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¿Es lo mismo variabilidad climática que cambio climático?
El tema del Cambio Climático Global se presta a mucha confusión porque todo el mundo se siente autorizado a hablar de él, aunque no tenga la menor idea sobre el punto.
Y así cada vez que hay una tormenta fuerte, o un día cálido en invierno, o un verano más seco que lo habitual, todos se rasgan las vestiduras, afirmando que estamos ante el tan temido cambio climático planetario.
Es hora de empezar a separar la paja del trigo. Pero les aclaro que para hablar con cierto fundamento, necesitaremos ir introduciendo lentamente muuuuchos conceptos, y habrá, por ende, una multitud de posts relativos al tema.
Y como por algún lado hay que empezar, hoy lo haremos, distinguiendo entre dos expresiones que suelen usarse como sinónimos, sin serlo ni remotamente.
Pero, repito, antes de creernos expertos, tendremos que juntarnos muchas veces, para ir incorporando una multitud de conceptos sobre los cuales, lamentablemente alguna prensa no especializada, y a veces hasta tendenciosa, nos desinforma a diario.
¿Qué se entiende por tiempo meteorológico?
Se trata de una situación definida, es decir, un estado particular de los múltiples factores que definen las condiciones atmosféricas, y por lo tanto sólo puede caracterizar un lugar reducido, y varía según transcurren las horas.
Se puede designar también como tiempo atmosférico o estado del tiempo, pero nunca es sinónimo de clima.
Entre los múltiples factores que constituyen el estado del tiempo, se destacans: la temperatura, la humedad, ya sea absoluta o relativa, las precipitaciones o su ausencia, las condiciones del viento y la circulación atmosférica en general, la presión atmosférica, la nubosidad, la heliofanía, la tensión de vapor, etc.
Ya hemos avanzado algo sobre los conceptos de calor y temperatura en otros posts, pero sobre todos los demás componentes del estado atmosférico iremos hablando también a lo largo de muchos encuentros más.
Entonces, pues, las conversaciones en el ascensor, no deberían empezar con «¿Vio qué cambiante que está el clima?» sino con «¿Vio qué cambiante que está el tiempo?» Porque es a eso a lo que aludimos cuando hablamos de la temperatura reinante, o del viento en un día cualquiera, y en el sitio en que estamos en ese momento.
Esto nos obliga a responder la siguiente pregunta.
¿Qué se entiende por clima?
El clima es una conceptualización lograda a partir de numerosas observaciones y mediciones relativas al tiempo meteorológico a lo largo de muchos años en lugares determinados, cuya extensión areal varía según la escala de análisis elegida. Así podemos referirnos a mega, macro, meso o microclima, según sea el caso.
Si nuestras estadísticas son un promedio de todas las mediciones en todo el planeta, hablaremos de una megaescala, en un clima global. Como tal, su significado es bastante poco preciso, ya que se puede hablar de un clima planetario frío, cuando en realidad habrá zonas también templadas y hasta cálidas, aunque tan reducidas como para que su peso en el promedio sea despreciable o casi.
Por el otro extremo, el microclima puede ser la condición que las estadísticas de varios años definen como dominante para algo tan pequeño como mi propia oficina, llegado el caso.
¿Qué es el cambio climático?
Para definirlo, primero se debe contar con las estadísticas que definen el clima, sea en el planeta todo, o en una región limitada. A partir de esas estadísticas, si por un tiempo del orden de la media centuria, como mínimo, se observa una variación continuada y consistente, de todos o la mayoría de los parámetros considerados, ya sea hacia valores más altos o más bajos, sólo entonces puede empezar a pensarse que hay un cambio climático en curso.
Los cambios pueden ser, repito, a escala global o regional, y también implicar escalas temporales muy variables, pero sobre todo si se trata de un verdadero cambio climático, estará implícito el no retorno a las condiciones promedio de la atmósfera, por lo menos por unas cuantas décadas.
Esto lleva a la conclusión lógica de que registros de menor duración no son suficientes para establecer ninguna tendencia de cambio o no cambio. Detalle no menor, si pensamos en que la prensa compara a veces los tres o cuatro últimos veranos entre sí y emite opinión no fundada con total desparpajo.
