La Huella de Carbono

En los últimos tiempos, se habla mucho de «medir la huella de carbono», pese a que no todos sepan de qué se trata. Como es un tema relativo a la calidad ambiental, y por otro lado con muchas derivaciones, éste será sólo el primero de muchos posts que iré subiendo a lo largo del tiempo, en el blog.
Y precisamente por ser el primero, hoy trataré de dar las definiciones imprescindibles para poder profundizar más en lo sucesivo.
¿Qué se entiende por huella de carbono?
Si bien no hay una única definición con acuerdo absoluto, puede decirse que la huella de carbono representa la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que se arrojan a la atmósfera como resultado de alguna actividad humana, ya sea por empresas, industrias o personas individuales. En definitiva es una valiosa herramienta de medición del impacto de nuestras actividades, al menos en lo que hace a los GEI, es decir gases de efecto invernadero.
Es común que haya cierta confusión entre las expresiones «huella de carbono» y «huella ecológica», pero esta última es bastante más amplia, ya que implica una cuantificación de la presión humana sobre los recursos naturales y la calidad del ambiente, lo que significa más que solamente medir la emisión de GEI. En otras palabras se establece si la velocidad de extracción de recursos es tal como para permitir o no su regeneración, según un ritmo que evite su agotamiento, y muchos otros aspectos, de los que hablaremos en otro post.
La combinación de ambas mediciones da una idea aproximada de la eficiencia de la gestión ambiental y la salud resultante del ecosistema en análisis.
¿Qué implicancias ambientales tiene la emisión de GEI?
Los GEI, fueron definidos en el protocolo de Kioto del año 1997, incluyéndose en ellos principalmente al dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y gases fluorados como hidrofluorocarburos (HFC), perfluorocarburos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Todos ellos tienden a permanecer en la parte media de la atmósfera y dificultan selectivamente que algunas partes de la radiación solar entrante (constituida por las ondas de menor frecuencia) pueda salir a un ritmo eficiente, porque es parcialmente absorbida por esos gases, lo cual incide sobre la temperatura planetaria. A eso se llama efecto invernadero.
¿Por qué es importante medir la huella de carbono?
Simplemente porque ninguna patología puede curarse si no es a partir de su diagnóstico. En este caso, la HdC (huella de Carbono) es precisamente ese diagnóstico imprescindible para luego implementar medidas que permitan reducir el impacto.
Esa medición puede hacerse no solamente a escala industrial sino también a escala individual, pero las metodologías de medición en cada caso serán motivos de otros posts.
¿Qué términos relativos a la huella de carbono conviene tener en claro al emprender su conocimiento?
Veamos algunos de los términos que en los próximos posts sobre el tema, vamos a usar de manera recurrente.
- CO2 equivalente (CO2e): Es una unidad de medida que sirve para establecer comparaciones entre los efectos de los diversos GEI, contrastando su potencial de retención de energía con la del dióxido de carbono.
- Mitigación: Es el conjunto de estrategias enfocadas a reducir el impacto, en este caso, a través del control de la HdC.
- Adaptación: Hay impactos que son inherentes a la actividad humana, y en tal caso se entiende como adaptación, al conjunto de medidas para enfrentar esos cambios con medidas preventivas adecuadas.
- Ciclo de vida: Es todo el proceso de generación de un producto o servicio, desde la obtención de la materia prima hasta la disposición final de sus residuos o efluentes.
- Emisiones: Se denominan así a los gases liberados en la atmósfera, en cualquier momento del ciclo de vida.
Tengan presentes estos términos para cuando regresemos sobre el tema en muchos posts futuros.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.