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Gemas de imitación, compuestas y tratadas

Hace un tiempo, con motivo de la entrevista radial que me realizaron en el programa «La aguja en el pajar» de Radio Casilda, comprendí que la Gemología es un tema que apasiona a la gente, y que por ende no me había equivocado al meterme en una disciplina que sólo tangencialmente tiene que ver con la Geología, pero cuyo estudio es uno de mis pasatiempos.

Ya saben ustedes que hay una diferencia entre gemas y piedras preciosas. Hoy hablaremos principalmente de gemas, y solamente de manera ocasional mencionaremos las manipulaciones sobre algunas piedras preciosas. Pero creo que esta charla puede llegar a ser entretenida.

¿Son legales las imitaciones e intervenciones de gemas?

Como ocurre en casi todos los casos, no sólo en la Gemología, prácticamente cualquier producto exitoso en el mercado puede imitarse sin problemas, siempre y cuando al llegar al circuito de comercialización, el cliente esté debidmente informado de que no está comprando algo original ni auténtico. Si una persona compra una serigrafía de un cuadro de Rembrandt, todo está en orden salvo que le sea vendido como un original (habría que ser muy ignorante para no reconocer la diferencia) y al precio de uno auténtico. Sólo se considera estafa cuando hay intencionalidad de engaño.

De lo contrario, muchas son las circunstancias que hacen que el mercado de gemas artificiales, tratadas o intervenidas está en auge. Sin ir más lejos hay una marca de cristales que se cotizan muy bien por su gran belleza, y que al ser vendidos bajo el nombre genérico de cristales, no implican ninguna falsedad ni intención dolosa. De hecho, ya merecen el nombre de gemas por derecho propio.

Las razones por las cuales esta nueva forma de producción artificial no solamente es aceptable, sino apreciada, incluyen factores como:

  • La democratización que implica su costo infinitamente menor que el de las piedras preciosas y gemas naturales.
  • El mayor aprovechamiento del recurso, al utilizar materiales que no se comercializarían en la joyería de gemas naturales y sin intervención.
  • La seguridad en la portación de la joya. Muchos de los poseedores de verdaderas piedras preciosas, llevan sin embargo a los eventos públicos, copias fieles de los originales, realizadas con gemas artificiales o tratadas; mientras la joya auténtica permanece en una caja fuerte bien custodiada.
  • El amplio abanico de posibilidades que abre la manipulación, fabricación, o imitación de gemas, hacia nuevos materiales de gran belleza.

¿Qué clases de imitaciones hay?

Básicamente hay dos clases de imitaciones diferentes: las imitaciones simples o propiamente dichas, y las gemas sintéticas. Veamos las diferencias.

Las imitaciones en general aprovechan el parecido natural entre una piedra preciosa de bajo valor y una mucho más cara, para tallar la primera de modo que se asemeje a la segunda. Esto puede ocurrir por ejemplo cuando se realiza un tallado en tabla sobre una crisocola para que parezca una esmeralda. En ocasones, determinados tallados y engarces de cristal de roca (variedad de cuarzo), pueden simular diamantes.

En cambio, los materiales sintéticos, si bien también imitan gemas naturales, son enteramente obtenidos en laboratorio, ya sea sobre la base de vidrios, plásticos o directamente generando artificialmente gemas con composición química, estructura cristalina y propiedades semejantes a la piedra natural que se imita. Si bien el parecido es extremo, al no ser de origen natural no tienen el mismo valor. Sin embargo, su detección como sintéticas sólo puede realizarla un especialista.

¿Qué podemos decir de las gemas sintéticas de plástico?

Obviamente son las de menor calidad, y se rayan fácilmente, por lo que pierden rá¡pidamente su belleza inicial y su valor de mercado. Suelen ser de baquelita, plexiglás o lucita.

¿Qué podemos decir de las gemas sintéticas de vidrio?

En la industria de las gemas sintéticas se usan vidrios específicos, como el Kraun, fabricado en base a SiO2 (sílice) caliza y Na (sodio); y los Flint, un poco más pesados por la adición de Pb (plomo) en lugar de Na. Originalmente se producen gemas incoloras, pero si se agregan determinados elementos químicos, pueden resultar coloreadas. El Mn (manganeso) otorga un color púrpura; el óxido de Selenio produce rojo; el hierro, amarillo o verde; el Cu (cobre) puede colorear de rojo, verde o azul, según las proporciones. El Cr (cromo) produce distintas tonalidades de verde. Todos estos vidrios Kraun y Flint alcanzan dureza de 5 a 6 en la escala de Mohs, lo que los diferencia de las piedras preciosas de alto valor.

