Los fenómenos postvolcánicos. Parte 1

Entre hoy y el lunes próximo vamos a hablar de algo que prometimos en otro post: la etapa solfatárica del vulcanismo, también conocida como póstuma o post volcánica.

¿Qué se entiende por fenómenos postvolcánicos?

Primero voy a remitirlos a repasar un post en el que les expliqué las diversas etapas de los fenómenos ígneos, la última de las cuales se denomina solfatárica, tomando el nombre de uno de los procesos que estudiaremos en este post.

Verán en el post que les he linkeado que en algún momento, el grueso del material fundido que alimenta un volcán ya se habrá desprendido en erupciones, o por el contrario se habrá solidificado sea superficial, o subsuperficilamente, generando rocas ígneas.

En esa etapa, los gases remanentes, con o sin cantidades importantes de vapor de agua, dan origen a los fenómenos postvolcánicos, también conocidos genéricamente como fumarolas.

La expresión «fenómeno postvolcánico» puede dar la falsa sensación de que sólo se relaciona con volcanes que ya no están activos; del mismo modo que lo que les expliqué más arriba, parece indicar que se trata de procesos póstumos en la historia de un área volcánica.

Sin embargo, los volcanes se alimentan de cámaras magmáticas profundas, que pueden generar diversos pulsos a lo largo de miles o cientos de miles de años. Es decir que las fumarolas podrían estar cerrando un pulso o un ciclo, pero nada impide las reactivaciones ni el nuevo ascenso de magmas, o nuevas fusiones de materiales, que inicien otros eventos volcánicos.

¿Qué tipos de fumarolas existen?

Repitamos primero que las fumarolas son fenómenos en los que los gases remanentes de las erupciones son expulsados en un área volcánica, sin acompañar las salidas de lavas. Las emanaciones pueden ser muy espaciadas en el tiempo, o por el contrario, muy regulares y repetitivas.

Se pueden clasificar según los gases emitidos y su temperatura. Pero ambos pueden variar con el tiempo, ya que naturalmente puede sobrevenir un enfriamiento a lo largo de su evolución, o un agotamiento de determinados componentes, con lo que pueden cambiar de carácter.

Los fenómenos postvolcánicos o fumarolas pueden clasificarse como:

  • Fumarolas secas.
  • Fumarolas ácidas.
  • Fumarolas alcalinas.
  • Fumarolas frías.
  • Soffionis.
  • Fumarolas marinas, que a su vez pueden ser negras o blancas.

¿Qué son las fumarolas secas?

Las fumarolas secas proceden de la propia lava fundida, por lo cual su composición es muy similar a la de las nubes ardientes. Su temperatura supera los 500º C, por lo cual precisamente el agua se habrá desprendido mucho antes en forma de vapor, y eso justifica su nombre de fumarolas secas. Se componen primordialmente de hidrógeno, metano, cloruro sódico, potasio y anhídrido sulfuroso y carbónico.

¿Qué son las fumarolas ácidas?

Las fumarolas ácidas se encuentran en el entorno térmico que queda entre los 100 y los 500°C , lo que les permite conservar algo de vapor de agua. Tienen también ácido clorhídrico y sulfuroso, dióxido de carbono y cloruros de cobre, hierro y amonio.

¿Qué son las fumarolas alcalinas?

Las fumarolas alcalinas se conocen también como solfataras por la presencia de azufre, que compone el ácido sulfhídrico que las caracteriza, y les confiere un olor fétido. Están compuestas además por vapor de agua, y cloruro amónico. Su temperatura se instala entre los 50 y los 100º C.

¿Qué son las fumarolas frías?

Se las conoce también como mofetas, y si paramos un minuto a pensar que ese nombre es también un sinónimo de zorrino, nos daremos cuenta de lo lejos que están de ser frescamente perfumadas. Suelen surgir a través de grietas en terrenos volcánicos, pero a bastante distancia de los centros eruptivos, por lo cual tienen menos de 50° C de temperatura y su composición es dominantemente de vapor de agua y dióxido de carbono.

¿Qué son los soffionis?

Son un caso particular de fumarolas con temperaturas próximas a los 100°C, pero enriquecidas en ácido bórico y boratos. Son típicas en regiones de la Toscana en Italia.

¿Qué fumarolas marinas existen?

Tal como el nombre lo indica las fumarolas marinas corresponden a centros volcánicos sumergidos, y según ya les adelanté, hay fumarolas marinas negras y blancas. Las primeras son calientes, llegando hasta los 400°C, y forman chimeneas de una decena de metros de altura como máximo, que emiten hierro y sulfuro en los fondos marinos.

Las fumarolas marinas blancas son estructuras que apenas sobresalen del suelo marino y producen emanaciones relativamente frías y ácidas, que pueden generar depósitos minerales.

Hasta aquí lo que conversaremos hoy. El lunes próximo agregaremos algunos párrafos sobre otros fenómenos no estrictamente postvolcánicos, pero sí relacionados con situaciones geotérmicas de temperaturas sobreelevadas, ya sea en superficie o en profundidad, que normalmente tienen alguna conexión con centros volcánicos más o menos cercanos.

¿Qué otros fenómenos pueden relacionarse con las zonas volcánicas?

¿Qué son los geysers?

¿Qué son los volcanes de barro?

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La foto que ilustra el post es del Parque Yellowstone, en Estados Unidos.

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