Archivo de la categoría ‘Geología y literatura’

Descripción literaria de una avalancha. Die Steinflut

imagen1steinflut-1Hoy, para nuestras veladas geológico literarias, he seleccionado un texto en alemán que describe magistralmente una avalancha (Steinflut) y pertenece al autor Franz Hohler.

(Heute lessen wir einen Absatz aus «Die Steinflut», Roman von Franz Hohler. Ich verspreche ihnen die Spanische Überstezung für nächsten Freitag).

El texto forma parte de su novela «Die Steinflut», y lo presento en el idioma original para el disfrute de quienes conocen esa lengua.

En efecto, yo siempre digo que mucho se pierde en las traducciones, y precisamente por eso, para los lectores no versados en el idioma, tomo el compromiso de traerles el próximo viernes una traducción propia, que intentará conservar al menos en parte, la belleza del párrafo original.

Al menos haré mi mejor esfuerzo.

La descripción que aquí reproduzco es, en la novela, una visión de la protagonista de algo que está a punto de ocurrir.

Una amenaza que se cierne sobre el pueblo donde han quedado su familia y sus amigos, mientras ella está con su hermanito pequeño en la casa de su abuela, en un pueblo cercano, mientras su madre trae su sexto hijo al mundo.

(Diese ist die Beschreibung von einer Katastrophe die Katharina vorsieht: eine Steinflut die ihre Familie bedrhöt, als sie in ihres Grossmutters Haus bleibt während der Geburt ihres Brüderchens.)

Toda la acción transcurre en una zona alpina de Suiza, y esta clase de fenómenos no son extraños allí. De hecho la novela alude a un hecho real.

Hoy, como ya dije, la versión original, y el próximo viernes mi traducción al castellano.

«…eilen ganze Gruppen von Männern und Frauen dem Untertal zu, hoffentlich reicht es ihnen noch, die Menschen zu warnen und wegzuholen, denn jetzt sieht Katharina schon, wie die obersten Tannen, die neben der frischen Abbruchstelle noch stehen, rücklings in den Chlagg stürzen und von ihm einfach verschluckt werden wie von einem gefrässigen Bergungeheuer, und wie der ganze Tannenwald unterhalb der Spalte zu Tale fährt, wie sich die Bäume überschlagen und von Steinen überrollt werden, und Katharina versteht nicht, wieso das alles vollkommen lautlos vor sich geht, als geschäe es gar nicht wirklich, und jetzt erst erinnert sich der Berg, dass er ja donnernn muss, wenn es wahr sein soll, und er donnert und rumpelt und poltert und tost…»

Noten ustedes la longitud de la oración. En efecto, todo el párrafo es una sola oración, y continúa sin puntos por varias páginas donde los únicos nexos son las comas, lo cual genera una sensación de premura en el lector, que no creo haber experimentado en otro texto.

Un recurso genial para crear la atmósfera angustiosa de una catástrofe natural.

La foto procede de la descripción de la catástrofe real que inspiró la novela y que ocurrió en Elm el 11 de septiembre de 1881, dos días después de la fecha en que la protagonista de la novela visualiza el fenómeno.

(Das Photo gehört zu einem Manuskript Úber die geschichtliche Katastrophe von Elm 1881 in der Schweiz)

Para los lectores hispanos, prometo la traducción el próximo viernes. Un beso Graciela

Gustavo Adolfo Bécquer y la ciencia

gustavo becquer poetaGustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) es para mi gusto uno de los más grandes poetas de habla hispana, capaz de expresarlo todo con belleza y sobre todo gran sencillez.

En este caso, en la Rima IV de su libro Rimas y leyendas, manifiesta como nadie las limitaciones de la ciencia, y además lo hace de tal modo que sólo pregona sus carencias para acentuar el triunfo sobre ella de la poesía.

Aquí les presento el fragmento que corresponde a ese tema, y creo que de paso les dejo picando la curiosidad para leer el resto, con lo cual me deberán el enorme favor de descubrir a Bécquer si aún no lo han hecho.

Disfrútenlo y tengan un buen fin de semana.

Rima IV (fragmento) de Gustavo Adolfo Bécquer

…Mientras la ciencia a descubrir no alcance

las fuentes de la vida,

y en el mar o en el cielo haya un abismo

que al cálculo resista,

mientras la humanidad siempre avanzando

no sepa a dó camina,

mientras haya un misterio para el hombre,

¡habrá poesía!

