Archivo de la categoría ‘Geología en la vida cotidiana’
Un pueblo con nombre geológico: Pedernal.
Antes de que se enojen conmigo les aclaro que sé que hay más de un pueblo en Argentina (y tal vez en el mundo) que lleva este nombre, pero hoy me voy a referir al de Entre Ríos en particular, porque desde allí me llegó una consulta, y eso me dio la idea para este post. Sólo por eso.
¿Dónde queda Pedernal?
La localidad de Pedernal en Entre Ríos, (Argentina) pertenece al distrito Yeruá del departamento Concordia.
Surgió sobre la base de la estación Pedernal del ferrocarril, en la primera década del siglo pasado, alrededor de 1908. Durante los primeros años se la llamó también Pedermar.
¿A qué alude el nombre pedernal?
El nombre surge de una deformación de la palabra latina petrinas, que a su vez deriva de petra que quiere decir piedra, y que se fue convirtiendo paulatinamente hasta llegar a ser «pedernal», nombre con que se designa a un mineral particular del que hablaremos enseguida.
¿Qué es el pedernal?
Se lo conoce también como sílex (SiO2), y es una de las tantas formas de la sílice, como lo son el cuarzo o la calcedonia. Se trata de una variedad microcristalina y nodular, de color negro y dureza 7 en la escala de Mohs.
Generalmente se encuentra asociado con calizas, generando silcretes, como ya dije más arriba.
¿Qué usos tiene el pedernal?
Probablemente sea el pedernal uno de los minerales más tempranamente utilizados por el hombre. En efecto, ya en la Edad de Piedra, se usó en la elaboración de herramientas cortantes, debido a su elevada dureza y a su capacidad de romperse en lascas (así se llama a los fragmentos de rocas o minerales de fractura concoidea, que por ende al romperse genera láminas rectas con ligeras curvas) de bordes muy agudos, que se podían afilar una y otra vez.
Pero tal vez la propiedad más importante es que el pedernal produce chispas al ser golpeado con otras rocas duras o con metales, lo cual le valió su incorporación como elemento estrella en el patrimonio del hombre, ya que le permitía encender fuego.
Muchos siglos más tarde, fue empleado en los primeros encendendores de cigarrillos y en las primeras armas de fuego, las de chispa, para disparar la combustión de la pólvora.
¿Cuál es el origen del pedernal?
Por lo general aparece como nódulos en determinados sedimentos silíceos, conocidos como ftanitas o cherts, caracterizados por su hábito granular fino. Cuando el chert contiene pedernal es microcristalino o criptocristalino, y se forma como resultado de algún tipo de diagénesis sobre cretas o margas.
Por otra parte conviene agregar que en el caso de Entre Ríos, el pedernal aparece en forma de duripanes o silcretes, en los suelos. Esos niveles ricos en silcretes se forman fundamentalmente porque existen en el área aguas termales sobresaturadas en sílice, lo que facilita su depositación.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
¿Qué es y para qué sirve un estudio de suelo?
Seguramente ustedes llegaron a este post porque quieren construir su casa y su arquitecto o constructor les pide un estudio de suelo.
Y muy probablemente se preguntarán por qué tienen que gastar en algo que casi con seguridad no habían tenido en cuenta al momento de comprar su terreno.
Puede también que piensen, con mucha inocencia: «si venden esta tierra es porque hay un ente gubernamental que lo autorizó como un lugar apto para construir».
Eso es verdad, claro, pero esas autorizaciones son muchas veces cuestionables, como miles de eventos indeseables lo vienen demostrando, y por otra parte, como verán más abajo el estudio de suelo aporta datos mucho más específicos que solamente la posibilidad de urbanizar.
En este post les aclararé las principales dudas en relación al suelo y las construcciones, pero no será el último, porque el tema es de tanta importancia, que amerita más información.
Lo primero que debemos recordar al iniciar este post es que lo que aquí hablaremos se refiere al aspecto mecánico de los suelos, en su relación con las construcciones, estudiado por la especialidad Mecánica de Suelos, precisamente; y no al edafológico o pedológico, que contemplan los suelos en su condición más agrícola, y como parte de la Geomorfología de un sitio dado, respectivamente.
¿Cómo definen el suelo los geólogos y los ingenieros?
