El terremoto en Illapel, Chile.
Nuevamente me siento a escribir un post fuera de programa, para dar respuesta a preguntas que me llegan de lectores preocupados por acontecimientos inesperados, y que nos ponen ante la evidencia de que la Naturaleza nos supera siempre, y que el antropocentrismo no es otra cosa que una ilusión o un espejismo.
No quiero repetir conceptos que ya he presentado otras veces en este mismo blog, de modo que para un panorama más completo, los invito a pasear por todos los posts que están reunidos en la etiqueta sismos. Hoy, quiero referirme a puntos que no he tocado antes, porque se relacionan más directamente con este caso en particular.
¿Cómo y dónde ocurrió el sismo del 16 de Septiembre de 2015 en Chile?
El movimiento tuvo lugar a las 19 y 54 horas, y su sacudida principal duró al menos tres minutos, lo cual es considerablemente largo.
Alcanzó magnitud 8,3 en Richter, colocándose entre los más severos acontecidos en Chile.
Su hipocentro se ubicó en el Pacífico, a unos 280 kilómetros al nor-noroeste de Santiago y a 55 kilómetros al oeste de la ciudad de Illapel, con profundidad de alrededor de cinco kilómetros, lo que lo califica como somero, y es una de las causas por las que se sintió con tanta intensidad.
Se produjeron luego más de una docena de réplicas, una de las cuales, acaecida 25 minutos después del movimiento principal, alcanzó magnitud 7.
Pese a la magnitud, no se han dado a conocer hasta ahora más que tres víctimas humanas, lo cual puede relacionarse con la preparación de la población y la calidad de las construcciones en un país ya acostumbrado a la sismicidad, en otras palabras con una relativamente baja vulnerabilidad.
¿A qué se debió el movimiento?
A un brusco corrimiento a lo largo del contacto entre las placas de Nazca (en subducción, es decir descendiendo hacia el manto terretre) y Sudamericana, fenómeno que ya he explicado en otros posts.
Aproximadamente a la latitud en la que ha ocurrido el corrimiento, la placa de Nazca se desplaza hacia el este, noreste, a una velocidad promedio de 74 mm por año, con intervalos de relativa quietud – cuando las placas de algún modo se «traban»- lo que significa acumulación de energía que se libera en forma de rebotes elásticos, generadores de estos sismos.
¿Por qué fue tan largo el sismo, y tantas y tan seguidas las réplicas hasta el momento?
¿Qué cabe esperar?
Ya el gobierno chileno ha lanzado la alerta por tsunamis, y es enteramente lógico esperarlos.
Por otra parte, las réplicas pueden continuar por varios días, hasta que las placas hayan liberado toda la energía acumulada, y el equilibrio se restablezca.
Además, no debe olvidarse que los movimientos telúricos suelen ser disparadores de fenómenos de remoción en masa en todas las laderas inestables, de modo que puede haber deslizamientos, aludes y avalanchas en las zonas montañosas.
Por último, es importante un monitoreo de la actividad volcánica en las zonas medianamente próximas, ya que los cambios profundos pueden afectar masas magmáticas alojadas en la corteza, las que podrían encontrar nuevas vías de ascenso hacia la superficie.
Nada de esto debe alarmar a nadie, sólo es para estar atentos a las señales y tomar las debidas precauciones.
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Un abrazo y hasta el viernes. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado del USGS (United States Geological Service).
Gracias por tener en cuenta mi blog.