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¿Qué se entiende por yacimiento minero?

escanear0001recursosHoy es el Día de la Minería, y me pareció un tema pertinente explicar qué es un yacimiento.

¿Hay más de un significado de la palabra yacimiento en Geología?

Sí, en efecto, el término se aplica a toda concentración de materiales en cantidades que superan la media habitual para cada situación.

Así pues, tanto puede tratarse de un yacimiento petrolífero, de gas, de carbón o fosilífero, como arqueológico, de metales, o de rocas de una determinada clase.

Basta para hablar de yacimiento, con que se encuentre una zona particularmente rica en un elemento o material que usualmente está mucho más disperso en la litósfera.

La amplitud del significado ocasiona muchas veces confusiones, ya que no es lo mismo yacimiento mineral que yacimiento minero, según veremos a un poco más adelante.

¿Qué es un yacimiento mineral?

Un yacimiento mineral es, según la definición que ya he expresado, simplemente una acumulación de un mineral, sea éste metálico o no, pero que aparece con más abundancia que la habitual.

A veces ese mineral es valioso en sí mismo o es portador de algún elemento nativo que es requerido por el mercado, y entonces la concentración (yacimiento mineral) tiene la potencialidad para convertirse en yacimiento minero.

¿Cuándo un enriquecimiento de un material dado se constituye en yacimiento minero?

Cuando se cumple el requisito de que su eventual explotación sea económicamente rentable.

Es decir que debe cerrar bien la ecuación económica, de manera que los costos se mantengan por debajo de la cantidad de dinero que se calcula que será producido en la comercialización del elemento de interés.

Pero además, esa diferencia debe ser lo suficientemente amplia como para que la inversión inicial sea atractiva, porque debe tenerse en cuenta que se trata de capitales que se arriesgan en operaciones que no son rentables de manera inmediata.

El tiempo de recuperación de la inversión es variable, pero por lo general implica algunos años, de allí que sea tan importante el cálculo de reservas y de costos.

¿Qué factores intervienen en esos cálculos?

Por cierto, lo primero es la estimación de la reserva del elemento a explotar. (De esto hablaremos un poquito más, en seguida) Pero no sólo se debe considerar su cantidad, sino también su calidad y su accesibilidad, y es allí donde entran a considerarse temas como la composición química, su concentración, (tópicos para numerosos posts en el futuro), la distribución en el espacio, la cantidad de material estéril que se debe movilizar para extraer el elemento al que se apunta, etc.

Estos considerandos tienen que ver con el yacimiento mismo, pero además deben tenerse en cuenta otros factores que le son ajenos como:

  • precio del material en el mercado.
  • condiciones de comercialización según las diversas legislaciones.
  • existencia y costo de la tecnología adecuada para su extracción, concentración y tratamiento.
  • existencia y costo de la tecnología necesaria para satisfacer las exigencias de protección del medio, medidas de contingencia y remediación incluidas.
  • características de la infraestructura necesaria para emplazar la planta de extracción y concentración.
  • distancia a la zona de comercialización y costos de transporte.
  • etc.

En ese punto que he dejado abierto como un etcétera, puede caber toda la diferencia entre una explotación rentable o no, y una aceptable o no, ya que allí deben entrar todos los costos, a veces un tanto inasibles, que sin embargo entran en la Evaluación de Impacto Ambiental, cuando es responsablemente realizada, y son temas como: costo social, costo ambiental, costo de biodiversidad, costo cultural, masa salarial requerida, etc.

¿Significa esto que la calificación de yacimiento minero puede cambiar a lo largo del tiempo?

Sí, obviamente. Por ejemplo, una nueva tecnología puede abaratar los costos de extracción o aminorar sus impactos ambientales; un mayor precio en el mercado o la construcción de mejores caminos puede llevar un yacimiento mineral a la categoría de yacimiento minero.

A la inversa, un aumento en las exigencias de la legislación vigente, o una depreciación del elemento extraíío, puede significar que un yacimiento minero deje de serlo, ya que a la minería como industria productiva deja de serle rentable.

A veces puede pasar inclusive, que un aumento significativo del precio de algún elemento coloque en categoría de yacimento minero, lo que alguna vez fue una simple escombrera, donde se acumularon materiales de baja pureza o en los que el metal buscado estaba muy diseminado.

¿Qué significado tienen los nombres que aparecen en el cuadro que ilustra el post?