Los puntos de vista no pueden ser más diferentes. Para los geólogos, el suelo es un elemento vivo, que forma parte del complejo sistema que significa el ambiente, y su requisito fundamental para distinguirlo de un simple sedimento, es la presencia en su composición de materia orgánica, lo que le permite dar sustento a la vida vegetal.
Por esa razón, el suelo, en geología tiene historia, evolución y relaciones con el paisaje, que lo definen como lo que es, en cada situación.
Para la ingeniería, el suelo no es otra cosa que la porción del terreno sobre el cual se van a instalar determinadas construcciones. Es pues, una base fundacional, más allá de que sea roca, sedimento, o suelo propiamente dicho, según lo entiende la Geología. Como tal, el suelo importa por sus capacidades y características físicas fundamentalmente, con casi total independencia de su génesis e historia previa.
¿Qué instrumentos se usan para describir cada uno de esos aspectos del suelo?
Cuando digo instrumentos me refiero no a las herramientas materiales como palas, poleas o torretas, sino al instrumento informativo en el que se reúnen las condiciones relevadas del suelo.
En el caso de la Pedología, cuando se piensa en el suelo como recurso, y como parte de un paisaje en evolución, la información se presenta en una carta o mapa de suelos. Suelos en plural, porque la variabilidad es alta en los espacios que se analizan con esos fines, que mínimamente incluyen algunas hectáreas.
En el caso de analizar al suelo como un elemento portante de futuras construcciones, las condiciones se presentan en un «Estudio de suelo», porque se integran las condiciones del terreno, promediando sus ligeras variaciones, con el objetivo de establecer una estrategia de urbanización.
En un extremo de purismo semántico, el título del trabajo debería pues, ser en singular – «estudio de suelo»- para las construcciones de residencias particulares individuales, y reservar el plural para emprendimientos de tamaños que impliquen variabilidad real y significativa, como en un gran complejo de urbanización, un dique, etc.
Pero el uso ha instalado la costumbre de usar también la expresión «estudio de suelos»- con un plural-, aun en pequeños espacios donde la homogeneidad es dominante.
¿Para qué sirve un estudio de suelo?
Básicamente para no lamentarse después, diría yo…
Pero, de un modo más científico debo decir que el objetivo es evaluar las condiciones naturales de un lote dado, sobre el que se pretende edificar, desde una residencia hasta un edificio de muchos pisos.
Sólo conociendo las características iniciales, se pueden seleccionar las mejores estrategias para obtener un resultado final sólido y seguro, al término de la construcción.
Es conociendo las cualidades físicas del suelo y su relación con el entorno, que se pueden tomar decisiones tan importantes como: tipo de proyecto viable, fundaciones requeridas, profundidad a las que ellas deben realizarse y su magnitud; cuál será el costo de toda la obra, viabilidad o no del uso de determinadas tecnologías; amenazas presentes y cómo minimizarlas, y finalmente las limitaciones que impedirán la instalación de determinadas obras de arte o edificios, para soportar los cuales el suelo no es apto, o bien les impone un límite de altura.
¿Quién lo hace y cuándo se realiza un estudio de suelo?
El estudio de suelo debe ser realizado por un Geólogo, o profesional con título equivalente, con experiencia específicamente en Mecánica de Suelos. Muchas veces, son los mismos ingenieros encargados de la futura construcción, los que realizan la evaluación del terreno, pero debo señalar que en tal caso suelen ser pobres las referencias relativas a la Geología y Geomorfología de la zona, lo que conlleva una cierta desatención al futuro funcionamiento del sistema paisaje preexistente-construcción instalada, lo cual no puede menos que disparar todas mis alertas.
Y por supuesto, el estudio de suelo debe realizarse antes de iniciar cualquier intervención, porque repito, es a partir de ese conocimiento que se seleccionarán todas las estrategias ingenieriles.
¿Qué aspectos abarca un estudio de suelo?
Normalmente, cada profesional tiene su propia plantilla standard para presentar los informes, y esa planilla puede variar ligeramente, pero aquí propongo un resumen tipo.
- Introducción general: donde se indica el comitente, para establecer la responsabilidad civil que se adquiere ante esa persona, por esa parte específica de la obra total. Se incluye también la ubicación del lote en estudio y el tipo de obra al que está dirigido, pues los datos requeridos no son los mismos en una residencia particular de una o dos plantas, que en un complejo edilicio de quince pisos, por dar un ejemplo.
