Pruebas de la evolución biológica. Parte 1

Hace un par de semanas vimos con sorpresa que todavía hoy existen pseudocientíficos que afirman que la Tierra es plana.

De la misma manera, hay grupos, sobre todo de fanáticos religiosos, que niegan la evolución biológica.

Por ese motivo me pareció interesante mostrar hoy las pruebas científicas que la apoyan.

Debo aclarar que el tema de la evolución es muy extenso, complejo y apasionante, por esa razón, este post (que además debo dividir, excepcionalmente, en tres partes para no cansarlos) sólo se refiere a un aspecto: cómo se comprueba que no hay delirios en la teoría evolutiva que la ciencia apoya.

Pero vendrán también más adelante posts relativos al origen mismo de la vida; a las maneras es que se demuestra la falsedad de los argumentos en contra de la teoría evolutiva; a la enumeración de las principales reglas de la evolución biológica; y a las extinciones masivas. Todos temas que no incluíahora, porque cada uno de ellos merece post propio.

¿Por qué hay quienes niegan aún hoy la Teoría de la Evolución Biológica?

Hay al menos un par de razones muy bien identificadas, y ellas son: por un lado las convicciones religiosas que reniegan de la evolución porque ella no es compatible con la creencia en actos creacionistas independientes unos de otros.

Por el otro lado, una mezcla de soberbia y de desconocimiento, que hacen que muchas personas se nieguen a asumir un antepasado tan poco aristocrático como un simio. Hasta allí la soberbia. Y ahora la ignorancia: en ninguna parte de la teoría evolutiva se afirma que los hombres desciendan del mono.

Lo que la Teoría indica es que tanto hombres como monos, tenemos antepasados comunes, pero no somos descendientes unos de otros. El linaje compartido se separa mucho antes en el tiempo geológico. Y viendo las acciones del hombre, y su relación con el medio que habita, no sé todavía cuál de las dos ramas que se escindieron fue más lista…

¿Qué pruebas pueden mencionarse para apoyar la verosimiltud de la evolución de los seres vivos?

Una larga lista, que merece ser analizada paso a paso, como haremos en seguida. Esa lista incluye:

  • La variación de las faunas en el tiempo.
  • La formación de filogenias parciales.
  • El hallazgo de formas intermedias, transicionales o de transición.
  • El hallazgo de formas sintéticas.
  • La embriología comparada, y la aparición de órganos rudimentarios recesivos.
  • Las pruebas paleogeográficas.
  • La transformación gradual de los órganos a lo largo de los tiempos geológicos.

¿A qué se refiere el concepto de variación de las faunas en el tiempo?

Este concepto está fundamentado en los hallazgos paleontológicos, que hacen evidente un hecho incontrastable: las floras y faunas que una vez poblaron la Tierra, no son en absoluto idénticas a las que hoy viven.

Miles son los ejemplos posibles: trilobites, ammonites, dinosaurios, megaterios, tigres dientes de sable, mamuts y gliptodontes, hoy ya no existen, pero sus restos permanecen, aportando la prueba de que no son meras especulaciones, y de que en algún momento habitaron el planeta.

Si lo pensamos un poco, este hecho, unido al conocimiento de que una ley fundamental de la biología es que todo ser vivo procede por generación natural de otro que lo precede, sólo podemos deducir que la desaparición de esos seres, y la aparición de otros diferentes es, lógicamente el resultado de la evolución de aquéllos que desaparecieron, hacia los que hoy medran en la Tierra.

Pero sigamos, que hay muchas pruebas más.

¿A qué se refiere el concepto de formación de filogenias parciales?

Comencemos definiendo el término «filogenia». Etimológicamente procede del griego, idioma en el que «phylon» significa tribu o raza, y «gen» implica el concepto de producir o generar. Así pues hoy se aplica a las especialidades, tanto de la biología como de la paleontología, que se ocupan del origen y posterior desarrollo de las especies vivientes o extinguidas.

El término fue creado por el biólogo Ernst Häckel ya en 1866. A lo largo de las investigaciones de esta disciplina, se fueron comprobando las ideas de los biólogos Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, principales impulsores del Evolucionismo.

Ahora definamos las filogenias parciales, también conocidas como series filogenéticas o series filéticas, que no son otra cosa que sucesiones de formas que van apareciendo a lo largo del tiempo, en depósitos sedimentarios de edades cada vez más recientes; y que van dejando el registro de los cambios morfológicos entre una especie y las que de ella derivan.

Sólo se consideran válidas las series filéticas que cumplen dos requisitos, además del obvio, de pertenecer al mismo género.

Esos dos requisitos son:

  1. las series filéticas deben respetar la línea del tiempo, es decir que no puede haber inversiones en la evolución. En otras palabras, no pueden aparecer en la serie especies más jóvenes, metidas entre eslabones más viejos de la cadena evolutiva que se asume.
  2. las que se consideran especies diferentes dentro de la serie filética de un género dado, no pueden mostrar el cambio en uno solo de los rasgos morfológicos, sino en la mayoría, porque de no ser así, podría tratarse de simples deformidades, o cambios de variedad intraespecíficas, y no de una evolución hacia otra especie.

A lo largo de la Historia de la Paleontología hubo numerosos errores que debieron retirarse del catálogo de las series filéticas aceptadas.

Un excelente ejemplo de filogenia parcial, es la que se ve en la imagen que ilustra el post, en la que se muestra la evolución de los équidos norteamericanos.

También en Europa se había intentado reunir determinados hallazgos fósiles para generar la línea evolutiva del caballo moderno; pero quedó luego claro que se trataba de un error, ya que se habían incluido ejemplares de distintos géneros o aun diferentes en los taxones más altos. Esa falsa serie filética incluía al Palaeotherium, Anchitherium, Hipparion y Equus, todos los cuales son de distintos géneros de la familia Equidae, y el Palaeotherium se distingue inclusive a nivel de familia.

Hasta aquí el post de hoy. La semana próxima responderé las siguientes preguntas:

¿A qué se refiere el concepto de formas intermedias, transicionales o de transición?

¿A qué se refiere el concepto de formas sintéticas?

¿A qué se refieren el concepto de embriología comparada, y la aparición de órganos rudimentarios recesivos?

Y en la tercera parte del post, el lunes siguiente, responderé a las preguntas restantes:

¿A qué se refieren las pruebas paleogeográficas?

¿A qué se refiere el concepto de transformación gradual de los órganos a lo largo de los tiempos geológicos?

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es tomada de aquí.

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