Empecemos por decir que ese cuadro lo he tomado de Gamkosián (1984), y que a pesar del tiempo transcurrido me sigue pareciendo una clasificación muy sencilla y clara de los recursos minerales.

Vemos que el Total de los Recursos Minerales existentes puede clasificarse según la certidumbre o conocimiento geológico creciente (desde la derecha hacia la izquierda) y la factibilidad económica, que crece desde abajo hacia arriba.

Ese Total de Recursos Minerales incluye tanto los que se pueden considerar como yacimientos mineros (Reservas) porque son explotables en las condiciones reinantes en el momento de su explotación; como el Mineral Potencial, que requiere algún cambio en las condiciones para pasar a constituir yacimientos explotables con provecho económico.

Ese mineral que se considera Reserva, según vemos en el cuadro, forma parte de los recursos Identificados, pero además, con un costo extractivo que los hace rentables, por lo cual caen en el campo de recursos Económicos.

Si el costo de explotación es hasta 1,5 veces más alto que el rentable, nuevas condiciones podrían permitir su explotación en el futuro, por lo cual se consideran reservas también Identificadas pero Marginales o Subeconómicas, y más específicamente Paramarginales.

Son Submarginales, a su vez, las que requieren avances tecnológicos tales como para sustentar costos dos o tres veces superiores a los de las condiciones actuales.

Volviendo a las Reservas Económicas, no todas se conocen con igual certeza geológica, de allí que haya un grupo de reservas Demostradas, y otro de Inferidas.

¿Qué son las Reservas Identificadas Demostradas ?

Este grupo comprende a las Reservas Medidas y las Indicadas.

Son Reservas Medidas o cubicadas, aquéllas cuyo tonelaje se calcula con datos concretos de afloramientos, trincheras pozos exploratorios y otras exposiciones.

En cambio las Reservas Indicadas se obtienen a partir de la proyección de las anteriores sobre el territorio considerado como productivo, en función de diversos indicadores geológicos.

Las Reservas Inferidas, por su parte, ya caen fuera del campo de las demostradas, y se basan en el conocimiento del contexto geológico general.

¿Qué son los recursos minerales No Descubiertos?

Son todos los que han quedado fuera del campo que ya hemos descrito, y se dividen en Recursos Hipotéticos, cuando se refieren a depósitos que razonablemente puede esperarse que se encuentren en determinadas áreas aún no exploradas, pero cuyas condiciones geológicas son similares a las de yacimientos conocidos.

Los Recursos Especulativos son considerados tales, simplemente en función de la premisa de que a medida que el conocimiento avance, tanto la mayor comprensión de la génesis de las acumulaciones valiosas como la mejor tecnología, permitirán necesariamente alumbrar nuevos yacimientos.

Casi todo lo expresado es aplicable a los yacimientos de petróleo, pero dado que éstos tienen tanto valor comercial y estratégico, ameritan posts específicos que ya están en carpeta.

Bibliografía consultada

Gamkosián, A. 1984. Lecciones de Recursos Geológicos y Minerales. Apunte de la Facultad de Ciencias exactas, Físicas y Naturales de la Universidad nacional de Córdoba.

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Un abrazo. Graciela

Diez preguntas frecuentes acerca de la minería. Parte 2

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Como este post es continuación del del lunes pasado, les recomiendo que vean ése antes de internarse en el de hoy. Allí encontrarán las preguntas que numeré de 1 a 5. Hoy comienzo con la sexta.

6. ¿Qué son los diques de cola?

La actividad minera, como toda otra actividad humana genera sus propios desechos. A diferencia de los domiciliarios, o de los hospitalarios, que contienen gran cantidad de residuos orgánicos (a veces patógenos), los residuos del procesamiento de minerales son en su gran mayoría roca estéril y compuestos químicos.

Se los conoce como colas, (como traducción del término inglés tailings) relaves o jales .

Cuando las colas son sólidas (suena raro, ¿no? casi parece la propaganda de un implante) pueden almacenarse en las llamadas «escombreras», que a veces son recategorizadas como yacimientos cuando la tecnología avanza o el precio en el mercado lo habilita, cosa que da tema para todo un futuro post, porque hay mucho para explicar allí.

De no ser recategorizados, esos materiales sólidos pueden utilizarse posteriormente en la restauración de la mina una vez terminada su explotación.

En los casos, en cambio, en que se trata de lodos o mezclas fluidas de materiales finos, las colas se transportan a diques o presas mediante ductos, ya sea por simple gravedad o con ayuda de bombeo. Éstos son los depósitos que se denominan diques de cola.

