¿Qué pasó en Avenida Ricchieri, Ciudad de Córdoba?

COLECTIVO ATRAPADO. Una unidad de Autobuses Santa Fe sufrió la tormenta y el mal estado del pavimento (La Voz/R. Pereyra).Hoy vengo de nuevo a quebrar la programación acostumbrada del blog, para referirme a un acontecimiento de actualidad.

¿Qué ocurrió en Avenida Ricchieri?

La noticia objetiva aparece en La Voz del Interior en los siguientes términos:

El pavimento precario que se había colocado en avenida Ricchieri al 2.700, en barrio Jardín, cedió y al menos dos autos y dos colectivos del transporte urbano de pasajeros quedaron atascados, pocas horas después de la tormenta de agua y granizo de la madrugada.

Hasta ayer se habían realizado obras de desagüe en el sector, hoy anegado por la lluvia.

…Uno de los automovilistas afectados señaló que en el lugar «no hay un solo cartel de prohibido el paso»…

De esto se deduce que existió un disparador del proceso, que fue, obviamente la tormenta que se abatió sobre la ciudad en horas de la madrugada de ayer, pero debemos agregar que el evento de colapso responde a características que atañen directamente a las condiciones del entorno físico, y que por esa razón tienen que ver con la Geología y la Geomorfología.

¿Cuál es el fenómeno que allí se produjo?

Geomorfológicamente, el fenómeno de colapso fue causado por un proceso que se conoce como sofusión, tubificación o piping, que ya he explicado en detalle en otro post, con motivo de un evento acontecido en Guatemala, hace un par de años. Les recomiendo leer ese texto, antes de seguir adelante.

¿Por qué ocurrió allí?

Como habrán leído en el post que les mandé a ver un poco más arriba, existen causas convergentes, tanto naturales como emergentes de la intervención humana.

Más allá de la tormenta que disparó el evento, las causas preexistentes tienen que ver con las condiciones de los suelos de esa parte de la ciudad.

Todos los que conocemos algo del tema sabemos que la región sur de la ciudad, y más específicamente la sudeste, es muy propensa a padecer sofusión, generando lo que en el hablar vulgar se conoce también como «mallines», porque los suelos dominantes son colapsibles en general.

Esto se debe a su vez, a que hay en la composición de los sedimentos del área un alto porcentaje de materiales finos de características tales que constituyen el material conocido como loess.

Mucho hay para decir sobre el loess, y ya hay un post sobre él dedicado a quienes no son especialistas.

Pero sin necesidad de abundar demasiado, cabe consignar que si bien en estado seco el loess es un material muy resistente, tan pronto como se embebe en agua es terriblemente lábil y se desliza con enorme facilidad.

Ese material es uno de los factores que generan las condiciones para el piping.

¿Qué otro factor incide en la profusión de mallines en esa parte de la ciudad?

Además del material, es su distribución regional la que hace que la ribera sur del Río Suquía, y más notablemente en su porción oriental sea una zona de mayor ocurrencia del fenómeno.

Efectivamente, es el interfluvio entre los Ríos Suquía y Talamocchita, el área con los loess más típicos en la provincia, es decir, los de mayor porcentaje de limos. Más al norte y más al sur, los loess se vuelven más arenosos, con lo que su resistencia al arrastre hídrico es ligeramente mayor, y exigen mayor velocidad del agua para su arranque y movilización.

Por otro lado, la Geología de la provincia está diseñada sobre grandes lineamientos estructurales que generan una forma característica. En ella, un gran bloque al este de las fallas regionales que determinan el levantamiento serrano, se encuentra inclinado (como si fuera un tobogán, si me permiten un paralelo muy poco científico) hacia el oriente constituyendo la Asociación Geomorfológica conocida como Plataforma Basculada. Sobre dicho bloque conformado por rocas duras, se deposita el loess.

Debido a la inclinación hacia el este, la cubierta de loess se hace cada vez más espesa, y el material más resistente a la erosión (el basamento) se encuentra cada vez más profundo.
El sedimento sobre el que se construye, entonces, es dominantemente loess típico.

¿Por qué ocurrió en este momento?

Sí, ya sé que les he dicho que el disparador fue la tormenta de ayer, pero eso no los autoriza a decirme: «Porque llovió, bolu tontuela», porque mi pregunta apunta a otra cosa.

Efectivamente, no me refiero al momento «4 de septiembre de 2014», sino a un lapso mucho más amplio, del orden de meses y años, en que estamos viendo cada vez con mayor frecuencia que se desploman edificios en construcción o hay colapsos en caminos, y hundimientos varios.

¿Por qué se hacen tan frecuentes estos eventos?

Pues porque en general se siguen aplicando fórmulas más o menos consagradas por el uso, a la hora de construir o intervenir en el medio, sin tener en cuenta que éste es dinámico, y que cada intervención sobre él modifica sustancialmente las condiciones reinantes para la siguiente construcción.

Los márgenes de seguridad que se calculan sobre estadísticas de escurrimientos de un par de años atrás ya están obsoletos, por la sencilla razón de que se están permantemente eliminando superficies de infiltración, toda vez que se pavimenta una calle, o se edifica sobre lo que antes era un terreno baldío.

Y es obvio que lo que se resta de la infiltración, mayoritariamente se suma al escurrimiento.

En conclusión, si se siguen aplicando fórmulas no revisadas con nueva información y nuevos cálculos estadísticos, las consecuentes intervenciones son más o menos suicidas.

Por supuesto que en el caso particular de Avenida Ricchieri, una parte importante del problema fue generado por la habilitación de un espacio pavimentado de manera precaria, más que por cualquier otra cosa, pero siempre subyace el hecho de que se autorizan y habilitan obras con muy pocas exigencias relativas a sus normas de calidad y casi sin seguimiento ni control.

¿Pueden evitarse estos eventos?

No en cuanto fenómenos naturales, pero sí pueden evitarse muchas de sus consecuencias, si como siempre digo, se realizan evaluaciones de impacto (EIA) con estadísticas actualizadas, y se respetan las limitaciones propias del territorio, interviniendo en él de manera racional, y no como simple respuesta a necesidades válidas, pero incompatibles con las condiciones inmodificables de los espacios intervenidos .

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01..
Un abrazo y hasta el lunes, en que retomo el programa habitual. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de La Voz del Interior on line.

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