- Objetivos: que nunca deben faltar en ningún trabajo, porque si no se sabe qué se está buscando, difícilmente se lo encontrará. Pero, además, el comitente, que paga el trabajo, debe poder controlar si lo que se le entrega responde a los cuestionamientos planteados en la contratación.
- Metodología: deben enumerarse de manera general, todos los procedimientos utilizados en las distintas fases, desde la búsqueda de antecedentes, pasando por la investigación de campo y laboratorio, hasta las herramientas de procesamiento de datos y cálculos finales, sobre todo cuando se emplean fórmulas de uso consagrado.
- Geología y Geomorfología: una vez diseñada toda la planificación que se seguirá, la primera actividad del geólogo en el terreno, es evaluar el contexto de manera integral, para reconocer su morfología, su constitución litológica y las estructuras, además de identificar dificultades o amenazas especiales (por ejemplo problemas en el drenaje, presencia de materiales colapsibles, erosión intensa en curso, etc.); y sobre todo, para comprender el funcionamiento sistémico del área. Les sugiero leer este post en los que he analizado un caso en que se suscitaron serios problemas, por no prestar atención precisamente al drenaje en particular, y la geomorfología en general. Les aclaro que se trata de una lectura para gente con algún conocimiento, porque es un trabajo científico. Si quieren leer algo más sencillo sobre un problema severo derivado de no atender a las condiciones naturales de un loteo, vean la catástrofe de San Carlos Minas.
- Aspectos Sísmicos: en las zonas penisísmicas o asísmicas, alcanza con una mención a esa clasificación. Cuando se trata de zonas sísmicas, son muchos más los datos que se deben incluir, como correlación entre diversos ensayos de penetración, y estadísticas respecto a la recurrencia, magnitudes de sismos, etc.
- Descripción de los Ensayos de Campo: aquí se especifican tópicos como número de sondeos efectuados, con su profundidad y la cantidad de muestras obtenidas. Puede o no incluirse una justificación de por qué se eligió ese número de sondeos y no otro, y la posición seleccionada en el lote.
- Descripción de los Ensayos de Laboratorio: son ellos los que definen los valores numéricos que se entregan en las conclusiones, de modo que deben describirse para conocimiento del comitente y el ingeniero o arquitecto responsable de la obra.
- Presencia de Nivel Freático y/o Aguas Subterráneas: en el caso de que se alcanzara el nivel freático en los sondeos, se menciona su profundidad, pero también la fecha y condición meteorológica en que se llegó a ella, porque el nivel del agua es fluctuante en el tiempo. Si no se la alcanza, se señala ese hecho.
- Discusión de los Resultados de Campo y Laboratorio: entre ellos, los ensayos ineludibles y más relevantes son la permeabilidad y la Capacidad Portante del Terreno, que suele expresarse en términos de tensión admisible por cm2, que es un valor menos influenciado por el tipo de fundación seleccionada. Sobre el tema de capacidad portante pueden venir otros posts, pero por el momento, confórmense con que les adelante que es el peso máximo (de construcción, obviamente) que la unidad de superficie del terreno puede soportar sin sufrir deformaciones sensibles ni colapsar. Eso permite evaluar el tipo de materiales que se debe usar y si conviene o no agregar revestimientos que sumen mucho peso, entre otras cosas.
- Cálculo de Asentamientos Esperados o Diseño por Rigidez: este cálculo suele no estar presente en el estudio de suelo, ya que se parte de la base de que la rigidez infinita no existe, y por ende siempre habrá algún nivel de asentamiento, el cual es fuertemente dependiente de los materiales y las geometrías seleccionadas para la construcción. Solamente cuando las condiciones del terreno son muy particulares y propensas a grandes deformaciones, se solicitan estudios complementarios.
- Conclusiones: surgen de todo lo enumerado anteriormente y deben expresarse en lenguaje claro, para que el propio comitente pueda interpretar su significado.
- Recomendaciones: son la parte más vital del documento, ya que allí se enumeran tanto prohibiciones de determinadas técnicas constructivas, como sugerencias de precauciones especiales para que la intervención sea más adecuada a la realidad natural.
