El Suquía.
Se trata de un párrafo escrito por un asiduo lector del blog llamado Alberto, quien además suele hacer comentarios vía mail, sobre la Geología que tanto lo apasiona.
Y como su correo me pareció que tenía méritos suficientes como para ser considerado un texto literario, le pedí autorización para compartirlo con ustedes.
Obtenida su conformidad, vean ustedes este párrafo al que le agregué yo un título, solamente, y le hice unas pequeñas correcciones de forma, para adecuarlo a un post.Todo lo demás es de su propia imaginación.
Postal del Suquíapor Alberto Luis PérezAl mismo momento en que ingresaba a Córdoba por la Ruta 19, sentí que esa zona siempre me produce la misma sensación de estar viendo la historia cercana y lejana a la vez, unos diez o veinte mil años atrás.Me pregunto:-¿Cómo habrá sido de portentoso el antiguo SUQUÍA?Majestuoso, me respondo. Transportando toda el agua del valle de Punilla, los desagües de las Sierras Grandes, Tanti, Olaen… Trato de imaginar este río- hoy contenido entre cuatro paredes, (mejor dicho tres) y obligado a correr por un mínimo, estrecho canal- tras una temporada de lluvias de ésas que solemos tener los cordobeses, sin Diques de por medio.Alguna vez leí un estudio que ubica las márgenes en Alta Córdoba y Nueva Córdoba. Esas barrancas esculpidas por la fuerza del agua y el viento, alguna vez vieron de cerca los pejerreyes y las mojarras.-¡Qué maravilla de meandros habrá dibujado nuestro río – hoy convalesciente, tristemente contaminado- al llegar a los llanos, creando islas repletas de animales, totoras y quizás vida humana, al estilo de los Huarpes, que sólo diez mil años atrás vivían en los esteros de SAN JUAN, donde hoy sólo hay salinas…
A mí me gustó mucho la descripción, y alguna vez hablaremos de este río, según lo que sus registros geológicos nos permiten inferir.
Si lo han disfrutado como yo, no dejen de volver el próximo lunes a visitar el blog. Un abrazo, Graciela.
P.S.: La foto que ilustra el post es de un sitio de Internet