Archivo de la categoría ‘Historia de la geología’

Un petit extrait d’un livre qui a plus que 100 ans. (Un pedacito de un libro de hace más de 100 años).

(Este post aparecerá traducido al castellano el próximo lunes) .

Mes lecteurs déjà connaissent ce précieux et très, très agé livre, qui est paru en 1899. Je présente maintenant seulement un petit peu afin de le connaitre. La semaine prochaine je vais traduire ce post en espagnol.

Mais bien sûr, la connaissance dans ce livre est déjà obsolète et je ne les présente que comme une curiosité.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

Una efeméride de importancia geológica

Dentro de unos pocos días se cumple un nuevo aniversario de una publicación que revolucionó toda la ciencia. Estamos hablando de la aparición, el 24 de Noviembre de 1859, del libro «The origin of species» de Charles Robert Darwin.

¿Qué podemos decir de Charles Darwin?

Como poder, podemos decir muchas cosas, pero precisamente por lo rica que fue su vida, y porque mucho de ella se relacionó estrechamente con nuestra región, será motivo de otro post en el futuro.

Aquí nos limitaremos a decir que Charles Robert Darwin nació en Sherewsbury- ciudad del condado de Shropshire, en West Midlands, Inglaterra- el 12 de febrero de 1809. Formaba parte de una familia con una larga tradición científica, y su padre era Robert Waring Darwin, un médico famoso. Falleció de un ataque cardíaco el 19 de abril de 1882 en Downe, Kent, también Inglaterra.

La narración de su vida aventurera va a entreternos en otra oportunidad.

¿Cómo se produjo la aparición del libro que está a punto de cumplir años?

A partir de las numerosas observaciones de especímenes vivientes y fósiles que iba realizando en sus viajes y a lo largo de sus diversos estudios, Darwin comenzó a pergeñar una teoría según la cual las distintas especies tendrían antepasados comunes desde los cuales irían evolucionando de manera diferenciada para generar otras nuevas. Como todo científico que se precie, fue manifestando sus observaciones a sus pares, de modo de recibir sus opiniones y críticas.

Uno de los científicos que conocieron sus primeros borradores era Charles Lyell, quien hacia el comienzo de 1856, le aconsejó profundizar esas ideas y reunirlas en un texto más sistemático, tarea que Darwin emprendió con entusiasmo, aunque lo calificaba como un mero resumen inicial.

Promediaba su trabajo, en el verano de 1858, cuando recibió un manuscrito de otro científico que trabajando separadamente había llegado a conclusiones muy semejantes. Era un texto, procedente de la isla de Ternate, en las Molucas, (Malasia) enviado por Alfred Russel Wallace, con quien mantenía contacto epistolar desde 1854, precisamente por la coincidencia de sus revolucionarias ideas. El trabajo le había sido enviado para su revisión y crítica, e impulsó a Darwin a pedir consejo a Lyell, a quien le expresó que prefería destruir su propio trabajo antes que perjudicar la prioridad de Wallace a publicar las ideas que compartían.

La intermediación de Lyell y el botánico Joseph Dalton Hooker, llevaron a buen puerto la empresa, aconsejando a Darwin, que completara su manuscrito, para una presentación conjunta de ambos (Lyell y Hooker) ante la Linnean Society, el día 1 de julio de 1858. En ella dieron a conocer tanto el trabajo de Darwin como el de Wallace, y como prueba de la buena fe del primero, leyeron también un extracto de una carta por él remitida el 5 de septiembre de 1857 al botánico estadounidense Asa Gray, donde ya figuraban los lineamientos generales de la teoría de evolución.

La grandeza de ambos naturalistas (Wallace y Darwin) se puso de manifiesto también cuando en 1887 Wallace dijo que el mecanismo elegido para dar la primicia de la teoría fue el mejor, ya que él no poseía «el amor por el trabajo, el experimento y el detalle tan preeminente en Darwin, sin el cual cualquier cosa que yo hubiera podido escribir no habría convencido nunca a nadie».

No obstante ése fue el episodio que impulsó a Darwin a acelerar su trabajo, de modo tal que trabajando sin pausa a lo largo de trece meses y diez días, tuvo listo para su publiación el libro «Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida», título tan largo que suele abreviarse como «El origen de las especies», cuyos primeros 1.250 ejemplares se vendieron el mismo día de su aparición, que fue precisamente el 24 de noviembre de 1859.

