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El agua es un recurso valioso y escaso. Parte 2
Adviertan que este post es una segunda parte, de modo que les conviene ir a leer el anterior, si todavía no lo hicieron, y luego retomar aquí.
En la tabla que ilustra el post y que es una modificación a partir de la que aparece en Sawkins et al. (1974), puede apreciarse algo de lo que aún no se ha tomado debida conciencia: el agua es un bien escaso, en riesgo permanente de contaminación y agotamiento, y por lo tanto, un recurso valioso que debe ser administrado con responsabilidad y cuidado.
Respecto a la posibilidad de uso, puede observarse que en algunos casos es variable, pues depende de su calidad, de su accesibilidad o del costo de su extracción.
En otros casos, como en el de la humedad atmosférica su uso es indirecto pues depende de un proceso previo de condensación, y precipitación, y aún allí donde se lee potable en general, como es en la mayoría de los ríos, una eventual contaminación o una extracción excesiva, pueden poner en riesgo la posterior utilización.
En general, los reservorios superficiales de agua dulce que pueden ser utilizados, son los ríos, lagos, y endicamientos artificiales; pero ellos no están disponibles en todas partes.
En regiones húmedas de suelo muy permeable, donde los cursos se pierden por infiltración, o en regiones áridas, las aguas subterráneas son las únicas aprovechables.
Por otra parte, cuando se debe responder al requerimiento de grandes concentraciones urbanas, puede ser más económico y rápido el acceso al agua subterrá¡nea que la construcción de grandes presas y obras de conducción a grandes distancias.
Pero lo importante es que la mayor parte del agua existente NO es utilizable o no está directamente disponible para el ser humano.
¿Qué riesgos existen cuando se usa indiscrimidamente el agua accesible?
Básicamente el agotamiento y la contaminación.
Tanto las aguas superficiales como las subterráneas se encuentran sujetas a ambos riesgos, siendo cada una de ellas más propensa a uno que al otro, pero sin estar jamás del todo a cubierto del restante.
El mayor riesgo para los reservorios superficiales es obviamente el de la contaminación, ya que en lapsos relativamente cortos, el ciclo hidrológico tiende a devolver parte del agua utilizada, lo cual afecta menos al abastecimiento.
Esto no es así para el agua subterránea que se moviliza muy lentamente hacia los lugares de extracción, requiriendo cientos de años a veces, para alcanzar determinados emplazamientos.
Por otra parte, el propio sedimento por el cual el agua subterránea se traslada, actúa hasta cierto punto como filtro para determinadas impurezas.
¿Cómo se produce la contaminación?
Pese al crecimento de la conciencia ecológica en los últimos años, todavía es común que muchos de los líquidos efluentes de industrias, o aún líquidos cloacales sin tratamiento, se arrojen a ríos y lagos.
Además de esta forma de polución, que afecta a cuencas abiertas y superficiales, hay vías por las cuales, muchos de los acuíferos resultan también contaminados.
En muchos casos, los propios enterramientos de residuos urbanos (domésticos, industriales, y peor aún, hospitalarios), los cementerios parque, los contenedores subterráneos de residuos radiactivos, etc, producen filtraciones que implican aporte de sustancias extrañas a las aguas que naturalemente se infiltran o percolan hasta los acuíferos.
Otro caso más grave es el drenaje, ilegal por cierto, pero lamentablemente corriente, de pozos sépticos por medio de perforaciones que terminan directamente en la freática.
Los insecticidas y fertilizantes que se destinan a la agricultura, pueden igualmente incorporarse al agua de infiltración hasta alcanzar un acuífero.
Hay también una contaminación ineludible, en la que el hombre no tiene intervención, y es la que implica la adición de sustancias naturalmente separadas de las rocas por meteorización y erosión, o por cenizas volcánicas incorporadas a los sedimentos superficiales en alguna erupción.
Muchos de estos materiales son inertes, pero otros pueden implicar toxicidad, y son cargados por el agua en su camino descendente.
Parecería que el agua superficial está exenta de estas últimas formas de polución, lamentablemente, las mismas sustancias disueltas que se han mencionado, pueden desde cualquiera de las fuentes citadas, incorporarse a un escurrimiento superficial o subsuperficial, que termine alimentando cursos, lagos, etc.
Para complicar aún más la situación, debe tenerse presente que las viejas cañerías de plomo usadas en la conducción domiciliaria y existente aún en construcciones antiguas, aportan un cierto porcentaje de ese elemento, que puede ser muy peligroso y para la salud.