- Anexos: incluyen mapas, planillas de cálculo, diagramas y representaciones que a veces son abstrusas para el lego, pero que deben presentarse, por la sencilla razón de que el comitente que ha pagado por esos resultados es su único propietario legal.
¿Por qué es tan importante realizar ese estudio?
Porque es el que definirá en gran medida los costos realistas de una tarea de fundación. Es práctica corriente que los ingenieros, si carecen del estudio, sobrevaloren el riesgo para cubrir su responsabilidad y terminen poniendo bajo tierra más material del necesario, sumando gastos innecesarios.
Por otra parte, una vez que la construcción está hecha en forma total o parcial, cualquier reacción del suelo no prevista y calculada – asentamientos, o deslizamientos, por ejemplo- puede ser una dificultad insalvable, que implique el abandono del proyecto, o costos siderales para su recuperación.
Además, el estudio de suelo ya es obligatorio en muchos municipios del mundo, hasta para la más modesta construcción.
Y por último, les cuento que en la década del 90 se estableció una estadística mundial según la cual, el 70% de las obras públicas de gran envergadura como diques, carreteras, puentes y complejos edilicios que sufrieron colapsos, los padecieron por no contar con un estudio geomorfológico previo.
Como consideración final, les recuerdo que la incidencia del estudio de suelos en el costo total de una obra es insignificante, y no es inteligente poner en riesgo un monto enorme por ahorrar lo que comparativamente son monedas.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La foto corresponde a un estudio realizado por la empresa Geoestudios, de mis ex alumnos, Pablo y Elisa.
Acerca del «nuevo continente».
La semana pasada les presenté material indispensable para entender este post de hoy, que fue realizado a pedido de mi ex alumna Noel Olivero, quien con muy buen criterio señaló que era hora de aclarar la confusa información que campea en los medios.
¿Qué es lo que se está divulgando en la prensa?
La prensa, que siempre busca titulares impactantes, está hablando de un «nuevo continente» recientemente descubierto, que incluye a Nueva Zelanda. Pero… ni el continente es nuevo si nos referimos a su formación, ni lo es si aludimos a su conocimiento, como veremos más abajo.
¿Dónde estaría ese continente y desde cuándo se lo conoce?
Este «nuevo» continente, que comprende unos 5.000.000 de Km2, con aproximadamente el 94% de esa área bajo el agua, se encuentra en lo que hoy se conoce como Oceanía, y sus expresiones superficiales más importantes son las islas Norte y Sur de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia.
Efectivamente, Zelandia se formó en el intervalo que se ubica entre (aproximadamente) los 85 y los 30 millones de años atrás, cuando se fragmentó Gondwana.
¿Por qué se quiere incluir esa zona como continente?
Por varias razones, la primera de las cuales es que a lo largo de los millones de años, la convergencia entre placas, y la isostasia, más sucesivos cambios eustáticos (todos temas que iremos viendo en numerosos posts) han elevado algo toda el área involucrada.
Otra razón importante, es el conocimiento creciente y las nuevas metodologías desarrolladas desde que se cartografiaron los continentes por primera vez, hasta el presente.
¿Cuáles son los criterios para avalar esa intención?
El más importante es el que les expliqué en el post del lunes pasado, a saber:
- Los límites geográficos y los geológicos se basan en diferentes criterios. Y para la Geología, el relieve continental comprende partes emergidas y partes sumergidas, tal como expliqué en el post que ya deberían haber repasado. Es decir que estaríamos ante un Relieve Continental Sumergido, tal como lo entendemos los geólogos, aunque no sea un continente propiamente dicho, según los criterios de los geógrafos. Sólo se trata de aproximar criterios ahora, y en última instancia, de definir si se justifica segregar Zelandia de Oceanía, continente al que se lo adjudica hasta el presente. Porque bien podría seguírselo considerando una parte de aquel mismo continente, siempre recordando que todas las partes que lo componen- hasta la mismísima Australia- tienen una parte emergida y otra sumergida. Como la tienen todos los continentes, por otra parte.
- Para conocer los límites de toda el área continental se busca, pues, el cambio brusco en la pendiente del lecho, y eso implica que toda esa zona en discusión es efectivamente continental.
- La zona analizada tiene una geología distintiva, propia de cortezas constituidas por sílice y aluminio como elementos dominantes, lo cual se define como corteza siálica o continental.
Pero esos ya son temas que merecen sus propios posts, y seguramente los tendrán.
