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Otra Ley fundamental de la Geología: la horizontalidad de los estratos.
Hoy voy a continuar con las leyes que fundamentan el trabajo cotidiano de los geólogos, y para eso he elegido, no la primera, sino la que se conoce como la Segunda Ley de la Estratigrafía.
La razón por la cual empiezo con ella, es que me parece de una gran simplicidad, y por otra parte ya tendrá tiempo para volver sobre la primera más adelante.
Por supuesto tendré que adelantar algunos conceptos que serán tratados con más profundidad en otros posts, pero según creo, los contenidos de éste, pueden entenderse por sí mismos.
Pero empecemos por el principio:
¿Qué es la Estratigrafía?
La Estratigrafía es una rama dentro de la Geología, que más específicamente podría ubicarse dentro del conjunto de disciplinas que constituyen la Geología Histórica. Es decir que intenta desentrañar los acontecimientos del pasado de la Tierra.
Para ello, estudia los depósitos naturales de materiales geológicos, tanto en su composición, génesis y estructuras, como en sus relaciones de tiempo y espacio, ya sea entre sí, o con otros cuerpos de rocas y geomateriales.
A esos depósitos, generalmente en forma de capas, más o menos planas, se los conoce como estratos, y de allí procede el término Estratigrafía.
¿Quién formuló la ley que hoy nos ocupa?
Si bien en alguna bibliografía se atribuye a Hutton, la primera formulación en realidad data del siglo anterior a él, y corresponde a Steno o Stenon (1638-1686).
Puede llamarles la atención el hecho de que use dos nombres diferentes al referirme al autor de este principio, por lo cual deberé aclararles que este científico utilizó una variedad de nombres según el idioma en el que publicara sus resultados.
Así pues, este estudioso, hijo de un pastor luterano, nació en Copenhague y su nombre original fue Niels Steensen; no obstante, como por esos años el idioma de la ciencia era el latín, comenzó a firmar sus escritos como Nicolaus Steno. Pero además firmó su correspondencia en francés como Nicolas Sténon, y cuando escribí en italiano usó el nombre de Niccoló Stenone.
En 1668, Steno dio a conocer la obra en que aparecen las bases de la Estratigrafía, con el título De solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus que se ha traducido al español como «Discurso preliminar de una disertación sobre los cuerpos sólidos de manera natural contenidos en un sólido».
El contenido de ese trabajo nos ocupará muchas veces, por su significación, sus consecuencias y lo curioso de algunos de sus efectos. Uno de esos efectos fue el reconocimiento de que la Tierra es muchísimo más antigua de lo que se creía hasta ese momento. Por otra parte, tanto los vocablos estrato como estratigrafía, reconocen su origen en esa disertación.
Pero de eso ya habrá tiempo para hablar más de una vez. Hoy nos ocuparemos exclusivamente de la Segunda Ley de la Estratigrafía.
¿Qué expresa la Segunda Ley de la Estratigrafia?
La formulación exacta varía según las diversas versiones que fueron generándose en sucesivas traducciones a múltiples idiomas, pero básicamente se puede expresar de la siguiente manera:
Toda capa o estrato se ha depositado originalmente en forma aproximadamente horizontal.
A pesar de que parece hoy una obviedad, en el momento en que se expresó por primera vez significaba entre otras cosas, un enorme desafío a la religión dominante que sostenía que la Tierra era producto de un acto de creación. Decir entonces que había ocurrido un depósito de materiales en consonancia con leyes físicas y no en respuesta a una voluntad divina, significó un inmenso sacudón a la estructura del conocimiento aceptado y aceptable.
¿Hay que hacer algunas aclaraciones?
Sí, muchas, y en general son relativas a la validez de la ley enunciada.
La primera aclaración es que los materiales al sedimentarse, lo hacen en áreas topográficamente deprimidas, que tienen ya un perfil propio bien definido, con rugosidades, accidentes y micro- relieves preexistentes que de alguna manera configuran la capa resultante del asentamiento de nuevos materiales.