Se suelen construir a partir de los mismos materiales que se van extrayendo a medida que avanza la explotación, según diseños que dependen, entre otras cosas, de la topografía involucrada.

Normalmente esos depósitos, a todo lo largo de la vida útil de un yacimiento van colmatando el dique, y por eso es necesario desarrollar un proceso continuo de construcción, que permanentemente monitoree los cambios que se van produciendo.

Es interesante tener presente que por el peso de los nuevos materiales aportados, los sedimentos del fondo se van compactando, lo cual implica determinados cambios, tales como:

  • un aumento en el espacio disponible para más almacenamiento
  • mayor cantidad de agua expulsada, que puede recuperarse para su reutilización
  • disminución de posibles filtraciones por el aplastamiento de los poros libres.

En determinados emprendimientos, las precauciones se extreman con relación al dique de colas.

En el proyecto Pascua-Lama, por ejemplo, existe el compromiso de solidificación de las colas, que actuarán, a su vez, como la primera barrera de contención de los residuos de la explotación.

Se han diseñado además:

– Un sistema drenante en la base, compuesto por una capa de gravas, y una serie de tuberías para conducir los líquidos residuales hasta una cámara de recolección para su recirculación al proceso.

– Una geomembrana impermeable inmediatamente debajo del sistema drenante anterior, para evitar infiltraciones hacia el subsuelo.

– Una capa de suelo de baja permeabilidad preparada con material fino, debajo de la geomembrana impermeable, para evitar su rotura y actuar como segundo elemento impermeable del dique.

– Un sistema denominado «sub-dren», que estaría formado por otra capa de gravas, inmediatamente debajo de la capa de suelo fino, y una nueva serie de tuberías perforadas para recoger los afloramientos de agua natural del Arroyo Turbio, y conducirlas de manera segura aguas abajo del dique, sin que entren en contacto con las colas.

Hay compromiso de monitoreo y medidas de control de crecientes para evitar la afectación del dique.

Toda esta construcción teórica es muy promisoria, el quid de la cuestión es que las autoridades ejerzan su poder de policía Y CONTROLEN PERMANENTEMENTE EL CUMPLIMIENTO ESTRICTO DE TODOS ESTOS COMPROMISOS.

7. ¿Qué son las regalías mineras?

En general se denomina así a todos los beneficios que el estado recibe al conceder la exploración y/o explotación de un yacimiento, y se reúnen bajo la denominación de Amparo.

Amparo es el cumplimiento de las condiciones para mantener la propiedad minera en el patrimonio del concesionario. Sus condiciones son tres:

Pago del cánon minero, o contribución anual que hace el minero al estado concedente (nacional o provincial) para mantener en vigencia la concesión.
Inversión Mínima. No puede ser inferior a trescientas veces el valor del cánon anual (fijado por el gobierno concedente) que corresponda abonar por la concesión. La inversión debe encontrarse cumplida en el término de cinco años.
Reactivación de la mina, en caso de estar paralizada durante mas de cuatro años, si así fuera exigido por la autoridad minera.

Por otra parte, el titular de un derecho, sea éste de exploración o de explotación, antes de emprender los trabajos está obligado a presentar ante la autoridad competente un Informe de Impacto Ambiental previo al inicio de la actividad. La autoridad analizará este informe y dictará la Declaración de Impacto Ambiental, aprobando las condiciones para que la actividad pueda desenvolverse preservando el medio ambiente. El informe de impacto ambiental debe actualizarse en forma bianual.

Además de esto, a través de los años algunas provincias han establecido regalías que no son uniformes, pero que a partir de la Ley Nº 24.196 de Inversiones Mineras tienen un tope máximo del 3 % del valor del mineral puesto en boca de mina. Las modalidades y formas de cálculo, y pago de las regalías están sujetas a las reglamentaciones provinciales.

8. ¿Quién regula y controla las actividades mineras?

El Código de Minería (CM) sancionado por el Congreso Nacional el 25 de noviembre de 1886, establece los sistemas de dominio respecto a las substancias minerales y por disposición de la Constitución Nacional (Artículo 75, inciso 12) existe un solo CM para todo el país, correspondiendo su aplicación a las autoridades nacionales o provinciales según donde estuviesen situados los recursos mineros.

Desde entonces, el CM ha sido objeto de numerosas reformas, las últimas y más importantes de las cuales fueron realizadas por las Leyes Nros. 24.498 (Actualización Minera) y 24.585 (Protección Ambiental) ambas de 1995.