¿Puede ser éste el legendario continente de la Atlántida?
No, absolutamente no, porque este continente nunca estuvo hundido. No es más que la extensión por debajo del nivel del mar, de un continente que lleva millones de años allí.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de Imágenes Google.
Más sobre las inundaciones en las Sierras Chicas.
En su momento, hace ya dos años, cuando se produjeron las terribles inundaciones de 2015, publiqué un post con las explicaciones científicas del caso.
Posteriormente, se encargó a una comisión de expertos que estudiara el fenómeno acontecido, y elaborara un mapa de riesgos.
Hoy les presento una síntesis de sus resultados, y les recuerdo aquel post en los que prácticamente les decía lo mismo (y sin cobrarles un centavo, jejeje).
Lo más importante sin embargo, es que ahora, con el mapa de riesgos ya realizado, las autoridades sean sensatas a la hora de permitir o no nuevas intervenciones en el área.
¿Quiénes y cuándo realizaron el estudio del que hablo?
El informe fue realizado por científicos de la UNC, liderados por Alicia Barchuk, un mes más tarde de la catástrofe acontecida el 15 de febrero de 2015, y cuenta con un antecedente de finales de 2013, cuando se dio a conocer la existencia de los riesgos de deslizamientos e inundaciones en la zona de las Sierras Chicas de Córdoba, particularmente en la cuenca de los ríos Ceballos y Saldán.
Se titula «Evaluación posterior al desastre: impacto de las inundaciones ocurridas el día 15 de febrero de 2015 en la cuenca del Ro Ceballos-Saldán» y tiene como marco el proyecto de investigación «Efectos de los cambios de cobertura y uso de la tierra en cuencas hídricas en la provincia de Córdoba: impactos y riesgos socio-ambientales», que cuenta con el aval de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC (2014-2015).
¿Cuál fue la metodología aplicada en el estudio?
El método comprendió dos instancias: una de análisis a partir de sistemas de información geográfica y la otra con muestreo de campo.
Utilizando una imagen satelital de julio de 2014, de toda la cuenca de Río Ceballos, se observó esencialmente la ocupación de la tierra. Luego se evaluaron variables como pendiente, distancias a los ríos y arroyos, niveles de altitud en relación al mar y la manera en que participan las subcuencas hasta la salida de la cuenca de Río Ceballos-Saldán.
¿Qué conclusiones arrojó ese estudio?
Se determinó que los factores que se potenciaron unos a otros fueron, según este estudio los siguientes:
- Uso del suelo: básicamente por la urbanización en Sierras Chicas, que no ha respetado las áreas que por estar ubicadas en las zonas de mayor riesgo de inundación, deberían estar vedadas a ella. Contribuyó también el desmonte de bosque nativo para agricultura y/o urbanización.
- La pendiente que facilita el escurrimiento, privilegiándolo sobre la infiltración y la evaporación. Por otra parte ese escurrimiento resulta más acelerado, y adquiere mayor capacidad de arrastre de materiales.
- Altura sobre el nivel del mar. En las zonas altas, el agua baja rápidamente por el propio efecto gravitatorio, mientras que en las zonas bajas es más probable que se estanque.
- Emplazamiento de las construcciones en proximidades de las orillas de los ríos y de los arroyos más importantes.
¿Se parece a lo que yo había adelantado?
Prácticamente en todo, salvo que para mi gusto faltaron algunas variables que yo señalé en el post que deben haber leído si siguieron mi link, a saber: las características de las precipitaciones acontecidas, los incendios previos y la falta de alertas, elementos que no se mencionan en el informe, pero que magnificaron el desastre.
Esos elementos fueron clave para convertir un fenómeno natural en una catástrofe.
En el informe que ahora les comento, probablemente no se tuvieron en consideración porque más que explicar lo acontecido se pretendía, creo, elaborar políticas a futuro. De cualquier modo, me parece que aun con ese objetivo, al menos dos de esos temas deberían haberse considerado, y ellos son las alertas y la prevención de incendios.
La otra divergencia con relación a mi análisis (hecho en seguida del desastre, y sin tanta parafernalia), es que yo no mencioné la altura sobre el nivel del mar, ya que no considero que sea tan alta la incidencia por sí misma. En efecto, lo que se manifiesta en el informe, en realidad se explica por la pendiente no por la altura, ya que una meseta plana, podría estar a miles de metros de altitud y permitir de todos modos el estancamiento del agua, mucho más que su carrera ladera abajo.