Por eso, si fuéramos a ser un poco más exigentes deberíamos agregar a la ley ya mencionada más arriba un par de palabritas, de modo que quedara como sigue:
Toda capa o estrato se ha depositado originalmente en forma aproximadamente horizontal o subhorizontal.
Esta aclaración daría cuenta de ciertos alejamientos menores del plano horizontal, pero todavía faltan más salvedades que se relacionan con la posición original y con cambios posteriores.
En lo que hace a la posición original, la horizontalidad, no puede tampoco extenderse indefinidamente en el espacio, ya que si la depositación tiene lugar en una cuenca (cosa que no es absolutamente imprescindible, como veremos en otros posts), ésta tiene bordes donde los depósitos se van acuñando para responder al cambio de forma del espacio receptor. (Figura 1)
¿Existen excepciones a esta Ley?
Sí, además del cambio lateral ya explicado, hay situaciones en que la propia dinámica del agente que transporta y deposita los materiales, lo hace en diseños de capas cruzadas que se construyen de esa manera, en respuesta a cambios en las direcciones del flujo del agente, a diferencias de materiales aportados, o, como en el caso de las dumas en avance, por el pasaje de las partículas desde las zonas de ascenso a las de avalancha. (Figura 2)

Figura 2: Estratigrafía cruzada. Fotografía: Roberto Scasso Estratificación entrecruzada de gran escala (eólica – Spe) compuesta por material piroclástico. Mioceno (Colloncurense), Río Negro. Tomado de http://atlasaas.blogspot.com.ar/p/estructuras-mecanicas.html
Pero ese tema también es lo bastante interesante como para que en el futuro haga otro post muy detallado al respecto.
¿Por qué es tan importante este principio?
Por su peso en la interpretación del pasado geológico y la reconstrucción de los eventos que generan un paisaje dado.
Por si no se han dado cuenta ya, lo que todo geólogo espera encontrar en un paquete sedimentario es un alto grado de horizontalidad.
De no ser así, y una vez descartadas las situaciones excepcionales mencionadas más arriba, lo que le queda es interpretar el mensaje que el paisaje le está dando, cifrado en esa falta de horizontalidad precisamente.

Figura 3: Estratos plegados. Tomado de http://cienciasdelatierra2010.blogspot.com.ar/2009/08/las-deformaciones-de-las-rocas-pliegues.html
Y lo que esa situación está gritando es que hubo cambios estructurales posteriores a la sedimentación.
Es como una etiqueta que dice: atención aquí hubo un plegamiento, (figura 3) o una falla, un corrimiento, o lo que sea.
Es decir: aquí hay una revolución geológica que hay que desentrañar. Ese mensaje cifrado es de un valor inenarrable para un intérprete de la historia de la Tierra como es el geólogo.
En la foto elegida para la figura 3, se observa un plegamiento (una flexura de las rocas) que viene denunciado precisamente por la falta de horizontalidad de los estratos.
Y puedo decir más: muchas deformaciones de las rocas pueden haber también ocurrido en materiales sin estratificación, y por eso mismo, nunca llegan a reconocerse. Supongamos un acortamiento en un material masivo, (es decir sin capas diferenciadas) no deja un registro fácilmente visualizable.
De este tema también hablaremos muchas veces más.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La foto que ilustra el post ha sido tomada de una cadena de mails con paisajes del mundo, sólo sé que pertenece al Cañón de Arizona, pero ignoro quién es el autor.
Más sobre reconocimiento de minerales: el sonido.
Ya saben ustedes, porque se los expliqué en otro post, que los minerales se reconocen macroscópicamente mediante la exploración de diversos grupos de propiedades.
También les conté que uno de esos grupos es el de los caracteres organolépticos, de entre los cuales ya les expliqué el olor y el sabor, y hoy le toca al sonido.