Y ahora, un punto muy importante, sobre el que volveremos muchas veces: los cambios climáticos son debidos a causas naturales, y existieron a lo largo de toda la historia planetaria conocida. Lo que puede hacer el hombre no es más que acelerarlos o desacelerarlos en grado mínimo. Pero no les pido que me lo crean si no quieren por ahora. Ya vendrán muchos posts con todos los argumentos del caso. Esperen un poquito más.
Convengamos no obstante, que la utilización política del término ha dado sus propias definiciones, no necesariamente científicas, como es el caso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para la cual la expresión «cambio climático» alude exclusivamente a aquella mínima porción del cambio que es atribuible a causas humanas. Concepción errónea para la mirada científica.
¿Qué es la variabilidad climática?
La variabilidad climática es una medida del rango en que las condiciones y los elementos del clima cambian de un año a otro. Esa variabilidad puede ser alta o baja, pero nunca está ausente.
Si quieren entender mejor el tema, vean la curva que tomé prestada para ilustrar el post. Verán ustedes que se trata de un trazado muy irregular lleno de quiebres con puntos máximos y mínimos pero dentro de un intervalo dado, en este caso de temperaturas, que cambian de año en año entre 1921 y 2002. Cada punto de la curva quebrada es el promedio de temperatura anual, y a partir del análisis de la tendencia, se ha construido la recta que queda más o menos central.
La variabilidad climática es el espacio comprendido entre el pico más alto y el más bajo de la curva, a uno y otro lado de la recta central. A lo largo de ese segmento, se pueden distinguir años frescos- por debajo de la línea recta- y años cálidos -por encima de ella.
No obstante, todos los años analizados sólo están indicando una variabilidad.
Para indicar un cambio climático, todo el gráfico debería correrse, por ejemplo quebrándose en algún punto, para iniciar una nueva recta dos o tres grados más arriba o más abajo. Pero además, no debería afectar solamente a la temperatura sino a otros parámetros también, ya que el clima se entiende como un sistema, y complejo, para más datos.
¿Qué son las fluctuaciones climáticas?
Cada cambio menor, dentro del rango de la variabilidad definida, es lo que se entiende como fluctuación climática. Volviendo a la curva, cada punto de pasaje hacia arriba o hacia abajo de la línea central, define una fluctuación, la cual puede ser más o menos aguda, y más o menos durable en el tiempo.
Las fluctuaciones entonces, se refieren en definitiva a períodos de varios años que pueden ser secos o húmedos, fríos o calientes, por mencionar sólo la afectación de temperatura y humedad.
Existen fluctuaciones cortas (de meses, estaciones y años), episódicas (de décadas), seculares (de siglos) o milenarias si comprenden miles de años.
¿Por qué es tan importante distinguir entre uno y otra?
Porque en cada caso, los procesos geológicos exógenos, en todos los cuales el clima es un factor importante, se ven afectados de manera diferente, y dejan registros cuya significación debe poder interpretarse teniendo presente tanto la variabilidad como el cambio climático y por supuesto también las fluctuaciones. Por eso, por ejemplo, no debe pensarse que todo signo de una paleocorriente de agua en una región desértica es señal de cambio climático, sino que bien puede tratarse de una fluctuación, dentro de la variabilidad climática normal.
Cuando estos conceptos no están claros, es mucha la tentación- a la que a veces hasta geólogos con alguna experiencia sucumben- de marcar un cambio climático en cada rasgo observable en el paisaje cuando dicho rasgo no coincide exactamente con un modelo conceptual estereotipado y demasiado carente de matices.
Como último aporte permítanme hacer una comparación con un ejemplo sencillo como para que vean más claro lo que les quiero señalar.
Si en el medio del mes de marzo (nuestro otoño) hay un día de 8 grados centígrados en Córdoba, estaremos ante una situación anormal (salvando las distancias, equivalente a una fluctuación climática), pero no significa eso que haya cambiado la estación y estemos en invierno (equiparable a un cambio climático). Y por otra parte, esa temperatura está dentro del rango esperable en algún momento del año cordobés (asimilable a la variabilidad climática). ¿Lo entendieron mejor, o les compliqué más la vida todavía?