Las gemas que se suelen imitar con vidrios son las variedades del cuarzo (cristal de roca, amatista, cuarzo rosa, etc) y del berilo (agua marina, heliodoro o esmeralda).

¿Cuáles son las principales intervenciones?

Hablamos de intervenciones, modificaciones o manipulaciones, cuando alguna imperfección de una gema natural es subsanada artificialmente; cuando se mejora alguna de las cualidades que le confieren valor; cuando se le agrega un rasgo particular; o cuando se la altera para que parezca ser otra de mayor valor o tamaño. Las posibles intervenciones son:

  • Decoloración: es común en gemas como la perla o el marfil, que raramente aparecen del todo blancos en la naturaleza, por lo cual se los aclara químicamente. Por su parte, los diamantes, salvo casos muy excepcionales, se prefieren incoloros, y para eliminarles matices indeseados suelen ser sometidos a tratamientos con láser.
  • Relleno de fracturas y cavidades: Se aplica en determinadas imperfecciones como fisuras o poros visibles, y se utiliza para sellarlos, ya sea vidrio, plástico, polímeros o resinas. La técnica va desde la simple inmersión en el material de sellado, hasta la microinyección.
  • Impregnación incolora: con ella se mejora el aspecto, el brillo y puede que inclusive el color de gemas con algún grado de microporosidad. Los materiales impregnantes pueden ser desde cera líquida o plástico, hasta aceites para la piel.
  • Teñido o coloración: sólo se aplica en materiales porosos que acepten la inclusión de los elementos colorantes, como pueden ser las ágatas, jades, ópalos, o el coral. Las sustancias que confieren el color son óxidos de Fe y Cr, cuyos matices cambian con el estado de oxidación.
  • Tratamiento térmico: en muchos casos, el calentamiento produce cambios de color en determinadas gemas; en ocasiones por el solo cambio de temperatura, y en otras, porque se le suman técnicas adicionales, como el calentamiento en un medio saturado en azúcar o miel, o con humo.
  • Irradiación: casi siempre la coloración se inicia en los llamados «centros de color», que corresponden a ligeras deformaciones de la red atómica, que pueden multiplicarse por aplicación de rayos γ o X, que deforman la red cristalina, estimulando un aumento en el color.
  • Difusión de la red: en este tratamiento, se calienta la gema casi hasta punto de fusión, lo que permite la introducción de elementos químicos colorantes o productores de figuras lumínicas.
  • Composición o ensamblado: esta técnica aprovecha en buena medida partículas de gemas que de otra manera serían desperdiciadas, al mismo tiempo que mejora la apariencia de las de mayor tamaño. Se trata básicamente de ensamblar dos o tres partes para generar una pieza única, con mayor tamaño y peso, mejor color, etc. Las partes se unen con pegamento especial o por fusión, y se denominan dobletes, tripletes o laminados, según que reúnan dos o tres partes, o que alguna de las partes sea una lámina delgada, respectivamente. A su vez, los dobletes o tripletes, pueden ser genuinos, semigenuinos, o falsos. Son genuinos cuando todas las partes que se reúnen en un nuevo ejemplar, son del mismo mineral intervenido; son semigenuinos si alguna de las partes es sintética, y falsos, si todas las partes son sintéticas.
  • Producción de figuras lumínicas y otros rasgos: debido a que algunos rasgos naturales suman valor a una gema, el hombre intenta reproducirlos de manera artificial. Un ejemplo clásico es la fibra óptica, que se aplica para generar el efecto ojo de gato en una gema o una imitación.

¿Existen los diamantes sintéticos?

Sí que los hay, y tienen buena tasación, siempre en la inteligencia de que se declara su origen artificial, y no se intenta un fraude. Los más perfectos son el titanato de estroncio y el óxido de circonio cúbico.

Pero ésa es una larga historia que merecerá un post propio un poco más adelante. Por ahora confórmense con saber que existen y son legales.

¿Existen gemas exclusivamente generadas por medios artificiales?

