In memoriam (fragmento) – Juan José Arreola
Esto lo encontró Dayana, y debo asumir que de vez en cuando la Geología proporciona también metáforas muy crueles, juzguen ustedes por sí mismos.
Del libro Confabulario.
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La noble señora leyó entre lágrimas la dedicatoria de dos páginas, compuesta en reverentes unciales germánicas. Por consejo amistoso, ignoró los cincuenta capítulos de la Historia comparada de las relaciones sexuales, gloria imperecedera de su difunto marido, y puso en un estuche italiano aquel volumen explosivo.Entre los libros científicos redactados sobre el tema, la obra del barón Büssenhausen se destaca de modo casi sensacional, y encuentra lectores entusiastas en un público cuya diversidad mueve a envidia hasta a los más austeros hombres de estudio. (La traducción abreviada en inglés ha sido un best-seller.)
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Cualquier lector medianamente dotado puede extraer de los capítulos del libro más de una conclusión turbadora.[El barón dice] (…) que la civilización ha hecho muy bien en apretar los lazos conyugales. Felicita a todas las religiones que convirtieron el matrimonio en disciplina espiritual. Expuestas a un roce continuo, dos almas tienen la posibilidad de perfeccionarse hasta el máximo pulimento, o de reducirse a polvo.
«Científicamente considerado, el matrimonio es un molino prehistórico en el que dos piedras ruejas se muelen a sí mismas, interminablemente, hasta la muerte.» Son palabras textuales del autor.
Le faltó añadir que a su tibia alma de creyente, porosa y caliza, la baronesa oponía una índole de cuarzo, una consistencia de valquiria. (A estas horas, en la soledad de su lecho, la viuda gira impávidas aristas radiales sobre el recuerdo impalpable del pulverizado barón.)
Jajaja… bastante bueno…