El poder de control y policía sobre su cumplimiento es obviamente resorte de las autoridades concedentes, sean ellas nacionales o provinciales. De allíque se puede decir que la minería es una actividad legítima, legalmente regulada, y sometida a control y vigilancia.

Si las leyes no son lo suficientemente estrictas, son éstas las que se encuentran en falta, NO la minería.

Si no hay control eficiente, son las autoridades concedentes las directas responsables.

Si los controles pueden sortearse por vías ilegales o irregulares, se debe atacar a la CORRUPCIÓN , no a la minería.

9. ¿Por qué las poblaciones afectadas aseguran que no reciben beneficios?

Las empresas mineras deben cumplir con sus regalías, y seguramente lo hacen porque no es tan sencillo sortear los controles de la AFIP. Nuevamente debe hacerse la salvedad de que si existe corrupción es ella la villana de esta comedia, no la minería.

Y si los cánones son pagados en tiempo y forma, pero nunca se ven los beneficios, es a los políticos a quiénes se debe interrogar acerca del destino de los fondos, que en algún lugar parecen perderse.

Pero permítanme también señalar una inconsistencia por parte de los mismos críticos de la minería, a través de un ejemplo de primera mano.

Las mismas universidades, que entre sus muchas críticas señalan que el dinero producido por la minería no vuelve al pueblo, se dieron el lujo de negarse a recibir los fondos que por ley debía entregar el YMAD como parte de sus devoluciones al gobierno. Y esto, a pesar de los argumentos de los especialistas que elevaron a la autoridad universitaria, en tiempo y forma, su recomendación de recibir los fondos y destinarlos a investigar mejores metodologías extractivas que apuntaran a la mayor protección ambiental y al desarrollo sostenible.

10. ¿Por qué hay tanta resistencia desde ciertos sectores?

No podría decirlo con seguridad, porque las motivaciones de las acciones humanas no son parte de mi campo de estudio, pero si estuviera en una simple charla de café, me atrevería a arriesgar algunas explicaciones:

  • Por un exceso de buenas intenciones, sazonado con no menor desconocimiento técnico.
  • Por moda. De otro modo no se entiende que defenestren tanto a la minería las mismas personas que más dependen de sus productos. ¿O es que no se han puesto a pensar en la cantidad de minerales, metálicos y no metálicos que se emplean en la industria del cine, de la que viven los más visibles y enconados detractores de la minería?
  • Por necesidades políticas. En efecto si alguien quiere hoy constituirse fácilmente en líder, basta con que salga con un discurso antiminero con los mas infantiles argumentos, para tener una tribuna abierta y a su disposición.
  • Por fundamentalismo ecológico.
  • Como parte de una estrategia política que se ejerce en muchas otras áreas también. Como acabamos de ver, la minería cuenta hoy con tecnologías que la hacen viable con impactos sobre el medio absolutamente tolerables, pero… cuando los controles no se ejercen, las leyes no se hacen cumplir a cambio de ciertos «agradecimientos», o las evaluaciones de impacto son meros dibujos, es mucho más sencillo acusar a la Minería en abstracto, que buscar y penalizar a los verdaderos responsables, que de esa manera salen bien librados. Y digo que es una estrategia común, porque hay muchos otros aspectos en los que se declama «todos somos responsables» para diluir culpas presentes y pasadas, y evitar de esa manera las correspondientes sanciones a quienes sí participaron y participan de la corrupción, los abusos, los desfalcos, los desmanejos económicos, etc., etc.

Unas reflexiones finales:

Nunca me cansaré de repetir que la minería es necesaria para mantener el desarrollo ya alcanzado, y viabilizar progresos futuros. Pero no puede ser a cualquier costo. El ciudadano puede y debe exigir a sus gobernantes que la ley se cumpla, que los controles se ejerzan, que los emprendimientos que no satisfacen los requerimientos se cierren, que las regalías vuelvan al pueblo, y si se considera que el 3% es poco, que se lo revise en la legislatura y se sancionen las correspondientes modificaciones.

Lo que es inaceptable es la negativa caprichosa a explotar un recurso que puede abrir mejores perspectivas a los habitantes de zonas muy poco privilegiadas para cualquier otra clase de actividad.

Espero que les haya sido útil mi modesto aporte. Hasta el miércoles, Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de wikipedia, y corresponde a un dique de cola.

