelo depende de su propia arquitectura vital para mantenerse en su sitio, tal como los mamíferos necesitan sus huesos. En estos alrededores, cubre un terreno abrupto, y es azotado por las lluvias invernales. Ha estado sujeto al castigo de maquinaria pesada, al desgaste, y la compactación y erosión.

Ojalá hayan disfrutado como yo, tan buena literatura. Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

Another text from the book Eating Dirt by Charlotte Gill

thUna traducción al castellano de este post aparecerá el próximo viernes.

Once again I have selected for you a very enjoyable paragraph form the book -that I highly recommend- by Charlotte Gill.

Dirt. At home we try to scrub it and bleach it and vacuum it up. We try to deny it with our various under-sink surfanctants. But in a place such as this, dirt is a precious understated thing. A tree planter’s bread and butter crumbs. It’s also nourishment, substrate and habitat. Just one layer of biologically active soil, as thin as a sheet of newsprint, or as deep as a few feet thick, on which all living things, sooner or later, depend. Plant sprout from this dirt and are eaten in turn by all the other creatures of the food web. This soil relies on its own living architecture to hold it in place, just as mammals need their bones. Around here it blankets steep ground and is lashed by winter rains. It has been subjected to the punishments of heavy machinery- scraping and compaction and erosion.

Wonderfully explained, don’t you agree?

We’ll see each other next Monday . Graciela.

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