Norman Bowen y sus importantes aportes a la Petrología

Hoy hablaremos de un científico que revolucionó tanto la Petrología como la Geología en general, y al que ya he presentado antes, a través de una parte culminante de su obra, su Serie de Reacción, tema que pueden consultar en este post.

¿Qué sabemos de la vida de Bowen?

Norman Levis Bowen nació hace más de un siglo en Canadá, más específicamente en Kingston, Ontario, el 21 de junio de 1887, y sorprende la vigencia de sus conclusiones hasta el día de la fecha.

Era hijo de un panadero, a quien ya desde niño ayudaba en el reparto. A partir de su adolescencia practicaba patinaje sobre hielo en invierno y natación en verano, llegando a participar en carreras de velocidad. En otro aspecto de sus actividades, cantaba en el coro de la Iglesia Anglicana de su localidad. Todo esto nos muestra su carácter inquieto y desestructurado. Completados los estudios secundarios, su objetivo fue la formación universitaria.

En el primer momento, Bowen se había inscripto en un curso de arte en la Universidad de Queens, luego de aprobar los exá¡menes de ingreso, con la intención de ser maestro. No obstante, como muchos jóvenes, sentía la necesidad de conocer un poco su país y de ganar algún dinero. Fue por eso que ingresó al equipo de mapeo geológico del Ontario Bureau of Mines (Oficina Minera de Ontario), con el que trabajó en Larder Lake bajo las órdenes de R. W. Brock, que llegaría a ser Director del Servicio Geológico de Canadá.

Brock muy rá¡pidamente reconoció las capacidades no sólo intelectuales sino también pragmáticas de Bowen, por lo cual le permitió realizar solo buena parte del trabajo. Fue esa campaña, en la que hubo que remontar corrientes en canoa, lidiar con toda clase de insectos, realizar mediciones y hasta cocinar por sí mismos, la que definió el rumbo posterior de la carrera de Bowen.

Efectivamente, fue en ese trabajo que la diferenciación de las diabasas atrapó su atención por primera vez, decidiéndolo a cambiarse a la Escuela de Minería de la Universidad de Queen, donde cursó Mineralogía y Geología.

Después de dos campañas más en los lagos Abitibi y Gowganda, donde aprendió más sobre las diabasas, ganó un premio de 25 U$A, y la medalla de Oro Presidencial, otorgados por el Instituto Minero Canadiense, por su trabajo «Diabase and aplite of the cobalt-silver area», que fue considerado el mejor trabajo realizado por un estudiante.

En 1909 se graduó como B.S. (Bachiller en Ciencias), y en 1910 obtuvo un cargo de asistente de investigación en el Laboratorio de Geofísica del Instituto Carnegie de Washington (CIW).

Durante ese tiempo, Bowen se casó con Mary Lamont, el 3 de octubre de 1911, con quien tuvo una hija a la que llamaron Catherine.

En 1912, y ya con su título de Ph.D. otorgado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), ingresó allí mismo como empleado del Laboratorio. Allí sus mentores fueron Reginald A. Daly, quien le transmitió la idea de que los fluidos basálticos eran el magma primario y que todos los demás derivaban de él;  y Charles H. Warren que lo introdujo en los principios de la físico-química, aplicados a los problemas mineralógicos y petrológicos. Estas influencias definieron el rumbo de su trabajo posterior.

Hacia 1915, Bowen había reunido información experimental suficiente como para publicar «The Later Stages of the Evolution of the Igneous Rocks», trabajo que lo posicionó como una figura de relevancia internacional a la edad de 28 años.

En 1919, Bowen renunció para ejercer como profesor de Mineralogía en la Universidad de Queen, pero lo suyo era la investigaciión y luego de dos años regresó al laboratorio de Washington, donde permaneció 16 años.

En la primavera de 1927, Bowen dictó un curso para estudiantes avanzados en la Universidad de Princeton, cuyas clases madistrales fueron el germen para su publicación de 1928 titulada «The Evolution of the Igneous Rocks». Nuevamente interesado en la docencia, retomó las clases en la Universidad de Chicago por el lapso comprendido entre 1937 y 1947, momento en que regresó al MIT Laboratory donde permaneció hasta retirarse en 1952. No obstante ess retiro no duró mucho porque en 1954 regresó como Investigador Asociado hasta su muerte acontecida el 11 de septiembre de 1956 en Washington, D.C.

¿Qué puntos se destacan en la obra de investigación de Bowen?

Cuando era muy joven, ya su trabajo de 1912, tiulado «The order of crystallization in igneous rocks», fue el precursor de un cambio significativo en la comprensión de la Petrología. Los otros trabajos que ya mencionamos más arriba sólo confirmaron sus teorías, y lo convirtieron en la gigantesca figura que hoy representa en las ciencias.

Pero probablemente su trabajo más importante es el estudio del sistema de dos componentes albita-anortita. Ese sistema ya había sido analizado por Day, Allen, e Iddings hacia 1905, pero fue Bowen quien continuó su desarrollo hasta completarlo e introducirlo en la Serie de Reacción que lleva su nombre.

¿Por qué es tan relevante su aporte a las ciencias geológicas?

Norman Levi Bowen puede ser considerado como el petrólogo más relevante del Siglo XX, pues fue uno de los pioneros en el campo de la Petrología experimental.

Él recomendaba la solución de la petrología de campo a través de la aplicación de principios deducidos de diagramas de fases de los minerales petrogénicos. Condujo sus investigaciones desde un abordaje cuantitativo, absolutamente novedoso en un campo que hasta entonces se reducía a la observación y clasificación.

En el ya mencionado libro de 1928 «The Evolution of the Igneous Rocks», que es todavía libro de consulta en todo el mundo, Bowen estableció seis principios que hoy son indiscutibles:

  1. Reconocimiento de un conjunto de observaciones de campo que parezcan relacionarse entre sí.
  2. Simplificación de esas relaciones hasta poder diseñar un conjunto de experimentos que de algún modo repliquen las condiciones que se supone que existieron en la naturaleza.
  3. Ejecución de esos experimentos de manera tan incuestionable como sea posible.
  4. Aplicación de los principios derivados de los resultados experimentales, a situaciones específicas en el campo.
  5. Re-examen de las relaciones de campo, y prueba de las nuevas conclusiones a través de observaciones adicionales.
  6. Reiteración de la secuencia mencionada hasta aquí, hasta que se encuentren soluciones satisfactorias, asumiendo que cada nueva observación que implique una inconsistencia debe reiniciar todo el proceso.

Por supuesto, una teoría que tiene ya casi cien años, ha sido actualizada por otros científicos como Yoder lo hizo en 1979.

En definitiva, el legado de Bowen, más allá de su Serie de Reacción aún en uso, es la construcción de las bases experimentales y teóricas para la interpretación y documentación de la diversidad de las rocas ígneas y metamórficas.

¿Podemos agregar algo más a todo lo dicho?

Como nota adicional, la American Geophysical Union ha instituido el Premio Norman L. Bowen, que se otorga anualmente, a las contribuciones sobresalientes en los campos de la Vulcanología, Geoquímica y Petrología.

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post es de este sitio.

2 comentarios para “Norman Bowen y sus importantes aportes a la Petrología”

Deja un comentario

buscar en el blog
Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Archivo