¿Cómo se usa el sonido para reconocimiento mineral?
Pues sencillamente porque algunas pocas especies responden a la percusión, o eventualmente a la deformación, generando vibraciones que se aprecian como sonidos siempre característicos y a veces verdaderamente musicales.
¿Qué especies minerales se conocen por su sonido?
Acá cabe aclarar que en realidad más que minerales propiamente dichos, los sonoros son más bien ejemplares de rocas y eventualmente metales nativos.
Los que tienen sonido característico son pues:
- El hierro nativo y su óxido no hidratado, la hematita, que son precisamente los que definen la cualidad de sonido que se califica precisamente como metálico.
- El indio, también metal nativo.
- La roca llamada fonolita.
- Las concreciones sedimentarias conocidas como banderas o cortinas.
¿Qué es el indio y cómo suena?
El nombre indio, pese a muchas interpretaciones erróneas que lo relacionan con la India, proviene en realidad del color azul índigo que produce cuando se lo calienta en la llama
Se trata, como ya dije, de un metal del Grupo 13, es decir de los térreos, cuyo símbolo es In, tiene color blanco plateado, es muy blando, y se conoce desde 1863.
Se obtiene como subproducto en la industria extractiva del cinc, cadmio , plomo y otros. Forma minerales como la indita [FeIn2S4] y la requesita [CuInS2], de ninguno de los cuales puede extraerse el metal puro.
Es precisamente en estado nativo que deja oír un sonido puro y armonioso cuando se lo manipula para doblarlo.
Entre sus usos más conocidos se encuentra el InCl3 que al ser empleado en tubos de iluminación aumenta su rendimiento.
¿Qué es la fonolita?
Es la roca sonora por excelencia, hasta el punto de que su nombre resulta de la unión de los vocablos griegos phonos (sonido) y lithos (piedra).
Es muy escasa pues requiere condiciones muy específicas para su formación, y se trata de una roca ígnea volcánica (extrusiva) que produce un sonido metálico cuando se la golpea, siempre que se presente como una placa no fracturada.
Su composición mineral es de feldespatoides como nefelina, sodalita, hauynita, leucita y analcima, y feldespatos alcalinos como sanidina, anortoclasa u ortoclasa, y plagioclasa sódica rara.
No quiero atosigarlos con otros nombres, pero tiene muchos componentes más, que irán conociendo lentamente, no se asusten.
La fonolita es abundante en zonas europeas como Bohemia, Italia, España y las Islas Canarias.
¿Qué son las banderas o cortinas?
Se trata de concreciones que se producen en el interior de las cavernas por filtraciones de aguas cargadas de sales que son luego depositadas por cambios de presión, temperatura, sobresaturación, etc., en formas casi artísticas, de las cuales las más conocidas son las estalactitas y estalagmitas, que ya tendrán su propio post.
En el caso particular de las banderas, que son precisamente las «cantarinas», se generan al ir disolviendo parcialmente las rocas que atraviesan en unos sitios y depositando los minerales en formas semejantes a colgajos de lona o telones. Cuando se tocan agitan o golpean, generan su propia «música».
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
La foto que ilustra el post es una bandera tomada de este sitio en la red:
El ciclo del agua. Parte 2
Este post es la continuación prometida en el del lunes pasado, de modo que la lógica indica que, si no lo han hecho ya, lo que deberían hacer es comenzar leyendo ése.
En ese post ya les hice notar que estábamos ante un ciclo cerrado que podemos comenzar a estudiar en cualquier punto, que puede así constituirse en el principio, y por ende es un muy buen lugar para empezar. 😀
En este caso, comenzaremos por lo que en el dibujo he señalado como 1, y que es en realidad un término abarcativo que se irá desglosando más adelante en sus muchas facetas.