¿Cómo se puede producir el agotamiento?
La recarga de un acuífero puede ser muy lenta, y aun nula, en lugares en que se han producido cambios climáticos severos, por los cuales, en la nueva situación, puede ya casi no haber excedentes de agua para una infiltración significativa.
El uso de tales reservas, conocidas como aguas fósiles, por responder a situaciones diferentes a las actuales, tiene un límite a veces alarmantemente próximo.
En zonas aledañas al mar, el agotamiento y la contaminación se conjugan para producir el deterioro del suministro.
En efecto, si se extrae sin control, es decir, sin permitir un cierto grado de recarga natural del acuífero, los espacios porosos que quedan libres de agua dulce, son ocupados por agua marina que se desplaza lateralmente, produciendo la salinización del agua disponible.
Como un mensaje esperanzador, puede agregarse que los países de mayor avance tecnológico disponen ya, de técnicas viables para la limpieza de reservorios contaminados.
Si se trata de acuíferos, su limpieza es más sencilla cuanto más rápida sea su recarga. En acuíferos en que se logra eliminar el aporte de contaminantes, la propia naturaleza se encarga de llevar agua fresca al reservorio, diluyendo así la polución.
Sin embargo, cualquiera sea el ritmo de la recarga, el agua no estará suficientemente limpia para reiniciar su extracción sino hasta que hayan pasado algunos años.
En determinados casos, por la extrema lentitud de la recuperación de la reserva, se han intentado, con relativo éxito, algunos procedimientos experimentales de limpieza.
Entre ellos pueden mencionarse: la extracción del agua para su tratamiento químico y posterior reinyección en el acuífero, la introducción directamente en el acuífero de sustancias químicas capaces de reaccionar con los elementos contaminantes, para producir su precipitación, o el aporte de carbón activado para contaminaciones orgánicas.
Existe también una opción biotecnológica, en la que se tiende a incorporar bacterias inocuas, pero capaces de degradar químicamente los compuestos causantes de la polución.
Obviamente, son todos estos tratamientos muy costosos, razón por la cual, la prevención es el mejor de los caminos posibles.
¿Qué medidas existen en el marco de la prevención?
Dentro de las campañas implementadas, se inscriben las políticas de eliminación de residuos sólidos y efluentes líquidos, precedidas por evaluaciones de impacto, por un lado; y el ahorro del recurso por el otro.
Aun medidas aparentemente ínfimas que se implementen de forma individual, suman en una población importante, cantidades relevantes de agua no desperdiciada.
Pequeños ejemplos son: el control de las pérdidas domiciliarias por insignificantes que parezcan, la reutilización de agua a través de sistemas internos de cañerías de doble uso, o a través de acciones sencillas, tales como no tirar el agua del bebedero de los perros, sino usarla para regar macetas, no operar lavarropas o lavavajillas a media carga, sino esperar hasta completar su capacidad, no regar parques o jardines durante los períodos lluviosos, espaciar los recambios de piletas de natación, o incorporar sistemas de purificación que permitan un único llenado por estación , etc.
El recurso agua es escaso, es valioso y es imprescindible, razón por la cual, cada uno debe extremar las precauciones para evitar su derroche.
El post fue realizado como una modificación de un texto también mío que se debe citar como sigue:
Argüello, Graciela L. 2002. LOS RECURSOS SUELO Y AGUA. Libro de Texto para el Trayecto Ciencias de la Tierra, del PROGRAMA DE POSTITULACIÓN EN CIENCIAS NATURALES, de la F.C.E.F. y Naturales de la U.N.Cba. Versión actualizada, corregida y aumentada.86 págs. ISBN N° 987-9406.
La tabla . como ya dije fue modificada de :
SAWKINS,F.J.; CHASE,C.G.; DARBY,D.G.; RAPP JR, G. 1974. «The evolving earth» Macmillan Publishing Co.Inc. New York.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela
El agua es un recurso valioso y escaso. Parte 1
Ya hemos venido hablando de la importancia y características físicas, químicas y físico químicas del agua, como así también de sus múltiples funciones geológicas. Hoy nos toca hablar de su disponibilidad como recurso.
¿Toda el agua existente es utilizable para el ser humano?
No, en absoluto. De hecho solamente puede ser consumida de manera inmediata, aquélla que es naturalmente potable o ha sido potabilizada por medios artificiales, ya sea en grandes cantidades o para uso individual en situaciones especiales.
¿Qué se entiende por agua potable?