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Diez preguntas frecuentes acerca de la minería. Parte 1

minerosEste post incluye la primera parte de un conjunto de diez preguntas que el público en general se formula acerca de la minería, y que lamentablemente son muchas veces respondidas de maneras tendenciosas y sin fundamentos técnicos ni información fidedigna, puesto que todo el tema tiene aristas decididamente políticas e ideológicas.

Es así que vemos en nuestro país a cineastas, actores y actrices dando entrevistas en las que se «expiden» sobre el tema, sin tener una preparación profesional que los respalde.

Como ya he señalado en otros posts algunos aspectos relativos al papel que la minería cumple en la sociedad de consumo a la que a gusto o disgusto nos toca pertenecer, en este par de entregas me limitaré a intentar dar respuestas tan objetivas como me sea posible, a las preguntas que el ciudadano común se hace respecto a la explotación minera, pero si quieren ver los otros textos, pueden hacerlo siguiendo los respectivos links.

Ahora, sin más preámbulos, las cinco preguntas de esta entrega.

1. ¿Qué es la minería a cielo abierto?

Para empezar, no es una elección basada en preferencias personales de los habitantes de un sitio donde se encuentra un determinado yacimiento. Muy por el contrario es una metodología extractiva que responde a determinados factores tales como: tipo de mineral a extraer, emplazamiento geográfico, geológico y topográfico, valor del elemento que se obtiene, técnicas operativas disponibles, etcétera.

Es decir que sólo desde un profundo desconocimiento se puede aseverar que es posible decidirse a favor o en contra de la minería a cielo abierto por consideraciones ajenas a las puramente técnicas y pertinentes.

Y ahora sí, aclaremos que la minería a cielo abierto, o a tajo abierto incluye todas las explotaciones mineras que se llevan a cabo sobre la superficie del terreno, no por debajo de ella, como en las clásicas películas de mineros.

Es verdad que en algunos casos hay que hacer algunas excavaciones para destapar el material que se ha de explotar, separando la zona estéril de la que se ha de aprovechar.

Este tipo de explotación sólo es económicamente rentable si los yacimientos afloran en superficie o se encuentran a muy escasa profundidad. A veces se elige porque el terreno no es adecuado para laboreos subterráneos.

Pero insisto, no es una elección que pueda hacerse para satisfacer presiones políticas o sociales, ya que son otros los factores que llevan a ella.

2. ¿Cuánta agua se consume en los grandes proyectos mineros?

El uso del agua es una de las muy comprensibles preocupaciones de los ciudadanos que están afortunadamente conscientes de que se trata de un recurso valioso y escaso. Pero toda preocupación debe ser respondida con información real y objetiva hasta donde sea posible.

Es bueno entonces saber que la cantidad de agua que los proyectos mineros pueden tomar de la cuenca en la que están emplazados, debe ser establecida por la autoridad competente, a la que haremos alusión más adelante. En definitiva, si hay una mala regulación no es la minería lo que debe atacarse sino la norma que la rige y que eventualmente, y en sitios concretos podría considerarse inapropiada.

De todas maneras, es bueno dar algún ejemplo para que entendamos los órdenes de magnitud a los que estamos haciendo referencia. Y para mayor servicio, bueno es que usemos ejemplos tomados de los yacimientos que más se cuestionan en nuestros días en Argentina.

Tomemos el Río Jachal, en San Juan, en cuya cuenca se encuentran el proyecto minero Pascua Lama y la explotación de Veladero, activa desde 2005.

El Río Jachal cuenta con un aforo en la ciudad homónima, según el cual el caudal promedio es del orden de 10 metros cúbicos por segundo. Según los permisos emitidos, Pascua Lama puede extraer hasta 0,38 metros cúbicos por segundo (380 litros/s), y Veladero en cambio, fue autorizado a usar 0,115 m cúbicos por segundo (115 l/s). Este último valor es aproximadamente igual al consumo de una finca de 120 ha en esa zona que se mantiene con riego.

Si nos ponemos a hacer comparaciones, podemos aseverar que en zonas áridas, los cultivos regionales como viñedos, olivares o cítricos, requieren más agua por unidad de superficie que las explotaciones mineras.

Puede ser interesante también recordar que las pérdidas domiciliarias, el derroche en las grandes urbes, los caños maestros rotos, y hasta las filtraciones en los canales de cierta antigüedad, implican montos de agua literalmente desperdiciada, que pueden exceder con mucho a las cantidades usadas en minería.