Sólo de dos maneras indirectas podría tener valor la altura sobre el nivel del mar: la primera, si implicara la presencia de nieves de altura que se fundieran sumando agua a la precipitada, pero ése no fue el caso en 2015.
La segunda forma se relaciona con la cantidad de agua que se va sumando a lo largo del recorrido, que aumenta si la mayor altura alarga ese camino.
Pero siempre ocurre el flujo de agua a favor de una pendiente. Sin ella, no hay desplazamiento importante de corrientes. A la inversa, por escasa que sea la altura, con inclinación suficiente, el flujo puede ser intenso.
Eventualmente, una tercera incidencia de la altura podrÃa ser a través de cómo ella condiciona la formación de tormentas intensas, y el régimen de precipitaciones en general.
¿Qué señala el mapa de riesgos resultante?
Lo que sí es novedoso en el informe, es que se cuantificaron distintas zonas, tales como las siguientes.
- Sin riesgo de inundación: 12.052 hectáreas, principalmente donde se conservó el bosque, los pastizales y roquedales.
- Bajo riesgo: 4.804 hectáreas.
- Riesgo medio: 1.968 hectáreas.
- Riesgo alto: 859 hectáreas.
- Riesgo extremadamente alto: 330 hectáreas.
Es precisamente en los dos últimas áreas de riesgo alto y extremadamente alto (más de mil hectáreas en conjunto) donde se asienta el trazado urbano.
La conclusión final del informe es que se deben impedir las urbanizaciones en las zonas de alto y muy alto riesgo de inundación, así como recuperar, en estas áreas, la cobertura vegetal.
Lo que yo vengo diciendo hace…¿cuánto?
¿Algo más para añadir?
Sí, un detalle no menor es que se debe tener muy presente que estadísticamente las mayores inundaciones tienden a ocurrir durante el mes de febrero y a veces hasta comienzos de marzo.
Como la estación lluviosa comienza en diciembre y en marzo casi ha llegado al final, suele desatenderse el sistema de alertas, por ese ligero desfasaje temporal entre los picos de los montos precipitados y los de anegamientos e inundaciones.
Esto se debe a que la acumulación de agua en el subsuelo aumenta a lo largo de toda la estación, y una cantidad de lluvia que a comienzos de la temporada puede resultar infiltrada en su mayor parte, escurre, en cambio en su casi totalidad cuando se encuentra con un suelo ya saturado.
Por eso es importante que las autoridades responsables no se relajen cuando se aproxima el final del tiempo de lluvias. De hecho, puede ser el tiempo de mayor peligrosidad.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es tomada del informe mencionado en el texto.
¿Recuperación y remediación significan lo mismo?
En la presente semana se ha hablado mucho de un proyecto de «remediación» de la Mina Schlagintwait, fuera de producción desde 1990, situada en la zona de Los Gigantes.
La propuesta es trasladar allí, como parte de un supuesto relleno inerte, las aproximadamente 57 millones de toneladas de residuos de la planta Dioxitec, (que procesaba uranio) ubicada en el Barrio de Alta Córdoba.
Ahora bien, todos parecen hablar muy livianamente de un proyecto en el que la precisión, la exactitud y el análisis concienzudo e integral, no podrían ser más necesarios.
Y esto es un tópico tan sustancioso y extenso que sería imposible agotarlo en un solo post. Por eso, es que decidí empezar hoy (y adelantándome a mi cronograma habitual) por unas pocas definiciones generales, y sobre todo clarificar el verdadero alcance técnico y científico de las palabras que se están empleando alegremente, como si significaran lo mismo.
¿Cómo ha evolucionado la mirada social y técnica respecto a las etapas finales de la producción en una mina?
Mientras que la explotación de minerales comenzó en los albores de la historia humana, hace miles de años, las actividades de remediación no tienen mucho más de un siglo.
Dichas actividades surgen de la mano de la comprensión de que la calidad de vida del hombre está indisolublemente ligada a ecosistemas sanos.