1. Evaporación.
Si bien más adelante veremos que hay diversas fuentes que se pueden constituir en potenciales aportantes a esta parte del ciclo, y que cada una de ellas tiene características propias, las cuales a su vez son modificadas por diversos factores, hay también algunas generalidades que podemos resumir aquí.
Lo primero que se puede decir es que evaporación es el proceso por el cual el agua pasa de su estado líquido al de vapor, para lo cual se consume gran cantidad de energía, como ya explicamos en otro lugar.
Ese alto consumo energético hace que la evaporación se vea favorecida por las altas temperaturas. Como además al alcanzarse la saturación del aire con el vapor de agua presente, el proceso se dificulta, la renovación del aire es vital, y para ello, la acción del viento es también un factor que acelera la evaporación. Otros factores dominantes que definen el curso del proceso son: tensión de vapor, presión barométrica, y contenido de humedad atmosférica.
2. Formación de nubes.
El agua que ha sufrido evaporación constituye la humedad atmosférica, y puede permanecer como tal, ya sea de modo disperso o generando nubes, durante tiempos variables que dependen esencialmente de los mismos factores que provocaron la evaporación. Esto es completamente lógico porque el fenómeno es reversible y se mueve en una u otra dirección según vaya cambiando el estado de los mismos factores involucrados.
3. Condensación seguida de precipitación.
En algún momento, sea por sobresaturación de humedad o por condiciones favorables para la condensación, (tales como la presencia de partículas en suspensión que actúan como núcleos atractivos de la humedad) el agua que se encontraba en estado de vapor, se precipita sobre la tierra.
4. Precipitación.
Según la latitud, altitud y estación del año -factores todos que inciden en la temperatura reinante- y según la altitud en la atmósfera en la cual la condensación tuvo lugar, la precipitación puede tomar distintas formas. Si sucede en estado líquido se denomina lluvia, y en estado sólido, puede ser granizo (cristales de hielo) o bien nieve, que tiene espacios de aire incluidos, los que le dan mucho menor densidad.
A partir de la precipitación se desatan numerosos procesos que redistribuyen el agua sobre la superficie terrestre, que van ocurriendo de modo más o menos simultáneo, y complejamente imbricado.
5. Evaporación simultánea con la precipitación, que ocurre en la misma atmósfera.
Tal vez les haya llamado la atención esa flechita que parte de la lluvia y vuelve a las nubes. Esta situación ocurre en regiones de escasas precipitaciones, poco intensas además cada una de ellas, y temperaturas muy elevadas. Se da a veces el caso de que en zonas desérticas, el agua no alcance nunca el suelo, porque se evapora en la propia caída.
No obstante, ese caso es bastante excepcional, y lo más corriente es que sólo una pequeña fracción del agua precipitada se vaya al mismo tiempo evaporando, si la atmósfera no está saturada.
6. Interceptación en el follaje.
Si la zona en que ocurre la precipitación tiene algo de cobertura vegetal, se producirá el efecto denominado de interceptación que no es otra cosa que un cierto grado de retención del agua caída, que es ejercido por el follaje.
Esa interceptación, disminuye por una parte el efecto erosivo de la lluvia, ya que minimiza el impacto sobre el suelo, y por otra parte, resta algún volumen – por pequeño que sea- del total que alcanza la superficie de la tierra de manera inmediata.
7. Evaporación y evapotranspiración desde las plantas.
El agua interceptada puede ser evaporada en parte desde la propia cubierta vegetal, mientras que otra parte puede ser absorbida por los tejidos de las plantas, y luego de un proceso interno en los tejidos, ser eliminada desde ellos por la transpiración, que provoca lo que se conoce como evapotranspiración.
Podemos aclarar que otro tanto ocurre desde la fauna, hombre incluido que tarde o temprano aporta su propia transpiración al ciclo del agua.
De todo lo dicho se desprende que existe una porción del monto de lluvia, que nunca hace contacto con el suelo.