Pero además hay que tener en cuenta otros dos puntos: el agua empleada en minería es reutilizada en su mayor parte, pues se pueden generar ciclos cerrados en muchos de los procesos.

El último tema es que el beneficio económico por litro de agua consumida es mayor en la minería que en cualquier cultivo.

Por supuesto, las cantidades utilizadas pueden exceder a las autorizadas, y es discutible lo que se hace con las ganancias, pero esos son temas a observar en otro aspecto que tiene que ver con los controles y las decisiones políticas, y los trataremos en otra pregunta.

3. ¿Cuál es el grado de contaminación resultante sobre el agua de las cuencas superficiales y subterráneas?

Eso depende de los procedimientos empleados y por supuesto también involucra a los controles. En general son los emprendimientos de mayor envergadura los que tienen mayor capacidad para tomar todas las precauciones para minimizar el impacto. Impacto que siempre va a surgir, porque NO EXISTE actividad productiva humana que no impacte sobre el ambiente.

Aquí se deben contrastar el costo y el beneficio. Si el deterioro ambiental excede al beneficio, no tiene sentido alguno aprobar un proyecto, sea de minería, urbanización, obras viales o lo que sea. Porque también una curtiembre, un polo sanitario con sus desechos patógenos, una megalópolis, un frigorífico o un cultivo que implique intensivas fumigaciones tienen un efecto sobre el medio, que se debe evaluar.

Existen, no obstante, como señalé más arriba, estrategias posibles para minimizar los cambios ambientales indeseables, que se diseñan en cada caso según el complejo funcionamiento del sistema afectado por la obra. De allí que sea difícil generalizar las explicaciones, pero puedo usar como ejemplo nuevamente uno de los proyectos tan cuestionados: Pascua-Lama.

La empresa Barrick, responsable del proyecto se ha comprometido a mantener inalterada la cantidad y calidad de las aguas de los cursos ubicados aguas abajo del emprendimiento, partiendo claro de la base de que las aguas que le llegan, por proceder de vertientes que han atravesado zonas mineralizadas, ya llegan cargadas de ciertos elementos que la hacen no apta para consumo humano directo.

Obviamente, la planta misma disminuirá el pH y aumentará el contenido de sales disueltas en las aguas que se drenen desde ella. Pero hay modos de disminuir este efecto.

La estrategia en el caso que nos ocupa, por ejemplo es impedir que los escurrimientos superficiales de las laderas por encima de la planta ingresen a los depósitos y se acidifiquen. Para eso están previstos canales de contorno aguas arriba que las intercepten, y las desvíen para devolverlas inalteradas aguas abajo.

Por su parte, las aguas de drenaje que se generen en los propios depósitos producto de precipitaciones directamente sobre ellos se interceptarán para su tratamiento hasta que alcancen calidad similar a la natural en la zona.

El compromiso incluye 38 puntos de monitoreo de la calidad del agua en territorio argentino que asegurarían la oportuna detección de eventuales cambios para establecer si son variaciones naturales o no. En el segundo caso, se aplicarían planes de respuesta inmediata para identificar la causa y remediarla.

Si se evita que los escurrimientos tengan altos niveles de contaminación, se resguardan las aguas infiltradas que recargan los acuíferos subterrános al mismo tiempo.

Es una vez más, importante señalar que hay una gran responsabilidad del estado para que tanto éste como todo otro compromiso asumido por las empresas involucradas en las actividades mineras se cumplan en todos sus puntos. De no cumplirse, la ley debe ser aplicada con todo su rigor.

Conviene recordar en este punto que en proporción, puede llegar a ser mucho más importante la contaminación por desechos cloacales en asentamientos urbanos, y vertidos ilegales de desperdicios fabriles, o lixiviados de cementerios parque. Sin embargo no se escuchan voces en contra de ninguno de esos productores de contaminación.

4. ¿Cuál es el efecto sobre los suelos?

En la zona de la explotación misma, los suelos lógicamente dejan de funcionar como tales, pero los de la zonas circundantes se preservan si el vector que lleva los potenciales agentes contaminantes, que no es otro que el agua, está permanentemente bajo estricta vigilancia.

De todas maneras, en casi todos los casos, cuando un territorio tiene condiciones tales que lo hacen apto para una explotación minera, difícilmente tendrá también suelos de alta capacidad de uso. Como se suele decir «cada terreno debe usarse según su vocación natural».