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de la página del Observatorio de Cambio Climático de Yucatán.
Diez preguntas comunes relativas al Huracán Sandy.
Ante los acontecimientos que en este momento están teniendo lugar en la costa atlántica de Estados Unidos, y que están acaparando la atención mundial, y sobre todo debido a la presión de Pulpo, que ya está exigiendo explicaciones, no tengo más remedio que ponerme a escribir este post fuera de programa.
A instancias del ut supra mencionado Pulpo, este post intentará responder lo que creemos que se está preguntando la gente en este momento.
1. ¿Qué es un huracán?
En realidad esta pregunta ya fue respondida en un par de posts anteriores, al menos en cuanto hace al concepto básico, y las características que lo distinguen de otros fenómenos igualmente espectaculares como los tornados, trombas y ciclones. Les recomiendo que vayan a leer esos posts.
Temas más complejos como la génesis y evolución posterior de los huracanes, quedaron como una deuda pendiente en aquella oportunidad, y también en ésta, ya que exceden con mucho el objetivo propuesto hoy. Pero habrá muchos posts en el futuro para saldarla.
2. ¿Cómo se mide la intensidad de un huracán?
La escala que se utiliza más comúnmente lleva el nombre de los dos científicos que la desarrollaron: Saffir-Simpson. Comprende cinco grados o categorías crecientes en su intensidad y capacidad destructiva en relación directa con el número asignado.
En el grado 1, la velocidad del viento varía entre 119 y 153 km por hora, y la marejada puede alcanzar entre 1,2 y 1,5 m de altura. Los daños son mínimos, salvo en la vegetación, y en estructuras precarias o botes y muelles.
En el grado 2 el viento se mueve en promedio a velocidades entre 154 y 177 km/h, con alturas de marea de 1,8 a 2,4 m, generando daños moderados sobre todo en muelles, y caminos costeros. Puede haber voladuras de techos y desprendimientos de ventanas, etc.
En el grado 3 los daños ya son extensos, pues se producen vientos de entre 178 y 209 km/h, con ascensos de marea entre 2,7 y 3,7 m, lo cual implica inundaciones en zonas bajas, con la consecuente necesidad de evacuación e interrupción del tránsito en los caminos afectados, lo cual muchas veces significa aislamiento de algunas comunidades.
En el grado 4, con vientos de 210 a 249 km/h, y marejada de 4 a 5,5 m, los daños son extremos, en general centralizados en la planta baja de las edificaciones próximas a la playa, la cual a su vez puede sufrir erosión significativa.
En el grado 5, el viento se mueve a más de 250 km por hora y la marea sube por encima de 5,5 m, todo lo cual genera efectos catastróficos, requiriendo desalojo masivo no solamente de los residentes de áreas cercanas a la playa sino también a kilómetros de distancia tierra adentro.
3. ¿Es el fenómeno conocido como Sandy Frankenstorm, un huracán?
Lo fue en su estapa inicial, pero al acercarse al continente y adentrarse en él se fue generando un sistema complejo por la confluencia con una tormenta invernal «temprana» procedente del oeste del continente, y una masa de aire ártico que avanza desde Canadá y Groenlandia.
4. ¿Por qué se le ha dado «nombre y apellido» a este fenómeno?
Normalmente los huracanes se bautizan con un nombre, de mujer casi siempre, con el que quedan registrados, pero en este caso, se le ha comenzado a denominar como Sandy Frankenstorm, lo cual es inusual, y responde a lo poco común de sus caracteríticas. En efecto, no es corriente que tantas perturbaciones meteorológicas intensas se potencien entre sí, como en este caso, para abatirse al mismo tiempo en un lugar dado.
El mote de Frankenstorm le fue adicionado por los medios de comunicación, para aludir a una tormenta (storm) monstruosa (Frankenstein), ya que los efectos que se están haciendo sentir en la costa atlántica son de gran magnitud y están alterando desde las comunicaciones hasta la propia Bolsa de Wall Street.
5. ¿Cómo ha sido el desarrollo y desplazamiento de Sandy?
