Rescate de los mineros chilenos, Parte II – Reflexiones sobre seguridad y minería
Ya el lunes pasado advertí acerca de esta segunda parte en el post, para la cual reservaba algunas consideraciones relativas a minería y seguridad.
De nada habría servido la odisea de todos estos hombres si luego de un recibimiento con bombos y platillos no se revisan las circunstancias que los colocaron en una situación tan dramática por tanto tiempo.
En primer lugar, vuelvo a repetir que demonizar a una actividad productiva no es racional. y traigo en mi apoyo palabras de otro profesional, Fernando Nietzen, de cuyo artículo «Sostenibilidad Minera», publicado en el Boletín N° 3 del Colegio de Geólogos de Costa Rica, tomo algunos párrafos particularmente ricos.
…Agrícola declaró que la minería es probablemente tan antigua como la agricultura y que la vida moderna es imposible sin sus aportes: «Si no hubiera metales y minerales, el hombre estaría obligado a pasar una horrible y desdichada existencia entre las bestias salvajes; retornaría a las frutas y nueces del bosque, alimentándose de hierbas y raíces que arrancaría del suelo con sus propias uñas. Buscaría cuevas para dormir y vagaría en el
día al azar como las bestias». Fuente: De Re Metallica
Todos los materiales empleados por la sociedad moderna han sido obtenidos mediante minería, o necesitan productos mineros para su fabricación. Como ya sabemos, si un material no procede de una planta, entonces se obtiene de los minerales…
…La minería sostenible busca el bienestar de la humanidad con una visión de desarrollo a largo plazo, como actividad productiva no es un fin sino un medio para cumplir la meta.
No debe siquiera preguntarse por la sostenibilidad de un proyecto minero sino por la forma como la industria puede contribuir al desarrollo sostenible del país como un todo. ..…Si los beneficios de la minería son efectivamente invertidos en el desarrollo de la sociedad, esta actividad puede garantizar una mejor calidad de vida con el aprovechamiento racional de recursos naturales…
…Antes de colocar una calcomanía a su vehículo de «No a la Minería», es necesario primero entender que ese vehículo, ni esa carretera existiían sin la minería moderna.
Tampoco habría tiempo ni razón para nada más que buscar nueces y frutas del bosque como bien dijo Agrícola hace ya 460 años….
Una vez hecha esta primera salvedad, cabe formular, no obstante algunas preguntas:
¿Podría haberse previsto el derrumbe de la mina San José?
Toda actividad minera lleva implícito el riesgo de desmoronamiento. No olvidemos que de alguna manera se está «vaciando» un cierto espacio geológico, con lo cual su sustentación se va haciendo cada vez más crítica.
Si a eso se suma que el emplazamiento es en una zona geológicamente muy activa, recientemente sujeta a grandes acomodamientos de placas, expresados como violentos terremotos, no hace falta una gran lucidez para entender que era imprescindible extremar las precauciones.
¿Hubo negligencia o fallaron los controles?
No puedo saberlo desde mi escritorio, y sin conocer la historia reciente de seguimiento por parte de la autoridad minera correspondiente, pero sí puedo mirar ciertos indicios.
En primer lugar, es sabido que en general, las empresas que constituyen la Gran Minería son las que más controles y seguimientos sobrellevan.
A medida que se baja en la magnitud del emprendimiento, es corriente que los controles se aflojen. Y ya les he señalado que la Empresa San Esteban es de orden medio.
Por otra parte, también ha habido accidentes que significaron una clausura en el año 2007, y una reapertura un año más tarde. Y puede verse en la red más de una advertencia por parte de los sindicatos de trabajadores y de ex funcionarios. Eso debería haber encendido una alarma, creo yo.
¿Por qué se demoró tanto el rescate?
Por las condiciones geológicas principalmente. Como ya les expliqué en el post anterior sobre este tema, la roca que hospeda la mineralización es una andesita, vale decir material ígneo, que se resiste a la ruptura y el desgaste.
Por otra parte según entiendo, la zona tiene fallamientos que ponen en contacto materiales con características diferentes, cuyas propiedades deben ser tenidas en cuenta a lo largo de la perforación.
Además se está penetrando en una estructura ya colapsada, en un cerro con galerías que lo han debilitado, en una zona sísmica activa, y con gente atrapada adentro.
Difícilmente se podría haber avanzado con menos precaución sólo para lograr mayor rapidez.
¿Y los planos supuestamente erróneos?
He leído mucho en la prensa al respecto, pero emitir opinión sin ver los planos y sin poder compararlos con la realidad in situ me parece irresponsable.
El desvío de las perforaciones pudo responder a muchas otras variables, no sólo a un plano mal hecho. Cosas como diferencias en la resistencia de las rocas, acoples desviados en pocos centímetros en la superficie que se magnifican con la profundidad y de tramo en tramo, etc. etc, constituyen una sumatoria en la que la prueba y el error no pueden descartarse.
¿Y ahora, qué sigue?
Un tratamiento respetuoso y responsable del tema, sin preconceptos generados en la sensibilización por tantas historias humanas comprometidas en esta circunstancia.
Una investigación exhaustiva e imparcial.
Una toma de decisiones coherentes y bien fundamentadas tanto para las medidas legales como técnicas.
Lo que no puede hacerse es echar al olvido ni barrer bajo la alfombra esta larga pesadilla, sin sacar de ella una enseñanza y una experiencia provechosa.
Recordemos una vez más que la minería es necesaria y es útil, pero que como toda actividad humana, tiene un impacto, y conlleva peligros, por lo cual debe ejercerse con conciencia, solvencia, idoneidad y responsabilidad. De lo contrario, es una actividad suicida, como puede llegar a ser suicida automedicarse, sin que por ello la medicina sea una actividad inmoral.
Espero no haber sido muy pesada. Un beso Graciela
El boletín cuyos párrafos he citado, me llegó por gentileza de mi colega Rafael Barquero Picado de Costa Rica.
La foto que ilustra el post es de aquí.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
Todo es tan relativo… ahora se oyen noticias de mineros muertos en otras partes (Colombia, Ecuador, China) cuando antes nadie ponía atención. En China, en particular, todos los años se mueren un montón, y a saber cuántos más contraen enfermedades serias por trabajar en minas de carbón (principalmente), pero no son «noticia». Yo creo que lo ideal sería automatizar las minas, de forma que se trabaje con máquinas operadas remotamente…¿será posible algún día?
También es el consumidor quien debe disminuir la presión sobre el recurso. No se puede pretender cambiar auto todos los años sin generar riesgos y algún grado de pasivos ambientales. Consumismo y ecología no van de la mano