La tortuga Manuelita y la Geología
Hola, chicos, hace mucho que no escribo para ustedes, y se me ocurrió que a lo mejor les interesa saber qué relación existe entre ese maravilloso personaje que es Manuelita, la tortuga, y la Geología. ¿Acerté? ¿Les interesa?
Espero que sí, porque ahora empiezo a contarles.
¿Cómo nació el personaje?
Se trata de la protagonista de un simpático film de dibujos animados del director argentino Manuel García Ferré, que fue un rotundo éxito en 1999. Pero Manuelita ya era muy famosa desde muchos años antes, ya que se dio a conocer a través de la canción que lleva su nombre, y que pertenece a la cantautora, también argentina María Elena Walsh.
Es decir, que primero existió la canción, y después, y a partir de ella, García Ferré y la misma María Elena Walsh, inventaron la película que tantos niños de todo el mundo han disfrutado a través de los años.
¿Quién es María Elena Walsh?
María Elena Walsh es una extraordinaria escritora, tanto de historias, poemas cuentos y canciones pa
ra niños, como de textos para adultos.
Y como vivió 80 años (1 de febrero de 1930 -10 de enero de 2011), muchas generaciones de chicos disfrutamos sus personajes. Yo recuerdo por ejemplo a Doña Disparate, que vivía en un zapato, y cuyas aventuras ella contaba en poemas muuuuuyyyyy divertidos. Claro, es que, como el nombre lo indica, Doña Disparate hacía cosas muy locas y graciosas. Además de ese personaje, María Elena inventó también al Mono Liso, el Brujito de Gulubú, La vaca estudiosa, y mil más, a cuál más divertido.
Y por supuesto, a la Tortuga Manuelita, que «vivía en Pehuajó, pero un día se marchó», como dice la canción que la hizo una estrella.
¿Qué parte de la canción tiene que ver con la Geología?
Esa estrofa (que es precisamente el estribillo) donde dice: «Manuelita, Manuelita, Manuelita ¿dónde vas, con tu traje de malaquita, y tu paso tan audaz?»
¿Y saben por qué eso tiene que ver con la Geología?
Pues porque la malaquita es un mineral, muy hermoso, y por serlo, (por ser mineral digo, no por ser hermoso) es motivo de estudio de los geólogos especialistas en Mineralogía.
¿Qué es la malaquita?
Bueno, ya les adelanté que es un mineral, pero no uno cualquiera. Es un mineral de color verde bastante intenso, que tiene muchas maneras de presentarse, y algunas de ellas se pueden parecer un poco a los caparazones de ciertas variedades de tortugas.
Ahora bien, como éste es un blog de Geología, y hasta los posts dedicados a los niños están pensados para aprender tan maravillosa ciencia, déjenme que les cuente un poquito acerca del mineral malaquita.
La malaquita es un mineral del grupo V, correspondiente a los carbonato porque el carbono es una parte importante de su fórmula química, que de paso se las muestro: Cu2CO3(OH)2.
Aunque parezca casi como si fuera chino, esa fórmula puede leerse «Dihidroxido de carbonato de cobre», y más comúnmente decimos que la malaquita es un carbonato de cobre y listo, ya que contiene hasta 57 % de cobre. En parte por eso, siempre es de color verde, aunque puede incluir tonos más oscuros o más claros.
Es notable que la malaquita fue uno de los primeros minerales que se aprovechó en la historia. Primero se lo empleó como colorante, luego como materia prima para extraer el metal cobre, y hasta hoy se lo usa como piedra ornamental por su gran belleza.
¿Y saben por qué fue uno de los primeros minerales que el hombre usó como recurso? Pues por su intenso color que llamaba la atención y hacía sencillo su reconocimiento. Interesante la piedrita, ¿no les parece?
¿Y por qué María Elena Walsh relacionó la malaquita con una tortuga?
Porque como ya les dije más arriba, algunas de las formas en que la malaquita aparece en la naturaleza, tienen algún parecido con un caparazón de tortuga. Si no me creen, comparen las fotos que he incluido en el post.
Por eso María Elena hizo la metáfora, considerando «el traje» de Manuelita, que no es otra cosa que su caparazón, como si estuviera hecho de malaquita.
Ya saben ustedes que una metáfora es una figura literaria en la cual se cambia la palabra que designa a un objeto, por otra que es el nombre de alguna otra cosa con la que tiene similitud.
Así, por ejemplo, si uno dice «el oro de sus cabellos» no quiere decir que nadie tenga semejante peluca, (que de tan pesada le hundiría la cabeza hasta la cintura, 😀 ), sino que el color de su pelo es dorado, simplemente, y a uno le recuerda el oro.
Bueno, espero que esta aparición de la Geología en una canción infantil les haya gustado, porque sigo buscando otros ejemplos para compartir con ustedes.
Les aclaro que las imágenes que ilustran este post son tomadas de la red, de los sitios que aparecen linkeados en cada caso: la imagen de Manuelita, la foto de una caparazón de tortuga y la malaquita. El ejemplar de la vitrina está expuesto en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, EEUU y la foto pertenece a la visita que hizo el Pulpo al lugar en 2011.
Pueden escuchar la canción de la mano de esta versión subida por el usuario Ratola, a Soundcloud:
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Un abrazo y hasta el miércoles.
puede ser que la malaquita sea un mineral que crezca como las estalactitas y estalagmitas? da la impresión por el corte. creo que las piedras son nuestros más nobles antepasados. Las rocas se merecen todo nuestro respeto.