El Huracán Sandy se originó el día 18 de octubre como una zona de baja presión en el Mar Caribe, que fue desplazándose lentamente hacia el oeste, manifestándose a través de lluvias y tormentas eléctricas. Cuatro días más tarde, ya se calificaba como un sistema de depresión tropical, y algunas horas má¡s tarde ya era la Tormenta Tropical Sandy. Afectaba en ese momento una zona unos 640 kilómetros al suroeste de Jamaica.
El 24 de octubre a las 15:00 GMT Sandy se había convertido en un huracán de grado o categoría uno.
A lo largo de su desplazamiento hacia el norte se convirtió en un huracán de categoría dos, para tocar tierra en la provincia de Santiago de Cuba donde dejó cuantiosos daños materiales y se supone que también pérdidas humanas.
En este momento ya se ha convertido en el sistema que he detallado más arriba y está afectando a Nueva York.
6. ¿Por qué se lo considera un evento histórico?
Por la confluencia de condiciones meteorológicas que se mencionaron en las respuestas 3 y 4, y porque está afectando centros neurálgicos que definen la economía global.
La afectación de vuelos, trenes, caminos y actividades bursátiles, además de las actividades comerciales y educativas, y los efectos sobre la vida cotidiana de un centro tan densamente poblado, ya le han abierto a Sandy Frankenstorm, un lugar en la historia.
7. ¿Qué medidas precautorias pueden tomarse ante una alarma de huracanes?
Muchas de las medidas recomendadas tanto para los tiempos previos como simultáneos y posteriores al evento, son las mismas ya se trate de huracanes, sismos, actividad volcánica o casi cualquier otra contingencia natural.
Por esa razón, ya les he mencionado esas recomendaciones en un post (dividido en dos entregas por su extensión) que les aconsejo ir a leer ahora.
No obstante, hay algunas salvedades específicas para sumar a lo ya dicho en esos posts, para el caso de los huracanes. Dichos agregados son:
- Averiguar si se vive en una zona inundable y en caso afirmativo extremar las correspondientes precauciones, tales como tener los documentos y valores, y algún equipo de emergencia básico en la planta alta, de contar con ella.
- Localizar el refugio más cercano.
- Hacer un inventario de la propiedad y tratar de asegurarla hasta el máximo de las coberturas disponibles.
- Mantener las alcantarillas y canaletas limpias toda la temporada.
- Asegurarse de tener bajo control las ramas de los árboles que podrían interferir con el cableado eléctrico.
- Tener siempre disponibles protecciones de madera, aluminio u otro material similar para los vidrios de las ventanas y puertas.
- Tener listo el equipamiento general y básico que les enumeré en los posts que les recomendé leer antes.
- Siempre que se pueda, informarse sobre los fenómenos habituales en la zona de residencia. Conocer al «enemigo» permite generar estrategias para enfrentarlo.
- Ante la proximidad del evento, al producirse las primeras alertas, cargar las baterías de los celulares y de todos los elementos que admitan carga, como luces de emergencia etc. Si es posible tener baterías de repuesto, para el caso de carecer de suministro eléctrico, lo que impediría su carga posteriormente. Estar comunicados en la medida de lo posible y mientras se cuente con los servicios correspondientes, es básico, por lo cual radios y celulares son prioritarios.
- Cargar combustibles en los vehículos disponibles para el caso de tener que evacuar la zona.
8. ¿Qué debe hacerse durante el desarrollo del evento?
Otra vez recuerden las normas generales para todos los eventos antes de señalar las acciones específicas para huracanes, que serán las siguientes:
- Cuando se ha producido ya el aviso de que el huracán se acerca a la zona de residencia, se deben asegurar las embarcaciones, si se cuenta con ellas en las zonas de costa, asegurar también todo material que quede fuera de la casa y que pueda convertirse en proyectil.
- Hacer ingresar las mascotas al interior de la casa.
- Moverse a un refugio si se cuenta con él y lo recomiendan las autoridades. El refugio puede ser un sótano o simplemente un lugar alejado de puertas y ventanas, o la planta alta si se esperan inundaciones.
- Montar las protecciones conocidas como tormenteras y asegurar las puertas y ventanas expuestas al exterior.