Es, como ya se adelantó más arriba, la que puede ser consumida sin restricción pues cumple con determinadas normas de calidad promulgadas por las autoridades locales e internacionales. En general, los países con menores disponibilidades aflojan sus exigencias, mientras que los que cuentan con agua más abundante o mejor tecnología, suelen ser más restrictivos a la hora de definir los parámetros que deben ser respetados para que el agua sea considerada apta para consumo humano.
¿Qué es la potabilización?
Se denomina así al proceso que convierte el agua común en agua potable. Se trata en general de un conjunto de variados procedimientos generalmente muy costosos, sobre todo en términos de energía o productos químicos.
Esos métodos comprenden desde el filtrado para eliminar partículas inertes, hasta la desinfección que elimina elementos patógenos, además de la desalinización y las manipulaciones químicas y bioquímicas para liberarla de elementos pesados.
La desinfección puede hacerse por adición de cloro, irradiación de rayos ultravioletas o aplicación de ozono, entre otras maniobras, todas las cuales implican gran inversión económica.
A veces el tratamiento se completa con adición de pequeñas cantidades de fluoruro cuando la región carece de ese elemento en las cantidades requeridas para conservar la salud dental.
¿Solamente se puede usar el agua si es potable?
Aclaro y repito una vez más, que la calidad de potable es necesaria específicamente para que el agua sea bebida por el ser humano, pero existen otros numerosos empleos en los que los requerimientos no son tan estrictos.
¿Qué es lo que se entiende como consumo humano del agua?
Es el que se suele conocer también como uso doméstico que es su utilización no sólo como bebida, sino también para la higiene personal y lavado de ropa y enseres de cocina, en este caso, debe reunir ciertos requisitos que la Organización Mundial de la Salud ha fijado oficialmente, y que son aproximadamente los siguientes:
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A) Requisitos bacteriológicos: no se admiten organismos patógenos en general, pero son las colonias de colibacilos, las que se usan como indicadores de contaminación por materia fecal, y su presencia es la que torna inadmisible la calidad del agua.
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B) Requisitos químicos: en este aspecto, hay sustancias tóxicas cuya concentración máxima permisible está debidamente tabulada por su peligrosidad, por un lado; y sustancias inocuas, pero que hacen desagradable el uso para el consumidor, por conferirle sabor u olor particulares. En esta última circunstancia, la tolerabilidad cambia según las condiciones y exigencias de la propia población, costos de purificación, tecnología disponible, etc. En general, para las regiones húmedas se acepta un máximo de 570 ppm de sustancias minerales, mientras que en las regiones áridas este valor crece hasta un rango que va de 2.500 a 4.000 ppm, en consonancia con la escasez del suministro. No obstante, hay determinadas sales que por su toxicidad son más controladas que otras. Los sulfatos, por ejemplo, no son tolerados más allá de las 300 ppm.
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C) Requisitos físicos: referidos a la turbiedad y color, en muchos casos, de tolerancia también flexibilizable.
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D) Requisitos radiológicos, que son controlados por la Comisión Internacional de Protección Radiológica, y que se refiere específicamente a la ausencia de sustancias radiactivas en cantidades mayores que traza.
Lamentablemente, grandes porcentajes de las poblaciones económicamente más vulnerables, en distintos lugares del mundo consumen agua que no cumple con las mínimas condiciones que aquí se enumeran.
¿Qué otros usos se pueden mencionar?
Usos agropecuarios: Las normas en estos casos, son menos exigentes, salvo para cultivos particularmente sensibles a determinadas sustancias, o para suelos en riesgo de degradación.
Como valores indicativos, el ganado vacuno y caballar resiste bien 3.000 partes por millón de sales disueltas, salvo las particularmente tóxicas, tales como arsénico, o boro; mientras que las ovejas y cabras toleran hasta 7.000 ppm.
Usos industriales: en tal caso, el empleo del agua varía entre la refrigeración, alimentación de calderas, o elaboración de productos en particular.
En cada circunstancia los requerimientos son diferentes, tanto en cantidad como en calidad. En general, para los primeros casos, buena parte del agua es reciclada, debido a los altos costos de su tratamiento cuando requiere purificación, por un lado, y por su escasez como recurso, en muchos lugares, por el otro.
Usos recreativos: aqu puede pensarse en el uso directo, cuando de deportes acuáticos o de invierno como esquí se trata, por ejemplo; o bien el agua aparece como elemento valorizador de un paisaje por su mera presencia. En este último caso, también debe volver a considerarse a la nieve o al hielo.