Puede agregarse que en las explotaciones modernas, los proyectos incluyen también un plan de remediación tal que a medida que se avanza y abandona un área, ésta no se deja en condiciones de total deterioro -como era lo corriente en el siglo pasado- sino que se se va recuperando con numerosas medidas como relleno y reforestación.

Conozco de cerca esas estrategias, porque me tocó traducir un informe técnico desde el alemán al castellano, con la descripción de las tecnologías que una empresa líder en el mundo, aplica como parte integral de sus desarrollos mineros.

5. ¿ Cuál es el uso del cianuro?

Ésta es una de las partes más cuestionadas y uno de los argumentos más esgrimidos en todo este tiempo de conflicto, de modo que vale la pena explayarse un poquito al menos.

Comencemos diciendo que el cianuro es un anión monovalente de representación CN, y que contiene el grupo cianuro (:C≡N:), es decir un átomo de carbono unido mediante un enlace triple con un átomo de nitrógeno.

Forma parte de numerosos compuestos, y de ellos el que se usa en minería es un complejo cristalino tetraédrico, el cianuro de sodio (NaCN).

En la naturaleza el cianuro se destruye por medio del ozono, por lo cual no es muy perdurable, aunque está presente en numerosos alimentos como las almendras, las nueces y las castañas, obviamente en cantidades inocuas.

Es generado también en los escapes de los automóviles, el humo del cigarrillo y en los productos de combustión de algunos materiales sintéticos.

La industria textil, es de hecho la principal consumidora de cianuro, muy por delante de la minería (más o menos en proporción 2/1, respectivamente).

Pero además existen otras actividades en las que se emplea cianuro, por ejemplo: para producir papel, pinturas,  pegamentos, y hasta algunas medicinas.

Un detalle que además no debe olvidarse es que la mayor parte del cianuro que se emplea en minería ES RECICLADO una y otra vez porque eso abarata los costos enormemente, y ninguna empresa está interesada en tirar un dinero que puede ahorrarse fácilmente.

Y por último, NO TODAS las explotaciones mineras emplean el cianuro: por ejemplo Veladero lo hace pero La Alumbrera NO.

Bueno, ha sido un post bastante extenso, por lo cual las otras preguntas van a una segunda parte, espero que no se hayan aburrido, y que tengan ahora más información para sus charlas de café.

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 P.S: La imagen que ilustra el post es tomada de imágenes de Google

Actividad minera, un desafío.

imagenmineria1Cuando ya se han apaciguado un poco los ánimos en la zona de Famatina, porque el gobierno ha decidido dar un tiempo razonable para que la población se informe y se alcancen algunos consensos, me parece que es el momento adecuado para pensar seriamente sobre el tema.

Les propongo visitar algunos posts en los que ya me he referido al punto, en los siguientes links:

La posición de la Escuela de Geología de la Universidad Nacional de Córdoba, respecto a los fondos provenientes de la actividad minera.

La resolución correspondiente emanada desde el Consejo Directivo de la facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Mi propia postura al respecto, que pretende ser una valoración menos fundamentalista de la actividad minera, pero con un basamento de formación profesional relacionada con ella.

En esos posts tienen abundante material de lectura, y pueden usarlos para disparar sus propios debates y racionalizar sus argumentos.

Sin embargo, no está todo dicho en ellos, porque nunca lo está nada sobre ningún tema, y por eso quiero todavía agregar un par de cositas nuevas.

Un argumento obvio y muy usado pero no menos real.

En primer lugar, no olvidemos que toda nuestra actividad industrial y productiva se apoya en la minería de modo directo o indirecto. En este momento, estoy sentada sobre una silla que además de la madera (que se corta con sierras metálicas) tiene clavos y chinches que sustentan su tapizado. Por allí también hubo producción minera. Es cierto que podría sentarme en el suelo, pero francamente no me apetece a esta altura del progreso.

Un dato de la historia.

Sé que me van a decir que el anterior es un argumento viejo, por lo cual les aporto un dato que tal vez no todos conozcan, y que también da que pensar.

Los pueblos aborígenes conocían el oro y la plata, pero no tenían producción de hierro. Por eso fue tanto más fácil la conquista española. Las armas nativas no tenían modo de equipararse a las invasoras. No hago con esto una apología de la violencia. Sólo quiero señalar cómo la minería puede definir el rumbo mismo de la historia. Nos puede gustar o no, pero es un hecho.

Una incoherencia sorprendente.

Las mismas personas que más encarnizadamente se oponen a la explotación minera suelen ser aquéllas que más exigen bienes de consumo que desde ella se producen: celulares, computadoras, vehículos, etc., etc.