- Cortar energía eléctrica, agua y gas para evitar cortocircuitos o escapes.
- Cuando ya el huracán ha alcanzado la zona en que uno se encuentra, se debe escuchar constantemente los avisos de defensa civil y otras autoridades, y obedecerlos a rajatabla.
- Tener la precaución de mantenerse alejado de las puertas y ventanas expuestas al exterior.
9. ¿Qué se hace después del fenómeno?
Específicamente para los huracanes, además de lo señalado para otros eventos en los correspondientes posts, se debe tener en cuenta lo siguiente:
- Abrir puertas y ventanas para dejar escapar gas de tuberías que pudieron haberse roto.
- No usar fósforos ni encendedores hasta estar seguro que no hay escapes de gas.
- No volver a conectar la electricidad hasta asegurarse que no haya peligro de electrocución ni paredes haciendo efecto de masa.
- No reconectar el gas hasta no estar seguros de que no hay escapes.
- Desinfectar el agua, ya sea hirviéndola por 15 minutos o agregándole dos gotas de cloro por cada litro.
- Hacer inventario de alimentos disponibles y en buen estado.
- No usar innecesariamente automóviles para mantener las vías disponibles para los equipos de rescate.
- No utilizar puentes sin saber el estado en que quedaron luego del evento.
- No andar descalzos.
- No salir al exterior hasta que las autoridades no lo consideren seguro.
10. ¿Tiene ese evento alguna relación con los fuertes temporales en Argentina?
Éstos son los momentos en que lamento no haber avanzado más sobre algunos conceptos fundamentales relativos al clima. Pero bueno, por lo menos puedo decirles que son muchos los factores que definen lo que ocurre con él, y una buena parte de esos factores son absolutamente locales, de modo que los eventos como Sandy y la tormenta intensa que azotó el centro y este de Argentina no se relacionan entre sí de manera directa.
No obstante, hay también algunos elementos comunes que definen la tendencia climática global. Uno de ellos es la actividad solar. Y como ayer mismo les decía en el post anterior a éste, esa actividad solar tiene ciclos undecenales, a lo largo de los cuales la emisión de energía aumenta o disminuye. Estamos ahora en la parte de ese ciclo, de intensa actividad, de modo que no debe sorprendernos que los fenómenos meteorológicos se magnifiquen también en consonancia con esa situación.
Bueno, es bastante por hoy, espero no haberlos aburrido. Nos vemos el miércoles, entonces. Un abrazo. Graciela
PD: A los responsables y trabajadores de medios de comunicación que estén interesados en informarse para realizar notas sobre desastres naturales, los invito a visitar el post que escribí sobre Geología para periodistas y comunicadores.
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P.S.: la foto que ilustra el post es una captura de pantalla del informativo de CNN que me envió Pulpo.
El Támesis congelado, de A. Hondius
El cuadro que hoy les presento está en el Museo de Londres, data de 1677, y es obra de Abraham Hondius. Esta fotografía llegó a mis manos por gentileza de mi colega, el Dr. Aldo Bonalumi, y es un excelente testimonio de una fluctuación climática relativamente reciente, en el transcurso de la cual el Támesis llegó a congelarse. El título de la obra es precisamente «El Támesis congelado».
El cuadro representa muy bien lo que dio en llamarse la «Pequeña Glaciación» o «Pequeña Edad de Hielo» (PEH), que marcó el final del que se conoce como Óptimo Climático Medieval que se había extendido entre los siglos X y XIV. La PEH se extendió entre los siglos XIV y la primera mitad del XIX). Sus picos negativos ocurrieron en 1650 (muy próximo a la fecha de la pintura), alrededor de 1770 y en 1850.
Espero que lo hayan disfrutado, y los espero el lunes. Un abrazo. Graciela
¿Es lo mismo huracán que tornado, ciclón o tromba? Parte 2
Como lo indica el título, este post es una segunda parte, (espero que no se cumpla aquello de que segundas partes nunca fueron buenas) y por ende, para entenderlo, les conviene ir a leer primero el anterior porque hoy retomamos desde las preguntas que nos quedaron pendientes.
¿Qué es un huracán?