Recuerden que este post tiene su continuación en otro, la semana que viene y ambos son parcialmente modificados a partir de mi propio texto, que se debe citar como:
ARGÜELLO.G.L. 2001. Programa de Postitulación en Ciencias Naturales. Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Departamento de Enseñanza de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional de Córdoba. Proyecto Módulo los Recursos Suelo y Agua. Trayecto Ciencias de la Tierra. Nivel II. I.S.B.N. 987-9406.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela
¿Cuál es la diferencia entre desarrollo sostenible y desarrollo sustentable?
Con motivo de celebrarse el Día de la Conciencia Ambiental, he elegido como tema para hoy, comparar dos términos que pueden en su sentido amplio entenderse como sinónimos, pero que s.s. implican una sutil diferencia que conviene resaltar.
Comencemos analizando la etimología y significado de cada una de esas palabras para el idioma español no científico.
¿Qué significa sustentable?
Sustentar procede del latín ( sustentare, intens. de sustinere) y tiene cinco acepciones, de las cuales tres de alguna manera se relacionan con la idea de apoyar o dar base a algo, mientras que las otras dos se acercan más al sentido ecológico al que aquí apuntamos.
Una de ellas implica » proveer a alguien del alimento necesario», y la restante es «conservar algo en su ser o estado».
De estas dos últimas acepciones puede derivarse la idea de que sustentable es aquello que puede conservarse y puede responder a ciertas necesidades.
Como puede observarse es todavía un concepto muy próximo al de la conservación, que ya ha sido superado por los ambientalistas de verdad informados.
¿Qué es conservacionismo?
Conservar (del latín con= mantener y servare= guardar) significa hacer que las cosas simplemente permanezcan, si es posible sin cambio alguno.
Por cierto esta idea es más poética que práctica, ya que su exaltación conduciría a entender a los recursos como intangibles, en cuyo caso las necesidades de las poblaciones no podrían tampoco satisfacerse.
Por esa razón el término cayó en desuso, y se reemplazó por la idea de desarrollo sustentable primero, y por desarrollo sostenible después.
En ambos casos, se ha incorporado la palabra desarrollo, porque se acepta que todo ser humano desea mejorar su calidad de vida, y tiene derecho a conseguirlo dentro de límites razonables.
¿Qué significa sostenible?
Este término se refiere a un proceso, y significa que puede mantenerse por sí mismo, sin aporte exterior ni disminución de los recursos existentes.
Hablar de «mantener» ya tiene además una connotación de permanencia, de duración y prolongación en el tiempo, que el término sustentable, no necesariamente implicaba, o al menos no lo hacía tan claramente.
¿Cuándo, dónde y cómo surge la diferencia de significados entre desarrollo sustentable y desarrollo sostenible?
La definición de «desarrollo sustentable» aparece por primera vez en la Declaración de Estocolmo (1972, Principio 2) que establece que es «un proceso por el cual se preservan los recursos naturales en beneficio de las generaciones presentes y futuras».
Aclaremos que preservar procede también del latín (pre= antes y servare= guardar, como ya dijimos) de tal modo que se hace alusión a un cuidado anticipado sobre los elementos en cuestión. Poco se dice, no obstante respecto a las condiciones y requisitos de ese cuidado.
Por esa razón, el beneficio para las generaciones presentes que se mencionaba en el Principio 2 se convirtió en una prioridad absoluta, asumiendo que el beneficio de las generaciones por venir se garantizaba con sólo no agotar de manera absoluta un recurso.
Esto no tenía en cuenta la calidad del ambiente, por ejemplo, entre muchas otras cosas que debían también ser preservadas.
Esta falencia condujo a una nueva declaración que cambió sutilmente las palabras, pero que implicó toda una nueva concepción del tema.
Es así que a través del informe Brundtland (1987) se pasa del concepto de «desarrollo sustentable» al de «desarrollo sostenible», con esa nueva carga que ya señalé de duración en el tiempo.
Más tarde se agrega una mejor especificación respecto a lo que se le debe a las futuras generaciones, y ya en la Declaración de Johannesburgo (2002), desarrollo sostenible se entiende como el proceso mediante el cual se satisfacen las necesidades económicas, sociales, de diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin poner en riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras.
¿Cuáles son las condiciones del Desarrollo Sostenible?
Básicamente son tres:
- Ningún recurso renovable deberá ser usado a un ritmo superior al de su generación.
- Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo mayor al que pueda ser reciclado, neutralizado o en su defecto absorbido por el medio ambiente.
- Ningún recurso no renovable deberá ser aprovechado a una mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible.