¿Qué efectos produjo esta publicación?

Por supuesto una teoría tan revolucionaria, y tan opuesta a las doctrinas religiosas centradas en la creación divina, despertaron inmediatamente una furiosa oposición, liderada por el paleontólogo Richard Owen, el mismo que veinte años antes había manifestado su entusiasmo frente a las colecciones de fósiles traídas por Darwin de su viaje.

Aquí me permito una pequeña digresión para señalar que es común en la investigación científica que los mismos hallazgos se interpreten de distintas maneras según, los propios preconceptos de los observadores.

Volviendo al libro que nos ocupa, memorables fueron algunas de las pujas y réplicas muchas veces hirientes que se destinaban mutuamente los partidarios y opositores de la teoría evolutiva. Tal vez recopile algunas de esas anécdotas para otro post, porque no tienen desperdicio.

Bibliografía básica consultada

Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Charles Darwin. Biografía. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España).

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

Un gigante de la Geología: G.K. Gilbert

Tal como les prometí al hablarles de orogénesis y epirogénesis, hoy vengo a contarles un poco sobre la vida, obra y legado de Grove Karl Gilbert, más conocido en la literatura científica simplemente como G.K. Gilbert, ya que los estadounidenses son muy afectos al uso de las iniciales en reemplazo de los nombres completos.

Como nota de color, el nombre Grove, usado como sustantivo común, y no propio, significa arboleda, huerto o alameda, todo lo cual parece casi una predestinación para alguien que pasaría gran parte de su vida en conexión directa con la naturaleza,ya que fue explorador, geógrafo y geólogo, todas ocupaciones que lo alejaban de los espacios cerrados por largos intervalos de tiempo.

¿Qué sabemos de su vida?

Grove Karl Gilbert, nació en 1843, en Rochester, Estados Unidos, en el seno de una familia amante de los desafíos mentales, como la resolución de rompecabezas y acertijos, lo que seguramente influyó en su producción científica posterior.

Su padre era un pintor de retratos autodidacta que apenas alcanzaba a solventar los gastos familiares, lo que mantuvo al joven Karl algo alejado de la vida social, y ocupándose en la lectura, y más tarde en la construcción de botes con los que surcaba el cercano Río Genesee, en el que comenzó a hacer sus primeras observaciones relativas a la dinámica fluvial, de manera absolutamente espontánea y experimental.

Karl terminó la escuela secundaria a los 15 años, y su familia, que había percibido su capacidad intelectual, hizo cuantos sacrificios fueron necesarios para enviarlo a la Universidad de Rochester,

¿Qué estudios realizó?

Gilbert se inscribió en un programa clásico, centrado en Matemáticas, Griego, Latín, Retórica y Lógica. Debido a su constitución algo enfermiza, su padre le impuso como condición para financiar sus estudios, la práctica regular de actividades al aire libre, lo que lo condujo a tomar como materia optativa, Geología, donde encontró su verdadera vocación, además de fortalecer su salud.

Su profesor en esa área fue Henry A. Ward, el fundador del que luego sería el Ward´s Natural Science Establishment, pero que por entonces se denominaba Cosmos Hall.

Karl completó sus estudios en 1862, con algunas deudas a pagar por ellos, lo que lo hizo aceptar un cargo docente en la escuela pública de Jackson, Michigan, donde vivía su hermana mayor, aunque regresó rápidamente a su ciudad natal.

Durante los años 1863 a 1868, consiguió trabajo con su antiguo profesor en el Cosmos Hall, donde catalogaba muestras y montaba exhibiciones para museos. Su despegue comenzó cuando James Hall, a la sazón jefe de la excavación para extraer un mastodonte en Mohawk River, se rompió la cadera, y le delegó el liderazgo.

Si bien eso le generó un cierto prestigio, el verdadero interés de Gilbert era la Geología Física, y no la Paleontología, de modo tal que aun durante las excavaciones por mastodontes, realizaba descripciones muy detalladas de los paisajes invlucrados, y les daba alguna interpretación.

¿Cómo suele recordarse su actividad?

Muchos de sus contemporáneos lo consideraban no sólo como un gran geólogo, sino también como un audaz explorador que cruzó el Valle de la Muerte a pie y en mula, que remontó la corriente a través del Gran Cañón, y realizó expediciones en Utah, Arizona y Nuevo México. Presenció también el gran terremoto de San Andrés, publicando en 1907 los resultados que observó desde el punto de vista geológico.