Sí, también las hay. Originalmente fueron intentos fallidos de sintetizar artificialmente determinadas piedras, pero si bien lo que se obtuvo no tenía símil en la naturaleza, era tal su belleza, que se presentó en el mercado como gema sintética, en venta con nombre comercial en código, correspondiente a las siglas (en inglés) de sus componentes, y la G de gema. Ellas son:

Y.A.G. aluminato de Ytrio.

Y.I.G. Óxido de Hierro e Ytrio.

G.G.G. granate de galio y galadinio.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

Así cubrió la prensa el terremoto de Caucete en 1977

El terremoto acontecido el 23 de Noviembre de 1977 en Caucete, San Juan, Argentina, fue uno de los más importantes registrados en Argentina en los tiempos modernos, y así fue como se lo presentó en la prensa.

Sus aspectos científicos serán motivo de un post futuro.


Un video relacionado con un evento sísmico

En este video se unen mi amor por los perros, a los que creo que todos les debemos un homenaje, con un evento natural que es parte de mi área de estudio y conocimiento: un terremoto. Me llegó por whatsapp hace un par de años, y desconozco su origen.

Interesante video

Los invito a un paseo virtual por un museo, de la mano de mi colega y amigo Adan Tauber.

Un post extra sobre el terremoto de Oaxaca

Totalmente fuera de programa, y por tratarse de un evento de magnitud superior a 7 Richter, no puedo menos que referirme al sismo que acaba de acontecer en México.

Y aunque México, por su emplazamiento nos tiene relativamente acostumbrados a estos acontecimientos, vale la pena hablar del del día de la fecha.

¿Cuándo y dónde ocurrió?

El sismo tuvo lugar unos 12,2 km al sur suroeste de la localidad de Santa María de Zapotitlán en el estado de Oaxaca, en México. La mención del nombre Zapotitlán ha causado alguna confusión en la prensa, porque ese toponímico se repite con pocas variaciones en numerosos estados de México. En este caso, para más exactitud, conviene recordar las coordenadas, que son: 16,029° latitud N y 95,901° longitud W. Su hipocentro se ubica a los 26, 3 km de profundidad, aproximadamente.

Respecto al tiempo, ocurrió el 23 de junio de 2020 a las 15:29:05 (hora local UTC) y 10: 29: 05 (GMT). Como ya expliqué en otro post, el UTC no es el mismo sistema horario que el del Meridiano de Greenwich. En definitiva, en nuestro país regido por este último sistema, la hora era 12:29.05 GMT, por la diferencia entre los dos países.

¿Qué características tuvo?

Según reporta el Servicio Geológico de Estados Unidos, se trató de magnitud Richter 7,4. Debido a que hay diversos modos de medir la magnitud, aclaremos que en este caso se trata de la magnitud del momento, que no sé si ya lo he explicado en algún otro post, pero que aclaro de nuevo por las dudas.

La magnitud basada en el momento, implica el producto de la rigidez del terreno por el promedio del desplazamiento en la falla y por el área de la zona de falla afectada.

¿Qué daños se produjeron?

Según el informe oficial del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, sólo se registraron un fallecido y un herido, en el marco de un derrumbe en la comunidad de Crucecita, donde hubo también daños materiales menores y algún grado de afectación en un hospital del puerto de Huatulco.

¿Cuál es el entorno geológico?

Debido a su localización sobre una de las mayores placas tectónicas, México es uno de los países con mayor riesgo sísmico y también volcánico. En su mayor parte, México se mueve con la placa Norte Americana hacia el oeste. Más al sur, la placa de Cocos, que se mueve hacia el noreste, subduce creando una fosa a lo largo de la costa sur de México.

Por otra parte, la zona oeste del Golfo de California, que incluye la península mexicana de Baja California, se mueve hacia el noroeste con la Placa Pacífica a una velocidad aproximada de 50 mm por año. En esta zona se produce el movimiento transformacional de la Falla de San Andrés.

Esta conjunción de circunstancias explica la intensa actividad tectovolcánica de México.

¿Qué cabe esperar ahora?

Como siempre repito, ahora se deben acomodar las piezas del rompecabezas, a través de nuevos pulsos que irán liberando más energía, pero ya se ha disipado la mayor parte de ésta.

Por otra parte, la proximidad al mar justifica muy bien que se haya emitido una alerta de tsunami para las costas del Pacífico de México, Guatemala, Honduras, Ecuador y El Salvador.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de Wikipedia.

 

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