Una vez que la capacidad de interceptación de la vegetación en un lugar dado es superada, y la evaporación simultánea con la lluvia se elimina, el monto restante de agua precipitada sigue su camino hacia la superficie terrestre.
Se denomina precipitación eficaz, al total del agua caída que llega realmente al suelo.
8, 9 y 10. Evaporación desde las corrientes, el suelo, mares, océanos y otros espejos de agua.
De esa precipitación eficaz, no toda continúa su marcha en estado líquido, puesto que la evaporación continúa, esta vez desde superficies líquidas libres, como los canales, lagos, mares, charcos, etc., o desde la humedad que se retiene en la parte superficial del propio suelo.
Esta evaporación continuada se debe esencialmente al calentamiento solar.
11. Volatilización desde la nieve y el hielo.
Como un caso particular de retorno de humedad a la atmósfera, se debe mencionar el proceso de volatilización, (cambio del estado sólido al gaseoso, sin pasar por la fase líquida) a partir de campos de nieve y glaciares.
En cualquiera de los casos, hasta aquí explicados, parte del agua aportada es recuperada más o menos rápidamente por la atmósfera, y queda disponible para reiniciar el ciclo.
12. Escurrimiento superficial.
Del monto restante, una parte permanecerá en el suelo según un proceso que veremos en el punto siguiente, mientras que el resto, (denominada lluvia en exceso) una vez superada esa capacidad de almacenamiento, forma en un primer momento una lámina continua sobre el suelo.
Dicha lámina crece hasta una altura variable que nunca supera el orden de los milímetros, y que depende de las características del terreno, de la presencia o no de vegetación, etc.
Cuando la altura del agua es mayor que la resistencia opuesta por la rugosidad del suelo, se inicia el escurrimiento superficial, que sigue la pendiente general del terreno.
A lo largo de ese escurrimiento, seguirán ocurriendo pérdidas por evaporación, evapotranspiración, e infiltración, de tal modo, que sólo se considera lluvia efectiva a la que finalmente se incorpora a los cursos permanentes o temporarios de curso definido.
A través de complicados diseños de drenaje que van aportando afluentes y tributarios a los grandes ríos, lagos o mares, una gran parte del agua termina por sumarse a las masas oceánicas que constituyen los mayores proveedores de humedad a la atmósfera, donde vuelve a producirse la condensación y se cierra otra vez el ciclo.
13. Infiltración.
Ya les dije en el punto anterior que una parte de la precipitación eficaz ocupará los poros libres del suelo, sean ellos superficiales o subsuperficiales, comenzando el fenómeno de infiltración, el cual tendrá lugar hasta superar la capacidad de almacenamiento del suelo involucrado.
Dicha capacidad es variable en el tiempo, ya que no sólo depende de las propias características de porosidad y permeabilidad del material, sino también de la intensidad de la lluvia, del tiempo transcurrido desde la última precipitación, y de las condiciones meteorológicas imperantes en ese lapso, del estado de saturación del terreno, etc.
Del total de agua infiltrada, habrá una parte que permanecerá en el suelo y que mencionaremos más adelante; otra que ingresará a las plantas por sus raíces (una parte de la cual, a su vez volverá al circuito de la evapotranspiración ya conocido); y habrá también otras porciones que continuarán el ciclo según los destinos que veremos en seguida.
14. Percolación.
Dijimos que el agua que supera la barrera entre la atmósfera y la litósfera incorporándose al suelo se denomina infiltrada, y que dividirá sus montos según diferentes destinos.
Así pues, habrá una cantidad que descenderá por su propio peso, aprovechando los poros de mayor tamaño del suelo, constituyendo el proceso conocido como percolación, que generalmente terminará por alimentar el caudal de las aguas subterráneas.
15. Escurrimiento subsuperficial.
Siempre dentro de las aguas infiltradas, una parte iniciará un escurrimiento subsuperficial siguiendo la pendiente regional y moviéndose lateralmente a través de poros interconectados en el interior del suelo.