Como les anticipé en el post que ya deberían haber leído, el huracán es uno más de los eventos ciclónicos, es decir aquellos fenómenos meteorológicos provocados por vientos espiralados que además se desplazan sobre la superficie terrestre.
Dijimos también que se producen desde centros de baja presión atmosférica y temperatura más alta que el entorno.
El mismo fenómeno es conocido con el nombre de tifón en el Pacífico Occidental.
Como sistema, tienen desplazamientos relativamente lentos (del orden de los 20 km por hora), pese a que internamente las ráfagas pueden ser del orden de los 100 y más km/h. La duración es extendida, comprendiendo a veces hasta una semana. Su zona de influencia es también extensa, tanto si se cuenta la instantánea, que puede afectar entre 40 y hasta 800 km de diámetro, con altura de 8 a 10 km; como si se cuenta todo su recorrido que puede afectar miles de kilómetros.
Estas características son la principal diferencia con los tornados que suelen ser de mayor violencia pero menor extensión y duración. Tanto es así que en el interior de los huracanes se producen también tornados. Pero sobre ese tema vamos a ahondar en otro post.
¿Qué es un tornado?
Si bien ya en la etimología hay diversas versiones, yo prefiero aquélla según la cual, la palabra «tornado» proviene del latín tornare, que significa «girar».
Los científicos tienen todavía ciertas discrepancias a la hora de definirlo y caracterizarlo, pero sabemos con seguridad que es un fenómeno meteorológico del tipo ciclónico, de los más violentos e impredecibles.
El Glossary of Meteorology exige de un tornado que además de ser una columna de aire que gira violentamente, ponga en contacto una nube y el suelo, cosa que normalmente hace a través de una formación embudiforme, que no siempre es visible.
Los desacuerdos científicos a que hacía referencia tienen que ver con otros temas menores que discutiremos en otros posts.
El diámetro de un tornado puede variar desde unos treinta centímetros hasta un par de kilómetros. La estimación de la velocidad del viento en su interior llega a los 500 km/h.
El tornado en su conjunto se desplaza a alrededor de 50 km/h y dura sólo unos pocos minutos o hasta una hora.
¿Qué es una tromba?
También se trata de un fenómeno ciclónico, de menor magnitud que los otros dos. Puede llegar a tener las dimensiones de un tornado no muy importante, pero no se exige de ella que conecte una nube con el suelo, y no suele manifestar la clara forma de embudo.
¿Qué es una tormenta intensa? ¿Se relaciona con todos los anteriores?
Tiene con todos los demás eventos en común, la presencia de un centro de bajas presiones, con gradiente vertical empinado, lo que lleva rápidamente hacia arriba el aire sobrecalentado, que al llegar a zonas de temperaturas más bajas, si contiene suficiente humedad, genera una rápida condensación que provoca precipitaciones de agua y/o granizo de breve duración pero abundante. Generalmente hay también fuertes ráfagas de viento acompañantes, ya que todo se origina en el mismo tipo de centro ciclónico.
De este tipo fue el evento que azotó a Córdoba hace veinte días.
Estas tormentas severas dan para muchos posts, por su ubicuidad y sus efectos erosivos. Pero para eso tendrán que esperar.
Un abrazo, Graciela.
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P.S.: la foto que ilustra el post la he tomado de un video de NatGeo, denominado La otra cara de los Huracanes.
¿Es lo mismo huracán que tornado, ciclón o tromba? Parte 1
Este post ha sido exigido por uno de mis explotadores, el Pulpo, quien -debo admitir que con buen criterio- me ha señalado que los recientes eventos y sus secuelas en Córdoba, la ciudad en que vivimos, ameritan una seguidilla de posts para que entendamos qué es lo que está pasando.
Hoy inicio esa serie de posts relacionados todos entre sí, con la correspondiente aclaración de varios términos que muchas veces se confunden, o se usan como sinónimos sin serlo.
Convengamos que la confusión deviene en buena medida del hecho de que a veces los diversos expertos traducen los mismos términos con diferentes criterios.
Y ahora me sumo yo, no sé si aportando mayor confusión o mayor claridad, aunque les aseguro que mi intención es la segunda. 😀 .