Y también son las mismas personas que después de protestar contra la contaminación, dejan las pilas agotadas de los megáfonos con que lideraron las protestas, tiradas en cualquier parte, o con la basura domiciliaria.

No me opongo a que alcen consignas ecologistas, sólo les pido un poco más de adhesión personal a las mismas.

Y también un poco más de racionalidad en lo que se pretende. Porque desear consumo, confort y progreso tecnológico sin minería, es lo mismo que querer ser madre con la sola condición de no tener hijos para ello.

Una aclaración importante.

Conste, por favor que ya he dicho en uno de los posts que les he mandado a leer más arriba, que la minería DEBE CUMPLIR DETERMINADOS REQUISITOS, y que sobre ella se deben ejercer los máximos controles desde el estado, pero ojo, que lo mismo debe exigirse para la gestión de la basura, el control de las urbanizaciones, etc. Porque no es la minería la única actividad humana que genera riesgos y contaminación.

Muy por el contrario, todas las actividades humanas lo hacen, y en todas se debe buscar el equilibrio entre el costo y el beneficio.

Un ejemplo no muy remoto.

En un post anterior, hice referencia a la necesidad de controles estrictísimos en la explotación minera, no solamente por la potencial contaminación y posible expoliación de las poblaciones afectadas, sino por los eventuales accidentes, como el que en ese momento comentaba, en relación con el rescate de los mineros chilenos atrapados en la mina San José. Creo que vale la pena que lean también ese post.

Otro dato de la realidad.

Cuando se conoce que en un sitio dado hay determinados minerales de cierto valor, aun en ausencia de un emprendimiento minero de cierta envergadura, la gente busca esos elementos, y muchas veces lo hace a través del pirquineo, en una actividad riesgosa, sin marco legal, y casi siempre tan escasamente rentable que quienes a ella se dedican no sobrepasan, o lo hacen apenas, la línea de la indigencia.

Pequeña conclusión.

Por último, entiendan que no defiendo una actividad minera desarrollada de cualquier forma, ni para beneficio de unos pocos, pero tampoco me parece racional una oposición a ella a partir de una información incompleta.

Por eso les pido que se tomen el trabajo de leer todos esos textos que he puesto a disposición de ustedes a través de los links, y luego tomen una postura debidamente fundamentada.

Si me permiten expresarles la mía, yo la llamaría una «adhesión crítica» a la actividad humana en general y a la minera en particular.

No acepto cualquier intervención sin sopesar cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué, en beneficio de quién, con qué costo en cada aspecto ( ecológico, social, energético, etc…).

En otras palabras, para eso están las Evaluaciones de Impacto, ¿no creen? El único secreto es que ellas sean realizadas a conciencia y por un conjunto de profesionales insobornables cuya ética no pueda ponerse en duda.

Y para ser un poquito coherentes, no deberíamos abrazar con tanta alegría las consignas que nos manda la sociedad de consumo, que nos exige renovar auto, celular, guardarropa y electrodomésticos cada año, o casi.

Bueno, ojalá haya servido para algo este aporte. Un abrazo, Graciela.

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P.S.: la foto que ilustra el post pertenece a Enciclopedia Encarta.

Huanuni – Eduardo galeano

Para empezar el fin de semana, un nuevo texto de Galeano, esta vez referido a la minería, con ese tono tan magistral que lo caracteriza.

Huanuni
Patiño

El jinete viene desde la desolación y por la desolación cabalga, atravesando vientos de hielo, a tranco lento sobre la desnudez del planeta. Lo sigue una mula cargada de piedras.

El jinete ha pasado mucho tiempo perforando rocas y abriendo cuevas a tiros de dinamita. Él nunca ha visto la mar, ni ha conocido siquiera la ciudad de La Paz, pero sospecha que el mundo está viviendo en plena era industrial y que la industria come minerales hasta ahora despreciados.

No se ha metido montaña adentro en busca de plata, como tantos. Buscando estaño, como nadie, ha entrado hasta el fondo de la montaña, hasta el alma, y lo ha encontrado.

Simón Patiño, el jinete acribillado por el frío, el minero castigado por la soledad y por las deudas, llega al pueblo de Huanuni. En las alforjas de una mula, trae pedazos de la vena de estaño más rica del mundo. Estas piedras lo harán rey de Bolivia.

Espero que lo hayan disfrutado, y nos vemos el lunes. Graciela

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