Sus caminos tendrán diversos destinos, tales como el mar, los manantiales, ríos de alimentación subterránea, eventualmente oasis, o aún permanecerán como caudales subterráneos, etc.
16. Almacenamiento en el suelo en los poros capilares.
Los poros de menor tamaño se denominan capilares, palabra ésta que reconoce el mismo origen que el término cabello, y hace alusión a su escaso grosor.
Estos diminutos poros están capacitados para retener agua, y a veces por efectos de presiones diferenciales o fenómenos de succión pueden llegar a determinar ascensos, denominados precisamente fenómenos de capilaridad, que ponen a disposición de las plantas esa agua que muchas veces es la que hace toda la diferencia para permitirles sobrevivir en periodos de sequía.
17. Almacenamiento en acuíferos.
Los fenómenos de infiltración, percolación y escurrimiento subsuperficial son los responsables de generar reservorios profundos de agua a los que se llama acuíferos, y que dado lo importante del tema y su complejidad, serán motivo de numerosos posts en este blog.
18. Almacenamiento en glaciares.
Cuando la precipitación ocurre en forma de nieve, y se acumula a lo largo de muchos años, pueden generarse glaciares, que ocasionalmente liberan agua en estado líquido a través de ríos con nacientes en zonas de deshielo, y siempre aportan al ciclo por volatilización. Estos también serán temas para numerosos posts.
19. Almacenamiento en rocas sedimentarias.
Sea por precipitación directa o escurrimiento superficial o subsuperficial, las aguas pueden eventualmente alcanzar los fondos marinos o de otras cuencas locales, donde generan aguas congénitas, las cuales no son otra cosa que el agua que ha quedado aprisionada en los poros de las rocas sedimentarias durante su consolidación.
Estas aguas congénitas no son utilizables como recurso y requerirán millones de años para reinstalarse en el ciclo del agua, pero tienen gran importancia como registro de acontecimientos geológicos del pasado, de modo que también las mencionaremos en futuros posts.
19. Almacenamiento en cámaras magmáticas.
En su viaje subterráneo, puede que parte del agua se encuentre con zonas volcánicas y alimente fuentes termales, o bien que pase a formar agua de constitución de nuevos minerales, o dé lugar al nacimiento de aguas juveniles, nombre que se les da cuando se incorporan a magmas.
20. Almacenamiento en reservorios superficiales.
Por cualquiera de los múltiples caminos, superficiales y profundos que hemos mecionado, el agua puede volver a formar parte de un espejo libre tal como río, lago, mar, pantano, laguna, etc. etc., y cerrar el ciclo a través de la evaporación a partir de ellos.
21. Devolución a la atmósfera en fenómenos volcánicos y postvolcánicos.
Partes de las aguas juveniles que mencionamos antes pueden llegar a ser devueltas a la atmósfera en erupciones volcánicas, que siempre contienen cantidades de vapor de agua, o bien regresar como parte de geysers o fumarolas, entre otras manifestaciones postvolcánicas.
Sin embargo lo corriente es que tiendan a permanecer en las profundidades por miles de años.
Espero que esto les haya resultado interesante, porque todavía hay mucho que decir sobre el agua.
Un abrazo. Graciela
Bibliografía:
ARGÜELLO, Graciela L. 2002. LOS RECURSOS SUELO Y AGUA. Libro de Texto para el Trayecto Ciencias de la Tierra, del PROGRAMA DE POSTITULACIÖN EN CIENCIAS NATURALES, de la F.C.E.F. y Naturales de la U.N.Cba. 86 págs. ISBN Nº987-9406.
SAWKINS,F.J; CHASE,C.; DARBY,D.G.; RAPP.G. Jr.1974. «The evolving earth» Mac Millan Publishing Co.
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El ciclo del agua. Parte 1
A lo largo de una serie de posts, hemos venido avanzando en el conocimiento del agua, de la cual hemos visto sus características, propiedades, comportamiento térmico, actividad geológica, y su valor como recurso.