Más allá de los esfuerzos relativamente recientes por conseguir una explotación minera con impacto tolerable, es real que esa actividad tiene efectos no deseados sobre el ambiente, tanto a nivel microbiano como del paisaje, y por ello surgen pues, todas las estrategias para recuperar y remediar los espacios afectados.
¿Hay presupuestos básicos a considerar antes de un proyecto como el que se plantea, relativo a los residuos de Dioxitec?
Lo primero que se debe tener en cuenta es que son las leyes naturales las que gobiernan el funcionamiento de los ecosistemas, más allá de las opiniones humanas al respecto. La deducción inmediata es que el relevamiento y análisis concienzudo de esos ecosistemas y las leyes que los rigen, es requisito previo de toda intervención.
Por eso no parece irrelevante un breve repaso de algunos de los principios de la Ecología, pero entendiendo la Ecología como una ciencia, y no como un mero espacio de opinión abierto a miles de legos, tan bien intencionados como escasamente informados.
¿Cuáles son los principios básicos que no pueden ignorarse?
- Cada elemento en un ecosistema afecta indefectiblemente a los demás, sea de manera directa o indirecta. El post sobre sistemas sería una lectura útil en este punto.
- Los ecosistemas se componen de tres grandes grupos de integrantes: a) los del ambiente físico, que incluyen agua, suelo, aire, energía, etc., b) los seres vivos, desde lo microscópico como las bacterias, por ejemplo, hasta los árboles y toda clase de animales, incluido el hombre; y c) las interacciones que operan entre los componentes de los otros dos grupos.
- En casi todos los ecosistemas existen uno o más factores que limitan su funcionamiento. Puede ser la calidad del agua, o la excesiva polución, por mencionar algunos.
- Más allá de los factores limitantes, un ecosistema tiene de por sí un límite en su capacidad de funcionamiento. Así, para explicarlo mejor, si en un valle caben 25.000 árboles, por excelentes que sean las condiciones de todos los componentes, colocar 50.000 destruye el equilibrio.
- La población de un ecosistema, humana o no, es esencialmente dinámica y mutante, y es vital reconocer la fragilidad de su equilibrio.
¿Dónde, cómo y cuándo debería aplicarse aquí la Evaluación de Impacto Ambiental?
La E.I.A. se impone en el sitio al que deben llevarse los desechos de Dioxitec. Eso ni se discute. Pero… hay además otro aspecto que si bien no puede evaluarse con una E.I.A., porque ella por definición implica la eventual intervención en un medio definido, requeriría un monitoreo equiparable de alguna manera.
Ese aspecto se refiere al simple traslado en sí de los materiales en cuestión. El paso de esa clase de materiales- con todo lo que implican en el imaginario popular- por determinados pueblos y ciudades, ¿cómo afectaría a los pobladores involucrados?
El grado de afectación de esas comunidades debe necesariamente entrar en la ecuación. ¿Habrá resistencias activas o pasivas? ¿Habrá menoscabo en la utilización turística de rutas por las que atraviese ese material? ¿Habrá utilización política de los posibles rechazos sociales?
Esos temas no son de mi competencia porque lo mío es la Geología, pero el conocimiento sobre E.I.A. me lleva a advertir que el subsistema social merece ser estudiado antes de tomar cualquier decisión.
¿Qué se entiende por recuperación?
La recuperación es la devolución de un ambiente a un estado similar al existente antes de la intervención que lo modificó. Un terreno idealmente recuperado es aquél que alcanza la misma calidad que tuvo inicialmente.
Y digo idealmente, porque en los hechos, la recuperación absoluta es imposible, ya que las modificaciones una vez introducidas, alteran el comportamiento de todo el sistema, y hay partes de él que exceden la capacidad de acción del hombre, aunque sea con la intención de revertir los cambios que él mismo produjo.
Por eso a veces es más inteligente crear ecosistemas alternativos, que resulten más sanos que los de la situación que se intenta mejorar, pero que no son necesariamente semejantes al punto de partida previo a la obra.
¿Qué se entiende por remediación?
La remediación es probablemente un supuesto más realista que la recuperación, ya que aceptando lo que dije más arriba, sólo busca un estado apropiado para un nuevo uso de la tierra, generando ecosistemas más equilibrados en la nueva situación, resultante de la actividad previa que creó el impacto.
Por lo general implica maniobras de saneamiento químico, y no exclusivamente un relleno físico. Pero eso ya será motivo de otro post.
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