Otro detalle sobre la subducción

Ya venimos avanzando bastante en al análisis de la Tectónica Global o de Placas, pero siempre hay mucho más para ir añadiendo. Hasta aquí hemos hablado de dos de las tres posibilidades que tienen lugar en el movimiento convergente de las placas. Queda aún la tercera situación, pero como en ella no tiene lugar ninguna subducción, creo que es el momento oportuno de agregar un pequeño detalle a nuestro conocimiento del proceso subductivo antes de dejarlo atrás por un tiempo.

Vamos a hablar de las zonas de Benioff.

¿Qué son las zonas de Benioff y cómo se las determina?

Las zonas de Benioff, también llamadas de subducción o de Gutemberg, son los planos teóricos en los que las porciones terminales de una placa se hunden bajo otra durante el avance convergente. Se pueden considerar como los planos de deslizamiento del material – inicialmente superficial- que se va reintroduciendo hacia el manto.

Su determinación se realiza trazando el plano que reúne los hipocentros de los terremotos que se registran en la región en análisis. No es casual que ellos se agrupen en un plano que puede dibujarse con cierta definición. Esto y los detalles que veremos en seguida, pueden verse claramente en el esquema que ilustra el post.

¿Qué ocurre en las zonas de Benioff?

Como hemos dicho, allí se concentran los hipocentros sísmicos del área, hasta una profundidad aproximada a los 700 km de profundidad. Más allá de ese nivel, las liberaciones repentinas de energía que definimos como sismos se hacen muy raras, hasta cesar por completo porque las placas en descenso comienzan a perder su rigidez. como respuesta al ascenso de temperatura y la incipiente fusión de los materiales, que resulta de ese aumento térmico.

¿Qué fenómenos se explican gracias a este conocimiento?

La tecnología disponible permite, mediante el análisis del primer movimiento en un terremoto, definir el carácter de los esfuerzos involucrados. Es decir que puede distinguirse entre esfuerzos tensionales (o también denominados extensionales) y compresionales.

Analicemos ahora la figura entendiéndola como pasos sucesivos en el avance de la placa que subduce.

En un primer tiempo (hablamos de tiempos muy prolongados ya que la convergencia de las placas es realmente lenta), todo el cuerpo en descenso está sujeto a esfuerzos de tensión, por su propio peso. Esto sucede entre unos 100 y 300 km de profundidad.

Cuando la placa se encuentra con materiales más profundos, y ya más densos, entre los 300 y los 700 km de profundidad, sufre la resistencia que esos materiales le oponen, por lo cual los esfuerzos se vuelven mayormente compresionales en el extremo de avance, pero siguen siendo tensionales en la parte más somera.

Luego toda la placa sufre compresión hasta alcanzar ruptura, y fusión parcial de los extremos desprendidos, según procesos particulares que dependen de la litología y profundidad involucradas. A partir de esa profundidad que ya señalamos que ronda los 700 km, los esfuerzos se minimizan y ya no se producen terremotos.

Esto explica por qué los hipocentros se encuentran esencialmente entre los 100 y los 700 km de profundidad.

Un abrazo y hasta el próximo miércoles, con un post informativo. Graciela.

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Khan, M.A. 1980. Geología Global. Editorial Paraninfo. Madrid. ISBN 84-283-1047-5. 202 págs.

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