Hoy veremos el ciclo que cumple en la naturaleza, pero vamos a profundizar un poquito más en él que lo acostumbrado desde la escuela primaria en adelante. Vamos a ver que hay más complicaciones, subsistemas y factores involucrados que los que saltan a la vista en los esquemas clásicos como el que he tomado de imágenes Google (www.jmarcano.com) para ilustrar el post.
Para eso, deberé dividir el texto en dos partes por su extensión y grado de detalle. Hoy va la primera, que consiste en un gráfico algo más completo, (Figura 1, adaptada de Sawkins et al, 1974) que explicaré con mayor profundidad en el siguiente post, más algunas consideraciones generales que vale la pena tener en cuenta.
Como se trata de un ciclo cerrado, la numeración podría empezar como en el presente dibujo, o en cualquier otra parte del mismo, ya que a la larga se cierra sobre sí misma.
¿Qué se entiende por ciclo del agua?
Es un proceso conocido también como «ciclo hidrológico» que describe la continua movilización del agua desde la atmósfera hacia la tierra y su regreso desde ella nuevamente a la atmósfera, para cerrar un circuito que tiene numerosos pasos intermedios, y que depende de gran cantidad de factores, como ya les adelanté varias veces.
Este circuito involucra los tres estados del agua, y tiene por escenario tres medios distintos:
a) La atmósfera, espacio en que es objeto formal de estudio de la Meteorología y la Climatología.
b) La superficie terrestre, -sea ésta continental u oceánica- donde es estudiada por la Hidrología superficial, o por la Geomorfología, cuando se la entiende como agente de modelado del paisaje.
c) El ambiente subsuperficial, en donde la estudia la Hidrogeología.
¿Qué procesos integran el ciclo del agua?
Según lo que ya es un clásico en la educación, todo el ciclo puede sintetizarse como una secuencia de Evaporación- Precipitación- Escurrimiento e Infiltración que se cierra con una nueva evaporación desde la fracción que escurre y se junta en alguna parte.
¿Qué es el balance hídrico?
Suele conocerse como balance hídrico a la ecuación según la cual el total de agua precipitada es aproximadamente igual a la suma de las siguientes porciones:
P= E + I + R
Donde P es el agua precipitada, E, el total de evaporación y evapotranspiración; I, el total infiltrado y R la cantidad aportada al escurrimiento.
En el próximo post comenzaremos a analizar detalladamente cada una de estas porciones.
Bibliografía:
ARGÜELLO, Graciela L. 2002. LOS RECURSOS SUELO Y AGUA. Libro de Texto para el Trayecto Ciencias de la Tierra, del PROGRAMA DE POSTITULACIÓN EN CIENCIAS NATURALES, de la F.C.E.F. y Naturales de la U.N.Cba. 86 págs. ISBN Nº 987-9406.
SAWKINS,F.J; CHASE,C.; DARBY,D.G.; RAPP.G. Jr.1974. «The evolving earth» Mac Millan Publishing Co.
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Los planetas de nuestro sistema solar
Ya hemos visto en posts anteriores algunos conceptos introductorios relativos al Sistema Solar, y a su cuerpo central, el Sol.
Hoy avanzaremos un poco más, adentrándonos en otros elementos constitutivos del sistema: los planetas.
¿Qué quiere decir planeta?
La palabra planeta, fue por primera vez aplicada a los acompañantes del Sol, por los griegos. Su significado es «estrella ambulante», nombre que se aplica todavía, pese a que hoy se sabe que en su naturaleza, un planeta difiere notablemente de una estrella, pues carece de luminosidad propia, ya que no es capaz de producir por sí mismo la energía necesaria para generarla.
¿Cuántos planetas forman el Sistema Solar?