Estas tres reglas son lo bastante interesantes como para que alguna vez sean motivo de análisis en algún o algunos posts. Por ahora cortamos aquí para que no se aburran con tanta charla. Nos vemos con alguna gacetilla el miércoles. Un abrazo Graciela
La imagen que ilustra el post fue tomada de la página www.definicionabc.com
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El hombre y los procesos geológicos.

Hace bastantes posts atrás, presenté los dos grandes ciclos (endógeno y exógeno) que constituyen la geología toda.
Una vez comprendidos ambos, es el momento de colocar la relación «hombre- procesos geológicos», en su justo encuadre, al margen, tanto del alarmismo exagerado, como de la total prescindencia con que muchas veces se alude a ella.
En primer lugar, si bien los ciclos endógeno y exógeno interactúan, y se modifican mutuamente, la influencia humana está en la práctica, por completo ausente en el primero.
En efecto, el hombre sólo habita sobre la piel de la Tierra. Sus más profundas perforaciones (por otra parte, insignificantes puntos apenas, en la vastedad de la superficie terrestre) apenas sobrepasan los 10 Km; mientras que el radio terrestre es de aproximadamente 6.380 Km, y la mayor intensidad de los procesos geológicos internos se centraliza entre los 100 y los 700 Km. de profundidad.
En segundo lugar, aún en el ciclo exógeno, los procesos cursan con o sin el hombre.
La erosión existe desde hace miles de millones de años, mientras que el hombre como tal, (es decir como Homo sapiens sapiens) ha llegado al mundo en los últimos miles de años.
Otro tanto ocurre con la contaminación, de la cual un claro ejemplo del que no puede acusarse al hombre, tuvo lugar recientemente, cuando el volcán Chaitén cubrió de cenizas vastas áreas del sur del continente, afectando a los suelos, la vegetación, la fauna y el agua.
En suma, el hombre es sólo un factor modificador del conjunto de complejas interrelaciones que se entretejen para modelar el paisaje.
Por cierto, es un factor muy activo, y capaz de intervenir sobre los demás, alterando delicados equilibrios, que a la larga deterioran su propia calidad de vida. Pero no es en definitiva, más que un término más, en una ecuación que lo excede.
Ahora bien, no debe por esto entenderse, erróneamente, que la actividad humana es al fin, irrelevante.
Si del futuro del planeta como tal se trata, sí lo es, mal que nos pese, porque la naturaleza tiene sus propios controles para alcanzar estados dinámicos de equilibrio.
Si parte del requerimiento para ese fin, es la desaparición de la especie humana, ésta sencillamente se transformará en un mero registro fósil más, entre los de tantas especies extinguidas.
No obstante, para los seres humanos, el interés y la preocupación prioritaria no es, en última instancia el equilibrio planetario- que como ya se señaló, escapa de sus manos, y para el cual es prescindible -, sino la continuidad de la especie, y el mejoramiento o al menos la conservación de su propia calidad de vida.
En este sentido, sí es más que relevante lo que haga en la piel de la Tierra, porque esa piel es en definitiva la casa del hombre, y la única fuente accesible de todos sus recursos, por lo menos hasta el presente.
En suma, pese a su prácticamente despreciable capacidad para alterar la historia del cuerpo planetario, la responsabilidad humana sobre algunos aspectos de su evolución y estado en la superficie- que es precisamente donde habita y a donde recurre para solventar sus necesidades- es tan alta, que hoy muchos científicos definen la frontera Pleistoceno-Holoceno en función de la aceleración antrópica de los procesos exógenos.
Este texto ha sido extractado y ligeramente modificado del libro de mi propia autoría, que debe citarse como:
ARGÜELLO, Graciela L. 2002. Libro de texto para el Programa de Postitulación en Ciencias Naturales de la F.C.E.F y N. Dpto de Enseñanza de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional de Córdoba. Proyecto: Módulo LOS RECURSOS SUELO Y AGUA. Trayecto: Ciencias de la Tierra. Nivel II. I.S.B.N.: 987-9406. Versión corregida, aumentada y actualizada. 86 pp.
En caso de usar el texto, les ruego que citen la fuente, por las claras razones que enumeré en su momento en el post sobre publicaciones científicas, y porque este blog está protegido con IBSN N° 04-10-1952-01.
Bueno, espero que este post les haya aclarado algunas realidades, para que no anden por ahí culpando al hombre de todos los males, aun de los que no es, ni siquiera a propósito, capaz de provocar. Un beso y hasta el próximo miércoles. Graciela