No obstante debo aclarar que no soy meteoróloga, y sólo he estudiado estos fenómenos por los efectos que provocan sobre la geomorfología, y por ello no deben esperar demasiada profundidad en el tratamiento.
El tema inicial se limitar a definir cada fenómeno y los rasgos que lo diferencian de los demás. Después vendrán los posts que se refieran a cada uno con cierto detalle, y muchas cosas relacionadas que son de gran interés, según creo.
Pero antes, para que todo se entienda mejor, hablaremos un poquito de dos conceptos necesarios para el desarrollo siguiente.
¿ Qué son las isobaras?
Ya saben ustedes, seguramente que la raíz griega iso (ίσος) significa igual; y en este caso, las isobaras son las líneas imaginarias que unen puntos de un territorio donde hay igual presión atmosférica.
Obviamente, se dibujan en un mapa, y pueden llegar a cerrarse alrededor de centros. Cuando varias isobaras cerradas se envuelven concéntricamente con valores crecientes hacia adentro, se está señalando una zona de alta presión. Si en cambio los valores decrecen hacia adentro, se trata de una zona de baja presión.
¿Qué es el gradiente de presión atmosférica?
Es una medida de distancia, (como lo era el gradiente geotérmico también) y en el caso que hoy nos ocupa, puede medirse en dirección horizontal o vertical.
El gradiente horizontal de presión atmosférica es la cantidad de metros que hay que recorrer para que la presión cambie en un milibar. Se dibuja como un vector perpendicular a las isobaras.
El gradiente vertical de presión atmosférica es la cantidad de metros que hay que ascender para que la presión atmosférica cambie en un milibar.
En general, el cambio de presión atmosférica depende de la variación de temperatura, ya que el aire caliente tiende a aubir, con lo cual la presión en el lugar es menor.
Es irónico que uno diga que el «día está pesado» cuando hace calor, ya que en realidad la presión es más baja. Pero como sea, hay dos o tres cosas que resultan de estos cambios de presión:
-
Si las isobaras están muy cerca unas de otras, el cambio de presiones ocurre en poco espacio y el gradiente es elevado.
-
El aire que se mueve desde las zonas de alta presión hacia las de baja presión es lo que denominamos viento.
-
La velocidad del viento es mayor cuanto más elevado sea el gradiente de presión.
Además de esto, pensemos que en general la temperatura elevada implica que hay gran energía disponible para ser liberada, cosa que por lo general ocurre a través de eventos de gran intensidad.
Y ahora sí podemos lidiar con esos eventos tan imponentes que nos han afectado últimamente.
¿Qué es un ciclón?
Si empezamos por lo semántico, es bueno señalar que la palabra fue tomada desde el griego «kyklon» que significa círculo en movimiento, y habría sido importada hacia la meteorología alrededor de 1840 por Henry Piddington.
En cuanto al aspecto climatológico, hay dos maneras de entender este término: uno se refiere al modo de circulación atmosférica en un momento dado, y el otro a un evento de gran intensidad que resulta precisamente de esa manera de circular el aire, cuando se dan ciertas condiciones.
Empecemos por definir un centro ciclónico o ciclón como un simple mínimo barométrico que en un mapa se ve representado por las isobaras concéntricas decrecientes hacia adentro que ya mencionamos.
El centro ciclónico tiende a provocar un flujo de viento hacia su centro, con una desviación hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el sur, debidas al efecto de Coriolis. (Otro tema que amerita un post)
En aquellos casos en que las isobaras están muy próximas, y el gradiente es muy empinado, según ya dijimos, la velocidad del viento aumenta, y es entonces cuando el evento se vuelve potencialmente peligroso, y adquiere alguna de las varias formas que pretendemos distinguir hoy entre sí.
En definitiva, todos serán ciclones, ya que todos implicarán vientos rotando en el sentido horario (en el hemisferio sur), y según algunos detalles diferenciales se llamarán de una u otra manera.
Pero como ya nos hemos extendido bastante, las diferencias entre los eventos provocados por una circulación ciclónica, serán tema de nuestro próximo post.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: la foto que ilustra el post la he tomado de un video de NatGeo, denominado La otra cara de los Huracanes.