Otro de los rasgos destacados por otros importantes científicos, como William Morris Davis, por mencionar alguno, fue su don de gentes. Se lo consideraba honesto, gentil, generoso, y cultor de la amistad. No buscaba el liderazgo, pero lo aceptaba cuando le llegaba de modo natural, precisamente por su temperamento ecuánime y su solidez científica.

¿Cuáles fueron sus trabajos más destacados?

Suele considerarse que lo más sustancioso de su trabajo se resume en dos segmentos principales de su actividad.

El primero, fue cuando Gilbert tomó por primera vez contacto con el todavía casi inexplorado Oeste Americano durante su participación en el Relevamiento de Wheeler de 1871, que cubrió una transecta de unos 1.500 kilómetros en lo que hoy se conoce como la Provincia Geológica Basin and Ranges, que se extiende por los estados de California, Nevada, Utah, y Arizona. En ese tiempo estuvo estrechamente en contacto con John Wesley Powell, que en realidad formaba parte de otra expedición que recorría la zona.

Durante esa primera parte de su carrera, los relevamientos de Wheeler y Powell dieron origen a numerosos estudios hoy clásicos, en los que se reconocieron la naturaleza lacolítica y de bloques falla de la Provincia de Basins and Ranges.

Es también por entonces que realiza un trabajo monumental sobre el Lago Bonneville.

El segundo segmento de la actividad de Gilbert implica su participación en la Expedición Harrimann a Alaska, de 1899, a bordo del vapor SS Elder, que pasó meses analizando las costas, y desembarcando partidas terrestres para reconocer la vida silvestre, y la geología y geomorfología del área.

Más tarde, regresó al Lejano Oeste, como jefe de la División Appalachiana, a los fines de estudiar los problemas causados por la minería del oro. El resultado se ve en dos trabajos medulares, uno sobre el transporte de sedimentos, y el otro que hoy sería considerado como una Evaluación de Impacto Ambiental.

¿Qué sobresale en su legado?

El trabajo de Gilbert ha resistido la prueba del tiempo en muchos aspectos, un ejemplo de lo cual puede verse en la explicación de la figura 2.

A diferencia de muchos otros autores él expuso siempre las fortalezas y debilidades de sus propios argumentos.

Sus trabajos lo posicionaron como uno de los gigantes de la Geomorfología, ya que contribuyó a comprender la evolución, la erosión, la incisión fluvial y la sedimentación.

Gilbert fue también pionero en la identificación de los cráteres lunares como productos de impactos, lo que lo consolida como uno de los más completos e influyentes de los geólogos americanos de su tiempo.

¿Qué reconocimientos recibió?

Además de ser la única persona que fue por dos veces presidente de la Sociedad Geológica Americana (1892 y 1909), colaboró en el despegue del Servicio Geológico de los Estados Unidos, (USGS), del que fue Geólogo en jefe, bajo la dirección de John Wesley Powell.

Fue miembro fundador de la National Geographic Society, ganó la Wollaston Medal de la Sociedad Geológica de Londres en 1900; la Medalla Charles P. Daly de la American Geographical Society en 1910; y en su homenaje, la Sociedad Geológica de América creó el premio G.K. Gilbert, para la Geología Planetaria, en 1983.

Hay cráteres en la Luna y en Marte con su nombre, y no puede dejar de mencionarse el Monte Gilbert en Alaska.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de esta página de Wikipedia.

La figura 2 es de este sitio.

Un video sobre incendios que vale la pena ver

Este video es de la Universidad Complutense de Madrid, y realmente vale la pena compartirlo, sobre todo porque ya  casi comienza el mes en que se acentúan la sequía y los vientos en nuestra provincia, lo que sumado al progresivo aumento de temperatura hacia fines de cada agosto, genera una sinergia muy peligrosa.

Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

Una reflexión interesante

Esto dijo alguna vez Augusto Comte (1798-1857), el filosofo francés al que suele considerarse como el padre del Positivismo y de la Sociología:

La historia es la madre de la ciencia. Quien no conoce la Historia de la Ciencia, no conoce la ciencia misma.

Para pensar un poquito.

Un abrazo y hasta el próximo lunes, con un post científico. Graciela.

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