¿Cómo se realizan las excavaciones paleontológicas? Parte 2
Este post, como lo indica el título, es una continuación del que subí el lunes pasado, de modo que les recomiendo comenzar allí la lectura.
Con el sitio ya reconocido geológicamente, ¿cómo se inicia la excavación misma?
El primer paso es la delimitación del área a explorar y la consiguiente decisión sobre el modo de avance, que suele ser en los sucesivos cuadros de una malla o red, definida de modo que no queden espacios sin reconocer.
La profundidad hasta la cual se llegará cavando también se analiza previamente, ya sea que se trabaje en sitios más o menos horizontales o sobre paredes aproximadamente verticales de perfiles expuestos.
Esto es de vital importancia, ya que a medida que se va llegando a menor distancia de los ejemplares a extraer, las herramientas y las técnicas se van modificando, y se extreman las precauciones para no dañar el o los fósiles.
Precisamente las herramientas se seleccionan de tal manera que se obtenga la máxima eficiencia con los menores costos, esfuerzos, tiempos, y sobre todo riesgos, tanto para el personal como para el objeto a extraer.
Dichas herramientas son muy variadas y específicas para cada situación, pero pueden abarcar desde pequeños martillos neumáticos especialmente diseñados y pistolas de aire comprimido, hasta pinceles de pelos de marta, pasando por las tradicionales palas y picos. Pero hay tanto que decir de cada una de esas herramientas, que el tema será motivo de varios posts .
¿Cómo se procede cuando ya se ha llegado al fósil mismo, y antes de su extracción?
Por supuesto, en teoría al menos ya se contará con una descripción del sitio y fotos previas a la extracción, pero al llegar al ejemplar se volverá a describir y fotografiar el lugar una vez destapado, documentando cualquier cambio en la estratigrafía, pero también detalles como estado de conservación del o los restos, posición del hallazgo, relación con los sedimentos que lo envuelven, etc.
A lo largo de toda la apertura del sitio, cualquier detalle relevante se habrá ido además anotando minuciosamente, porque todo puede revelar datos relativos al ambiente; los agentes de transporte, tanto de los materiales envolventes, como del fósil mismo si éste hubiera sufrido movilización; las condiciones y características del sepultamiento y los cambios acontecidos con posterioridad.
De hallarse más de un resto, sean del mismo organismo o de varios diferentes, su número y posiciones relativas también deben anotarse.
¿Por qué se anotan tantos detalles?
Porque cada uno de ellos sirve para la reconstrucción de la historia geológica y la interpretación del sitio del hallazgo.
Sirven también para comprender mejor la relación del organismo con el hábitat y su adaptación al ecosistema al que pertenecía.
También pueden arrojar luz sobre acontecimientos posteriores a la muerte y el enterramiento.
¿Qué otras actividades se realizan?
Normalmente se muestrea el sedimento en el que se encontró el organismo para su posterior datación por el método más adecuado. El muestreo responde a técnicas específicas según material a datar y método elegido, todo lo cual también da para hablar en otros posts.
Por lo general, ningún organismo se encuentra absolutamente intacto, razón por la cual, además de extraer el fósil macroscópico, se suele ir tamizando el sedimento ya extraído para asegurarse de recoger pequeños fragmentos que podrían haberse desprendido del ejemplar original antes del hallazgo o durante las mismas maniobras extractivas.
¿Qué otras precauciones se deben tener a lo largo del proceso?
Cuando el fósil que ha estado largamente enterrado es expuesto a condiciones meteorológicas que distan de las que reinaban en el momento de su sepultamiento, y es además separado de los sedimentos que le prestan consistencia, el ejemplar puede desintegrarse con suma facilidad, razón por la cual, en el mismo sitio de excavación tan pronto como se lo descubre, se lo protege, generalmente a través de técnicas de escayolado semejantes al procedimiento para enyesar un hueso fracturado.
Por supuesto esto se retira luego en el laboratorio para descripción, medición, análisis etc. , y puede posteriormente reemplazarse esa protección por otras sustancias. Pero eso ya es otro tema
¿Cuál es el paso siguiente?
La preparación para el traslado al laboratorio, que generalmente significa que una vez enyesado el ejemplar, se lo monta además en bastidores preparados ad hoc, generalmente de madera, y su embalaje final para ser cargado en el transporte adecuado.
Esta parte suele requerir el esfuerzo conjunto de muchos operarios, o el uso de elementos mecánicos, como «mulitas» de carga o hasta grúas, porque los fósiles normalmente se encuentran petrificados, con lo cual su peso es enorme. Cada situación topográfica y característica del ejemplar definirá estrategias diferentes, y adecuaciones al caso particular.
¿Qué se hace con el espacio vacío que deja en el paisaje, el ejemplar extraído?
Depende de cada situación particular.
Si por ejemplo se trata de un único ejemplar encontrado en un sitio privado durante perforaciones con otros fines, como podría ser un pozo para extraer agua o muestras para estudios de mecánica de suelos, una vez sacado el ejemplar, se puede continuar con la obra o tarea original, si la legislación lo permite.
Otro es el caso si se da casualmente con un auténtico yacimiento fosilífero que desaconseja la continuación de las tareas planeadas porque afectarían un patrimonio de más valor científico. En ese caso, debe tomar acciones la autoridad competente.
Si en cambio se trata de un sitio ya reconocido como parque paleontológico, seguramente la extracción de un ejemplar sólo será un paso más en un proyecto mucho mayor que seguirá su curso.
Si el sitio ya se ha liberado para visitas turísticas, suele dejarse el espacio tal como queda luego de la extracción, y se lo incorpora al circuito con la debida señalización, por ejemplo mediante carteles que indican: «Parada N° XXX, sitio donde fue extraído tal o cual ejemplar en tal o cual fecha»
Bueno, hasta acá ya se han informado bastante, aunque la importancia y el interés del tema seguramente nos convocará en muchos posts en el futuro, para ir agregando información sobre otros aspectos relacionados.
Si les ha gustado los espero el miércoles con otra gacetilla que les puede interesar. Un abrazo. Graciela.
La foto que ilustra el post fue tomada de la red, en este sitio.
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La descripción que haces sobre cómo se planea el avance en el área a explorar me resulta similar (capaz estoy confundida) a la labor que hacen los antopólogos y los arqueólogos. En Uruguay la labor de los antropólogos que trabajan en excavaciones, hasta lo que yo sé, se ha dirigido a «desenterrar» los llamados cerritos de indios y lugares de enterramientos clandestinos en la última dictadura militar… Quisiera saber ¿determinar si el paisaje ha sido modificado por el hombre a efectos de delimitar un área para explorar posibles enterramientos de restos humanos es una tarea multidisciplinaria o es privativa de los geólogos? Saludos desde Montevideo
En efecto, Lucía la metodología de avance es compartida por varias disciplinas. Hoy en día casi todas las tareas se han convertido en multiidsciplinarias, porque se ha entendido por fin que los sistemas con los que se trabaja tienen gran complejidad.