Se conocen hasta la fecha entre ocho y once planetas integrantes del Sistema Solar. La diferencia en los números se debe a que hay una cierta divergencia entre los astrónomos a la hora de considerar o no en la cuenta a los cuerpos más pequeños, a los cuales desde hace algunos años se ha dado en llamar «planetas enanos» o hasta «planetoides». Yo los incluyo en el listado, pues por muy enano que sea un planeta, no deja por eso de serlo, ¿verdad?
¿Cuáles son y cómo se llaman los planetas?
Los cinco planetas más próximos a la Tierra, eran ya conocidos por los griegos, quienes los bautizaron con los nombres de sus dioses; tradición respetada aún en el siglo XX, en que para nominar a los más recientemente descubiertos, se recurrió a la misma mitología.
Desde el centro del Sistema hacia afuera, los planetas se denominan: Mercurio (en honor al dios del comercio), Venus (en honor a la diosa del amor), Tierra (en honor a Terra-diosa del suelo y la fertilidad)
A continuación de la Tierra se encuentra Marte– dedicado al dios de la guerra, Júpiter– que por su tamaño corresponde al dios del Universo; Saturno– dedicado al dios del tiempo- fue por muchos años, el más externo planeta conocido.
Recién en 1781, William Herschel descubrió a Urano (así llamado por el dios del cielo) al que hasta 1781 consideró erróneamente como un cometa (concepto que nos merecerá otro post).
En 1846, Leverrier y Galle descubrieron Neptuno (denominado así por el dios del mar), con el cual se cierra la cuenta de los ocho planetas cuya categorización no está en discusión.
¿Cuáles son los planetas cuya categoría se discute?
En 1930, Tombaugh y Sir Percy Lowell (trabajando separadamente) detectaron a Plutón, que dedicaron al dios de los infiernos.
A su vez, Mike Brown ( científico de la NASA) anunció en el año 2004, la existencia de un planeta más alejado, que fue denominado Sedna, en honor a la diosa que según la mitología esquimal dio vida a los seres marinos del Ártico.
Existe también otro cuerpo Quaoar, conocido desde el año 2002 que no se ha incorporado oficialmente todavía como planeta al Sistema Solar, pero podría llegar a serlo en el momento en que se demarquen mejor los límites entre los cuerpos planetarios y los que no lo son.
¿Por qué se discute la calificación de Plutón, Sedna y Quoar?
El diámetro promedio de Plutón es de 2300 km, mientras que el de Sedna es de algo menos de 2000 km, y el de Quaoar es más pequeño aún, por esta razón es el desacuerdo entre los científicos, sobre todo porque nunca se han definido universalmente los límites para una u otra categoría.
¿Cómo se dividen los planetas del Sistema Solar?
Mercurio, Venus, Tierra- y para algunas opiniones, también Marte-constituyen los llamados planetas interiores o terrestres, reservándose la calificación de exteriores para todos los demás.
La división tiene que ver con ciertas consecuencias, como la mayor densidad, ya que en las proximidades del sol, donde las temperaturas son muy elevadas, sólo pueden condensarse los materiales de mayor punto de fusión como los metales, mientras que más lejos, en los planetas exteriores, se concentran materiales más livianos de menor punto de fusión.
Por eso, precisamente, Mercurio es el planeta más denso del Sistema.
¿Cómo se explican las regularidades del sistema?
Las marcadas regularidades observables en la distribución planetaria han sido resumidas en unas pocas leyes, tales como las de Kepler, la de Newton y la de Titius- Bode, que serán motivo de otros posts, porque son de sumo interés y bien sencillas de explicar.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
Este post es una modificación de mi propio apunte didáctico, que debe ser citado como:
Argüello, Graciela 2006.» La Tierra como planeta integrante del Sistema Solar» Cuadernillo didáctico Nº II, Capítulo 1. Para circulación interna en la U.N.R.C. Versión totalmente actualizada.17 páginas.
La imagen que ilustra el post es de Wikipedia.

