El fenómeno de #delaminación en el interior de la Tierra.

Hace ya bastante tiempo, aparecieron noticias periodísticas que presentaban un panorama casi catastrófico, según el cual se estaría partiendo la corteza terrestre en dos, por la presencia de una gran grieta o algo así.
Me llegaron en ese momento algunas consultas de gente que se había alarmado ante una pintura tan estrafalaria de un proceso denominado delaminación, que se viene estudiando desde hace varias décadas, y que ocurriría desde hace miles o millones de años.
No hay todavía explicaciones absolutamente aceptadas por todos los investigadores, pero se conoce bastante sobre los posibles mecanismos en juego, como para que podamos esbozar algunos lineamientos, sujetos a continua revisión, como por otra parte, lo está siempre toda la ciencia.
Para tranquilidad de mis preocupados lectores, les he reunido aquí alguna información que, repito, se revisa permanentemente en los ámbitos científicos,
¿Qué conceptos previos convendría repasar para entender mejor este post?
Debido a que serán mencionados en las explicaciones, y son básicos para interpretar el fenómeno, les recomiendo ir a leer (o releer) dos temas fundamentales: la estructura interna de la Tierra, y la Isostasia, para lo cual tienen los links sobre cada caso.
¿A qué se refiere el término delaminación?
Se conoce como “delaminación” al proceso por el cual una porción inferior de la corteza y algo del manto superior (ambos incluidos en la parte profunda de la litósfera) se sumergen hacia la astenósfera, respondiendo a causas tanto térmicas y composicionales como de cambios de fase que implican aumento de la densidad de algunos elementos presentes.
Ya desde la década de los noventa, se viene estudiando el proceso, y se especula que todos los orógenos pasaron o pasarán en un momento futuro por esa dinámica.
¿Por qué se produciría ese fenómeno?
Según ocurre durante la isostasia, cuando existe un engrosamiento o apilamiento de materiales corticales que constituyen cadenas montañosas o importantes elevaciones del terreno, por debajo de ellos hay espesas «raíces» (como se ve en el gráfico) de la misma corteza.
Esas raíces compensan la intensa presión generada por la acumulación superior de material cortical, hasta alcanzar una nueva situación de equilibrio.
Obviamente, los aumentos de presión y temperatura resultantes de la acumulación de materia en el orógeno, se acentúan cada vez más con la profundidad, y al alcanzar determinados umbrales, los minerales presentes dejan de estar en equilibrio con las nuevas condiciones reinantes en el ambiente, y tienden a cambiar de fase hacia materiales cada vez más densos. Con la presencia adicional de determinados fluidos, las rocas de la corteza inferior pueden llegar a formar una roca metamórfica de alta presión y temperatura, compuesta dominantemente por granate y onfacita (piroxeno verde). denominada eclogita.
Debido a que la eclogita tiene alta densidad, respecto al material original, tiende a separarse de la corteza, migrando hacia la astenósfera. Esto sucede de manera bastante rápida si se compara el proceso con los que venimos viendo en el marco de la Tectónica de Placas, pero exceptuando por supuesto la súbita liberación de energía a través de sismos o volcanes.
Todo el proceso de delaminación implica además del equilibrio isostático ya mencionado, algún grado de transferencia térmica desde las zonas adyacentes a la masa que se va introduciendo en el nivel astenósferico.
Sin esa transmisión de calor, el proceso de transformación simplemente atribuible a la profundización y penetración en zonas de mayor temperatura, sería mucho más lento de lo que ha podido observarse en las zonas estudiadas.
¿Qué situaciones particulares resultarían mejor explicadas a través de este proceso?
En realidad no se trataría de la explicación mágica y absoluta, sino que se trataría, como casi siempre, de un elemento más a sumar en una convergencia de causas.
Pero sin este proceso, comprender la génesis de la meseta del Colorado en USA y alguna parte de la historia de los Himalayas, no sería sencillo, porque en ambas situaciones, los cambios suceden en tiempos mucho más breves que los implícitos en la Tectónica de placas tradicional, pero que sí son compatibles con la delaminación.
En resumen, la delaminación es un input más a tener en cuenta para descifrar la historia de nuestro planeta y sus rasgos superficiales.
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Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.
Les he vuelto a traer una de las figuras con las que ilustré un post anterior para que tengan más presente el esquema que conviene recordar.