Un sismo en la literatura

foto sismo chile

La niña vio sorprendida que la piedrecita rodaba como por voluntad propia, y que las que formaban su pequeña pirámide se sacudían y volvían al suelo. Sólo entonces se dio cuenta de que también ella se sacudía, pero todavía experimentaba más sorpresa que aprensión. Echó una mirada en derredor tratando de comprender por qué su universo se había alterado de manera incomprensible. Se suponía que la tierra no debía moverse.

El riachuelo que momentos antes corría suavemente, se había vuelto turbulento, con olas agitadas que salpicaban las orillas, mientras el lecho se alzaba contra la corriente, sacando lodo del fondo…

Lo que acaban de leer es la magistral descripción de un sismo que realizó Jean S Auel en El clan del oso cavernario, Capítulo 1 página 11.

La foto que ilustra el post me fue gentilmente enviada por Paulino Barrientos, uno de los lectores del blog que es profesor de Geografía y ha documentado minuciosamente el reciente sismo de Chile.

Eduardo Galeano y el volcán Popocatépetl

Otra vez, tomo un hermoso relato de Eduardo Galeano, tomado de Bocas del tiempo. 1ra. ed. Buenos Aires ISBN 950-895-160-5. Y como siempre, este material lo encontró Dayana, incansable internauta que hace tanto por este blog.

Volcán Popocatepelt México

Señor que habla

No hace mucho, en el valle de México, una montaña estalló.
Nubes de fuego, rocas encendidas, cenizas ardientes: el volcán Popocatépetl vomitó las piedras que le tapaban la boca grande como cuatro estadios de fútbol.

Fue casi imposible el desalojo de los pueblos vecinos:
-“No, no -se resistía la gente- él es bueno. No nos hará nada.
Desde siempre, los lugareños comen y beben con don Popo. Le ofrecen tortillas, tequila y música, y le piden lluvia para los frijoles y el maíz y ayuda contra el granizo y los malos vientos del aire y de la vida. Ël les contesta por boca de los tiemperos, los maestros del tiempo, que lo escuchan mientras sueñan y después cuentan lo que dice. Ésa es la costumbre. Pero esta vez, el Popo no avisó. Ningún tiempero supo que el volcán estaba atragantado y harto de hablar por boca ajena.

Y el volcán dijo lo suyo. No mató a nadie.

La noche de la explosión, hubo tres bodas, como si tal cosa, en uno de los pueblos de la falda; y el rojerío del cielo iluminó las ceremonias.

Hermoso texto, ¿verdad? Con él pueden inaugurar un fin de semana maravilloso. Un abrazo, Graciela

P.D.: la foto que ilustra el post es tomada de aquí.

Eduardo Galeano, un volcán, y Adán y Eva.

Como otras muchas veces, la incansable buscadora de maravillas para el blog, Dayana, encontró textos relacionados con la Geología, que son de una belleza inenarrable.

huellas volcan sadimanEsta vez son cuentos del libro de Eduardo Galeano, Bocas del tiempo. 1ra. ed. Buenos Aires

Los iré subiendo en estos posts de los viernes para inaugurar un hermoso fin de semana- El cuento de hoy es:

Huellas

Una pareja venía caminando por la sabana, en el oriente del África, mientras nacía la estación de las lluvias. Aquella mujer y aquel hombre todavía se parecían bastante a los monos, la verdad sea dicha, aunque ya andaban erguidos y no tenían rabo.
Un volcán cercano, ahora llamado Sadiman, estaba echando cenizas por la boca. El cenizal guardó los pasos de la pareja, desde aquel tiempo, a través de todos los tiempos. Bajo el manto gris han quedado, intactas, las huellas. Y esos pies nos dicen, ahora, que aquella Eva y aquel Adán venían caminando juntos, cuando a cierta altura ella se detuvo, se desvió y caminó unos pasos por su cuenta. Después, volvió al camino compartido.
Las huellas humanas más antiguas han dejado la marca de una duda.
Algunos añitos han pasado. La duda sigue.

Maravilloso, ¿verdad? Un abrazo, Graciela

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