Otro texto extraído de Eating Dirt de Charlotte Gill. (Original English version was posted last Friday)
Este texto es excelente como todos los que vengo entresacando del libro de Charlotte Gill, quien durante muchos años se ganó la vida reforestando vastas áreas de Norteamérica, y reunió sus vivencias en ese maravilloso libro editado por la Fundación David Suzuki, que se centra en tópicos ecológicos.
Ahora, sin más preámbulos, a disfrutar una buena lectura, según mi propia traducción desde el original en inglés.
…Pero hace millones de años, en nuestro pasado planetario, las coníferas dominaron. La superficie de la Tierra estaba compuesta por un megacontinente, Pangea. Los Dinosaurios pastaban y vagaban y pisoteaban la tierra. Muchas de las criaturas que prosperaron durante esta larga fase prehistórica, no serían reconocibles hoy. Bivalvos, coleoideos y tiburones de la variedad 20.000 Leguas de Viaje Submarino. Anfibios y lagartos. Y todos esos rastrero-reptantes que parecen una cruza de cucarachas gigantes y ciempiés, cuyas extrañas formas reconocemos a partir de los fósiles.
Durante el Mesozoico, las coníferas propsperaron en todas las latitudes desde el ecuador hasta los extremos más septentrionales del globo. Nacieron nuevas especies de árboles, y se diversificaron y especializaron. La mayoría de esas familias genéticas están extinctas…
…Los tocones fosilizados de los bosques rojos primigenios se han expuesto en yermos de la tundra, bien adentro del Círculo ártico- un signo de la amplia distribución de la que disfrutaron una vez las coníferas.