Me revela observar horribles carteles escritos (encima con horrores ortográficos) sobre una hermosa arenisca roja,(o sera feldespato??) que mostraba hasta hace unos días su brillante cara, como en una sola gran fasceta al sol, en el famoso (por mi insistencia) camino entre Rio Ceballos y La Falda.
Que sepan todos aquellos amigos porteños, rosarinos, etc etc que vienen amablemente a nuestras sierras a dejarnos algunos morlacos, que eso no les da derecho a informar al mundo que «pepito estuvo aca…» Ya voy a ir a tu casa, pepito, y te voy a escribir las ventanas con un aerosol y con muy mala letra «Alberrrrto estuvo aca….» encima me voy a robar los helechos que te trajiste de tu ultimo paseo por la cascada de los idems y voy a hacer desaparecer las puntas de flechas que te robaste de Ayampitin, cuando el guía no te miraba… Y me voy a colgar un megáfono y voy a gritar a todo pulmón, como lo haces vos «MIRA VIEJA, MIRA EL BURRITO…!!!!» uH se me fue la mano.
Uh… mas perdón todavía.. .REBELA es el acto de rebelarse, de enojarse con el estatus quo. Revelar es haber estado en negativo y volverse positivo, si uno es una foto…Lo siento, hasta yo tengo un Rosarino en el fondo del corazón. (nací en Santa Fe, así que critico con la razón que me da el conocimiento… ja ja)
Respecto a María Helena Walsh…. Estuve enamorado de ella desde que la vi por primera vez en tele blanco y negro o en la tapa de alguna RAviolandia. Por aquel entonces, hubiese querido que fuera mi tía. En mi adolescencia, ella ya tenía unos añtos más, hubiese querido que fuese mi profe de Inglés… Sabemos que las profes de inglés, además de sexies, son mucho mas piolas que las de Geografía o Matemáticas, sin ir más lejos.
De adulto , con gran pena, la vi marchitarse, pero sin perder el brillo maravilloso de los ojos, no se si serían de malaquita o de lapizlázuli, porque las fotos de aquellos tiempos, no eran tan confiables. Pero su mirada luminosa enmarcada por sus cejas como alas de gaviota, de aquellas que dibujabamos sobre nuestras casitas, como una «M» o una «V», eran pura melodía. Y cada canción la cantaba solo para mí.
Así que no sé que tienen ustedes que decir de mi tía. Ella es MIA.
Por razones de trabajo, estuve el viernes en una cantera de extracción de áridos en las maravillosas costas del rio Xanaes, con sus barrancas que según la hora del día, son rojizas o amarillentas. Me impactó lo bien cuidado de su balneario, desconocido para mí hasta esa fecha.
Pero me enteré con gran tristeza, que en estas canteras afloran muchas veces, mas de las que se dan a conocer, restos humanos a doce metros de profundidad, gigantescos caparazones fósiles y huesos de distintos tamaños. En razón de que tiempo atrás, ante el hallazgo de restos fósiles, dicha cantera fue detenida en su DEPREDACION (es terrible como queda el terreno luego que explotan estas canteras, necesarias para nuestra desgracia, para el avance de la construcción, etc…)por mas de un mes, ante la intervención de profesionales geólogos, antropólogos y los otros LOGOS, los que estudian los huesitos. Estos eran de la U.N.o de algún lugar afin. Entonces que hacen estas gentes, que no se si el poseer el terreno les da el derecho de aniquilar la herencia cultural historica: No avisan más. Cuando aparece un fósil, si no lo trituran para granzilla, lo dan a un geólogo amigo, para que lo haga «aparecer» en otro lado, donde ya no se explota. ¿No es esto un crimen? Si encontramos huesos humanos tan profundo como 12 metros, no nos dice esto que las teorías de los caminantes de Bering (que venían al trotecito, ya que ya estaban super asentados aca hace diez mil años)podría ser revisada? No sería lo ideal que se examinara todo el entorno? o solo con decir que son huesos traídos por el rio nos quedamos tranquilos?
Algun día, cuando volvamos a nuestros orígenes cósmicos, nos arrepentiremos de tanta depredación, tanta falta de respeto por nuestros hermanos mayores, nuestros abuelitos minerales, y nuestros primos animales, de cualquier especie. Uhh que día que tengo hoy.
Sí, ésa es una batalla muchas veces perdida de antemano, Alberto. A mi propio equipo de trabajo le pasó que participando como apoyo en un proyecto de investigación de arqueología, relevamos un perfil y cuando fuimos a afinar datos para seguir la investigación, había sido totalmente depredado (en este caso por simples coleccionistas de restos de artefactos indígenas). Por suerte ya se habÃa fotografiado el sitio y los primeros resultados estaban publicados, pero nunca pudimos terminar de profundizar el trabajo sistemático que conduce a hallazgos significativos en términos de ciencia. La gente que atacó el lugar, lo revolvió todo a pala, con lo que mezclaron los restos recientes con los más antiguos, y se llevaron todo lo que faltaba de extraer, sin seguir una metodologÃa racional, y por ende perdiendo todo sentido y perspectiva desde el punto de vista arqueológico. Estarán chochos con «cosas antiguas» sin importarles si eran o no de la misma ocupación y cultura. Un desastre.
Un beso Graciela
Me encanta cómo hablás de María Elena, Alberto, yo también me enamoré de su fantasía, ya desde las historias de Doña Diaparate, en mi muy remota infancia.
En efecto, Alberto, uno de los hábitos de la malaquita es el estalactítico, del cual hablaremos alguna vez en el blog.