Hablemos del volcán Erebus

No hace mucho, les conté una bonita historia que relaciona el nombre Erebus con la antigua mitología griega, y les prometí que hablaríamos en algún momento de la parte más geológica. Éste es el momento.

¿Dónde queda el volcán Erebus y qué características generales tiene?

Ya les adelanté en el post que he linkeado más arriba, que el Erebus es el volcán más austral del mundo. Se encuentra en la isla de Ross, que forma parte del Continente Antártico, bajo bandera argentina, y se encuentra permanentemente englazado. Sus coordenadas son:  77°53′ de latitud Sur y 167° 17′ de longitud Oeste.

Se trata de un estratovolcán poligenético (de intraplaca), ya que su parte inferior está constituida como un volcán en escudo, mientras más arriba es claramente estratificado.

Su altitud es de 3.794 msn, es decir que se trata de un volcán relativamente bajo. Este hecho, unido a la continuidad  y persistencia de su actividad, permite la realización de estudios vulcanológicos de largo plazo.

Otro de sus rasgos característicos es que contiene en su cráter un lago de lava fonolítica convectiva, situación poco común en el planeta. Presenta además varios conos secundarios o adventicios, en el interior mismo del volcán. La conjunción de ambos rasgos, genera gases calientes que se movilizan a través de grietas y fracturas en las rocas volcánicas que rodean la cumbre, y tallan intrincadas redes de cavernas de fusión, en el hielo circundante.

¿Desde cuándo se lo conoce?

Este volcán fue descubierto el 27 de enero de 1841 por el explorador polar Sir James Clark Ross, en cuyo homenaje la isla lleva ese nombre, y cuyas naves se llamaban HMS Erebus y HMS Terror, nombres que les fueron asignados a los mayores volcanes del territorio.

Hoy es motivo de numerosos estudios científicos, por los motivos que ya he señalado más arriba, y se cuenta con seguimientos continuados desde 1972.

¿Qué rasgos geológicos lo caracterizan?

Es digno de mención especial, el hecho de que existen capas de piroclastos o tefras, como también se las llama, muy bien preservadas en el hielo azul, lo que además permite hacer buenas correlaciones estratigráficas y dataciones confiables.
La expresión superficial de tefras en el hielo es por lo general una delgada línea dorada, asociada a veces a depresiones de fusión pendiente abajo. Suelen tener espesores de entre 0, 5 y 3 cm, aunque ocasionalmente de manera más desordenada pueden alcanzar hasta un metro.

El análisis geoquímico de las tefras da por resultado una composición fonolítica, que es bastante homogénea para los últimos 40 mil años. Si bien no es extremadamente raro que una misma cámara magmática provea materiales químicamente semejantes a lo largo de periodos muy extensos, sí es poco corriente que todos los productos de las erupciones, sean lavas, bombas, o cenizas resulten también tan similares.

El hecho de que esto suceda en el Erebus, sin que se produzcan procesos de diferenciación magmática notables, indica que el reservorio de magma ha sido estable por mucho tiempo. Dos mecanismos posibles se han sugerido para esta estabilidad:

  • la cámara está compuesta por varios cuerpos de magma que evolucionan fraccionándose hasta el mismo grado, y cada nuevo cuerpo fundido se equilibra rápidamente con el resto del magma, o
  • hay un solo y gran volumen de magma que no evoluciona más allá porque se encuentra en equilibrio con las condiciones de su profundidad de emplazamiento.

¿Cuál es la génesis de su actividad?

El volcán Erebus ha evolucionado a lo largo de los últimos 1,3 millones de años, con productos que pasaron desde la basanita hasta la actual composición de fonolita.

En los últimos 100.000 años, hubo al menos dos colapsos que dieron origen a calderas, y numerosas emisiones de lava y erupciones explosivas. Los dos colapsos habrían ocurrido entre 80 y 25 ka antes del presente, el primero; y entre 25 y 6 ka el segundo.

La actividad posterior se asume como de erupciones del tipo estromboliano y simples flujos de lava. No obstante, habría habido también erupciones freatomagmáticas (también denominadas hidromagmáticas)  de gran violencia. Estas últimas habrían ocurrido luego de intervalos de quietud, en que el cráter se habría rellenado de hielo y nieve. Al reactivarse el volcán, se habrían fundido generando las erupciones freáticas que eliminaron el exceso de agua del cráter.

Se recuerdan erupciones mayores, todas estrombolianas, en los años 1984, 2005 y 2007. Hubo dos pequeñas erupciones freatomagmáticas o hidromagmáticas en 1993, y una cinerítica el 15 de diciembre de 1997.

Todo el sistema volcánico de la Antártida está directamente asociado con el Rift Terror, relacionado a su vez, con el Sistema del Rift Antártico Occidental. Por debajo de la Isla de Ross se ha observado una anomalía térmica que podría representar una pluma del manto portadora de calor.

¿Puede agregarse algo más?

El gran interés que reviste este volcán es su extenso registro estratigráfico de tefras incluidas en el hielo continental, muchas muestras de las cuales, han sido sometidas a dataciones por diversos métodos y a análisis químicos, físicos y ópticos de mucho detalle, permitiendo una comprensión confiable de su propia historia, y de la de la región.

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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

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